Dar presentaciones es una parte difícil, pero importante de la educación. Si bien a casi nadie le gusta hacerlo, la práctica te ayudará a mejorar. Por más que no te guste, probablemente tengas que dar muchas presentaciones en la vida. Por suerte, una presentación bien preparada y practicada puede mejorar mucho tu confianza. El día de la presentación, hay muchas cosas que puedes hacer para asegurarte de tener un buen rendimiento.

Parte 1
Parte 1 de 3:
Prepararte para la presentación

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    Comprende las instrucciones para la presentación. Es importante seguir todas las instrucciones proporcionadas por el profesor. Si tienes dudas, asegúrate de preguntar.
    • ¿De qué debe tratar tu presentación?
    • ¿Cuántos minutos debe durar?
    • ¿Debe incluir un aspecto visual? Por ejemplo, ¿debes dar una presentación en PowerPoint, un rotafolio u otro accesorio?
    • ¿Puedes tener tarjetas en la mano mientras das la presentación?
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    Escribe lo que dirás. Durante la presentación real, es mejor presentar de memoria o usando algunas tarjetas. Sin embargo, al preparar la presentación, quizás te resulte útil escribir lo que quieres decir palabra por palabra. De esta forma, te asegurarás de no omitir nada importante y no tendrás dificultades para encontrar las palabras correctas más tarde.[1]
    • Si creas una presentación visual, escribir todo lo que dirás también te ayudará a identificar los puntos importantes a incluir en la parte visual.
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    Usa visuales o una presentación en diapositivas para crear tu presentación. Una de las formas más comunes en que las personas crean presentaciones hoy en día es usando Microsoft PowerPoint. Crea una presentación en diapositivas e incluye una diapositiva para cada punto principal. Recuerda no cargarlas demasiado con mucha información. Incluye una o dos viñetas que expresen tu punto principal. En caso de ser posible, usa una imagen que refuerce lo que dices.
    • Si tu profesor indica que debes usar una cartulina o un rotafolio, crea la presentación usando marcadores negros que puedas leer fácilmente desde lejos. Pega las imágenes que ayuden a que la presentación tenga más sentido. Al igual que con PowerPoint, asegúrate de no cargar demasiado la cartulina o el rotafolio. El objetivo es que las visuales ayuden a la presentación, no que tengan el rol principal.
    • Procura que la presentación sea simple y prolija. A menos que tu profesor te proporcione instrucciones específicas, limítate a fuentes y colores neutros y fáciles de leer, como Garamond, Arial o Times New Roman.[2]
    • Busca formas de usar imágenes que ilustren el tema del que hables con tus palabras. Por ejemplo, si presentas una batalla importante en la historia, puedes buscar pinturas, dibujos o fotos, y usarlos para ayudar a los oyentes a imaginar la batalla.
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    Lleva más de una copia de la presentación. Muchas veces, las personas preparan presentaciones maravillosas y luego no pueden abrirlas el día de la presentación debido a algún problema técnico. Una buena idea es tener tu presentación (suponiendo que es electrónica) guardada y que puedas acceder a ella en distintas formas.
    • Por ejemplo, puedes guardar la presentación en una o más memorias USB y también enviártela a tu correo electrónico. De esta forma, tendrás distintas opciones para abrirla.
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    Vístete de forma apropiada. Por más que parezca tonto, si quieres impresionar a tu profesor, es importante que luzcas bien el día de la presentación. Si tu escuela requiere el uso de un uniforme, asegúrate de que esté limpio y planchado. Si puedes usar lo que desees, usa una vestimenta casual de negocios ese día.[3]
    • Si das la presentación tarde en el día, lleva la ropa contigo y póntela justo antes de la clase. Si das la presentación más temprano, ve vestido a la presentación y lleva prendas más casuales para cambiarte, en el caso de que no quieras usar tu atuendo elegante todo el día.
    • Una buena idea es preparar la ropa que quieras usar la noche anterior. De esta forma, sabrás que está lista y no tendrás que pensar qué usar el mismo día de la presentación.
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    Asegúrate de estar bien arreglado. El día de la presentación, dedícale un tiempo adicional a tu aspecto. Lleva el cepillo de dientes o hilo dental para poder sacarte cualquier cosa desagradable de los dientes antes del inicio de la presentación.[4]
    • Si usas maquillaje, lleva un poco para retocarte antes de la presentación. También puedes llevar un peine o cepillo para asegurarte de que tu cabello esté prolijo.
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    Ten una buena noche de sueño. Si bien a veces puede ser difícil dormir si sientes nervios por algo, esfuérzate por acostarte a tiempo. Si no puedes relajarte, bebe una taza caliente de té y haz algo que te resulte calmante.
    • Asegúrate de que tu presentación esté totalmente lista antes de acostarte. Esto evitará que estés recostado en la cama intentando recordar todo lo que podrías haber olvidado. Empaca todo lo necesario para la escuela, incluyendo cualquier cosa para la presentación antes de prepararte para acostarte.

Parte 2
Parte 2 de 3:
Practicar para la presentación

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    Practica la presentación a solas. Antes de practicar frente a los demás, es recomendable practicar a solas. La clave es hacerlo como si fuese real. Esto te ayudará a identificar cualquier problema importante con tu presentación. Procura que la práctica sea lo más realista posible. Párate al lado de tu presentación tal como planees hacerlo el día de la presentación real.[5]
    • Quizás no tengas acceso a un proyector, pero igual puedes pararte al lado de la computadora para practicar.
    • Si usas una presentación visual distinta, colócala de la forma en que planees usarla durante al presentación. Por ejemplo, cuelga la cartulina en la pared.
    • En las primeras pruebas, quizás notes que tienes que detenerte para resolver problemas importantes o tomar notas de cosas que quieras decir. Está bien que lo hagas, pero no adoptes el hábito de detenerte cada vez que tengas un problema. La práctica ayuda a resolver los problemas, pero también es útil la práctica de dejar pasar los errores con la mayor calma posible.
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    Usa un cronómetro. Por más que tu profesor no haya asignado una cantidad de tiempo máxima o mínima, es recomendable tomar el tiempo de la presentación. De esta forma, sabrás cuánto dura y podrás notar si la das de forma consistente cada vez que la practiques.
    • Puedes usar el cronómetro del teléfono o un cronómetro en sí. Si no tienes ninguno, busca en Google "cronómetro" y usa el integrado en la página de búsqueda. También puedes tomar nota de la hora en que comienzas y ver qué hora es cuando terminas.
    • No olvides tener en cuenta algunos minutos para posibles preguntas.
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    Memoriza lo que dirás. Al practicar la presentación, esfuérzate por memorizar lo que quieres decir y cuándo. La presentación será mucho mejor si no miras constantemente las tarjetas o buscas un pedazo de papel para determinar qué decir a continuación.[6]
    • Ten en cuenta que memorizar, en este caso, no significa recordar palabra por palabra. En cambio, significa saber que conoces lo suficientemente bien lo que presentas sin el uso de tarjetas. Está bien si dices las cosas un poco distinto cada vez que practicas la presentación, dado que esto te hará parecer seguro y natural.
    • Si tu profesor lo aprueba, puedes escribir algunos puntos que te resulte difícil recordar en una tarjeta pequeña.
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    Pídeles a tus padres que te den su opinión. Pregúntales a tus padres u otros familiares si puedes practicar la presentación con ellos. Diles que te gustaría que presten atención a cualquier cosa que no sea clara, cualquier hábito nervioso que puedas tener al darla (por ejemplo, mover las manos con inquietud) y cualquier cosa que puedas mejorar para la presentación real.[7]
    • Ten en cuenta que tus padres seguramente piensen que haces todo perfecto y quizás no sean muy críticos, por más que eso pudiera ayudarte. Por otro lado, si tus padres son demasiado críticos, absorbe sus palabras con moderación y recuerda que solo quieren que te vaya bien.
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    Considera la posibilidad de dar la presentación frente a un amigo de confianza. Es útil recibir comentarios de personas distintas. Si tienes un amigo o compañero de clase que también dará la presentación, pregúntale si puede ayudarte a practicar y ofrécete a hacer lo mismo con su presentación.[8]
    • Si no tienes un compañero de clase al que quieras preguntarle, pídele a un amigo de confianza que te ayude con la presentación. Evita preguntarle a un amigo que sepas que no tomará la tarea en serio.
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    Haz que las personas te hagan preguntas. Pídeles a las personas con las que practiques que te hagan distintas preguntas sobre el contenido de tu presentación. Tu profesor o compañeros podrían hacerte preguntas sobre el tema al final de la presentación, así que es recomendable practicarlo un poco.[9]
    • Quizás no puedas responder todas las preguntas que te hagan, y eso está bien. Si te hacen una pregunta que no sabes cómo responder, esfuérzate por decir lo que sí sepas y di que averiguarás el resto de la respuesta y se las comunicarás.[10]

Parte 3
Parte 3 de 3:
Dar la presentación

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    Controla los nervios justo antes de la presentación. Hay algunas cosas que puedes hacer antes de la presentación para calmar los nervios, e incluso puedes hacer muchas de ellas en tu escritorio. Respira profundo y repite afirmaciones en silencio (como "Sé que puedo hacerlo. Haré un gran trabajo") o usa la visualización positiva (imagínate dando una presentación exitosa y haciendo un excelente trabajo). Estas estrategias pueden ayudarte a calmar los nervios y abordar la presentación con calma y serenidad.
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    Ofrécete ser el primero en dar la presentación. De esta forma, quitarás la presentación del camino. No tendrás que estar el resto de la clase preocupándote por la presentación. Además, las personas son menos propensas a recordar las primeras presentaciones. Si la tuya no sale bien, tu profesor probablemente olvide tus errores si ha visto muchas otras presentaciones.
    • Si realmente no quieres hacerlo primero, hazlo segundo o tercero. Cuanto antes la quites del camino, mejor.
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    Prepara los materiales. Tu profesor posiblemente te permita tomarte unos minutos para prepararte. En este tiempo, abre el archivo en la computadora (o cuelga la cartulina o el rotafolio), asegúrate de que las tarjetas estén en orden (en caso de usar) y asegúrate de que tus prendas estén prolijas (revisa que los pantalones no estén desabrochados).[11]
    • En este tiempo, respira profundo algunas veces y recuerda que lo harás genial. Has hecho todo lo posible por dar una buena presentación.
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    Preséntate e introduce el tema del que hablarás. Si tu clase es grande, es posible que no todos conozcan tu nombre. Por lo tanto, es recomendable decir algo así como "Hola, todos. Si no conocen mi nombre, soy (tu nombre). Hoy, daré una presentación sobre…".
    • No ahondes mucho en detalles al presentar el tema, pero procura despertar rápidamente el interés de los oyentes. Por ejemplo, si das una presentación sobre cómo elegir una universidad, puedes decir algo así como "Quizás crean que la universidad donde estudien no es tan importante. Sin embargo, probablemente no hayan notado que la universidad que elijan tendrá un gran impacto en sus vidas. Tendrá un gran impacto en el lugar donde vivan, a quiénes conozcan y, lo que es más importante, si podrán o no obtener el trabajo que desean".
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    Habla lento y pronuncia con claridad. Si has practicado lo suficiente, esto no será difícil. Sin embargo, algunas personas hablan muy rápido y muy bajo cuando están nerviosas. Recuerda hablar lento y lo suficientemente fuerte para que todos puedan escucharte.[12]
    • Si usas una presentación electrónica, puedes usar cada diapositiva como una oportunidad para detenerte por unos segundos y reconocer si hablas lo suficientemente lento y fuerte para que todos escuchen.
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    No entres en pánico si cometes un error. Incluso los mejores presentadores cometen errores a veces. Si cometes un error o te trabas con una palabra, no permitas que eso arruine toda la presentación. Si lo necesitas, tómate unos segundos para reorganizarte y vuelve a comenzar donde lo hayas dejado.[13]
    • Si el error ha sido pequeño, es probable que nadie lo haya notado. Si lo han notado, probablemente no haya importado mucho. Recuerda que tu profesor probablemente no esté ahí para perjudicarte, y no se enojará si cometes un error.
    • También puedes hacer una broma con respecto al error. Por ejemplo, si te trabas con la pronunciación de una palabra, pronuncia mal a propósito una o dos palabras más después y haz que toda la sala se ría. Sonríe y ríete de ti; ser capaz de reírte de ti demuestra confianza. Luego, continúa con la presentación.
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    Haz contacto visual. Mira toda la sala y haz contacto visual con distintos oyentes por algunos segundos. No olvides hacer contacto visual con tu profesor. Durante las presentaciones, algunas personas se ponen nerviosas y parecen mirar fijo un solo punto de la sala o el piso, lo que puede distraer a muchas personas.[14]
    • Si puedes hacer contacto visual por algunos segundos con varias personas durante toda la presentación, darás la impresión de estar relajado y seguro.
    • No olvides sonreír.
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    Sé consciente de tu lenguaje corporal. Quizás te resulte difícil recordar todo lo que quieres decir al mismo tiempo que te preocupas por lo que haces con el cuerpo, pero esfuérzate por ser consciente de lo que haces con las manos y cómo te paras.[15]
    • Por ejemplo, está bien hacer gestos con las manos, pero no exageres. Úsalos cuando se sientan naturales de acuerdo a tus palabras.
    • Evita cruzar los brazos y las piernas, dado que dará la impresión de que no estás abierto a la audiencia.
    • No muevas las manos con inquietud. Al no hacer gestos, puedes unir las manos frente a ti o permitir que los brazos cuelguen al costado del cuerpo.
    • No es necesario que estés quieto en un solo lugar, pero no te muevas demasiado o muy rápido. Recuerda que quieres transmitir una actitud segura.
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    Agradece a todos por su tiempo y atención. Una vez que llegues al final de la presentación, haz una pausa por unos segundos para indicar a todos que has terminado. Luego, finaliza la presentación al decir algo así como "Esto concluye mi presentación. Quiero agradecer a todos por escucharme con tanta atención. ¿Alguien tiene alguna pregunta?".
    • Si tu profesor ha indicado que no habrá una sección de preguntas y respuestas, no preguntes si alguien quiere hacer una pregunta.
    • Algunos comentarios de cierre llevarán la presentación a un cierre más natural y menos incómodo que si simplemente dejas de hablar y te sientas en tu escritorio.

Consejos

  • Lo mejor que puedes hacer es practicar. Esto te ayudará a sentirte más seguro de que sabes qué decir y cuándo. La práctica ayuda a reducir los nervios durante la presentación.
  • Si otros estudiantes en la clase tienen que dar la presentación, recuerda que probablemente también estén nerviosos. Dar una presentación frente a personas es atemorizante para la mayoría de las personas.
  • No mastiques chicle al dar la presentación. Esto puede distraer a la audiencia.
  • Si sientes nervios, recuerda que has practicado la presentación muchas veces y que sabes lo que haces.

Advertencias

  • Si la presentación no sale como lo has planeado, recuerda que no es el fin del mundo. Hablar en público es una habilidad y, cuanto más practiques, mejor lo harás. Si te preocupa que pueda afectar tu calificación, habla con tu profesor. Es muy probable que se haya enfocado más en el contenido de la presentación que en tu habilidad como presentador.
  • No pospongas la presentación hasta el último minuto. En cambio, procura terminarla algunos días antes para tener mucho tiempo para practicar.

Acerca de este wikiHow

Trudi Griffin, LPC, MS
Coescrito por:
Consejera profesional
Este artículo fue coescrito por Trudi Griffin, LPC, MS. Trudi Griffin es un consejero profesional con licencia en Wisconsin especializado en adicciones y salud mental. Brinda terapia a las personas que luchan contra las adicciones, la salud mental y los traumas en entornos de salud comunitaria y práctica privada. Recibió su maestría en Consejería Clínica de Salud Mental en la Universidad Marquette en 2011.