Cuando alguien habla acerca de estimulación, la mayoría de las personas asumen que se logra por medio del uso de las drogas. Sin embargo, hay muchas técnicas que utilizan las funciones naturales del cuerpo para producir un estímulo sin utilizar drogas o químicos externos. Estas técnicas te permitirán sentir diferentes tipos de estimulación, desde sensaciones corporales hasta posibles alucinaciones.

Método 1
Método 1 de 3:
Utilizar técnicas de respiración

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    Acomódate. Antes de comenzar a utilizar este método de respiración, debes asegurarte de acomodarte, relajarte y alistarte para concentrarte. Esta técnica te permitirá incrementar el oxígeno en tu cuerpo y podrá producir sensaciones inusuales. Alístate y asegúrate de no distraerte antes de utilizar esta técnica.[1]
    • Esta técnica se suele hacer más fácilmente cuando te sientas o te recuestas.
    • Asegúrate de apagar o guardar tu teléfono celular.
    • Crea un espacio que te permita concentrarte en este ejercicio.
    • Antes de realizar esta técnica, debes consultar con tu doctor para asegurarte de estar tan saludable como para hacerla.
    • No debes hacer este ejercicio de respiración si tienes ciertas condiciones médicas, como el asma.
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    Inhala. Para llevar más oxígeno a tu cuerpo, tendrás que inhalar apropiadamente. A medida que inhales, asegúrate de respirar hondo al utilizar el diafragma para absorber una respiración completa. Las inhalaciones completas son primordiales para esta técnica de respiración.[2]
    • Utiliza tu plexo solar o diafragma para absorber una respiración completa.
    • Tu inhalación debe durar aproximadamente solo un segundo.
    • Trata de aspirar tanto aire como puedas al inhalar.
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    Exhala. Cuando hayas respirado hondo, al inhalar utilizando el diafragma, tendrás que exhalar rápido y con algo de fuerza. Asegúrate de que tus pulmones estén principalmente vacíos a medida que expulsas todo el aire de ellos. Casi vaciar los pulmones te permitirá inhalar rápidamente otra vez al absorber y retener oxígeno.[3]
    • Endurécete el estómago al exhalar para expulsar el aire de los pulmones.
    • La exhalación debe durar aproximadamente un segundo.
    • Haz que las exhalaciones sean fuertes al despedir el aire de los pulmones.
    • No exhales por completo. Trata de dejar algo de aire en los pulmones.
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    Repite por treinta ciclos. Para comenzar a sentir los efectos de esta técnica de respiración, tendrás que inhalar alrededor de treinta veces. Inhala y exhala por completo, al considerar a ambos como una respiración completa, hasta que hayas llegado a la cuenta completa de treinta respiraciones.[4]
    • Comenzarás a sentir hormigueos en el cuerpo.
    • Tu estado mental podría comenzar a cambiar.
    • Podrías ver colores o imágenes en un remolino.
    • Si sientes mareos o dolor, detente de inmediato.
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    Mantén la respiración. Después de la inhalación final, exhala por completo y mantén la respiración. Debido a que has estado inhalando una gran cantidad de oxígeno, notarás que ahora puedes contener tu respiración por más tiempo que de lo normal. A medida que mantienes la respiración, fíjate en tu cuerpo y mente para ver si experimentas alguna sensación nueva.[5]
    • Mantén la respiración hasta que naturalmente sientas el impulso de volver a respirar.
    • No te obligues a contener la respiración.
    • Inhala cuando sientas la necesidad de hacerlo al contener una inhalación completa por quince segundos antes de volver a respirar normal.
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    Practica. A medida que te acostumbres más a esta técnica, puedes comenzar a añadir más rondas. Incrementar la cantidad de práctica de esta técnica te permitirá experimentar las sensaciones que produce con más frecuencia y más firmemente.[6]
    • Practica al menos una vez al día.
    • Añade más rondas de este ejercicio de respiración para experimentar más efectos pronunciados.
    • Esfuérzate lenta y pacientemente con el tiempo hasta llegar a alrededor de cuatro rondas.[7]

Método 2
Método 2 de 3:
Utilizar el ejercicio intenso

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    Escoge tu tipo de ejercicio favorito. Tendrás que encontrar el método de ejercicio que más te atraiga, ya sea que te resulte nuevo o no ejercitarte. Encontrar un ejercicio que te parezca dificultoso e interesante te ayudará a sentir el estímulo que puede surgir del ejercicio intenso.[8]
    • El ejercicio que escojas debe ser uno con el que puedas mantener un alto nivel de esfuerzo a lo largo del tiempo.
    • Encontrar un ejercicio que ames puede hacer que sea más fácil ceñirte a él lo suficiente como para sentir la estimulación.
    • Considera la posibilidad de correr, nadar, remar o realizar otros ejercicios cardiovasculares repetitivos.
    • No realices sesiones de ejercicio intenso si tienes una condición médica que te impida hacerlo, como una condición cardiaca o una lesión.
    • Pregúntale a tu doctor si el ejercicio extenuante es seguro para ti.
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    Haz calentamiento. Antes de comenzar algún ejercicio, es importante que calientes apropiadamente tu cuerpo. Comenzar una actividad física extenuante sin un calentamiento puede incrementar el riesgo de sufrir una lesión. Hacer calentamiento también permitirá que tu cuerpo se aliste para un mayor trabajo, lo que dará lugar a un ejercicio más fuerte.[9]
    • Hacer un calentamiento puede prevenir una lesión.
    • Hacer un calentamiento te permitirá aprovechar al máximo el ejercicio.
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    Exígete. Lo fundamental para sentir un estímulo de un esfuerzo físico es exigirle a tu cuerpo cuando te ejercitas. A pesar de que el mecanismo biológico exacto para sentir este estímulo sea desconocido, se ha demostrado que el esfuerzo físico difícil y prolongado produce las sensaciones asociadas con los altos del ejercicio.[10]
    • Se cree que la producción incrementada de endorfinas por el cuerpo durante el esfuerzo podría ser la responsable de las sensaciones de estímulo.
    • Algunos estudios sugieren que podría ser que el estímulo originado por el ejercicio sea psicológico al provenir del hecho de lograr una meta difícil.
    • Detente si sientes dolor, fatiga inusual, mareos, opresión en el pecho o visión borrosa.
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    Siente el estímulo. Durante la sesión intensa y prolongada de ejercicio, debes comenzar a sentir el estímulo que se asocia con este tipo de actividades. El estímulo se percibe y describe como diferente por las personas que lo experimentan. Evalúa tus sentimientos durante el ejercicio para ver si sientes algún estímulo resultante.[11] [12]
    • Algunas personas califican a la sensación del estímulo del ejercicio como eufórica.
    • Otras personas afirman sentirse invencibles o elevadas por los estímulos al ejercitarse.
    • La mayoría de las personas sentirán el estímulo que proviene del ejercicio intenso. Sin embargo, no todas las personas lo sentirán.
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    Sigue ejercitándote. Más allá de la sensación inmediata de sentir estimulación, realizar un ejercicio regular e intenso puede ayudar a combatir la depresión y el estrés mientras se libera la tensión. Al mantener tus sesiones de ejercicio extenuantes, puedes incrementar tu nivel de estado físico y salud, además de seguir disfrutando el estímulo que proviene del ejercicio difícil.[13]
    • El ejercicio puede aliviar los síntomas de depresión y ansiedad.
    • Puedes sentir el estímulo generado por el ejercicio en cualquier momento al realizar uno que sea difícil.
    • Más allá de hacerte sentir el estímulo, el ejercicio puede hacer que tu cuerpo sea fuerte y saludable.

Método 3
Método 3 de 3:
Utilizar la técnica de Ganzfeld

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    Corta una pelota de pimpón en dos. La técnica Ganzfeld es aquella que utiliza la privación sensorial para producir alucinaciones y otros estados mentales inusuales. Para bloquearte la visión, utilizarás las mitades de una pelota de pimpón al colocártelas encima de los ojos. Consigue una pelota de pimpón y córtala directa y uniformemente en dos para comenzar.[14]
    • Dibuja una línea con un plumón o un lapicero para asegurarte de cortarla de manera uniforme y recta.
    • Puedes tratar de cortar la pelota de pimpón con una cuchilla de afeitar o un cuchillo filoso.
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    Utiliza un ruido blanco. Para bloquear tu sentido del oído, la técnica de Ganzfeld sugiere que reproduzcas un ruido blanco o una interferencia de radio. Estos sonidos evitarán que escuches otros sonidos distinguibles y podrían permitirte experimentar alucinaciones auditivas en la estática insignificante.
    • Puedes encontrar generadores de ruido blanco en línea.
    • Si tienes una radio, puedes tratar de sintonizar una estación que sea solo de ruido estático.
    • Es preferible utilizar auriculares para asegurar que el único sonido que escuches sea el ruido blanco.
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    Controla la iluminación. Tendrás que encontrar un nivel de iluminación que no sea muy oscuro ni muy brillante para aprovechar al máximo la técnica de Ganzfeld. La iluminación ideal debe ser atenuada e indirecta, que te permita ver la luz a través de las pelotas de pimpón, pero no de manera resplandeciente.[15]
    • Puedes tratar de utilizar una lámpara, acercándola a ti o alejándola de ti para controlar el brillo.
    • Los experimentos originales de Ganzfeld utilizaron una luz roja.
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    Pégate las pelotas de pimpón en los ojos con cinta. Cuando hayas creado el resto de tu espacio al encontrar una fuente de luz atenuada y ruido blanco, podrás pegarte las mitades de la pelota de pimpón sobre los ojos con cinta. Pegártelas allí bloqueará tu sentido de la vista casi por completo mientras permitirá que solo pase una luz indirecta.[16] [17]
    • Utiliza una cinta adhesiva suave y fácilmente removible para fijarte las mitades de la pelota de pimpón sobre los ojos.
    • Asegúrate de que te cubran los ojos por completo.
    • Ten cuidado cuando te las pegues a los ojos con cinta.
    • Cuando estén fijas, mantenlos abiertos.
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    Espera a las alucinaciones. La privación sensorial permitirá que tu mente divague y cree experiencias muy detalladas e interesantes. Tus ojos y oídos tratarán de suplir los detalles que niegan el ruido blanco y la luz suave que ingresa por medio de las mitades de la pelota de pimpón. Mantente así por algunos minutos, relajándote y esperando visiones o sonidos extraños o inusuales que tu mente pueda producir.[18]
    • Podrías ver algo simple al principio, como un remolino de luz o niebla.
    • Podrías experimentar imágenes mentales muy claras.
    • Podrías escuchar ruidos que suenen como si fueran cercanos o dentro del lugar en donde estás.
    • Podrías experimentar alucinaciones muy cautivadoras y realistas que involucren todos tus sentidos.
    • Si percibes efectos incómodos o si efectos no queridos ocurren, detente de inmediato.

Consejos

  • Ve lento y presta atención a tu cuerpo a medida que trates de lograr estimulaciones naturales.

Advertencias

  • Si sientes debilidad, mareos o dolor durante el ejercicio de respiración, detente de inmediato.
  • Habla con tu doctor antes de comenzar cualquier régimen de ejercicio.

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