¿Estás decaído? ¿Sientes que tu vida es un caos total? Podrías tener muchas dificultades para retomar el control de tu vida. Si mejoras tu calidad de vida, haces cambios positivos y analizas tu interior, esto puede empezar a ayudarte a mejorar tu situación. Si implementas cambios pequeños y te concentras en tu persona, podrás empezar a ordenar tu vida.

Método 1
Método 1 de 3:
Concentrarte en tu persona

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    Toma el control de tu vida. Una manera de ordenar tu vida es tomar el control de la misma. Ten en cuenta que si bien hay acontecimientos malos o desagradables, muchos de ellos escaparán de tu control. En lugar de ello, identifica todo lo que esté bajo tu control y lo que puedas cambiar. Si culpas a los demás por las circunstancias, esto te dejará indefenso. No pienses que las cosas simplemente te ocurren; en lugar de ello, empieza a considerarte como la persona que tiene el control de tu vida.[1]
    • Sé sincero contigo mismo. ¿Con cuánta frecuencia inventas excusas y culpas a los demás? No te juzgues por este comportamiento, ya que la mayoría lo hace. No obstante, deberás tratar de modificarlo siendo objetivo e identificando las áreas en las que podrás mejorar.
    • Si dejas de inventar excusas, asumirás la responsabilidad y el control de tu vida. Esto significa que serás tú quien tenga el control de tus decisiones, pensamientos y acciones; y no otra persona. Esto hará que puedas seguir adelante y tengas el control.
    • Si algo ocurre, no enloquezcas y le eches la culpa a otra persona. No inventes excusas sobre el motivo por el que hayas fracasado, tan solo acepta lo ocurrido y no ahondes en ello. En lugar de hacerlo, supéralo e intenta cambiar tu comportamiento para no volver a hacer lo mismo.
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    Olvida lo que no puedas cambiar. Hay algunas situaciones que nos ocurren y que escapan de nuestro control. Deberás olvidarte de ellas, ya que no podrás cambiarlas o solucionarlas. Sácatelo de la mente y deja de pensar en ello. Solo concéntrate en los aspectos de tu vida que puedas cambiar, ya que esto te hará más feliz.[2]
    • Las cosas del pasado escapan de nuestro control. Aprende de los errores del pasado, pero no ahondes en ellos. No podrás seguir adelante con éxito si sigues mirando al pasado.
    • No puedes cambiar a los demás, solo a tu persona. No te obsesiones con lo que los demás hagan. Conversa con las personas si te lastiman; no obstante, si has hecho todo lo posible, deberás olvidarte de ello. Solo podrás controlar a tu persona.
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    Determina qué es lo que te hace feliz. Quizás lo más difícil sea identificar aquello que te haga feliz. Si no estás feliz y sientes que tu vida está fuera de control, primero pregúntate algo como “¿Qué me haría feliz?” y responde con sinceridad. Si lo descubres, esto te podrá ayudar a concentrarte en los aspectos positivos de la vida y empezar a ordenar la tuya.
    • Responde de forma realista. Quizás viajar por Europa durante 6 meses o volverte millonario esté fuera de tu alcance. Sin embargo, visitar Italia, aumentar los fondos de tu cuenta de ahorros o conseguir un ascenso en el trabajo son metas que podrás alcanzar con esfuerzo.
    • Identifica tus principales valores. ¿Son la sinceridad, la compasión, el amor, la aceptación, la dedicación o el trabajo duro? Sin importar cuáles sean, identifícalos, anótalos y analiza tu vida. ¿Estás viviendo según tus principales valores? ¿Las personas de tu vida los siguen? Si conoces lo que valoras, esto puede ayudarte a mejorar como persona y a rodearte de mejores personas.[3]
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    Recuerda que no podrás cambiar algunas cosas. Hay aspectos de nuestras vidas que no podemos cambiar. Tenemos que trabajar, ir a la escuela y pagar las cuentas; tendrás responsabilidades. No obstante, podrás cambiar algunos aspectos de estas responsabilidades, así no siempre las sentirás como una carga.
    • ¿Hay días más apropiados para realizar determinadas actividades? ¿Puedes comprar los abarrotes un jueves por la noche, en lugar de hacerlo el sábado? Busca maneras de adaptar tu vida, de modo que lleves a cabo tus tareas y tengas tiempo para ti.
    • ¿Tu trabajo te hace feliz? Si no es así, determina qué es lo que sientes al respecto. ¿Quieres otra profesión o un ascenso? A pesar de que tu trabajo no te apasione, ¿estás feliz con tu empleo porque tienes un horario flexible y un salario grandioso?
    • No tienes que apasionarte por cada aspecto de la vida. En lugar de ello, determina si no tienes problemas con ellos y acepta el papel que desempeñen.[4]
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    Ten en cuenta que no podrás hacerlo todo. Experimentamos mucha presión por hacer todo a la vez y de manera perfecta, pero ten en cuenta que solo eres una persona normal y el día solo tiene 24 horas. No podrás hacerlo todo. Tendrás un trabajo, una familia, amigos y otras obligaciones. En ocasiones, el trabajo requerirá una cantidad mayor de nuestro tiempo; y otras veces, será nuestra familia. No sientas que has fracasado si no puedes hacerlo todo. Haz lo que puedas y olvida lo demás.
    • Dale prioridad a tu tiempo y tus compromisos. Esto será importante en especial si estás ocupado y tienes poco tiempo. Determina qué es lo que tendrás que hacer, qué podrás dejar y qué requerirá tu atención.
    • Elabora una lista de cosas por hacer. Esto puede ayudarte a no olvidar nada. Asimismo, te dará una sensación de logro cuando termines todas las tareas de tu lista. Tan solo recuerda que no deberás desanimarte si no terminas todo. En lugar de ello, concéntrate en lo que hayas terminado.[5]
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    Ten en cuenta que quizás no seas el mismo de antes. Hay cosas que ocurren en la vida. Envejecemos, afrontamos separaciones y divorcios, las personas mueren, perdemos nuestro trabajo y ocurren tragedias. Estos acontecimientos pueden causarnos depresión, tristeza y desesperanza. Una vez que volvemos a seguir adelante con nuestra vida, con frecuencia esperamos ser la misma persona de antes, pero no siempre será así. Cada experiencia que afrontamos nos cambiará. A veces el cambio será leve, pero en otras ocasiones cambiaremos de forma drástica, y esto no siempre será algo malo. No te entristezcas por ser diferente a como eras hace 1, 5 o 10 años. En lugar de ello, acepta tu nueva persona conforme sigas adelante y encamines tu vida.
    • Esto no significa que, si estás triste, nunca más serás la persona feliz que solías ser. Si sientes depresión o desesperanza, definitivamente tendrás que seguir adelante y buscar una manera de retomar tu felicidad. El punto es que lo que solía hacerte feliz podría no hacerte sentir igual en la actualidad. Quizás no tengas las mismas opiniones o perspectivas de antes. Tal vez ni siquiera te gusten las mismas cosas, y no hay ningún problema con ello. La vida se centra en los cambios y las adaptaciones.[6]
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    Cambia las frases como “No lo lograré” por otras como “Lo haré”. Cuenta las veces en las que digas “No lo lograré” en un día. ¿Qué te ha convencido de que no podrás hacerlo? Los elementos a nuestro alrededor nos dicen a cada momento que hay cosas que no podremos hacer. Por ejemplo, nos dicen que no tenemos dinero suficiente para hacer algo, que somos demasiado viejos o jóvenes para realizar una actividad, o que no somos lo suficientemente atractivos. Estos mensajes subliminales nos hacen creer que hay algunas cosas que no podemos hacer. Sin embargo, deberás dejar de pensar así. En lugar de pensar algo como “No puedo hacerlo” o “No soy ese tipo de persona”, adopta pensamientos como “Puedo hacerlo” o “Soy ese tipo de persona”. ¡Luego ve e inténtalo!
    • Por ejemplo, si alguna vez has pensado “No soy bueno para correr”, reflexiona sobre el motivo. ¿Se debe a que tu estado físico no te lo permite por una lesión, no eres un maratonista muy rápido o tan solo no lo has intentado? En lugar de aceptar este pensamiento, ve e inténtalo. Si deseas ser un corredor, inscríbete en una carrera de 5 km, participa en un programa de entrenamiento para estas carreras y empieza a correr. Incluso si tu mejor tiempo es 13 minutos por 1,5 km, aun así estarás corriendo.[7]
    • Prueba cosas nuevas. Haz algo que te asuste y que creas que no puedes hacer. En ocasiones, fracasarás o te sentirás como un idiota, pero otras veces tendrás éxito, mejorarás tu vida e incluso entablarás amistades.
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    Date prioridad. A veces la manera más eficaz de ordenar tu vida será darte prioridad. Esto podría consistir en eliminar de tu vida a las personas negativas poco saludables, en lugar de mantenerlas cerca de ti por obligación. Para ello, podrías tener que tomar una decisión con la que las personas no estén de acuerdo, ya que será lo mejor para ti. Sobre todo, deberás mantenerte fiel a lo que consideres mejor para ti.
    • Evidentemente, no tendrás que lastimar a las personas que amas, pero si haces lo correcto para ti, ellas lo entenderán y te apoyarán. Las personas que amas no deberán abatirte, pero si lo hacen, tendrás que hablar con ellas.
    • Aprende a decir no. No siempre tendrás que hacer todo por los demás. En ocasiones, no tendrás tiempo para comprometerte a hacer algo o no tendrás la energía necesaria, y no habrá ningún problema con ello. Esto no te hará una mala persona, ni tampoco el hecho de que digas no.[8]
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    Sal al mundo. Una manera de ordenar tu vida es seguir adelante. Para ordenar tu vida, tendrás que vivir diferentes experiencias. Esto puede consistir en unirte a nuevas organizaciones, buscar nuevos amigos o probar un nuevo pasatiempo. Quizás tan solo tengas que salir de casa un fin de semana. Sin importar lo que sea, deberás salir de casa.
    • Únete a una organización comunitaria para conocer a otras personas y participar. Créate un perfil en una página de citas en Internet. Únete a un grupo de reuniones y asiste a uno de sus eventos.[9]
    • Tómate un tiempo para recuperarte. No sigas adelante ni salgas al mundo antes de estar listo. No hay un lapso de tiempo específico para recuperarte, y algunas personas podrían lograrlo más rápido que otras, y no hay nada de malo con ello. No obstante, quizás tengas que obligarte a salir de tu rutina. Empieza con algo pequeño: llama a un amigo, ve a un evento comunitario o ve a un lugar que nunca hayas visitado. Identifica lo que sientas al hacerlo y, si es demasiado para ti, tómate más tiempo. Si te sientes bien, estarás listo para salir con más frecuencia.
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    No bases tu valor en factores externos. Un motivo por el que las personas son infelices es que basan todo su valor en lo exterior. Ellas creen que serán felices al tener dinero, un trabajo de prestigio o incluso la mejor apariencia posible. No hay ningún problema con desear todo esto, pero será perjudicial y poco saludable que centres toda tu existencia en estos objetivos.
    • En lugar de ello, concéntrate en los factores internos. No te compares con los demás. Sé la mejor versión de tu persona. Disfruta lo que tu situación económica te permita, incluso si tan solo podrás viajar un día, en lugar de hacer viajes largos de un mes al Caribe.
    • Vive tu vida siguiendo tus principales valores. Sé una buena persona trabajadora, leal y sincera. Valora tu trabajo individual y lo que le ofrezcas al mundo más que ser el mejor en todo.[10]
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Método 2
Método 2 de 3:
Hacer cambios positivos en tu salud

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    Mantente activo. El ejercicio es una manera grandiosa de cambiar de forma positiva. Este no solo te hará lucir y sentirte mejor, sino que también aumentará tu salud general. El ejercicio disminuirá la ansiedad y te ayudará a relajarte. Además, el ejercicio liberará endorfinas, las cuales mejorarán tu estado de ánimo.[11]
    • Para empezar, sal de casa y camina por 30 minutos 3 veces a la semana.
    • Da un paseo en un parque estatal que nunca hayas visitado.
    • Inscríbete en un gimnasio y ve a una clase de spinning, levantamiento de pesas, zumba o CrossFit.
    • Inscríbete en una carrera de 5 km en la que siempre hayas querido participar y empieza a entrenar para ella.
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    Consume alimentos saludables. Otra manera de tomar el control de tu vida es modificar tus hábitos alimenticios. Si adoptas un estilo de vida saludable, bajarás de peso, te sentirás mejor y mejorarás tu salud. Empieza con algo pequeño y agrega nuevos alimentos cada 1 o 2 semanas. Incluso los cambios pequeños pueden brindarte grandes beneficios para tu cuerpo y tu mente.
    • Deja de consumir alimentos procesados. Esto comprende a las comidas empaquetadas y para llevar, y los bocadillos preenvasados. Estos alimentos no son adecuados para tu cuerpo.
    • Reemplaza los alimentos artificiales y procesados con alimentos naturales. Consume frutas y vegetales, carbohidratos utilizables como la quinua y la avena, y carnes magras como el pescado y el pollo. Para comer sano, no tendrás que morirte de hambre, tan solo escoge comidas y bocadillos más saludables.[12]
    • Para el desayuno, consume una tortilla con tomate, espinaca, jamón y aguacate. También puedes consumir avena con frutas (como fresas, piña o banana), nueces y chispas de chocolate oscuro.
    • Para el almuerzo, consume un tazón de col rizada con vegetales salteados, como la col, los espárragos, las zanahorias o el brócoli; aguacate; tomate; garbanzos; frejoles como los blancos o los negros; proteínas como el pollo, la tilapia o el salmón; y queso feta.
    • Para la cena, cocina una fuente de proteínas magras y una variedad de vegetales.
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    Renuncia a los vicios poco saludables. Otra manera grandiosa de ordenar tu vida es tratar de renunciar a los vicios perjudiciales y poco saludables. Disminuye tu consumo de alcohol si bebes en exceso. Asimismo, deberás dejar de fumar. Analiza tus hábitos perjudiciales y poco saludables, y empieza a tratar de cambiarlos.[13]
    • Deberás empezar poco a poco y no tratar de hacerlo todo al mismo tiempo. Algunos hábitos poco saludables (como fumar) pueden ser muy difíciles de eliminar.
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    Haz cambios pequeños. Empieza poco a poco si vas a hacer cambios positivos en la manera en la que comerás y te ejercitarás. No intentes hacer todo de una sola vez, ya que fracasarás. Considéralo como un proceso en niveles. Cada vez que adoptes un nuevo hábito, te basarás en él para cambiar otro hábito. Cada pequeño éxito será un paso para mejorar tu persona y, con el tiempo, estos cambios pequeños contribuirán con uno importante.
    • Primero escribe lo que desees cambiar. Luego reflexiona sobre la manera en la que podrías cambiarlo. Revisa la lista y determina qué es lo que crees que podrías lograr esta semana. Tal vez no estés listo para dejar de consumir azúcar, pero podrás consumir un desayuno más saludable. Empieza con este punto y posterga para otra semana los hábitos más difíciles (como dejar de consumir azúcar, carbohidratos o gaseosas; o empezar a hacer pesas). Los demás hábitos dejarán de parecerte imposibles una vez que cobres fuerza y te sientas exitoso por lo que hayas logrado hasta el momento.
    • Cocina todas tus comidas en casa esta semana. Si comes fuera casi todos los días, primero fíjate la meta de cocinar tus cenas en casa o dejar de comer fuera 4 o 5 días a la semana.
    • Prométete que harás algo activo todos los días. Revisa tu horario y determina la forma en la que incluirás la actividad. ¡Recuerda que la frase “No tengo tiempo” no será una excusa! En lugar de ello, busca días en los que puedas ir a correr al parque. Busca una rutina de ejercicios de 30 minutos en Youtube los días en los que estés demasiado ocupado como para ir al gimnasio o al parque.[14]
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Método 3
Método 3 de 3:
Organizarte

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    Reserva 10 minutos al día para limpiar. Esto no te parecerá mucho tiempo, pero si estás ocupado y sientes que tu vida está fuera de control, quizás no puedas tener 10 minutos libres. Dedica 10 minutos diarios a limpiar algo de tu casa. No podrás limpiarlo todo en 10 minutos, pero no hay ningún problema con ello. Adoptarás medidas pequeñas para mejorar el especio en donde vives, lo que a su vez hará que te sientas mejor.
    • Programa una alarma por 10 minutos y reproduce un poco de música. Dedica ese tiempo a ordenar tu cama, separar la ropa sucia, cargar el lavaplatos, aspirar o hacer toda tarea que debas cumplir.[15]
    • Designa una habitación para cada día de la semana. Los lunes limpiarás tu dormitorio; los martes, el baño; y los miércoles, la cocina. De este modo, ordenarás toda tu casa durante la semana.
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    Concéntrate en una cosa a la vez. Nuestras vidas son caóticas. Tenemos muchos compromisos y solo 24 horas al día. Ahora que tenemos la tecnología en nuestras manos, dedicamos gran parte del día a hacer varias tareas a la vez. Esto puede ser eficaz, pero también puede ser contraproducente y hacernos sentir incluso más desordenados y que abarcamos demasiado. Encárgate de tus tareas y concéntrate en ellas una a la vez.[16]
    • En lugar de trabajar en 5 proyectos incompletos y avanzar poco en cada uno, escoge uno y dedícale tu tiempo hasta terminarlo. Esta será una tarea menos en tu lista.
    • No intentes limpiar toda tu casa de una sola vez. Concéntrate en una sola habitación y evita pasar a otra hasta que la hayas limpiado.
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    Dedica algunos días a terminar las tareas pendientes. Las tareas se acumulan y nos hacen sentir que hemos fracasado; por ello, deberás reservar unos días para terminar las tareas pendientes. Durante estos días, concéntrate en ponerte al día en las tareas que hayas reservado en el transcurso de tu horario frenético normal.
    • Organiza tu correo electrónico, lava tu ropa o lleva tus desechos reciclables al centro más cercano.
    • Podrás emplear estos días para hacer otras cosas que no sean tus tareas del hogar. Responde los correos electrónicos, llama a tus padres o almuerza con un amigo.[17]
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    Usa la tecnología a tu favor. Los teléfonos inteligentes son dispositivos convenientes y podrán ayudarte a ordenar tu vida. Hay aplicaciones casi para todo fin. Esto significa que podrás programar recordatorios, colocar todo en un calendario y tener todo en un solo lugar; de modo que sea conveniente para ti.
    • Usa una aplicación para hacer listas. Empléala para crear listas de lo que tengas que hacer todos los días o una semana, o en general. Úsala para crear una lista de actividades que quieras hacer, como las películas que quieras ver y las actividades que desees culminar.
    • Usa aplicaciones de ejercicios. Hay aplicaciones que te orientarán para hacer ejercicios y programas de entrenamiento para carreras. Otras aplicaciones contarán tus calorías y te recomendarán recetas para bajar de peso. Incluso encontrarás aplicaciones que te recordarán que debes beber agua. Estas aplicaciones podrán ayudarte a seguir encaminado, te mantendrán motivado y te recordarán que debes mantenerte saludable.[18]
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