No es común que las mujeres embarazadas padezcan gota, pero de todas formas puede ocurrir, ocasionando síntomas como inflamación y dolor en las articulaciones, por lo general en el dedo gordo del pie. Por desgracia, no existe suficiente evidencia que respalde el uso de la mayoría de los medicamentos para la gota durante el embarazo, pero sí puedes poner en práctica algunas estrategias en cuanto a tu dieta y tu estilo de vida para eliminar la gota durante el embarazo.[1]

Método 1
Método 1 de 3:
Realizar cambios en tu dieta

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    Bebe mucha agua.[2] Debes beber aproximadamente 8 vasos de agua al día, ya que, durante el embarazo, la circulación de agua aumenta, y una parte de ella logra escapar y dirigirse hacia los tejidos. Allí se acumula y da lugar a los edemas.
    • Esto podría conducir a la deshidratación en las mujeres embarazadas, lo cual, a su vez, podría empeorar la gota. Para compensar por la cantidad de agua que se pierde, las mujeres embarazadas deben beber más agua fresca.
    • Asimismo, el agua respalda el funcionamiento normal de los riñones al limpiarlos y diluir la cantidad creciente de cristales de ácido úrico. Esto ayuda a que se deposite una menor cantidad de estos cristales en las articulaciones, lo cual ocasiona que los síntomas mejoren y que la frecuencia de los episodios de gota disminuya.
    • Durante el embarazo, debes asegurarte de tener siempre a la mano una botella de agua y tener en cuenta que el clima caluroso o la actividad física incrementarán la cantidad de agua que debas beber.
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    Limita la cantidad de sal que consumas. Evita las comidas o los bocadillos que tengan mucha sal, ya que esta tiene un alto contenido de sodio, cuyos niveles altos en el cuerpo humano tienden a incrementar la propensión del organismo a retener el agua y los líquidos. Al final, estos se acumulan en las articulaciones afectadas, empeorando de esta forma la inflamación debido a la gota.
    • Por tanto, debes añadir muy poca sal a las comidas que cocines, así como también evitar la comida rápida, la cual también tiene un alto contenido de sal. Tampoco es recomendable consumir bocadillos salados de cualquier tipo, como las papas fritas y los bretzels.
    • Asegúrate de evitar también las fuentes ocultas de sal, como la comida enlatada, ya que, en el caso de esta última, muchos productos utilizan la sal como conservante.
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    Incorpora los carbohidratos complejos a tu dieta. Consumir carbohidratos complejos (por ejemplo, los productos integrales, las frutas y los vegetales) podría disminuir los síntomas de la gota. Sin embargo, evita los carbohidratos procesados y refinados, como los productos horneados con harina blanca, los caramelos, las bebidas azucaradas y cualquier producto que contenga jarabe de maíz.[3]
    • En cada comida, trata de incluir una o dos porciones de vegetales. Asimismo, consume un par de porciones de fruta al día en la forma de bocadillos.
    • Si vas a preparar productos horneados, utiliza harina integral en lugar de harina blanca. De esta forma, tu dieta contendrá más productos integrales.
    • También puedes consumir pasta y arroz integrales en lugar de arroz blanco y pasta regular.
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    Consume productos lácteos bajos en grasa en lugar de ricos en grasa. Si padeces gota, lo más recomendable es no consumir productos lácteos y otro tipo de proteínas que sean ricos en grasa. Para reducir tu consumo, puedes empezar a consumir productos lácteos bajos en grasa. Estos son algunos ejemplos:[4]
    • yogur bajo en grasa
    • leche descremada o que contenga 1 % de grasa
    • queso bajo en grasa
    • helado bajo en grasa o yogur helado
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    Consume una cantidad limitada de carne roja.[5] Reducir al mínimo tu consumo de carne roja (así como también de otras fuentes ricas en purinas) lo más que puedas es un paso importante para eliminar la gota durante el embarazo.
    • Cuando se metabolizan las purinas, estas liberan ácido úrico, por lo que, si quieres evitar los episodios de gota durante el embarazo, es fundamental que consumas una menor cantidad de alimentos ricos en purinas.
    • La carne roja, la carne de res, el tocino, el cordero, la carne de venado, el pavo, el jamón, el pato, el pollo y la carne de órganos, como el cerebro, el hígado o los riñones, son algunos de los alimentos ricos en purinas, así como también lo son las anchoas, las sardinas, el cangrejo, la langosta, el salmón, el atún, los mariscos, las ostras y otro tipo de frutos del mar. Entre otras fuentes de purinas, también se encuentran las lentejas, los espárragos, la coliflor, los frijoles rojos, los pallares, la avena, los guisantes, la espinaca y los champiñones.
    • Si bien no es necesario que elimines del todo estos alimentos de tu dieta, sí deberías consumirlos de forma limitada (aproximadamente 150 mg al día). Sin embargo, antes de reducir tu consumo de purinas, debes consultar con tu doctor cuáles son tus opciones.
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    Consume más bayas. Para las personas que padecen gota, una buena opción de fruta son las bayas, ya que tienen un alto contenido de unas sustancias antioxidantes conocidas como antocianinas.
    • Estas tienen la capacidad de combatir los radicales libres, los cuales se liberan debido al daño a los tejidos y las células que ocasionan los cristales de ácido úrico. Su efecto antiinflamatorio es muy potente, por lo que pueden reducir la inflamación en las articulaciones a causa de la gota.
    • Por tanto, pueden reducir de forma natural el dolor y la inflamación. Asimismo, según determinada evidencia, los antioxidantes de este tipo pueden reducir la concentración de ácido úrico en la sangre.
    • Las bayas de todo tipo, incluyendo las moras, las frambuesas, las fresas y las cerezas, tienen un alto contenido de antocianinas.
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    Consume alimentos ricos en vitamina C.[6] Esta constituye un antioxidante muy potente que ayuda a desarrollar el tejido conectivo y el colágeno en las articulaciones inflamadas e irritadas debido a la gota. Asimismo, la vitamina C ayuda a realzar el funcionamiento de los riñones mediante la disminución del nivel de ácido úrico en la sangre. Todo esto es útil para el tratamiento de la gota.
    • Si lo que quieres es reducir la concentración de ácido úrico, lo recomendable es consumir 500 mg de vitamina C al día. También puedes consumir frutas cítricas, como las naranjas y los limones, como otra fuente de vitamina C. Estas frutas son alcalinizantes y contrarrestan los efectos del ácido úrico en el cuerpo. También disminuyen la formación de cristales y la cantidad de estos que se deposita en las articulaciones afectadas.
    • Como resultado, los episodios dolorosos de gota disminuyen en gran medida, ya que la inflamación en las articulaciones afectadas se reduce.
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    Monitorea el tipo de grasa que consumas.[7] Debes consumir únicamente fuentes de grasa insaturada durante el embarazo, como los productos lácteos bajos en grasa (por ejemplo, la leche descremada y el yogur bajo en grasa). Evita, en cambio, las grasas saturadas, como las que provienen de la comida procesada y la comida rápida, de los productos lácteos enteros y de los restos de grasa de la carne roja.
    • Las grasas saturadas tienen un efecto dañino en el cuerpo humano y pueden desencadenar episodios de gota. Esto se debe a que atrapan el ácido úrico dentro del cuerpo, minimizando la posibilidad de que el cuerpo se deshaga de él. Como resultado, se forma una mayor cantidad de cristales de ácido úrico, los cuales luego se depositan alrededor de las articulaciones. Esto, a su vez, estimula y desencadena los episodios de gota, incrementando la cantidad de ataques dolorosos.
    • Además, las grasas saturadas también pueden hacerte subir de peso fácilmente, incrementando tu riesgo de padecer obesidad, la cual constituye otro factor que desencadena la gota. Esto se debe a que hay una mayor cantidad de peso corporal sobre las articulaciones afectadas, lo cual incrementa la presión sobre ellos, empeora la inflamación y el edema y, de esta forma, el problema en general.
    • Si controlas tu consumo de grasas ciñéndote únicamente a las grasas saludables insaturadas, marcarás una gran diferencia en cuanto a este trastorno ayudando a mejorar los episodios de gota posteriores.[8]

Método 2
Método 2 de 3:
Aliviar los síntomas de la gota

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    Sube de peso en una cantidad saludable durante el embarazo. Si durante el embarazo subes mucho de peso, esto podría empeorar los síntomas de la gota, aunque tampoco es recomendable tratar de bajar de peso durante este periodo. En cambio, enfócate en comer de forma saludable y de subir de peso en las cantidades adecuadas. Incluso las mujeres embarazadas con obesidad deben subir entre 5 y 9 kg (11 a 20 libras) durante el embarazo.[9]
    • Para obtener recomendaciones específicas en cuanto a la dieta y el aumento de peso durante el embarazo, consúltalo con tu doctor.
    • Si estás embarazada de gemelos, trillizos o más, tu aumento de peso durante el embarazo deberá ser mayor aún. Por tanto, consulta con tu doctor en cuanto a lo que sería más saludable para ti.
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    Aplícate hielo sobre las articulaciones afectadas.[10] Es muy beneficioso colocarte hielo sobre las articulaciones afectadas, ya que esto reduce la inflamación y la cantidad de líquido que se haya acumulado en las articulaciones. Asimismo, puede aliviar otros síntomas de inflamación, como el enrojecimiento, el calor de la piel y el dolor.
    • El frío del hielo ocasiona la vasoconstricción de las capilares que rodean a la articulación afectada, lo cual reduce la cantidad de líquido que se filtra y ayuda a tratar el edema (la inflamación) localizado en esa articulación.
    • Nunca debes colocarte cubos de hielo directamente sobre la piel. Esto puede dañar fácilmente los tejidos. En cambio, debes envolver el hielo o la compresa fría en una toalla de algodón antes de colocarlo sobre la articulación inflamada.
    • También puedes aplicarte una bolsa de vegetales congelados, como de maíz o de guisantes, si no tienes hielo. En este caso, también debes envolverla en un papel toalla o en una toalla de tela antes de colocártela.
    • Deja el hielo sobre la zona afectada durante aproximadamente 20 minutos. Repítelo de 3 a 4 veces al día para reducir el dolor y la inflamación.
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    Mantén elevada la articulación inflamada.[11] Las mujeres embarazadas también deben mantener elevada la articulación afectada por encima de la altura del corazón. En caso de que la articulación se encuentre en las extremidades inferiores, como la del dedo gordo del pie, es recomendable tomar asiento o recostarse y apoyar el tobillo sobre un cojín. Esto aplica también para las articulaciones de los tobillos y las rodillas.
    • Si las articulaciones afectadas son los codos, las muñecas o los dedos, debes apoyarlos sobre cojines y elevarlos a la altura del pecho con un escritorio o un sillón.
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    Envuelve una hoja fría de col alrededor de la articulación afectada. Para reducir el edema (la inflamación) en la articulación afectada, una solución natural disponible para todas las mujeres son las hojas frescas y frías de col.
    • Las hojas de col se han usado tradicionalmente para reducir la inflamación en las articulaciones debido a sus componentes antiinflamatorios potentes, como la sinigrina, el ácido láctico y la vitamina C, los cuales se conocen por sus agentes antioxidantes y antibacterianos. Por tanto, las hojas de col tienen poderes naturales para combatir la inflamación y reducir el edema.
    • Para que las hojas de col estén frías antes de usarlas, lo más recomendable es colocarlas en el refrigerador. Luego, cuando vayas a usarlas, envuelve una hoja alrededor de la articulación (por ejemplo, el dedo gordo del pie) y mantenla en su lugar envolviendo una venda a su alrededor. Para que te sea más fácil envolver la hoja de col, quizás tengas que retirar el tallo duro en el centro.
    • Deja la hoja de col envuelta durante la noche. De esta forma, podrá ayudar a aliviar los episodios de gota que tienden a ocurrir durante la noche. También puedes envolverte las hojas de col durante el día y dejártelas por 4 a 6 horas.
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    Usa ropa suelta. Si tus episodios dolorosos de gota afectan las articulaciones del torso, como las de las muñecas o los dedos, debes evitar por un tiempo los accesorios ajustados, como las pulseras o los anillos.
    • Esto se debe a que este tipo de accesorios podría suponer una fuente adicional de presión sobre las articulaciones inflamadas e irritadas, lo cual podría ser muy molesto, en particular si te encuentras en el último trimestre del embarazo.
    • Si notas que tus muñecas o dedos muestran alguna señal de edema (inflamación), debes quitarte las joyas y consultarlo de inmediato con tu doctor antes de que empiecen los episodios de gota.
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    Haz ejercicio con regularidad.[12] Practicar por lo menos tres veces por semana ejercicios aeróbicos que aumenten la frecuencia cardiaca (como las bicicletas estáticas, las caminatas o la natación) puede ayudar a mejorar la gota. Sin embargo, no debes realizar ejercicios que ocasionen dolor en las articulaciones afectadas. Por ejemplo, si te duele caminar debido a que padeces gota en el dedo gordo del pie, puedes optar por montar en cambio una bicicleta estática en el gimnasio.
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    Prueba el té de diente de león. Este constituye otra forma segura y natural de aliviar la inflamación en las articulaciones ocasionadas por la gota. El diente de león es una hierba natural que excreta todos los líquidos adicionales e indeseados del organismo, lo cual ayuda a los riñones.
    • El diente de león constituye un diurético natural que ayuda en gran medida a aliviar los edemas localizados en las articulaciones afectadas, así como también a tratarlos. Esto se debe a su contenido de potasio en altas concentraciones, lo cual disminuye la cantidad de líquido acumulada en el cuerpo y equilibra los minerales del organismo.
    • Para preparar el té, puedes añadir una cucharadita de hojas deshidratadas de diente de león a un vaso de agua. Hiérvelo y luego deja el té en infusión durante 5 minutos antes de beberlo.
    • Debes discutir primero con tu doctor la posibilidad de consumir hojas de diente de león, ya que podría recomendarte que no lo hagas si padeces alguna enfermedad de la vesícula biliar, si tomas anticoagulantes o si estás tomando simultáneamente un diurético ahorrador de potasio y, por tanto, corres el riesgo de padecer hiperpotasemia (un incremento en el nivel de potasio en el cuerpo).
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    Bebe café con moderación. También podrías ayudar a aliviar los síntomas de la gota bebiendo una cantidad moderada de café con cafeína.[13] Sin embargo, durante el embarazo, no debes beber más de una porción de 235 ml (8 onzas) de café al día.

Método 3
Método 3 de 3:
Probar los tratamientos médicos

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    Consulta con tu doctor sobre los medicamentos y otras opciones de tratamiento. Los medicamentos que se usan para tratar la gota en su mayoría se consideran medicamentos de categoría C según la Administración de Alimentos y Medicamentos de los EE.UU. (FDA, por sus siglas en inglés), lo que significa que no existe evidencia suficiente para determinar si su consumo durante el embarazo es o no seguro.[14]
    • Por tanto, tu médico por lo general te recomendará primero cambios a tu dieta y tu estilo de vida en lugar de medicamentos.
    • Sin embargo, si la gota que padeces es grave o si esta persiste después del parto, tu doctor podría aconsejarte que consideres la posibilidad de tomar medicamentos.
    • Ten en cuenta que NO debes decidirte a consumir medicamentos sin consultarlo antes con tu doctor.
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    Prueba un medicamento llamado colchicina.[15] Tu doctor podría prescribirte esta píldora como un tratamiento de primera línea para los episodios serios de gota. Si bien es extremadamente efectiva, aún no se ha encontrado evidencia concluyente que respalde su consumo por parte de las mujeres embarazadas.
    • Sopesa con tu doctor los riesgos potenciales de tomar este medicamento contra sus posibles beneficios.
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    Opta por los corticosteroides.[16] Los corticosteroides (por ejemplo, la prednisona) suelen considerarse como una opción secundaria después de los medicamentos AINE o la colchicina. Puedes tomar corticosteroides como píldoras o se te pueden administrar como inyecciones directamente en las articulaciones afectadas para reducir la inflamación. Sobre todo si estás embarazada, es probable que esta sea tu mejor opción, ya que existe un menor riesgo de daño al feto con una inyección local.
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    Toma alopurinol para evitar las reapariciones de la gota.[17] Este medicamento ayuda a reducir directamente el nivel de ácido úrico, lo cual trata y evita los episodios posteriores de gota. Podrías considerar tomar alopurinol durante tu recuperación de un episodio agudo de gota con miras al futuro de forma que tengas una mayor posibilidad de reducir las reapariciones.
    • Después del parto, tu doctor también podría recomendarte alopurinol para evitar las reapariciones de la gota.

Acerca de este wikiHow

Carrie Noriega, MD
Coescrito por:
Obstetra y ginecóloga certificada por el colegio oficial
Este artículo fue coescrito por Carrie Noriega, MD. La Dra. Noriega es una obstetra y ginecóloga certificada por el colegio oficial, y escritora médica en Colorado. Se especializa en salud de la mujer, reumatología, neumología, enfermedades infecciosas y gastroenterología. Recibió su doctorado en la Creighton School of Medicine en Omaha, Nebraska, y completó su residencia en la Universidad de Missouri - Kansas City en 2005. Este artículo ha sido visto 7406 veces.
Categorías: Embarazo