Las remolachas son raíces bienales nutritivas, versátiles y llenas de antioxidantes.[1] Son bastante fáciles de guardar, especialmente en el refrigerador. Si se guardan adecuadamente, pueden durar semanas o, incluso, meses.[2]

Parte 1
Parte 1 de 3:
Elegir remolachas para guardarlas

  1. 1
    Elige remolachas con hojas frescas, que no estén marchitas. Si quieres guardar las remolachas y mantenerlas frescas, debes asegurarte de elegirlas frescas en primer lugar. Las hojas adheridas a la remolacha son el mejor indicador de frescura. Si están marchitas, la remolacha probablemente no esté muy fresca, así que es mejor elegir otra.[3]
    • Si recoges tus propias remolachas de un jardín, puedes esperar hasta bien entrada la estación fría, incluso después de la primera helada, pero las remolachas se deben recoger antes de que la temperatura baje a -4 °C (24 °F) por la noche. Colócalas de inmediato en un lugar frío en lugar de dejarlas en el sol.[4]
  2. 2
    Evita las remolachas con manchas obvias. Las remolachas deben tener la piel sin manchas. Busca las que tengan un color granate oscuro, a menos que se trate de una variedad diferente, como la remolacha dorada. La cola en la parte inferior debe estar intacta.[5]
  3. 3
    Elige las que se sientan firmes al tacto. La suavidad es una señal de que las remolachas se están echando a perder, así que elige las que estén duras. Si ya tienes remolachas y están blandas, es mejor tirarlas a la basura.

Parte 2
Parte 2 de 3:
Preparar las remolachas para guardarlas

  1. 1
    Corta las hojas y el tallo. Ya que las hojas extraen humedad de la raíz, retirarlas de inmediato ayudará a mantener las remolachas frescas por más tiempo. Así que antes de guardarlas, debes cortar las hojas y dejar unos 3 o 5 centímetros (1 o 2 pulgadas) de tallo en la parte superior de la raíz. No cortes la cola.[6]
    • Las hojas de las remolachas son comestibles así que no es necesario tirarlas a la basura. Se pueden preparar de la misma forma que otras hojas, salteadas.[7] Las hojas solo duran en el refrigerador de 2 a 3 días.[8] Ya que se echan a perder más rápido, se deben guardar separadas de las raíces.
  2. 2
    Elimina la tierra de las raíces. Las remolachas crecen en el suelo y cuando se recolectan están cubiertas de tierra. Debes limpiarlas, pero no lavarlas porque se echan a perder más rápido. En lugar de eso, retira la tierra suavemente de la raíz.[9]
    • Si lavas las remolachas en este punto, asegúrate de secarlas cuidadosamente antes de guardarlas.[10]
  3. 3
    Manténlas crudas y secas. La humedad hace que se echen a perder, así que debes mantener las remolachas secas si quieres que duren un tiempo. También debes guardarlas crudas porque las remolachas cocidas no duran el mismo tiempo.

Parte 3
Parte 3 de 3:
Guardar las remolachas en un lugar frío y húmedo

  1. 1
    Coloca las remolachas en una bolsa de plástico perforada. Guardar las remolachas en una bolsa de plástico evita que se ablanden, se sequen y se arruguen en el refrigerador. Es mejor hacer pequeños agujeros en la bolsa para que no atrapen la humedad.[11]
  2. 2
    Colócalas en el cajón para verduras. El cajón para verduras en el refrigerador es el mejor lugar para mantener frescas las remolachas, junto con otros vegetales. Pero si no entran ahí, cualquier estante en el refrigerador funcionará.
  3. 3
    Revisa de manera periódica que las remolachas aún se sientan firmes al tacto. Las remolachas se ablandan si las guardas por demasiado tiempo o si no lo haces de la manera correcta.[12] Revísalas constantemente para asegurarte que aún estén firmes y que no se hayan echado a perder.
    • Si se guardan de manera correcta, las remolachas deben durar de 1 a 3 meses en el refrigerador.[13] Pero es mejor revisarlas a menudo para asegurarte de que no se hayan ablandado.
  4. 4
    Guarda las remolachas en una bodega de raíces si no puedes usar el refrigerador. Aunque guardar las remolachas en el refrigerador es fácil y efectivo, también puedes hacerlo en una bodega de raíces o en cualquier lugar que sea frío y húmedo. En este caso, guárdalas dentro de un recipiente de plástico o una hielera.
    • Incluso puedes empacar las remolachas en sustrato de musgo, arena o aserrín para ayudarles a mantenerse frescas. La temperatura del lugar en donde guardes las remolachas debe oscilar entre 0 °C y 4 °C (32 °F y 40 °F) y la humedad debe ser alta (de un 95 %).[14]

Consejos

  • Las remolachas también se pueden guardar congeladas, pero en este caso debes cocinarlas primero para que no se ablanden.[15] Las remolachas congeladas pueden durar hasta 10 meses.[16]

Acerca de este wikiHow

Personal de wikiHow
Coescrito por:
wikiHow Staff Writer
Nuestro equipo de editores e investigadores capacitados han sido autores de este artículo y lo han validado por su precisión y amplitud.

wikiHow's Content Management Team revisa cuidadosamente el trabajo de nuestro personal editorial para asegurar que cada artículo cumpla con nuestros altos estándares de calidad. Este artículo ha sido visto 1248 veces.