El término gasto cardiaco se refiere a la cantidad de sangre que el corazón puede bombear en un minuto y se representa en litros por minuto. El gasto cardiaco indica la efectividad con la que el corazón suministra oxígeno y nutrientes a todo el cuerpo. Indica qué tan bien funciona el corazón en relación al resto del sistema cardiovascular. Para determinar el gasto cardiaco, necesitas determinar tanto el volumen sistólico como la frecuencia cardiaca. El cálculo del volumen sistólico solo puede hacerlo un profesional usando un ecocardiograma.

Método 1
Método 1 de 3:
Determinar la frecuencia cardiaca

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    Consigue un cronómetro o un reloj. La frecuencia cardiaca simplemente es el número de cargas cardiacas de sangre que son expulsadas del corazón por unidad de tiempo.[1] Normalmente medimos la frecuencia cardiaca en latidos por minuto. Medir la frecuencia cardiaca es simple, pero antes de intentarlo, asegúrate de tener un dispositivo preciso para contar los segundos.
    • Puedes tratar de llevar la cuenta de los latidos y los segundos mentalmente, pero esto puede ser inexacto debido a que los latidos que cuentes tenderán a dominar al reloj interno.
    • Es mejor configurar un temporizador, para poder enfocarte en contar los latidos. Prueba usando el temporizador de tu celular.
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    Encuentra el pulso. Aunque hay muchos lugares en el cuerpo en los que puedes encontrar un pulso, normalmente el interior de la muñeca es un lugar en el que es fácil localizarlo. Una alternativa es al lado de la garganta, en el área de la vena yugular. Una vez que identifiques el pulso y sientas un latido claro, usa los dedos índice y medio de una mano y colócalos sobre el área donde sentiste el pulso.[2]
    • Generalmente el pulso es más fuerte al interior de la muñeca, en una línea dibujada desde el dedo índice hacia abajo, dentro de los cinco centímetros que siguen al primer pliegue de la muñeca.
    • Es posible que debas mover un poco los dedos por toda la zona para encontrar el latido.
    • También es probable que necesites aplicar un poco de presión para sentirlo. Sin embargo, si tienes que presionar demasiado fuerte, entonces probablemente este no sea el sitio adecuado. Inténtalo en un sitio distinto.
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    Empieza a contar los latidos. Una vez que encuentres el latido cardiaco, inicia el cronómetro o mira el segundero del reloj, espera a que llegue al 12 y empieza a contar los latidos. Cuenta los latidos en un minuto (hasta que el segundero regrese al 12). El número total de latidos por minuto es la frecuencia cardiaca.
    • Si se te dificulta contar los latidos durante todo un minuto, puedes contarlos por 30 segundos (hasta que el segundero llegue al 6) y después multiplicar ese número por dos.
    • También puedes contarlos durante 15 segundos y multiplicarlos por cuatro.
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Método 2
Método 2 de 3:
Determinar el volumen sistólico

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    Realízate un ecocardiograma. Mientras que la frecuencia cardiaca es simplemente el número de veces que el corazón late en un minuto, el volumen sistólico es el volumen de sangre que el ventrículo izquierdo del corazón bombea con cada latido. Se mide en mililitros y es mucho más complicado de determinar que la frecuencia cardiaca. Para determinar el volumen sistólico del corazón se usa una prueba especial llamada ecocardiograma (también conocida como eco).
    • Un ecocardiograma usa ondas de radio para crear una imagen del corazón, de modo pueda medirse el volumen de sangre que pasa a través de él.[3]
    • Un ecocardiograma permite realizar las mediciones del corazón que se requieren para calcular el volumen sistólico.
    • Usando el ecocardiograma, serás capaz de determinar las cifras que necesitas para los siguientes cálculos.
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    Calcula el área del tracto de salida del ventrículo izquierdo (también conocido como TSVI). El tracto de salida del ventrículo izquierdo es la porción del corazón a través de la cual la sangre pasa para entrar a las arterias. Para calcular el volumen sistólico necesitarás determinar el área del tracto de salida del ventrículo izquierdo (TSVI) y la integral tiempo velocidad del tracto de salida del ventrículo izquierdo (ITV TSVI).
    • Estos cálculos debe realizarlos un profesional que lea ecocardiogramas.[4] Un experto puede usar la siguiente ecuación para determinar el área del tracto de salida del ventrículo izquierdo:
    • Área = 3.14 (diámetro TSVI /2)^2[5]
    • Esta forma de calcular el área actualmente se está reemplazando por tecnologías de imagen más avanzadas.[6]
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    Determina la integral tiempo velocidad. La integral tiempo velocidad (ITV) es la integral de las velocidades durante el periodo de flujo en un vaso o a través de una válvula. En este caso se usa para determinar la cantidad de sangre que fluye a través de un ventrículo. Para determinar la ITV del ventrículo izquierdo, el técnico medirá el flujo mediante una endocardiografía Doppler. Para hacerlo, usará la función de rastreo en una máquina de endocardiografía, que después calculará la ITV.
    • La ITV se obtiene calculando el área bajo la curva en la señal de Onda Pulsada Doppler de la salida aórtica. El profesional de la salud puede tomar varias medidas de la ITV durante el curso de tu tratamiento para evaluar la eficacia del corazón.
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    Evalúa el volumen sistólico. Para determinar el volumen sistólico, la cantidad de sangre en un ventrículo justo antes de un latido (volumen diastólico final, VDF) se resta a la cantidad de sangre en el ventrículo (cavidad cardiaca) al final de un latido (volumen sistólico final, VSF). Volumen Sistólico = VDF – VSF. Aunque el volumen sistólico comúnmente se refiere al ventrículo izquierdo, también puede referirse al ventrículo derecho. Normalmente el volumen sistólico de ambos ventrículos es igual.[7]
    • Para determinar el índice de volumen sistólico, toma la integral tiempo velocidad, que es la cantidad de sangre que se bombea con cada latido y divídela entre al área de la superficie corporal del ventrículo izquierdo (en metros cuadrados).
    • Esta fórmula permite el análisis directo del volumen sistólico para un paciente de cualquier tamaño.[8]
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    Determina el gasto cardiaco. Finalmente, para determinar el gasto cardiaco, multiplica la frecuencia cardiaca por el volumen sistólico. Este es un cálculo relativamente simple que identifica la cantidad de sangre que el corazón bombea en un minuto. La fórmula es Frecuencia Cardiaca x Volumen Sistólico = Gasto Cardiaco.[9] Por ejemplo, si la frecuencia es de 60 lpm y el volumen sistólico es de 70 ml, la ecuación queda de la siguiente forma:
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Método 3
Método 3 de 3:
Comprender los factores que afectan al gasto cardiaco

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    Entender cómo funciona la frecuencia cardiaca. Puedes comprender mejor el gasto cardiaco entendiendo los factores que influyen sobre él. El más sencillo de ellos es la frecuencia cardiaca, el número de veces que el corazón late en un minuto. Entre más late, más sangre es bombeada a todo el cuerpo. Un corazón normal debe latir entre 60 y 100 veces por minuto. Cuando la frecuencia cardiaca es muy baja también se le conoce como bradicardia, una afección en la que el corazón expulsa muy poca sangre a la circulación.[11]
    • Si el corazón late muy rápido puede causar taquicardia (una frecuencia cardiaca que excede a la normal) o, en casos severos, arritmia (problema con la frecuencia o el ritmo de los latidos cardiacos).
    • Aunque podrías pensar que entre más rápido late el corazón más sangre circula, de hecho el corazón expulsa menos sangre con cada latido.
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    Aprende sobre contractilidad. Si te interesa la influencia de la condición física en el gasto cardiaco, aprende sobre contractilidad. La contractilidad es la habilidad del músculo para contraerse. El corazón está hecho de músculos que se contraen en cierto patrón para expulsar la sangre. Cuando el corazón se contrae, por ejemplo durante el ejercicio, esto equivale a un aumento del gasto cardiaco.[12]
    • Entre más fuerte se contrae el corazón, más sangre sale de él y por lo tanto más sangre circula.[13]
    • Esto es lo que se ve afectado cuando una parte del corazón muere y el corazón expulsa menos sangre durante la circulación.
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    Investiga la importancia de la precarga. La precarga se refiere al estiramiento del corazón antes de contraerse e impacta en el gasto cardiaco. De acuerdo a la ley de Starling, la fuerza de contracción depende de la longitud a la que el músculo cardiaco se estira. Por lo tanto, entre mayor es la precarga mayor es la fuerza de contracción, lo que resulta en una mayor cantidad de sangre bombeada por el corazón.[14]
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    Analiza la poscarga. El último factor clave que afecta al gasto cardiaco y está relacionado con la condición del corazón, se conoce como poscarga. La poscarga simplemente es la cantidad de fuerza que el corazón necesita superar para bombear sangre, que depende en gran medida del tono de los vasos sanguíneos y la presión sanguínea arterial. Una disminución en la poscarga puede aumentar el gasto cardiaco especialmente en los casos en que la contractilidad del corazón se ve afectada, como suele verse en los problemas cardiacos.[15]
    • Si el músculo cardiaco ha sido dañado, aumentar la salud de las arterias y disminuir la presión sanguínea, provocará un aumento neto en el gasto cardiaco.
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Acerca de este wikiHow

Anthony Stark, EMR
Coescrito por:
Miembro del servicio de emergencias médicas
Este artículo fue coescrito por Anthony Stark, EMR. Anthony Stark es un miembro del servicio de emergencias médicas certificado en Columbia Británica, Canadá. Actualmente trabaja para Mountain View Safety Services y anteriormente trabajó para el Servicio de Ambulancia de Columbia Británica. Anthony tiene una licenciatura en ingeniería eléctrica, electrónica y comunicaciones del Instituto de Tecnología de Georgia. Este artículo ha sido visto 11 015 veces.
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