La mayoría de las mujeres experimentan alguna clase de malestar durante el proceso de destete, independientemente den de lactar de pecho o utilicen un sacaleches. Descubrir formas eficaces de reducir el dolor mientras dan de lactar puede ayudarles a las madres lactantes a cumplir su objetivo con mayor facilidad. Afortunadamente, existen métodos simples con los que las madres lactantes pueden pasar por el proceso de destete de una manera un poco más sencilla.

Parte 1
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Comenzar el proceso

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    Comienza de a pocos. Comienza el proceso de destete de una manera gradual y lenta. Cualquier interrupción abrupta confundirá a tu cuerpo y provocará dolor (o algo peor) a causa de la congestión mamaria. Si dejas de amamantar de manera abrupta, es menos probable que tu cuerpo controle la transición sin problemas y posiblemente sufras más dolor.
    • Tu cuerpo se ha preparado para satisfacer las necesidades nutricionales de tu bebé con base en la frecuencia en que amamanta. Tu cuerpo no se ha preparado para dejar de producir leche en un ritmo rápido, por lo que necesita tiempo para darse cuenta de que ya no es necesario producir leche.
    • Los efectos secundarios dolorosos a causa de la interrupción abrupta de la lactancia incluyen congestión mamaria, mastitis y obstrucción de los conductos.[1]
    • Si empiezas el destete gradualmente, deberás continuar durante el tiempo que le tome a tu leche secarse, lo que puede ser entre unas cuantas semanas hasta algunos meses. Por el contrario, si lo haces de manera repentina, el tiempo que le tome a tu leche secarse dependerá de la cantidad que produces, por lo que si produces en abundancia, de todos modos tardarás varias semanas o meses.[2]
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    Presta atención a las señales de destete que da el bebé. Lo más probable es que tu bebé te indique el momento en que está listo para el destete, como al despertar una atracción por la comida sólida y la pérdida de interés por la lactancia. No obstante, los bebés no deben abstenerse completamente de la leche materna o fórmula hasta por lo menos los 12 meses y tampoco deben dejar de bebe leche de vaca hasta esta edad.
    • Puedes seguir la filosofía del destete según las necesidades del propio bebé, lo que significa que debes permitirle comer alimentos sólidos cada vez que empiece a solicitarlo.[3] En el transcurso de los siguientes meses, el bebé comenzará gradualmente a comer más comida que leche materna.
    • Sigue tu intuición con respecto a la disposición del bebé al destete. Recuerda que eres la madre y nadie mejor que tú podrá conocer a tu bebé, así que escúchalo.
    • Recuerda que todos los bebés son diferentes, al igual que las madres. Aprende de las experiencias de otras personas, pero no las sigas al pie de la letra en caso de que no las consideres adecuadas para tu caso. Tus propias experiencias son la mejor guía.
    • Es posible que entre los 5 y 6 meses de edad los bebés quieran otros alimentos pese a no tener dientes. Puedes determinar si tu bebé está listo para comer alimentos si notas que está más irritable, se sienta sin mucha ayuda, te observa comer con interés y realiza movimientos de masticación.
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    Dale comida sólida. Para llegar hasta el punto en que la comida se convierte en la principal fuente de nutrición, debes comenzar gradualmente. El aparato digestivo del bebé aún está en desarrollo, y necesitará leche materna o fórmula hasta aproximadamente los 12 meses de edad. A partir de los 4 meses, comienza a darle cereal para bebés e introduce gradualmente más alimentos sólidos.
    • Al momento de darle por primera vez alimentos sólidos a un bebé que solo toma leche materna, extrae un poco de tu leche y mézclala con un solo grano de cereal para bebés. Esto lo hará más apetecible y fácil de masticar. Debes comenzar a darle alimentos a partir de los 6 meses.[4]
    • Entre los 4 y 8 meses de edad, puedes comenzar a darle puré de frutas, verduras y carnes.
    • Entre los 9 y 12 meses, puedes darle alimentos sólidos en pequeñas dosis tales como arroz, galletas para dentición y carne picada.
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    Comienza a reducir el número de las comidas. Si tu bebé lacta cada 3 horas, aproximadamente a los 9 meses puedes comenzar a amamantarlo cada 4 o 5 horas.[5] Por otro lado, simplemente puedes omitir su comida menos favorita (o la más difícil de dar) y ver si lo nota. Si no lo hace, sigue omitiéndolo.[6]
    • Algunos días o semanas después, omite otra comida y determina si tu bebé lo nota. Si continúa adaptándose a estas omisiones, puedes seguir esta tendencia hasta a última comida.
    • Procura mantener la primera comida de la mañana y la última antes de dormir hasta el final. Por un lado, tendrás más leche por la mañana, después de una larga noche sin amamantar, por lo que mantener esta comida evitará la congestión mamaria. Asimismo, la comida nocturna probablemente sea parte de una rutina para dormir cómodamente por la noche, así como una manera de ayudarle a tu bebé a sentirse satisfecho y dormir mejor. Por lo general, la alimentación nocturna será la última en omitir.[7]
    • Reduce la mitad de las comidas nocturnas al pedirle a tu pareja o a alguien más que reconforte al bebé.[8]
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    Reemplaza la leche materna por la fórmula. Si quieres destetar a tu bebé antes de que cumpla los 12 meses de edad, debes reemplazar la leche materna por fórmula. Hacer esta sustitución una comida a la vez en el transcurso de varias semanas permitirá que tanto tú como el bebé culminen el periodo de destete sin problema.[9]
    • Experimenta al cambiar el seno por el biberón. Si normalmente le das tu seno cada vez que tu bebé quiere alimentarse, ofrécele el biberón primero para ver lo que sucede.
    • Asimismo, si amamantas a tu bebé para hacerlo dormir, cuando empiece a quedarse dormido, cambia el seno por el biberón. Esto podría ayudarle a acostumbrarse al sabor y a la tetina del biberón sin siquiera darse cuenta.
    • Si tu bebé no acepta el biberón, prueba con algo diferente, como al pedirle a alguien más (como al padre) que lo intente, ofrecerle el biberón cuando esté cansado o utilizar un vasito para bebés.
    • Si tu bebé tiene más de 12 meses de edad, puedes reemplazar la leche materna con leche de vaca entera.
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    Reduce gradualmente las sesiones de extracción de leche. Si sueles sacarte la leche con frecuencia o solamente usas este método, todavía necesitarás suspender el uso del sacaleches y tomarte tu tiempo para hacerlo. En este caso, se aplican los mismos principios que para el destete de la lactancia de pecho, el cual consiste en reducir la cantidad de sesiones diarias de extracción de leche. El primer paso es reducir la cantidad a dos sesiones diarias, de preferencia en intervalos de 12 horas.[10]
    • Espera algunos días entre sesiones de extracción.
    • Una vez que hayas reducido las sesiones de extracción de leche a dos diarias, reduce la duración de cada una de ellas.
    • Luego reduce las sesiones a una por día y mantente así durante algunos días.
    • Reduce la duración de esta última sesión.
    • Una vez que solo extraigas entre 55 a 85 ml (2 a 3 oz) de leche en una sesión, puedes dejar de hacerlo por completo.
    • Si sientes congestión mamaria, conductos obstruidos o dolor general, aplica los mismos pasos que utilizaste para suspender el uso del sacaleches.

Parte 2
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Cuidar tu cuerpo

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    Utiliza compresas frías para reducir la congestión mamaria. Las compresas frías, tales como una bolsa de gel congelado o un paño frío, pueden restringir los vasos sanguíneos de los senos, dando lugar a una menor producción de leche. También pueden reducir el dolor y aumentar el nivel de comodidad.[11]
    • Existen sostenes que vienen con paquetes de gel que pueden congelarse e introducirse en un bolsillo sobre tu seno.
    • Si no quieres gastar dinero, humedece un paño con agua congelada y deslízalo entre tu seno y la copa del sostén. Reemplaza el paño con frecuencia o congélalo primero, pues el calor corporal lo calentará con mucha rapidez.
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    Evita la extracción y la estimulación de los pezones. Ambas actividades pueden hacer que tu cuerpo crea que el bebé está succionando y que necesitas producir más leche. Desde luego, esto contradice el objetivo de secar tu leche.[12]
    • No obstante, si tienes congestión mamaria, no es seguro dejar la leche allí, pues puede bloquear los conductos. Por el contrario, extrae manualmente o con un sacaleches la leche suficiente para aliviar el dolor. Procura extraer solo esta pequeña cantidad, y tu cuerpo de todos modos reducirá el suministro de leche.[13]
    • Una ducha caliente puede facilitarte la extracción manual de la leche, pero no la uses frecuentemente como una solución, pues puede aumentar el suministro de leche.
    • Si sufres de fugas de leche (lo que puede suceder si tienes congestión mamaria), coloca algunas almohadillas para lactancia sobre tus pezones. Muchas mujeres se avergüenzan cuando las fugas traspasan la ropa. Las almohadillas son una forma eficaz de promover la absorción.
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    Utiliza compresas de col. Durante siglos, se ha utilizado hojas de col para acelerar el proceso de secado de la leche materna. Para crear un lugar en el que colocar estas compresas, usa un sostén a tu medida incluso mientras duermes. Un sostén demasiado pequeño o demasiado grande te generará incomodidad.
    • Las hojas de col liberan enzimas que aceleran el proceso de secado, así que asegúrate de machacarlas al doblarlas o pasarles un rodillo antes de colocarlas en tus senos. De esta manera, harás que liberen las enzimas.[14]
    • Coloca una hoja de col grande y fría en cada copa de tu sostén y reemplázalas cada vez que se marchiten durante un periodo de 24 a 48 horas.
    • Evita los sostenes que contengan alambre.
    • Si las hojas de col no te ayudan al cabo de unos cuantos días, deja de utilizarlas y busca otro método para reducir el dolor y secar la leche, como el uso de compresas frías.
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    Masajea los senos. Si sientes bultos en los senos, comienza inmediatamente una rutina de masajes. Esto probablemente significa que tienes un conducto obstruido. Comienza prestando atención adicional en la zona y aumenta el tiempo de masajes en ese lugar. El objetivo es desbloquear la obstrucción por medio del masaje.
    • Las duchas calientes pueden aumentar la eficacia de los masajes, pero no son recomendables, pues el agua caliente puede aumentar la producción de leche.
    • Coloca compresas tibia (p.ej. un paño tibio) en el seno antes de hacer el masaje y una compresa fría (p.ej. un paquete o paño frío) después de realizarlo.[15]
    • Presta atención a las áreas adoloridas o enrojecidas, pues pueden ser un indicador de mastitis.
    • Si los masajes no logran destapar los conductos obstruidos al cabo de aproximadamente un día, busca atención médica. Si los síntomas empeoran o te da fiebre, es posible que la obstrucción haya progresado hasta convertirse en una condición conocida como mastitis. Si sospechas que este es tu caso, ponte en contacto inmediatamente con un médico, pues la mastitis puede tener complicaciones graves si no se trata con rapidez y de manera adecuada.
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    Solicita consejos para aliviar el dolor. Si el dolor se vuelve tan intenso que no puedes soportarlo y los remedios caseros no lo alivian, habla con tu médico para que te recete ibuprofeno, el cual es un analgésico.
    • Un medicamento conocido como paracetamol (o acetaminofén) también puede aliviar el dolor.[16]
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    Ten en cuenta los cambios de humor. Ten en cuenta que los cambios hormonales al reducir tu suministro de leche pueden producir cambios de humor. El destete es una experiencia psicológica y física. Permítete sentir lo que sea que sientas.
    • No tengas vergüenza de querer llorar durante el destete. Probablemente te sientas un poco triste, y las lágrimas son una manera de ayudarte a afligirte por el final de esta cercanía con tu bebé.
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    Mantén un estilo de vida saludable. Siguen comiendo una dieta equilibrada y mantente hidratada. Promover una buena salud siempre es una manera eficaz de ayudarle a tu cuerpo a funcionar mejor.
    • Sigue tomando tus vitaminas prenatales para garantizar la nutrición adecuada del cuerpo mientras intenta ajustarse a los cambios que se producen.
    • Procura descansar plenamente cada noche. El cuerpo pasa por cambios considerables y podría necesitar un poco de ayuda de tu parte. El sueño es una de las mejores formas de ayudarlo a regenerarse y a sanar.
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    Habla con un profesional médico. Habla con alguien que esté especializado en lactancia materna, como un consultor de lactancia. Puedes encontrarlo en la sección de maternidad de los hospitales y, en ocasiones, en los consultorios pediátricos, así como independientemente en la comunidad. Realiza una búsqueda en tu localidad o en Internet para encontrar a alguien que te ayude.
    • Responde las preguntas sobre tu situación individual de modo que puedas aplicar sus valiosos consejos de la manera más precisa posible.
    • Muchos centros organizan seminarios educativos, reuniones o clases para las madres lactantes que desean saber más sobre el proceso de destete. Estos profesionales generalmente serán tu mejor recurso para encontrar consejos reales de personas que hayan experimentado la lactancia materna y el destete.
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    Habla con madres experimentadas. Si tienes otros problemas con el destete para los cuales no tienes explicación, habla con otras madres. Pregúntales cómo fueron sus procesos de destete. Podrías sorprenderte al escuchar algunos de los consejos que otras personas tienen que ofrecer. En muchas ocasiones, otras madres pueden ser una excelente fuente de información para la lactancia, el destete y otros consejos paternos.
    • Anota lo que dicen y sigue sus consejos a lo largo de tu propio proceso de destete.

Parte 3
Parte 3 de 3:
Anticipar las necesidades de tu bebé

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    Reconforta a tu bebé. Ten en cuenta que tu bebé podría tener dificultades para acostumbrarse al cambio. No solo perdió los senos de su madre, sino que también perdió su zona de confort con ella. Busca métodos alternativos para reconfortar y tranquilizar a tu bebé que no impliquen la lactancia.[17]
    • Pasa más tiempo mimando y demostrándole afecto a tu bebé, como al darle más besos y abrazos. Esto le ayudará a acostumbrarse a un menor contacto físico producto del destete.
    • Pasa más tiempo personal con tu bebé.
    • Ignora los factores estimulantes tales como la televisión, las aplicaciones y comunicaciones telefónicas, la lectura, prácticamente todo lo que divida tu atención.
    • Incluye más mimos en tu rutina para que no te olvides de hacerlo y puedas tener un marco de tiempo específico para ignorar a tu teléfono.
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    Distrae a tu bebé. Utiliza métodos de distracción para evitar que tu bebé quiera lactar. Puedes distraer fácilmente a tu bebé mediante muchas formas. Cualquier cosa que desvíe su atención del seno será de utilidad.[18]
    • Durante un periodo en el que normalmente das de lactar, involucra a tu bebé en un juego o actividad divertidos para ayudarlo a olvidarse.
    • Evita sentarte en lugares donde generalmente das de lactar.
    • Cambia tu rutina de modo que no hagas las cosas en el mismo orden en que las hacías cuando dabas de lactar.
    • Reorganiza los muebles de la habitación en que solías dar de lactar con la finalidad de ayudarle a tu bebe a dejar de asociar el lugar con la lactancia.
    • Incluye a tu pareja en los juegos y otras actividades que distraigan al bebé durante la hora de la comida, tales como pedirle que lo saque a pasear sin que estés presente.
    • No impidas que el bebé forme un vínculo con una manta o animal de peluche, pues esto le ayuda a realizar un cambio emocional en el proceso de destete.
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    Sé paciente con tu bebé. Los bebés y niños pequeños pueden molestarse e irritarse durante el proceso de destete debido a que reaccionan ante el cambio. El tiempo pasará y tanto tú como tu bebé pasarán a otro capítulo de sus vidas antes de que se den cuenta, por lo que es importante ser paciente mientras ambos hacen esta transición.
    • Juega con tu bebé o niño pequeño, pues este es su método más importante para aprender y experimentar, así como de comunicarse.[19]
    • Cuando tu bebé tenga un ataque de llanto durante el proceso de destete y no sea hora de alimentarlo, puedes tomarte una pausa personal al colocarlo en la cuna o dejar que tu pareja se encargue de él por unos minutos, lo pasee en el cochecito o le cante tranquilamente y acaricie.[20]

Consejos

  • La Liga de la Leche es una organización de apoyo a la lactancia materna y su sitio web es una fuente importante y detallada para cualquier madre lactante, desde la etapa neonatal hasta la de lactancia. Puedes encontrar esta organización en línea y buscar un grupo que se reúna cerca de tu casa.
  • No intentes destetar a un bebé cuando está enfermo o esté propenso a enfermarse. La lactancia durante una enfermedad es una de las mejores formas de mantenerlo hidratado y hacer que sane más rápido.[21]
  • Si se produce otro cambio en la vida de un bebé, tales como la erupción de un diente, otro bebé en camino o una mudanza, retrasa el destete hasta que se haya adaptado a este cambio con la finalidad de reducir el estrés.
  • Utiliza un sostén muy ajustado durante el proceso de destete puede darte apoyo, pero no te vendes los senos pues puede producirte mastitis y obstrucción en los conductos lácteos.[22]

Advertencias

  • Si, durante el transcurso del proceso de destete, la depresión se hace prolongada e intensa, busca ayuda profesional.
  • Evita pasar mucho tiempo en la ducha, pues el agua tibia puede estimular la producción de leche.
  • Si notas síntomas de mastitis, busca atención médica. Esta condición requiere un tratamiento adecuado y nunca debe ignorarse. Los antibióticos son el tratamiento general para esta condición. Entre los síntomas de la mastitis se encuentran los siguientes:[23]
    • una fiebre superior a los 38 °C (101 °F)
    • piel enrojecida o con forma agrietada
    • hinchazón en los senos
    • sensibilidad en los senos
    • sensación de enfermedad o pérdida de energía

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Categorías: Lactancia materna