A diferencia del vino, el whisky no continúa añejándose una vez que está en la botella. Si se guarda adecuadamente, una botella cerrada de whisky puede durar más o menos sin cambios durante cientos de años. Una vez que la hayas abierto, el whisky comenzará a oxidarse lentamente, pero aún puedes alargarle la vida si lo mantienes en un recipiente bien cerrado lejos de la luz y el calor.

Método 1
Método 1 de 2:
Guardar el whisky en botellas cerradas

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    Protege las botellas de la luz directa. La exposición a mucha luz, especialmente a la del sol, libera reacciones químicas que decoloran el whisky y afectan su sabor.[1] Mantenlo en un lugar oscuro, como una bodega de vinos, un armario, una caja o una alacena oscura.
    • Si eres un coleccionista o distribuidor interesado en exhibir las botellas, ten en cuenta que la exposición directa a la luz del sol provocará que la etiqueta se decolore.
    • Si debes exhibir el whisky en algún lugar en donde estará expuesto a la luz del sol, colócalo detrás de un cristal con cubierta de bloqueador UV.
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    Mantén las botellas en un lugar con temperaturas estables y frescas. Los cambios de temperatura y especialmente la exposición al sol, pueden afectar la calidad del whisky. Cuando el whisky se calienta se expande en la botella, lo que a la larga dañará el sello y dejará entrar el oxígeno. Mantenlo en un lugar con temperatura controlada fresca o en un recipiente.[2]
    • Trata de guardarlo en un lugar en donde la temperatura se mantenga entre 15 °C y 20 °C (59 °F y 68 °F).[3]
    • Refrigerarlo o guardarlo en el congelador no lo dañará, pero el whisky pierde sabor y aroma cuando está frío.[4]
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    Guarda las botellas en posición vertical. Mantenlas siempre así. Si las guardas horizontalmente o de cabeza, el whisky estará en contacto constante con el corcho y con el tiempo este se deteriorará. Esto puede afectar el sabor del whisky y permitir que el oxígeno entre en la botella.[5]
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    Voltea las botellas ocasionalmente para humedecer el corcho. No permitas que el corcho esté en contacto con el whisky en la botella mucho tiempo. Sin embargo, un corcho completamente seco podría desmoronarse o astillarse al abrirla. Para mantenerlo húmedo, voltea las botellas por unos segundos una vez al mes.[6]
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    Guarda las botellas lejos de la humedad (opcional). Si la botella está bien sellada, la humedad no dañará el whisky en sí. Si te preocupa mantener las botellas en buen estado, sin embargo, es una buena idea guardarlas en un lugar con baja humedad. Mucha humedad puede dañar la etiqueta o incluso hacer que le salga moho.[7]
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Método 2
Método 2 de 2:
Mantener el whisky fresco después de abrirlo

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    Continúa protegiendo el whisky de la luz y el calor. Una vez que hayas abierto el whisky, tendrás que seguir protegiéndolo de los elementos. Guárdalo en un lugar oscuro y fresco como una bodega de vinos, un armario, una alacena o una caja.
    • Una botella de whisky casi llena puede mantenerse en buen estado por hasta un año si la alejas del calor y la luz.
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    Guárdalo en un recipiente bien cerrado. El peor enemigo de una botella de whisky abierta es el oxígeno. Al entrar en la botella, reacciona con el whisky y con el tiempo disminuye el sabor. Minimiza la exposición del whisky al oxigeno manteniéndolo bien cerrado.[8]
    • Si el corcho original no sirve, puedes comprar una tapa de botella para crear un sello hermético (como una de Polyseal) o pasar el whisky a un recipiente sellado de cristal.
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    Vierte el whisky en un decantador, si quieres. A diferencia del vino, el whisky no se beneficia realmente al ser decantado. Sin embargo, decantar el whisky tampoco le hará daño y un decantador es un recipiente más atractivo y llamativo. Solo asegúrate de que tenga un sello hermético y mantenlo en un lugar con una temperatura fresca controlada.[9]
    • No uses decantadores hechos de vidrio emplomado. Aunque estos recipientes son muy atractivos y brillantes, existe el riesgo de que el whisky se filtre si los usas durante mucho tiempo.
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    Termina la botella rápido una vez que comience a bajar el nivel. Cuanto más espacio libre tenga una botella de whisky, más rápido comenzará a oxidarse. En otras palabras, una botella casi llena permanecerá fresca mucho más tiempo que una que esté casi vacía.[10]
    • Una botella de whisky casi llena puede durar hasta un año después de haberla abierto, pero una que esté llena solo a un cuarto, comenzará a ponerse sosa en un mes. Una vez que el nivel de la botella comience a bajar (por ejemplo a 1/3 de la marca), es un buen momento para invitar algunos amigos por un trago.
    • También puedes mantener el whisky fresco por más tiempo si lo viertes en recipientes más pequeños cuando el nivel de la botella baje.
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    Preserva el whisky por más tiempo con un espray especial. Estos esprays contienen gases inertes inofensivos (como nitrógeno y argón) que crean una barrera entre el whisky y el oxígeno que normalmente se acumularía en la parte vacía de la botella. Aunque normalmente se venden como esprays para la conservación de vinos, también funcionan con el whisky otros licores.[11]
    • Sigue las instrucciones en el empaque para saber cómo usarlo.
    • Puedes comprar estos esprays en línea o encontrarlos en una licorería.
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Consejos

  • Si tienes corchos usados en buenas condiciones, guárdalos. Si compras una botella con un corcho dañado y defectuoso, puedes reemplazarlo con uno de los que guardaste.
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Categorías: Bebidas alcohólicas
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