La dilatación cervical se lleva a cabo durante el parto activo y le dará al bebé el espacio suficiente para que pase por el canal de parto. El cérvix, o cuello uterino, se dilatará naturalmente cuando el cuerpo esté listo para dar a luz, pero cuando sea necesario acelerar el proceso, la dilatación podría estimularse con medicamentos o técnicas homeopáticas. Se recomienda que la responsabilidad de la dilatación cervical recaiga en las manos del médico o de la partera, quienes podrán garantizar que la dilatación se lleve a cabo de manera segura y efectiva, sea cual sea el motivo. Sigue leyendo para aprender más sobre cómo se dilata el cérvix.

Método 1
Método 1 de 2:
Someterse a una dilatación química o mecánica

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    Primero tendrás que saber cuándo será necesario que el cérvix se dilate. Debido a que la dilatación del cuello uterino se llevará a cabo cuando el parto pase de ser “temprano” a “activo”, intervenir en el proceso en lugar de dejar que ocurra naturalmente es esencialmente lo mismo que inducir el parto. Existen varias razones por las cuales un médico o partera podrían decidir que la dilatación será la mejor opción a realizar, por ejemplo:
    • si han pasado dos semanas de la fecha probable de parto sin que haya signos de que estés en las primeras etapas del parto;[1]
    • si la fuente se ha roto sin que haya habido contracciones;
    • si tienes una infección en las últimas etapas del embarazo;
    • si hay algún problema con la placenta;
    • si sufres alguna afección médica que podría ser un riesgo en caso de que esperes mucho para dar a luz;
    • si vas a someterte a un proceso de dilatación y curetaje.
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    Ten presente los riesgos de inducir el parto. La inducción del parto no deberá realizarse por conveniencia, ya que será riesgoso tanto para la madre como para el bebé. Es un proceso que no deberá hacerse a la ligera, así que asegúrate de saber exactamente lo que tu organismo experimentará antes de aceptar tomar algún medicamento. La inducción del parto aumentará los riesgos de las complicaciones a continuación:
    • tener que someterse a una cesárea;[2]
    • parto prematuro;
    • disminución de los latidos y de la absorción de oxigeno del bebé;
    • contraer una infección;
    • ruptura uterina.
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    Habla con tu doctor sobre los medicamentos que se usan para dilatar el cérvix. El medicamento más común son las prostaglandinas sintéticas. El dinoprostona y el misoprostol son dos prostaglandinas sintéticas que se administran por vía vaginal u oral.
    • Estos medicamentos tienen efectos colaterales que podrían afectar la salud del bebé. Asegúrate de hablar con tu doctor sobre los riesgos que suponen antes de tomarlos.
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    Averigua si se utilizará un dilatador mecánico. En ocasiones, los médicos usarán ciertos implementos diseñados para dilatar el cérvix de manera mecánica en lugar de química. Se podría introducir en la abertura cervical un catéter con una punta de globo o un tipo de alga llamada laminaria.
    • Cuando el catéter con una punta de globo esté ya introducido, se inyectará una solución salina al globo, la cual hará que se expanda y dilate el cérvix.
    • La laminaria es un tipo de alga marina nativa de Japón que forma un gel espeso y pegajoso cuando está húmeda. Los tallos secos de esta alga se forman en “tiendas” que se hincharán gradualmente. Una capa de esta sustancia se coloca dentro del cuello uterino para promover su dilatación. Si bien la laminaria se ha usado antes de la dilatación y el curetaje así como para estimular el parto, la seguridad de su uso durante el embarazo no se ha comprobado todavía.

Método 2
Método 2 de 2:
Acelerar la etapa temprana del parto sin intervención médica

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    Ten relaciones sexuales con tu pareja. Estas inician la liberación de prostaglandinas en el organismo que podría estimular y dilatar el cuello uterino. Antes de tener sexo en estas etapas de tu embarazo, consúltalo con tu médico. En la mayoría de los casos es totalmente seguro tener relaciones sexuales durante esta etapa del embarazo a menos que la fuente ya se haya roto. Si bien los estudios que respaldan la relación entre el sexo y la dilatación cervical no son completamente definitivos, muchos doctores siguen recomendando este método a las mujeres que se impacientan con su estado de embarazo.
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    Estimula tus pezones. Esta estimulación libera una hormona llamada “oxitocina”, la cual induce el comienzo del parto.[3] Frota tus pezones o pídele a tu pareja que lo haga.
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    Considera programar una cita con un acupunturista. Cierto estudio breve realizado en la Universidad de Carolina del Norte arrojó que las mujeres que habían recibido tratamientos de acupuntura en las últimas etapas del embarazo eran más propensas a dar a luz sin intervención médica. Se piensa que ciertos puntos del cuerpo podrían promover el parto, lo que a su vez dilatará el cuello uterino.

Advertencia

  • No consumas hierbas o suplementos especiales para promover la dilatación cervical a menos que el médico o la partera te hayan dado luz verde para hacerlo.

Acerca de este wikiHow

Jennifer Butt, MD
Coescrito por:
Obstetra y ginecóloga certificada por lel colegio oficial
Este artículo fue coescrito por Jennifer Butt, MD. Jennifer Butt tiene un doctorado en Medicina, y es una obstetra y ginecóloga certificada por el colegio oficial que opera su consultorio privado, Upper East Side OB/GYN, en la ciudad de Nueva York. Está afiliada al Hospital Lenox Hill. Recibió una licenciatura en estudios biológicos en la Universidad de Rutgers y un doctorado en Medicina en la Facultad de Medicina Robert Wood Johnson. La doctora Butt está certificada por la Junta Americana de Obstetricia y Ginecología. Es miembro del Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos, y miembro de la Asociación Médica Estadounidense. Este artículo ha sido visto 218 545 veces.
Categorías: Parto