Hacer ajo en polvo casero es una gran manera de utilizar el ajo extra que haya en tu cocina. El ajo en polvo fresco es grandioso para espolvorear en platillos salados. Preparar tu propio polvo de ajo puede parecer difícil, especialmente cuando puedes comprarlo en la tienda. Pero no temas, preparar tu propio ajo en polvo es realmente sencillo, y sabrá mucho mejor que la versión comercial.

Parte 1
Parte 1 de 2:
Preparar el ajo

  1. 1
    Separa los dientes del ajo. Pela cada cabeza de ajo y separa todos los dientes de cada una de las cabezas. La cantidad de polvo de ajo que quieras hacer dependerá de la cantidad de dientes que uses. Cada cabeza tiene alrededor de 10; a veces un poco más, a veces un poco menos.[1]
    • Para lotes pequeños, usa una sola cabeza de ajo. Para lotes más grandes, tendrás que usar más.
  2. 2
    Pela los dientes de ajo. Puedes usar los dedos para quitarle la piel a cada diente, o quebrar la piel con un cuchillo. Simplemente coloca un diente en una tabla de cortar, y clava el cuchillo justo en la parte de arriba del diente. Presiona suavemente el cuchillo para quebrar la piel alrededor del diente.[2]
    • No querrás presionar demasiado el diente, porque es mejor mantenerlo entero, e intacto para rebanarlo. Usa tus dedos para retirarle la piel.
  3. 3
    Rebana finamente cada diente. Utiliza un cuchillo para quitarle las raíces a los dientes de ajo.[3] Estos extremos son duros e innecesarios para el sabor. Luego usa un cuchillo afilado de chef para hacer rebanadas finas de ajo. Rebana los dientes aproximadamente de 6 mm de largo a largo, o incluso más delgados si quieres.[4]
    • Cuando estén rebanados todos los dientes de ajo, colócalos en una charola para hornear o en una bandeja deshidratadora forrada con papel pergamino.[5]

Parte 2
Parte 2 de 2:
Hacer el ajo en polvo

  1. 1
    Seca el ajo en un horno. Puedes secar el ajo en un horno o en un deshidratador. Si utilizas un horno para secar el ajo, precaliéntalo en una de las temperaturas más bajas. En la mayoría de los hornos, esta se encuentra entre los 65 y 93 °C (150 y 200 °F). Cuando tu horno se haya terminado de calentar a una temperatura entre 65 y 93 °C (150 y 200 °F), coloca la charola con ajo dentro del horno y cocínala alrededor de una hora y media o dos.[6]
    • Mientras el ajo se seca, puedes revisarlo y darle vuelta para asegurarte de que se seque de manera uniforme.[7] Quita la hoja con ajo del horno y deja enfriar las piezas.
    • Sabrás que el ajo está completamente seco cuando las piezas se resquebrajen, rompan y desmoronen fácilmente en tu mano.[8]
  2. 2
    Seca el ajo en un deshidratador. Si utilizas un deshidratador para secar el ajo, ajusta la temperatura ene l nivel más bajo, alrededor de 50 °C (125 °F). Deja el ajo deshidratándose entre 8 y 12 horas.[9]
    • Cuando quites el ajo del deshidratador, los trozos de ajo deberán ser frágiles al tacto.[10] Así es como sabrás que están completamente secos.
  3. 3
    Muele el ajo seco. Puedes usar un molino para café, una licuadora, procesador de alimentos, un molino de ajo o mortero y maja para moler las piezas de ajo.[11] Muele el ajo hasta obtener la consistencia deseada. Tamiza el ajo en polvo con los dedos y quita cualquier trozo grande. Estos trozos pueden reunirse y plantarse.[12]
    • Muele el ajo por poco tiempo si quieres que sea crujiente. Muélelo por mucho tiempo si quieres que el polvo sea más fino.
    • Deja que el ajo se asiente en el molino por unos 10 minutos.[13] Esto servirá para que los trozos de ajo y sus vapores se asienten, para que así no tengas que respirar sus olores.
  4. 4
    Mezcla sabores para crear un nuevo condimento. Si en tu cocina tienes cebolla o chile en polvo, hojuelas de pimiento rojo, u otras especias, considera combinarlas con el ajo en polvo para crear condimentos únicos y robustos.[14]
    • Estos condimentos mezclados pueden usarse en toda clase de alimentos, desde pizza hasta pasta.[15]
  5. 5
    Almacena el ajo. Guarda el ajo en polvo en un contenedor hermético en un lugar fresco, seco, y lejos de la luz directa del sol.[16] Los frascos son buenos contenedores para guardar el ajo en polvo casero.
    • Congelar el ajo en polvo también es una opción.[17] [18]

Cosas que necesitarás

  • tabla de cortar
  • cuchillo afilado
  • horno o deshidratador
  • molino para café, licuadora, procesador de alimentos, molino para pimienta o mortero y maja
  • contenedor hermético

Acerca de este wikiHow

Personal de wikiHow
Coescrito por:
wikiHow Staff Writer
Nuestro equipo de editores e investigadores capacitados han sido autores de este artículo y lo han validado por su precisión y amplitud.

wikiHow's Content Management Team revisa cuidadosamente el trabajo de nuestro personal editorial para asegurar que cada artículo cumpla con nuestros altos estándares de calidad. Este artículo ha sido visto 4192 veces.