Este artículo fue coescrito por Guy Reichard. Guy Reichard es coach de vida ejecutivo y el fundador de HeartRich Coaching & Training, un proveedor de capacitación de liderazgo y coaching de vida profesional con sede en Toronto, Ontario, Canadá. Trabaja con personas para crear más significado, propósito, bienestar y satisfacción en sus vidas. Guy tiene más de 10 años de experiencia en entrenamiento de resiliencia y coaching de crecimiento personal ayudando a los clientes a mejorar y transformar sus mundos internos a fin de que puedan ser una influencia más positiva y poderosa en los que aman y lideran. Es coach profesional certificado por Adler (ACPC) y está acreditado por la Federación Internacional de Coaches. Obtuvo una licenciatura en psicología de la Universidad de York en 1997 y una maestría en administración de empresas (MBA) de la Universidad de York en 2000.
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A menudo no es fácil creer en ti mismo, sobre todo si sientes que no tienes nada que dar o te consideras indigno de todo. Pero, eres una persona capaz y vales mucho. Si tienes dificultades para notar todo lo increíble que hay en ti, existen cosas sencillas que puedes hacer para empezar a creer en ti mismo. Puedes evaluar tus logros y fijarte metas, puedes hacer nuevos amigos y buscar oportunidades para poner en práctica tus habilidades o puedes cuidar bien de ti mismo para desarrollar confianza. Continúa leyendo para aprender más sobre cómo creer en ti mismo.
Pasos
Método 1
Método 1 de 3:Cultivar perspectivas positivas
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1Elabora una lista de tus logros pasados. Escribir una lista de tus logros te ayudará a empezar a creer en ti mismo. Siéntate y elabora una lista de todas las cosas en las que crees que has destacado durante algún momento de tu vida. Pon incluso las actividades más simples, como montar los muebles de la tienda IKEA u organizar una fiesta para un amigo o familiar.
- Después de haber elaborado una lista breve, trata de encontrar patrones en las actividades. Identifica qué has hecho bien una y otra vez con el fin de entender tus habilidades.
- A medida que identificas las habilidades que te ayudaron a lograr cosas, empieza a enumerar dichas habilidades en otra columna. También puedes hacer una lista de cosas que admiras de ti mismo en una tercera columna.[1]
- Por ejemplo, si notas que has tenido éxito cuidando perros o gatos, ello podría significar que eres una persona compasiva por naturaleza. En ese caso, trata de encontrar más actividades que te ayuden a usar esta actividad, por ejemplo, ofrecerte como voluntario en un refugio de animales local.
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2Habla con las personas que te aman. Si realmente tienes problemas para notar todas las cosas sorprendentes que hay en ti, siempre puedes hablar con alguien que te ama. A veces nos cuesta ver nuestras cualidades, pero las personas que nos aman de verdad siempre notarán dichas cualidades con facilidad.
- Di algo como “Últimamente he sentido que no soy bueno en nada, pero estoy tratando de superarlo para identificar mis habilidades. ¿En qué crees que soy bueno?”.
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3Encuentra una cosa en la que creas. No es fácil creer en ti mismo si tratas de complacer a los demás todo el tiempo. Asegúrate de buscar causas y proyectos que te interesen y en los que realmente creas. La pasión que sientas por dichas causas y proyectos te ayudará a esforzarte y ver lo mucho que puedes lograr en la vida.
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4Fíjate metas realistas. Fijarte metas realistas te ayudará a creer en ti mismo y en tu capacidad de cumplir objetivos. Asegúrate de desarrollar metas que concuerden con tus habilidades y que sean alcanzables. Por ejemplo, si has decidido que quieres trabajar para lograr el objetivo a largo plazo de convertirte en un ayudante veterinario debido a tus habilidades para manejar a los animales, empieza fijándote el objetivo pequeño de postular a un programa de asistente veterinario. Una vez que hayas alcanzado dicho objetivo, puedes pasar a otro objetivo pequeño y alcanzable que te acerque a tu meta a largo plazo.[2]
- Prepárate para salir de tu zona de confort de vez en cuando. Aunque te traces objetivos realistas, es posible que necesites hacer cosas que normalmente no haces con el fin de cumplirlos.
- Después de trazarte una meta, trabaja duro hasta alcanzarla. No la abandones solo porque se vuelve muy difícil. Si una meta parece muy complicada, trata de descomponerla en varias más pequeñas y concéntrate en una a la vez.
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5Reflexiona al final de cada día. La autorreflexión es un componente importante de la autosuperación. Te ayuda a evaluar lo que haces bien y lo que aún necesitas mejorar. Dedica unos minutos al final de cada día a reflexionar en tus experiencias. Si tienes un día donde no logras tanto como lo esperabas, trata de aprender lo que puedas de la situación para evitar repetir los errores que hayas cometido.[3]
- Por ejemplo, si no puedes levantarte en la mañana para salir a dar una caminata como lo planeaste, podrías haber aprendido que te cuesta motivarte en la mañana. Trata de encender varias alarmas e incluso colocar una de ellas a unos pocos metros de tu cama de modo que tengas que levantarte a apagarla. También podrías tratar de encontrar otro momento para dar una caminata, en vez de forzarte a hacerlo en la mañana.
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6Persevera. En ocasiones queremos darnos por vencidos porque es posible fracasar, pero es completamente natural luchar con algo la primera vez que lo haces. En vez de culparte por cometer errores, permítete experimentar sin preocuparte en las consecuencias. Algunos de los innovadores más exitosos han descubierto que la improvisación requiere una especie de mentalidad “juguetona” en comparación con una que se fija en una sola meta.[4]
Método 2
Método 2 de 3:Promover buenos hábitos
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1Relaciónate con las personas. Hoy en día están surgiendo nuevas perspectivas en neurociencia que resaltan la importancia de forjar y fortalecer continuamente nuestras relaciones con los demás con el fin de contribuir a los procesos cerebrales funcionales.[5] Por lo tanto, es probable que fracasemos en cambiar nuestros propios hábitos sin antes darnos cuenta del grado al que nuestras conductas están condicionadas o en cierta medida, dependen de las personas que nos rodean.[6]
- Si otras personas vienen hacia ti constantemente para pedirte consejos, pero casi nunca sientes que tienes a alguien con quien hablar cuando estás triste, es posible que te hayas convertido en la persona que apoya a todos en tu grupo de amigos. No es malo ayudar a los demás, pero también es necesario que cuides de ti mismo. De hecho, a veces ayudamos a los demás más que a nosotros mismos debido a que nos hemos acostumbrado a hacerlo. Piensa en por qué estás dispuesto a ayudar a otros y considera el efecto que ello tiene en ti.
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2Mejora el concepto que tienes de ti mismo. Esfuérzate por pensar de forma positiva respecto a ti mismo y tu conducta. Vence las ganas de ser negativo identificando dos de tus virtudes diariamente.
- Asegúrate de desafiar cualquier pensamiento improductivo que entre en tu mente. Si notas que estás pensando cosas negativas como “Soy un perdedor”, “A nadie le gusto” y “No puedo hacer nada bien”, detente y desafía dichos pensamientos. Contrarréstalos con pensamientos productivos, identificando dos elementos positivos sobre ti. Mientras más practiques este pensamiento, más fácil se volverá.[7]
- Por ejemplo, si notas que te pones a pensar algo negativo como “Soy pésimo en las matemáticas”, reformula el pensamiento de una forma más productiva diciendo: "Considero que las matemáticas son difíciles, pero voy a esforzarme para mejorar".
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3Busca formas de avanzar. A veces podrías sentir que estás atrapado en una rutina, sin ninguna idea de cómo seguir avanzando. En estos casos, respira profundo y trata de poner en perspectiva el momento presente. Las personas muy a menudo se centran en lo negativo, lo cual puede llevarlas a pasar por alto las cosas buenas.[8] En ocasiones lo único que necesitas es un cambio de ambiente o tal vez interrumpir tu rutina diaria.
- Si te invaden sentimientos de temor o desesperación durante un tiempo prolongado, podrías considerar hablar con un terapeuta o consejero de salud mental.
- Busca una forma de interrumpir tu rutina o conducta habitual. Por ejemplo, si estás rodeado de gente negativa, podrías unirte a un club deportivo o a cualquier otro grupo local para conocer gente nueva.[9]
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4Sé proactivo. Posponer las cosas porque son difíciles te predispone al fracaso. Cuando tienes menos tiempo para hacer una tarea, te apuras y pasas por alto algunas cosas. En vez de ello, haz las cosas a tiempo de modo que te quede más tiempo para dar lo mejor de ti. Experimentar éxitos pequeños de tareas completadas te permitirá creer que puedes cumplir tareas mayores.
- Por ejemplo, tienes un fregadero lleno de platos que lavar, pero decides postergarlo para que puedas ver tu programa de televisión favorito. Pero antes de darte cuenta de ello, podrían surgir otras demandas, como un problema con la televisión que necesita que lo arregles o un problema con una factura que recibiste, lo cual podría terminar forzándote a postergar el lavado de platos por más tiempo.
- En vez de dejar que las demandas de la vida cotidiana se amontonen, abórdalas apenas pienses en ellas. Al principio podría ser desagradable, pero después de un tiempo ello se convertirá en tu segunda naturaleza y tus tareas cotidianas parecerán solucionarse por sí solas.
- Si no puedes evitar dejar las cosas para después, considera hablar con un terapeuta o consejero mental. La terapia cognitiva conductual (TCC) puede ayudarte a dejar ese mal hábito.[10]
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5Concéntrate en lo positivo. Los psicólogos han descubierto que con frecuencia nos enfocamos en los comentarios negativos sobre nosotros mismos mientras que ignoramos los positivos.[11] También tenemos tendencia a asumir que la gente se enfoca en nosotros más de lo que realmente lo hacen.[12] Recuérdate concentrarte en lo positivo más que en lo negativo. Si notas que tú o los que te rodean están siendo muy críticos, piensa en realizar algunos cambios.[13]
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6Haz cosas difíciles. Si solo seguimos el camino fácil, podemos pensar fácilmente que somos incapaces de hacer las cosas difíciles. Pruébate a ti mismo que puedes afrontar los retos simplemente haciendo eso: enfrentarlos. Haz cosas que te darán satisfacción, aun cuando te cueste lograrlas. ¡Puedes hacerlo! Recuerda que siempre puedes descomponer una tarea difícil en varias más fáciles.
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7Practica expresar lo que piensas. Cuando sucedan cosas a tu alrededor y quieras dar tu opinión o sepas una mejor manera de hacer algo, ¡no te quedes callado! No solo aceptes las cosas como son. Participa activamente en la situación. Ello les demuestra a los demás que eres capaz de tomar el control y de expresarles tus necesidades o deseos. Decir lo que piensas también te ayudará a rodearte de personas cuyas aspiraciones y preocupaciones vayan acorde con las tuyas. Todo esto es esencial para sentirte más cómodo en tu ambiente, lo cual es un paso necesario para desarrollar confianza en tu capacidad de salir en defensa de tus necesidades y deseos (según lo han demostrado las investigaciones).[14]
- Por ejemplo, si eres mujer y uno de tus colegas a menudo hace bromas inadecuadas sobre las mujeres, trata de encontrar una manera de expresarle tus preocupaciones sobre sus bromas de una forma productiva. Podrías decir simplemente “Me siento ofendida por tus bromas porque le restan importancia a un problema muy serio”. La discusión podría ponerse intensa, pero mientras más practiques expresar tus opiniones respecto a asuntos importantes (como la igualdad de género), más fácil se volverá.
- Si tiendes a preocuparte por la forma en que otros interpretarán lo que tienes que decir y que a menudo evita que expreses tu opinión, trata de dejar ese hábito. Practica expresar tus pensamientos y sentimientos a los demás sin necesidad de preocuparte por su forma de interpretarlos, lo cual podría significar tener que lidiar con malentendidos que surjan al momento de comunicarte con otras personas.[15]
- Si ocurre un problema de comunicación, no temas compartir tu historia personal, en especial cómo has aprendido a comunicarte con los demás debido a tu lugar de origen. Es importante para todos los involucrados darse cuenta de que dichos problemas de comunicación no son culpa de nadie, sino que pueden representar oportunidades para que todos crezcan y aprendan más sobre los modos de expresión únicos de cada uno.
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8Ayuda a los demás. Ello a menudo nos permite tener una mejor perspectiva de lo que somos capaces y sentirnos mejor con nosotros mismos en el proceso. Ayudar a otras personas a través del voluntariado o los actos cotidianos de amabilidad, nos da un maravilloso sentido de realización. También te proporciona oportunidades adicionales para desarrollar tus habilidades.[16] Al ayudar a los demás, te sentirás más seguro de ti mismo que nunca.
Método 3
Método 3 de 3:Cuidar de ti mismo
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1Presta atención a tu apariencia e higiene. Creer en ti mismo podría ser más fácil si sientes confianza en tu aspecto. Puedes asegurarte de verte y sentirte lo mejor posible manteniendo una buena higiene diaria y rutina de acicalamiento.[17] Asegúrate de:
- Bañarte o ducharte
- Peinar tu cabello
- Cortar o limar tus uñas
- Rasurar o mantener tu barba bien cuidada (hombres)
- Cepillarte los dientes (mínimo 2 veces al día)
- Mantener un olor corporal agradable usando desodorante, lociones perfumadas y perfumes
- Usar ropa que te quede bien y te haga sentir bien
- Ponerte maquillaje que resalte tus mejores rasgos (mujeres)
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2Nutre tu cuerpo con alimentos saludables. Los alimentos que consumes a diario afectarán la forma en que te sientes física y emocionalmente. Si dedicas tiempo a preparar una buena comida para ti mismo, te sentirás mejor que si solo comes una bolsa de papas fritas y una soda para la cena. Asegúrate de contribuir a tu bienestar general alimentando a tu cuerpo solo con comida saludable.[18]
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3Ejercítate diariamente. El ejercicio durante mucho tiempo ha destacado por su capacidad de ayudar a reducir el estrés y hacer que la gente se sienta más feliz, pero algunos estudios también han demostrado que el ejercicio podría ayudar a mejorar los niveles de confianza en uno mismo. Asegúrate de incluir al menos 30 minutos de ejercicio en tu rutina diaria para aprovechar al máximo sus beneficios para la salud física y mental.[19]
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4Duerme bien. La falta de sueño puede agravar la vergüenza de uno mismo y otras tendencias emocionales negativas, así que es importante dormir lo suficiente cada noche.[20] Sentirte avergonzado y negativo hará que te sea más difícil creer en ti mismo. Trata de dormir 8 horas por noche para evitar dichos efectos negativos.
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5Relájate todos los días. Asegúrate de dedicar un poco de tiempo a relajarte cada día. Incorporar actividades como la meditación, el yoga, la respiración profunda, la aromaterapia y otras técnicas relajantes te ayudará a evitar los pensamientos negativos y a que te sea más fácil creer en ti mismo. Busca lo más adecuado para ti e incorpóralo a tu rutina diaria.[21]
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6Mantén un ambiente agradable. Tu entorno también podría afectar la forma en que te sientes contigo mismo, así que es importante mantener un hogar limpio y agradable para ti. Mantén tu casa (o al menos tu habitación, si vives con otras personas) limpia y acogedora. Coloca objetos significativos alrededor de la habitación para ayudar a sentirte animado.[22]
Consejos
- Si persisten tus problemas de autoestima a pesar de tus intentos de aumentar la confianza en ti mismo, busca la ayuda de un profesional de la salud mental. Es posible que necesites más ayuda de la que puedes darte a ti mismo.
Referencias
- ↑ https://www.psychologytoday.com/blog/hide-and-seek/201205/building-confidence-and-self-esteem
- ↑ http://www.mindtools.com/page6.html
- ↑ https://www.psychologytoday.com/blog/the-social-self/201009/reflection-critical-self-improvement
- ↑ https://books.google.com/books?id=3f6UdmTaAH0C
- ↑ http://doi.org/10.3389/fnhum.2012.00163
- ↑ http://psycnet.apa.org/books/14458/012
- ↑ https://www.psychologytoday.com/blog/hide-and-seek/201205/building-confidence-and-self-esteem
- ↑ http://www.entrepreneur.com/article/246720
- ↑ https://www.psychologytoday.com/blog/memory-medic/201304/getting-out-rut-break-bad-habits
- ↑ https://www.psychologytoday.com/articles/200308/procrastination-ten-things-know
- ↑ http://io9.com/5974468/the-most-common-cognitive-biases-that-prevent-you-from-being-rational
- ↑ Baron, J, (2007), Thinking and Deciding, ISBN 978-0521680431
- ↑ http://www.oprah.com/spirit/How-to-Believe-in-Yourself-Stop-Negative-Thinking
- ↑ Richardson, C., & Skott-Myhre, H A, (2012), Habitus of the Hood, ISBN 978-1841504797
- ↑ http://cedb.asce.org/cgi/WWWdisplay.cgi?128931
- ↑ http://www.apa.org/monitor/dec06/helping.aspx
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- ↑ http://www.webmd.com/fitness-exercise/20140130/stressed-by-work-life-balance--just-exercise
- ↑ http://web.stanford.edu/~dement/adolescent.html
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