Muchas personas consideran que es difícil confiar en sí mismas como fuente de felicidad. No obstante, sí es posible encontrar la felicidad dentro de uno mismo. Existen varias formas en que puedes acercarte a ella y muchas técnicas que puedes utilizar para ayudarte a aumentar tu sentimiento de felicidad interna. No tienes que ver más allá de ti para encontrar tu fuente de felicidad. Solo asegúrate de tomarte el tiempo de encontrarlo.

Método 1
Método 1 de 3:
Definir la ruta hacia la felicidad

  1. 1
    Anota lo que significa la felicidad para ti. Dado que se trata de tu felicidad, es importante que expreses qué significa para ti ser feliz. Existen muchas formas de plasmar tus ideas, solo asegúrate de hacerlo. Si defines de forma adecuada lo que significa para ti tu felicidad interna, obtendrás una meta sólida.
    • Haz una lluvia de ideas para obtener muchas ideas rápidamente.
    • Haz esquemas para que te ayuden a estructurar tus pensamientos.
    • Escribe un ensayo para que te ayude a articular por completo tus pensamientos.
  2. 2
    Trata de detectar algún desencadenante que te lleve a tener pensamientos positivos o negativos. Tal vez los días lluviosos te pongan de mal humor o tal vez recordar las pruebas siempre haga que pienses en fracaso. Cuando reconozcas los desencadenantes, estarás en una posición para desafiarlos y así tratar de modificar tu estado interior.[1] En vez de pensar en cómo los días lluviosos te ponen de mal humor, piensa en cosas positivas, por ejemplo, “El agua de la lluvia de hoy en realidad podría ser útil para las plantas”.
  3. 3
    Establécete objetivos significativos para ti. Echa un vistazo a tu vida. Evalúa tus valores. Piensa en la persona que quieres ser. Emplea estas acciones para establecerte objetivos que sean significativos para ti. Las investigaciones sugieren que las personas que lo hacen son más propensas a lograr sus objetivos con felicidad.[2]
    • Sé realista. Reconoce tu situación y tus habilidades cuando planifiques.[3]
    • Mantén tus objetivos orientados a la acción. No te enfoques en las cosas, o en lo que tienes o no. Enfócate en lo que puedes hacer.
    • Enmarca tus objetivos en una luz positiva. Tendrás más probabilidades de lograr tus objetivos si los ves como algo hacia lo que progresas y no lo contrario.[4]
  4. 4
    Visualiza tu “mejor yo posible”. Se ha demostrado que esto aumenta los sentimientos de felicidad y bienestar.[5] Esto implica visualizar cómo tu “yo futuro” se preocupará por lograr los objetivos y así luego escogerás las características que tendrás que usar o aprender a fin de llegar al punto en el que quieres estar.[6]
    • Elige algunos objetivos e imagina que los has logrado.
    • Asegúrate de que estos objetivos sean significativos a nivel personal y no símbolo de estatus.
    • Anota todos los detalles de tus escenarios. Imagina las características que necesitarás para hacer que funcionen.
    • Determina cuáles de estos rasgos y habilidades ya tienes.
    CONSEJO DE ESPECIALISTA
    Adam Dorsay, PsyD

    Adam Dorsay, PsyD

    Psicólogo licenciado
    El Dr. Adam Dorsay es un psicólogo licenciado en práctica privada en San José, California, y cocreador de Project Reciprocity, un programa internacional en la sede de Facebook, y consultor del equipo de seguridad de Digital Ocean. Se especializa en ayudar a adultos con altos logros académicos que tienen problemas de relaciones, estrés y ansiedad para lograr más felicidad en sus vidas. En 2016, dio una charla de TEDx sobre hombres y emociones. El Dr. Dorsay tiene una maestría en consejería de la Universidad de Santa Clara y recibió su doctorado en Psicología Clínica en 2008.
    Adam Dorsay, PsyD
    Adam Dorsay, PsyD
    Psicólogo licenciado

    Identifica y descubre tus valores y fortalezas. Adam Dorsay, psicólogo licenciado, señala: "Averigua tus valores y fortalezas clave. Esto te dará una idea de cuál es tu estrella del norte con respecto al significado de tu vida. Cuando lo averigües, participa en actividades que apoyen estas fortalezas y tendrás una mejor guía hacia tu felicidad y satisfacción".

Método 2
Método 2 de 3:
Cultivar la felicidad

  1. 1
    Desarrolla una perspectiva optimista. Al principio, esfuérzate por mejorar tu perspectiva en un par de áreas de tu vida. A menudo, el pesimismo se deriva de los sentimientos de desesperanza. Identifica algunos aspectos que quisieras cambiar en tu vida y luego esfuérzate por mejorarlos. Esto te ayudará a restaurar la confianza en tu capacidad de crear cambio.[7]
    • Mírate como causa, no como consecuencia. Los optimistas consideran que las experiencias o eventos negativos se pueden superar. Por ejemplo, si tienes un mal día, tómalo como un desafío. No permitas sentirte derrotado.
    • Empieza con cosas pequeñas. No sientas que tienes que asumir todo a la vez.
  2. 2
    Practica la gratitud activa. Esto significa hacer una pausa para ser agradecido. Muchas investigaciones confirman que la gratitud es buena para uno y que reduce la ansiedad y depresión. Asimismo, la gratitud te ayudará a ser positivo y a sentirte feliz.[8] También fortalece las relaciones con los demás y fomenta la compasión.[9] [10] [11] [12]
    • Algunas personas son agradecidas por naturaleza; sin embargo, puedes entrenarte para desarrollar gratitud.[13]
    • Separa tiempo cada día (por ejemplo, antes de cenar) a fin de hablar de las cosas de las que estás agradecido.
    • Recuerda agradecer con más frecuencia a los vendedores de las tiendas, a las personas que entregan cosas y a tus compañeros de trabajo.
  3. 3
    Perdona y olvida. Las investigaciones prolíficas sugieren que perdonar puede tener buenos beneficios para la persona que lo hace. Perdonar produce sentimientos más tranquilos y puede tener un gran impacto en el bienestar. Calmar el estrés que provoca pensar profundamente en sentimientos negativos puede ayudar a aumentar los sentimientos de felicidad en general.[14] No solo perdones a los demás, recuerda también perdonarte.
  4. 4
    Medita. El objetivo de la meditación es enfocarte y calmar tu mente. Puede ser una sorpresa aprender que puedes meditar en cualquier lugar y en cualquier momento. Existen muchos distintos tipos de meditación, por ejemplo, meditación de la risa, meditación transcendental, concientización y yoga.
    • Intenta distintos tipos de meditación. Busca en línea y habla con profesores locales de meditación a fin de encontrar los que se ajustan mejor a ti.
    • Haz que sea un hábito regular. La meditación funciona mejor cuando la realizas todos los días a la misma hora para que así firmemente la hagas parte de una rutina.

Método 3
Método 3 de 3:
Tratar la negatividad

  1. 1
    Desafía tus pensamientos negativos. Incluso si has pasado la mayor parte de tu vida pensando de forma negativa, no tienes que seguir siendo así. Cada vez que tengas un pensamiento negativo (en especial uno negativo y automático), detente y evalúa[15] si el pensamiento es cierto o preciso.[16]
    • Cuando te sientas como un fracasado, recuerda tus éxitos pasados.
    • Si estás enojado con alguien, trata de verlo desde su punto de vista.
    • Durante los momentos de tristeza, ponte a ver películas divertidas o recuerda una broma espontánea.
  2. 2
    Demuéstrate compasión. Culparte puede dejarte un sentimiento de debilidad o infelicidad. Obsesionarte con los sentimientos de culpa o con los pensamientos negativos no promueve mejoras; por el contrario, te detiene. Muéstrate la amabilidad y generosidad que podrías mostrar a un amigo.[17]
    • Date un gusto durante un mal día.
    • Haz algo que te distraiga para mejorar tu estado de ánimo.
    • Descansa y relájate un poco.
  3. 3
    Deja de pensar profundamente. Pensar profundamente implica pensar con frecuencia en cosas negativas, es decir, en los momentos, ideas y cosas que otras personas dijeron de forma constante y que están en tu cabeza al punto de obsesionarte.[18] Esto también genera emociones y pensamientos negativos. Mientras más lo hagas, será peor. Asimismo, si lo haces con mucha frecuencia, puedes contribuir a tener sentimientos de depresión.[19]
    • Esfuérzate en resolver los problemas con los que te obsesionas.[20] En vez de pensar en ello, toma medidas. Cambia la situación o habla con las personas que puedas.
    • Practica la autorreflexión positiva. Si pasas mucho tiempo pensando en tus rasgos negativos, interrumpe tus pensamientos con elogios a ti mismo. Recuerda que hiciste un trabajo excelente o que hiciste tu mejor esfuerzo.
  4. 4
    Busca ayuda profesional si es necesario. Existen muchos casos en los que un profesional puede ayudarte a avanzar en tu búsqueda de felicidad interna. Investiga a fin de descubrir lo que sea mejor para ti. Es posible que no necesites ninguna ayuda o podrías optar por ver a más de un profesional.
    • Los entrenadores de vida y mentores espirituales pueden ayudarte con estrategias para conseguir la felicidad interna.
    • Los terapeutas y psicólogos están calificados para ayudar con los problemas de salud mental.

Consejos

  • Aprende de ti mismo, enséñate a ti mismo y ámate a ti mismo. Y, si no crees en ti mismo, entonces no lograrás la mayor parte de esto y de las cosas positivas.
  • Si te sientes frustrado, inhala y exhala por la nariz y escucha tu respiración.
  • ¡Haz las cosas que sean divertidas para ti!

Acerca de este wikiHow

Adam Dorsay, PsyD
Coescrito por:
Psicólogo licenciado
Este artículo fue coescrito por Adam Dorsay, PsyD. El Dr. Adam Dorsay es un psicólogo licenciado en práctica privada en San José, California, y cocreador de Project Reciprocity, un programa internacional en la sede de Facebook, y consultor del equipo de seguridad de Digital Ocean. Se especializa en ayudar a adultos con altos logros académicos que tienen problemas de relaciones, estrés y ansiedad para lograr más felicidad en sus vidas. En 2016, dio una charla de TEDx sobre hombres y emociones. El Dr. Dorsay tiene una maestría en consejería de la Universidad de Santa Clara y recibió su doctorado en Psicología Clínica en 2008. Este artículo ha sido visto 11 358 veces.
Categorías: Felicidad y optimismo