Cómo freír chuletas de cerdo

Coescrito por Personal de wikiHow

Las chuletas de cerdo pueden ser una cena rápida y deliciosa para cualquier noche de la semana, pero además son perfectas para entretener a los invitados. Saben muy bien solas, pero también podrás empanizarlas o cocinarlas con un glaseado dulce. Sigue leyendo para que aprendas a freír chuletas de cerdo de tres maneras.

Ingredientes

Chuletas fritas básicas

4 chuletas de cerdo
1 cucharada de mantequilla
sal y pimienta al gusto
condimentos opcionales como ajo picado, hojuelas de perejil o páprika (pimentón)

Chuletas empanizadas

4 chuletas de cerdo
1/2 taza de harina
1/2 cucharadita de sal
1/2 cucharadita de pimienta
1/4 de cucharadita de páprika
1 huevo
2 cucharadas de leche
3 cucharadas de aceite vegetal

Chuletas glaseadas con miel

4 chuletas de cerdo
1 cucharada de aceite de oliva
sal y pimienta al gusto
4 cucharadas de miel

Chuletas empanizadas con galleta

chuletas de cerdo
2 huevos
1 ½ cucharada de leche
galletas molidas
sal y pimienta al gusto
aceite

Chuletas con doble empanizado

chuletas de cerdo
harina, sal y pimienta para empanizar
migas de pan a la italiana o hierbas provenzales para añadirlas a las migas de pan regulares
queso parmesano
2 huevos

Método 1

Método 1 de 5:
Chuletas fritas básicas

1
Empieza con chuletas frescas de cerdo. Compra las chuletas con hueso o deshuesadas. Las deshuesadas suelen tener menos grasa, pero no tienen tanto sabor. Las que tienen hueso son menos costosas y desprenden mucho sabor al momento de la cocción.
2
Lava las chuletas de cerdo y sécalas dándoles golpecitos.
3
Condimenta las chuletas. Espolvoréales sal y pimienta en ambos lados. Añádele otros condimentos como ajo en polvo o páprika, si quieres.
4
Calienta la mantequilla en una sartén a fuego medio. Deja que la mantequilla se derrita completamente antes de proceder. La sartén tendrá que estar bien caliente.
- También puedes omitirla y dejar que las chuletas se frían en su propia grasa.
5
Pon las chuletas en la sartén. Asegúrate de que no estén una sobre otra. Si tienes que freírlas de dos en dos porque no tienes mucho espacio para cuatro chuletas, no habrá problema.
6
Voltéalas después de 3 o 4 minutos. Si las chuletas tienen más de 3 cm (1 pulgada) de grosor, fríelas un poco más.
7
Fríe el otro lado unos 3 o 4 minutos más.
8
Saca las chuletas de la sartén y ponlas en un plato.

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Método 2

Método 2 de 5:
Chuletas empanizadas

1
Lava las chuletas de cerdo y sécalas dándoles golpecitos.
2
Prepara la mezcla de huevo. Pon el huevo y la leche en un tazón y revuélvelos con un batidor manual.
3
Prepara el enharinado. Pon la harina, la sal, la pimienta y la páprika en un tazón. Revuelve hasta que esté todo bien integrado.
4
Calienta el aceite en una sartén. Échalo en la sartén y caliéntalo a fuego medio. Deja que la sartén se caliente antes de proceder.
5
Remoja una chuleta en la mezcla de huevo. Con tenazas o con tus dedos, remójala en el tazón hasta que el huevo cubra ambos lados.
6
Pásala en la mezcla de harina. Asegúrate de que se enharine bien.
7
Pon la chuleta en la sartén.
8
Haz lo mismo con las demás chuletas.
9
Voltea las chuletas después de 3 a 4 minutos.
10
Fríe las chuletas de unos 3 a 4 minutos más. Estarán listas cuando estén bien doradas.
11
Sácalas de la sartén y sírvelas.

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Método 3

Método 3 de 5:
Chuletas glaseadas con miel

1
Lava las chuletas de cerdo y sécalas dándoles golpecitos.
2
Agrega sal y pimienta a las chuletas.
3
Calienta el aceite en una sartén a fuego medio alto.
4
Pon las chuletas de cerdo en la sartén. Asegúrate de que no estén una sobre otra.
5
Fríe el primer lado de 3 a 4 minutos.
6
Voltea las chuletas.
7
Cubre cada chuleta con 1 cucharada de miel.
8
Voltea de nuevo las chuletas al cabo de 3 a 4 minutos.
9
Saca las chuletas de la sartén y sírvelas.

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Método 4

Método 4 de 5:
Chuletas empanizadas con galleta

1
Lava las chuletas con agua. Sécalas dándoles golpecitos con papel toalla.
2
Bate los huevos y la leche en un tazón.
3
En otro tazón, mezcla las galletas molidas, la sal y la pimienta.
4
Calienta el aceite en una sartén a fuego medio alto.
5
Remoja cada chuleta en la mezcla de huevo. Cubre completamente la chuleta en ambos lados.
6
Pasa cada chuleta recubierta con huevo en la mezcla de galleta. Te lo reiteramos, asegúrate de que estén completamente cubiertas en ambos lados.
7
Pon cada chuleta en la sartén.
8
Revisa las chuletas después de 5 minutos. Si tienen un color marrón dorado intenso, voltéalas.
9
Espera a que el otro lado esté marrón dorado antes de sacarla. Las chuletas estarán listas cuando estén bien doradas en ambos lados y la carne interior no esté de color rosa.
10
Sírvelas inmediatamente.

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Método 5

Método 5 de 5:
Chuletas con doble empanizado

1
Lava las chuletas de cerdo y sécalas dándoles golpecitos.
2
Prepara el empanizado con la harina, la sal y la pimienta.
- Para el segundo empanizado, échale migas de pan a la italiana o hierbas finas como las provenzales a las migas de pan regulares.
- Si tienes queso parmesano, agrégalo al segundo empanizado.
3
Bate 2 huevos. Con un tenedor, pon cada chuleta en la mezcla de huevo y luego en la mezcla de harina empanizándola bien.
4
Vuelve a remojar la chuleta en la mezcla de huevo y luego pásala en el segundo empanizado. Así tendrá una corteza más gruesa y crujiente que será deliciosa. Sobre todo les gustará a los niños.
5
Fríe las chuletas en aceite a fuego medio. Hazlo hasta que estén doradas, o sea, unos 3 a 4 minutos. Voltéalas y fríe el otro lado otros 3 minutos más o hasta que estén doradas.
6
Ponlo en capas de papel de toalla para que se mantengan calientes.
7
Sírvelas con un puré casero de manzana y papas.

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Consejos

Si agregas la mitad de mantequilla y la mitad de aceite, evitarás que la mantequilla se queme.
- Realmente no son necesarias la mantequilla ni el aceite, las chuletas se suelen freír en su propia grasa.
Asegúrate de comprar un buen ajo fresco, porque el rancio es una abominación.

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Advertencias

No tendrás necesariamente que seguir nuestras recetas sugeridas al pie de la letra. Un buen chef sabe cuándo voltear la carne, cuándo añadir las especias. Si crees que otro sabor complementará el platillo, ¡agrégaselo! Asegúrate de no recargar demasiado el platillo, sino el exceso de sabores resultará abrumador.

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