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Si quieres que la mantequilla esté perfecta y uniformemente derretida o si alguna receta te pide que la dores para hacer mantequilla avellana, lo podrás hacer en la cocina. Si quieres ahorrar tiempo, hazlo en el horno microondas, pero sigue las instrucciones que te presentaremos para que no se caliente demasiado rápidamente y de manera desigual. Por último, si solo quieres ablandar la mantequilla que estaba en el refrigerador o en el congelador, te brindaremos igualmente muchas posibles opciones.
Pasos
Método 1
Método 1 de 3:Derretir o dorar la mantequilla en la cocina
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1Corta la mantequilla en trozos. Corta la mantequilla en cubos o trozos para que el calor no se demore en llegar al centro. Entre mayor sea la superficie expuesta al calor, la mantequilla se derretirá más rápidamente.
- No tendrás que cortarla en trozos de un tamaño exacto. Procura cortar una barra de mantequilla en cuatro o cinco piezas.
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2Pon la mantequilla en una sartén pesada o si te es posible, a baño maría. Una sartén con un fondo pesado distribuirá el calor de manera más uniforme que las sartenes delgadas. Así, será menos probable que quemes la mantequilla, porque todas las partes se derretirán a un ritmo parecido. El baño maría es incluso más seguro. Sin embargo, en una sartén delgada la mantequilla se derrite más uniformemente que en un microondas.
- Podrás hacer tu propio baño maría al poner una sartén sobre otra.
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3Caliéntala a fuego lento. La mantequilla se derrite entre los 28° C y 36° C (82° F y 97° F), la cual podría ser la temperatura ambiente en un día caluroso.[1] Cuando enciendas el fuego, procura que sea bajo para evitar calentar la mantequilla demasiado rápidamente mucho más de esa temperatura, cosa que podría quemarla o hacerla humear.
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4Observa hasta que ¾ de la mantequilla se haya derretido. El calor deberá seguir siendo bajo para que la mantequilla se derrita sin dorarse. Con una cuchara o una espátula, esparce la mantequilla del fondo de la sartén a medida que vaya derritiéndose.
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5Sácala del fuego y revuelve. Apaga el fuego o pon la sartén en otro quemador y revuelve la mantequilla que en su mayoría ya estará derretida.[2] La mantequilla y la sartén alrededor de los trozos sólidos todavía estarán calientes, por eso será suficiente para derretir el resto de la mantequilla. Este método es mucho más seguro que si se deja la mantequilla en el fuego para que se derrita el resto.
- Si después de revolver, todavía quedan trozos sin derretir, pon la sartén nuevamente en el fuego durante 30 segundos.
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6Si una receta te pide mantequilla avellana, caliéntala hasta que veas puntos dorados. No será necesario que dores la mantequilla a menos que una receta te pida específicamente mantequilla avellana (dorada). Si ese es el caso, mantén el fuego a una intensidad baja y revuelve la mantequilla con movimientos suaves. Verás que despedirá espuma, luego se formarán puntos dorados. Cuando veas esos puntos, saca la sartén del fuego y revuelve hasta que toda la mantequilla se torne de color ámbar, luego ponla en un plato a temperatura ambiente.
Método 2
Método 2 de 3:Derretir la mantequilla en el horno microondas
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1Corta la mantequilla en trozos. El microondas calentará la mantequilla de fuera hacia adentro, así que corta la mantequilla en varios trozos para que se pueda calentar más área de superficie. De esta manera, habrá menos posibilidades de que se caliente de manera desigual, aunque tampoco esperes que se caliente perfecta y uniformemente en un microondas.
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2Tapa el plato de mantequilla con papel toalla. Pon la mantequilla en un plato para microondas, luego tápalo con papel toalla. La mantequilla podría salpicar durante el derretido rápido del microondas, por eso el papel toalla protegerá el interior del microondas de esas salpicaduras.
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3Calienta la mantequilla durante 10 segundos a una potencia baja o para descongelar. El horno microondas es mucho más rápido que la cocina convencional para derretir la mantequilla, pero también es mucho más probable que lo queme, que lo separe u otros problemas. Empieza cuidadosamente configurando el microondas a “bajo” o para “descongelar” si te es posible, luego caliéntala durante 10 segundos.
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4Revuelve y revisa el progreso. La mantequilla no se habrá derretido del todo todavía, porque como se derrite a una temperatura relativamente baja, cada intervalo de 10 segundos tendrá un efecto considerable. Revuélvela para distribuir el calor uniformemente y para que veas si quedan trozos.
- Nota: recuerda retirar la cuchara del tazón antes de volverlo a calentar en el microondas.
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5Repite el proceso hasta que la mantequilla esté casi derretida por completo. Cambia el papel toalla y caliéntala otros 10 segundos o si está casi lista, 5 segundos. Sigue revisando el progreso hasta que solo queden trozos pequeños. Saca el plato del microondas con cuidado, porque podría estar caliente.
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6Revuelve para derretir los trozos restantes. Los trozos pequeños que queden podrán derretirse con el calor residual. Revuelve la mantequilla hasta que todo el plato esté dorado y líquido.
- Si la mantequilla presenta gotitas de grasa o residuos blancos en la superficie, quiere decir que se la ha calentado en el microondas demasiado tiempo. Todavía servirá para hacer salteados o para darle sabor a platillos salados, pero podría afectar negativamente la textura de los productos de pastelería o de panadería.[3]
Método 3
Método 3 de 3:Ablandar la mantequilla
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1Deberás saber cuándo la mantequilla está blanda. Salvo que una receta te dé una descripción específica de la textura, la mantequilla se considerará blanda cuando esté aproximadamente a temperatura ambiente. Podrás aplastarla fácilmente con una cuchara, pero seguirá conservando su forma cuando no la toques.
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2Corta la mantequilla en trozos antes de ablandarla. A continuación te describiremos varios métodos para ablandar la mantequilla, pero ten en cuenta que para todos, la mantequilla se ablandará más rápidamente si se la corta primero en cubos pequeños.
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3Deja la mantequilla cerca del horno. Si no está congelada y la temperatura de la cocina es cálida, solo serán necesarios unos cuantos minutos para ablandar pequeños trozos de mantequilla. Será más fácil aún si el horno está prendido y está cerca o si la parte superior del horno suele estar tibia constantemente gracias a una luz piloto.
- No pongas la mantequilla directamente sobre un horno caliente, salvo que esté congelada. Si la mantequilla está en algún lugar caliente, vigílala para asegurarte de que no se derrita, porque podría suceder rápidamente.
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4Para ablandar la mantequilla con mayor rapidez, machácala o bátela. Para acelerar el proceso de ablandado, con una licuadora de mano o con su punta, machaca la mantequilla a mano. Pon la mantequilla en una bolsa hermética y expulsa la mayor parte del aire. Con un rodillo, con tus manos o con algún objeto pesado, amasa o machaca la mantequilla varias veces.[4] Al cabo de unos cuantos minutos, la mantequilla estará mucho más suave y no tendrá ningún signo de haberse derretido.
- En lugar de usar una bolsa hermética, podrías poner la mantequilla entre dos hojas de papel para hornear o papel parafinado.
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5Pon un recipiente de mantequilla en un baño de agua caliente. Llena la mitad de un tazón con agua caliente, pero no hirviendo. Pon la mantequilla en una bolsa hermética o en un tazón más pequeño dentro del agua caliente. Vigílala y pínchala ocasionalmente para revisar la textura, pues este método solo toma un par de minutos para ablandar la mantequilla refrigerada.[5]
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6Para ablandar rápidamente la mantequilla congelada, rállala. Si no puedes esperar a que la mantequilla congelada se descongele, rállala con un rallador grueso y de agujeros grandes. Las escamas de mantequilla se descongelarán y se ablandarán al cabo de unos cuantos minutos en un lugar cálido.[6]
Consejos
- Si sueles freír alimentos a altas temperaturas con mantequilla o si quieres extender su vida útil, podrías clarificarla. Para hacerlo, tendrás que calentarla hasta que desprenda una espuma. La mantequilla clarificada es más resistente a las altas temperaturas y no se humeará ni se quemará al igual que la mantequilla regular, aunque su sabor es menos sabroso.[7]
- Optar por la mantequilla sin sal y no la que lo tiene te dará más control sobre la cantidad de sodio que le agregas a tus comidas, lo cual será de suma importancia si sufres de presión alta o si estás en una dieta de bajo sodio.
Advertencias
- Si derrites la mantequilla en la cocina, no dejes que se dore rápidamente ni que se queme, sino el sabor del producto terminado se verá afectado.
Cosas que necesitarás
- Mantequilla
- Tazón para microondas
- Papel toalla
- Sartén para calentar en la cocina
- Cuchara o espátula
Referencias
- ↑ http://www.kellerscreamery.com/our-brands/kellers/kitchen-tips/butter-basics/
- ↑ http://www.dairygoodness.ca/butter/butter-tips-tricks/how-to-melt-butter
- ↑ http://www.dairygoodness.ca/butter/butter-tips-tricks/how-to-use-hard-or-frozen-butter
- ↑ http://www.thekitchn.com/3-ways-to-soften-butter-quickly-easily-54814
- ↑ http://www.thekitchn.com/3-ways-to-soften-butter-quickly-easily-54814
- ↑ http://www.dairygoodness.ca/butter/butter-tips-tricks/how-to-use-hard-or-frozen-butter
- ↑ http://www.foodterms.com/encyclopedia/clarified-butter/index.html
Acerca de este wikiHow
Para derretir mantequilla, primero córtala en trozos pequeños. Luego, ponlos en un tazón apto para microondas y cúbrelo con papel toalla para que la mantequilla no salpique mientras se calienta. Caliéntala en el microondas en intervalos de 10 segundos hasta que esté completamente derretida. Revuélvela después de cada intervalo. También puedes derretirla en la estufa. Para hacerlo, córtala en trozos pequeños y ponlos a calentar a fuego lento hasta que estén casi derretidos. Luego, apaga el fuego y revuelve la mantequilla hasta que esté completamente derretida.