Si experimentaste abuso, la pérdida de un ser querido o un trágico accidente durante la infancia, eso podría tener efectos duraderos si no lo resuelves. No lidiar con el trauma de la infancia puede hacer que te sea difícil conectarte con otras personas e incluso podría provocar enfermedades como depresión o ansiedad. No obstante, el trauma no tiene que influir el resto de tu vida. Da el primer paso en tu viaje hacia la recuperación al visitar a un profesional calificado que pueda ayudarte a reconocer y aceptar lo que te pasó.

Método 1
Método 1 de 4:
Conseguir ayuda para el trauma

  1. 1
    Consulta a un terapeuta experimentado. Llevar un trauma pasado puede ser aterrador, por lo podría ser mejor hacer el trabajo bajo el cuidado de un profesional. Busca un terapeuta en tu zona que pueda ayudarte a reconocer, lidiar e incluso salir adelante después de un trauma infantil. Puedes hacerlo al pedir una derivación a tu médico de cabecera o al ponerte en contacto con las clínicas locales de salud mental.[1]
    • No todos los terapeutas están capacitados para trabajar con clientes que han experimentado un trauma; no obstante, debes buscar uno que sí lo esté. Verifica si hay terapeutas que se anuncian como “capacitados en asunto de traumas” o que hayan indicado de forma específica los tipos de historias de trauma con los que están capacitados para trabajar.
    • También puedes preguntar si tienen certificaciones para trabajar con personas sobrevivientes de traumas, por ejemplo, la certificación como terapeuta cognitivo conductual informado sobre traumas, la certificación como profesional que trata traumas clínicos (CCTTP, por sus siglas en inglés), la certificación como profesional que trata traumas infantiles, así como alguna certificación de la Association of Traumatic Stress Specialists (Asociación de Especialistas en Estrés Traumático) o del Somatic Experiencing Trauma Institute (Instituto de Traumatismo Somático).
  2. 2
    Determina qué tipo de terapia es adecuada para ti. Tu terapeuta determinará qué enfoque terapéutico es el adecuado para tu situación. Dependiendo de las circunstancias únicas de tu experiencia, podrías beneficiarte de la terapia cognitivo conductual enfocada en el trauma, la terapia conductual dialéctica, la desensibilización y reprocesamiento por movimientos oculares (EMDR, por sus siglas en inglés), la experiencia somática, la terapia de exposición o la desensibilización sistemática.[2]
    • Tu terapeuta puede ofrecerte una información detallada de las terapias más efectivas a fin de ayudarte a determinar cuál es la mejor.
    • También podrías probar una combinación de terapias diferentes en vez de solo un tipo de terapia.
  3. 3
    Explica el trauma tal como fue realmente. Admitir que aquello por lo que pasaste fue doloroso y molesto es un gran paso en tu recuperación. Podrías tener la tentación de fingir que “no fue tan malo” o de que “lo estoy llevando bien”; sin embargo, fingir solo cubrirá las heridas y evitará que se curen. ¡Tú puedes hacerlo! Trata de escribir un resumen de lo que pasó y procura leerlo en voz alta para ti o para tu terapeuta.[3]
    • Por ejemplo, podrías haber estado describiendo el abuso físico de un padre como “disciplina”. Así, reconocer el hecho de que fue algo abusivo y traumático te puede ayudar a empezar a sanarte.
  4. 4
    Identifica cómo el trauma afecta tu visión del mundo. El trauma infantil puede de hecho impedir que te inclines hacia los desafíos y las relaciones. La única manera de superarlo es reconocer cómo te afecta. Reúnete con un consejero y pídele que te ayude a comprender cómo el trauma ha impactado en la forma en que miras al mundo y a las personas que se encuentran en él.[4]
    • Por ejemplo, si no te prestaron atención cuando eras niño, podrías decirte “No soy importante”. Si un ser querido fue brutalmente asesinado, podrías pensar que “el mundo no es un lugar seguro y que no se puede confiar en la gente”.
    • Una vez que identifiques estas creencias, puedes trabajar con tu consejero a fin de cambiarlas.
  5. 5
    Cambia la narrativa que has desarrollado sobre el suceso. El trauma infantil podría haber hecho que desarrolles guiones negativos en tu cabeza sobre ti mismo y el mundo que te rodea. Una vez que hayas señalado esta conversación interna inútil, trabaja con tu consejero para volver a enmarcarla en declaraciones más realistas y motivadoras.[5]
    • Por ejemplo, si el asesinato de un ser querido te hizo creer en una declaración como “No se puede confiar en la gente”, modifícala a algo como “Se puede confiar en algunas personas, solo que toma tiempo desarrollar la confianza”.
    • Para tomar más conciencia de estos nuevos guiones, encuentra evidencia que los respalde. Por ejemplo, podrías hacer una lista de todas las personas en las que confías.
    • Recuerda que el trauma no te define. Es algo que te pasó.
    Anuncio

Método 2
Método 2 de 4:
Lidiar con tus sentimientos

  1. 1
    Siéntete afligido si es necesario. Si no has aceptado realmente el trauma anteriormente, es posible que no hayas experimentado completamente los sentimientos que provocan. En un lugar seguro, permítete estar afligido. Llora, grita o haz lo que necesites para sacar las emociones.[6]
    • No hay una forma correcta de afligirte, por lo tanto, no te preocupes por determinar si tu reacción es normal.
    • Si te preocupa perderte en tu dolor, establece un período de tiempo, por ejemplo, uno o dos días. Después de ese tiempo, vuelve a conectarte con tu vida y tus actividades diarias habituales.
    • Pídele a un amigo o familiar que se quede contigo si te preocupa perder el control o estar solo mientras te sientes afligido.
  2. 2
    Resiste las estrategias de afrontamiento que son poco saludables. Reconocer lo que te pasó y verlo como un trauma puede ser perturbador. Podrías sentir la necesidad de bloquear esos sentimientos con alcohol, drogas, comida o actividades sexuales riesgosas. Podrías incluso alejar a los seres queridos o dedicarte al trabajo para afrontar el problema.[7]
    • En vez de lastimarte mucho más con un afrontamiento poco saludable, trátate con cuidado como si fueras un niño pequeño. Permite que los demás muestren su apoyo en vez de alejarlos.
    • Afrontar la situación de una forma poco saludable puede llevar a depresión, ansiedad o incluso abuso de sustancias. Si afrontas las cosas de una forma destructiva, habla con alguien que pueda ayudarte antes de que el problema empeore.
  3. 3
    Practica a diario el cuidado personal. En vez de recurrir a actividades destructivas, practica el cuidado personal y alimenta tu mente, cuerpo y alma. Come alimentos saludables, descansa bastante, haz ejercicios y realiza actividades relajantes.[8]
    Anuncio

Método 3
Método 3 de 4:
Conseguir un cierre

  1. 1
    Escribe cartas detalladas para los involucrados y para ti mismo. Poner tus pensamientos en un papel puede ser una actividad increíblemente curativa, por lo tanto, escribe cartas a cualquier persona relacionada con tu trauma y que puedas considerar responsable. Después escribe una carta de ellos para ti, en la que expreses lo que te hubiese gustado escuchar.[9]
    • En tu carta para ellos, explica lo que desees a través de tu perspectiva, la forma en que te sentiste y la forma en que te afectó.
    • En la carta de ellos para ti, podrías escribir unas disculpas o un mensaje sincero de las otras personas que demuestre que se arrepienten de lo que te pasó.
    • Esta actividad puede ser un cierre para un suceso con el que no te sientes cómodo de ponerte en contacto con las personas involucradas reales.
  2. 2
    Comparte tu historia con otras personas si lo deseas. Otras personas que han pasado por experiencias similares pueden servir como una caja de resonancia excelente a medida que trabajas con tu trauma infantil. Si te sientes cómodo de hacerlo, asiste a un grupo de apoyo para personas sobrevivientes de traumas y comparte tu historia con el grupo.[10]
    • Si al principio sientes que esa revelación es algo muy “grande”, simplemente asiste a algunas reuniones y escucha las experiencias de los demás.
  3. 3
    Aprovecha tu creatividad para liberar el dolor. Utiliza las artes como un medio para sobrellevar y conseguir un cierre sobre tu trauma infantil. Hay muchas formas de hacerlo: pintar una imagen, componer una canción, tomar fotos que cuenten una historia, hacer la coreografía de un baile o escribir una historia ficticia sobre el suceso como si le estuviera pasando a otra persona.[11]
    • La creatividad puede actuar como un portavoz para que así puedas liberar la emoción que se acumuló y decir algo sobre lo que te pasó.
  4. 4
    Utiliza tus creencias espirituales para encontrar un significado en el suceso. Si crees en Dios, en un poder superior o en un ser supremo, tus creencias pueden actuar como un catalizador para la curación. Habla con un consejero espiritual o escucha o lee sobre las obras de líderes espirituales famosos a fin de determinar cómo debes ver y seguir adelante con tu trauma.[12]
    • Los distintos sistemas de creencias tienen diferentes formas de encontrar significado en experiencias perturbadoras.
    Anuncio

Método 4
Método 4 de 4:
Empoderarte

  1. 1
    Rodéate de personas solidarias. Si bien es tentador, el aislamiento no te ayudará a superar los efectos del trauma infantil. No obstante, la conexión social sí puede hacerlo. Dedica más tiempo a las relaciones positivas y fortalecedoras con las personas de tu vida.[13]
    • Dedica menos tiempo a las personas que te critican y juzgan o que influyen en ti para afrontar el asunto de formas poco saludables.
  2. 2
    Haz obras de caridad para los que te rodean. Dar tu tiempo y esfuerzos a otras personas necesitadas puede hacer que te sientas más útil y controlado. Considera comprometerte con una organización de voluntarios en tu zona que aborde una causa que te interese. También podrías optar por simplemente ayudar, según sea necesario, con familiares, amigos y vecinos.[14]
    • Como sobreviviente de un trauma, podrías dedicarte a ayudar a otras personas para que así puedas evitar o ignorar tus propios sentimientos y necesidades. Si esto pasa, es posible que notes un contratiempo con todo el trabajo emocional que has hecho a fin de sobrellevar el trauma.
    • Procura lograr un equilibrio saludable entre el tiempo para los demás y el tiempo para ti al reservar a diario “tiempo para mí”. Utiliza ese tiempo para sentarte a reflexionar, escribir un diario o mimarte de alguna forma.
  3. 3
    Desafíate a salir de tu zona de confort. Como persona que experimentó un trauma en la infancia, podrías “avanzar de forma segura” en la vida y evitar correr riesgos, ya sean grandes o pequeños. Si esto te parece bien, identifica una pequeña forma en que puedas desafiarte.[15]
    • Podrías matricularte en una nueva clase, unirte a un nuevo club o postular a un trabajo para el que pienses que no estás calificado. Haz algo valiente, sin importar lo pequeño que sea.
    • Ser valiente y tomar riesgos te puede ayudar a recuperar un sentido de control y confianza en tu vida.
    • Cuando te desafíes, haz planes para tu seguridad, tanto a nivel físico como emocional. Esto podría significar matricularte en una nueva clase y así tu plan de seguridad podría incluir ponerte en contacto con un amigo o familiar de apoyo antes y después de ir.
  4. 4
    Reflexiona sobre tu crecimiento postraumático. El trauma afecta a las personas de muchas maneras y, en ocasiones, la oscuridad ayuda a algunas personas a encontrar la luz. Si bien el crecimiento postraumático no se considera bueno ya que proviene de algo malo, puede ayudarte a comprender mejor tu vida y tu propósito, lo cual es empoderador. Buscar tu propio crecimiento postraumático puede ayudarte a encontrar algo positivo en el dolor.
    • Podrías ver nuevas oportunidades debido al trauma, por ejemplo, un propósito para tu vida o un llamado.
    • Podrías haberte acercado más a determinadas personas o a personas conocidas que amas debido al trauma.
    • Podrías haberte dado cuenta de tu propia fortaleza.
    • Podrías darte cuenta de lo mucho que valoras la vida.
    • Tu fe se podría profundizar.[16]
    Anuncio

Consejos

  • Pasar por un trauma no te define, por lo tanto, permítete dar los pasos necesarios para superarlo.
  • Es normal que el trauma afecte tus relaciones adultas, por lo tanto, no te juzgues. Con el tratamiento podrás superar tus luchas.
  • Cuando escojas un terapeuta, opta por alguien que brinde terapias que se basen en evidencias como las que se mencionaron anteriormente.
Anuncio

Advertencias

  • Asegúrate de que tu terapeuta tenga experiencia en el trabajo con víctimas de traumas, ya que una persona mal capacitada te puede perjudicar en vez de beneficiarte.
Anuncio

Acerca de este wikiHow

Rebecca Tenzer, MAT, MA, LCSW, CCTP, CGCS, CCATP, CCFP
Coescrito por:
Terapeuta clínica y profesora adjunta
Este artículo fue coescrito por Rebecca Tenzer, MAT, MA, LCSW, CCTP, CGCS, CCATP, CCFP. Rebecca Tenzer es la propietaria y médica principal en Astute Counseling Services, un consultorio de asesoría privada en Chicago, Illinois. Con más de 18 años de experiencia clínica y educativa en el campo de la salud mental, Rebecca se especializa en el tratamiento de la depresión, la ansiedad, el pánico, los traumas, el duelo y las relaciones interpersonales a través de una combinación de terapia cognitivo-conductual, terapia psicodinámica y prácticas basadas en evidencias. Tiene una licenciatura en sociología y antropología de la Universidad DePauw, una maestría en docencia de la Universidad Dominicana y otra en trabajo social de la Universidad de Chicago. Se ha desempeñado como miembro de AmeriCorps y también es maestra de psicología a nivel universitario. Rebeca está capacitada en terapia cognitivo-conductual (CBT), es una profesional certificada en trauma clínico (CCTP), especialista certificada en asesoría de duelo (CGCS), profesional en el tratamiento de la ansiedad clínica (CCATP) y profesional certificada en fatiga por compasión (CCFP). Es miembro de la Sociedad Estadounidense de Terapia Cognitivo-conductual y de la Asociación Nacional de Trabajadores Sociales. Este artículo ha sido visto 2020 veces.
Categorías: Salud emocional
Anuncio