El acero azulado es el proceso oxidante de la superficie del metal para protegerlo de la corrosión. Existen diferentes técnicas, y cada una tiene sus usos particulares. Los más comúnmente utilizados son el azulado frio y el azulado caliente, pero el azulado por oxidación fue el estándar por muchos años. Antes de cualquier proceso de azulado, el metal debe prepararse.

Método 1
Método 1 de 4:
Preparar el metal

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    Quita cualquier acabado previo. Si el metal tiene algún acabado, interferirá con el proceso de azulado. Esto dará como resultado un azul desigual e ineficaz. Raspa y lija la pieza hasta que hayas quitado todos y cada uno de los acabados. Solo debes ver el metal descubierto.[1]
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    Lija cualquier fisura. Si existe alguna fisura en el metal, este es el momento de lidiar con ellas. Utiliza una lijadora o esmeriladora para rebajar el metal alrededor de las fisuras. Esto suavizará el metal y le dará un mejor acabado.[2]
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    Ponte guantes. Los guantes no solo protegerán tus manos, también protegerán el metal de tus manos. Las manos tienen grasas que al dejarse en el metal interferirán con el proceso de azulado. Utiliza guantes de látex o nitrilo para evitar que estas grasas entren en contacto con el metal.[3]
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    Limpia el metal. Frota el metal utilizando una toalla con alcohol. Después con un limpiador con removedor de cera y grasa (un solvente orgánico). Finalmente, utiliza un paño suave para secar el metal.[4]
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Método 2
Método 2 de 4:
Azulado frío

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    Aplica solución azulada. Puedes comprar soluciones azuladas premezcladas. Sumerge una bola de algodón en la solución y aplícala uniformemente sobre la pieza. Si vas a azular una pieza grande, utiliza un trapo o cepillo para aplicarla.[5]
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    Limpia el metal ya seco. Una vez que hayas cubierto la pieza con solución azulada, sécala. Utiliza un paño suave, y asegúrate de no dejar nada de solución en grietas o fisuras. Esto ayudará a asegurar un acabado uniforme.[6]
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    Pule el azulado. Utiliza papel de lija de grano fino (por ejemplo, de grano 800) para lijar el acabado. Hazlo despacio y cuidadosamente de manera que no atravieses el acabado. Esto lo suavizará y le dará brillo.[7]
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    Aplica capas adicionales. Continúa aplicando y puliendo capas. Cuando hayas alcanzado el color deseado, podrás pulir por última vez y detenerte. Protege el acabado cubriéndolo con un aceite protector (por ejemplo, aceite para armas).[8]
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Método 3
Método 3 de 4:
Azulado caliente

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    Frota la pieza dentro de agua fría. Sumerge la pieza dentro de agua fría y tállala con una fibra de acero o una almohadilla de desgaste. Esto creará pequeños rasguños a los que se adherirá la solución azulada. Esto debe hacerse luego de eliminar cada acabado y se haya limpiado el metal.[9]
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    Sumerge la pieza en solución salina. Una solución azulada está compuesta de nitrato de potasio e hidróxido de sodio disueltos en agua. Hay que calentar la solución a aproximadamente 135 °C (275 °F). Debes dejar la parte sumergida de 15 a 30 minutos.[10]
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    Enjuaga la pieza con agua fría. Cuando hayas sacado la pieza de la mezcla, ponla inmediatamente en agua fría. Esto hará que el metal se contraiga y selle el acabado. No vuelvas a tallar en metal.[11]
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    Enjuaga la pieza en agua hirviendo. Hierve agua simple (sin sales). Sumerge la pieza de metal en el agua hirviendo. Este es el último paso en el proceso de azulado.[12]
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    Aplica aceite para quitar agua. Quitar el agua del metal es importante. Pon algo de aceite quita agua en un paño suave y frótalo contra el metal. Esto dejará además una capa protectora sobre el mismo.[13]
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Método 4
Método 4 de 4:
Otras formas de azulado

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    El azulado por oxidación es el proceso de recubrir el metal con ácido. Más comúnmente, se utiliza ácido nítrico o ácido clorhídrico. Esto permite que la pieza se oxide de manera uniforme. Después, se frota el óxido para retirarlo y se repite el proceso hasta obtener el color deseado. Puedes hacer esto en un contenedor grande o en una tina que sea tolerante al ácido.[14]
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    Ahúma en azul para un acabado uniforme. El azulado con humo es muy similar al azulado por oxidación, pero creará una oxidación más uniforme. La pieza se coloca en una cámara hermética y hacia ella se bombea ácido nítrico y ácido clorhídrico (en estado gaseoso). El gas provoca un azulado uniforme. Cualquier recipiente hermético puede funcionar, siempre y cuando no pueda ser corroído por el ácido.[15]
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    Prueba el azulado por salitre. El azulado por salitre es la forma más caliente de hacerlo. En este caso, tomarás una mezcla salina de nitrato de potasio y sales de hidróxido de sodio para fundirlos a 371 °C (700 °F). La pieza obtendrá un lindo azulado cuando se sumerja en la solución.[16]
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    Contacta a un experto. Existen muchos tipos profesionales de azulado. Si no estás dispuesto a intentarlo por ti mismo, puedes contactar a un profesional para aprender su especialidad. Pregunta cuales son los tipos de azulado que hacen y que tipo de piezas están dispuestos a tratar (por ejemplo, grandes o pequeñas).
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Categorías: Metalistería
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