Mostrar una planta de interior o exterior en una maceta de concreto es una forma elegante de exhibición. Puedes hacer tu propia maceta en casa con dos recipientes y algunas herramientas. Primero, tendrás que crear el molde con cajas o recipientes de plástico. Luego, tendrás que llenar el molde con concreto y dejar que se endurezca durante unas 24 horas. Una vez que el concreto se seque, podrás quitar el molde para dejar al descubierto la maceta.

Parte 1
Parte 1 de 3:
Crear el molde

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    Consigue dos cajas de diferentes tamaños. Las cajas serán los moldes que usarás para hacer las macetas. Busca una caja grande y otra un poco más pequeña. La caja más pequeña debe poder caber dentro de la caja grande. El espacio entre las dos cajas determinará el grosor de las macetas de concreto.[1]
    • Las cajas pueden ser de cartón o de madera.
    • La caja pequeña debe ser al menos 5 cm (2 pulgadas) más pequeña que la caja grande por cada lado.
    • La caja más pequeña debe tener al menos 20 cm (8 pulgadas) de profundidad para las plantas grandes y unos 7,5 a 10 cm (3 a 4 pulgadas) de profundidad para las plantas más pequeñas.
    • Consigue unas cajas resistentes para que el molde no se rompa al llenarlo con el concreto.
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    Utiliza unos recipientes de plástico en lugar de cajas. Si quieres una maceta de concreto con una forma diferente a la de un rectángulo o un cuadrado, puedes comprar unos recipientes de plástico con cualquier forma para que te sirvan como moldes. Busca dos recipientes de plástico de diferentes tamaños en línea o en una tienda por departamentos.[2]
    • El recipiente de menor tamaño debe ser por lo menos unos 5 cm (2 pulgadas) más pequeño que el recipiente más grande en cada lado.
    • El recipiente más pequeño debe tener una profundidad mínima de 20 cm (8 pulgadas) para las plantas grandes y de 7,5 a 10 cm (3 a 4 pulgadas) para las plantas más pequeñas.
    • Por ejemplo, puedes conseguir dos tarros o dos tazones de plástico.[3]
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    Pega una bolsa de basura de plástico alrededor del recipiente más pequeño con cinta adhesiva. Extiende la bolsa de basura sobre el recipiente más pequeño para que esté tensa contra los lados. La bolsa de basura también deberá estar bien ajustada en el interior del recipiente. Pega la bolsa de basura a la caja o el recipiente con cinta adhesiva.[4]
    • La bolsa de plástico evitará que el concreto se adhiera al recipiente pequeño y facilitará la extracción del molde.
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    Haz una marca a una distancia de 5 cm (2 pulgadas) desde la base del recipiente grande. Usa una regla para medir 5 cm (2 pulgadas) desde la base en el interior del recipiente grande. Haz una línea horizontal con un lápiz o un marcador. Esto te ayudará a determinar cuánto concreto deberás verter inicialmente en el molde.[5]
    • Si quieres que los lados de la maceta sean más gruesos, mide y marca la línea para que refleje el cambio de dimensiones.
    • Por ejemplo, si las paredes de la maceta tienen un grosor de 10 cm (4 pulgadas), debes medir y marcar a 10 cm (4 pulgadas) desde la base de la maceta.
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    Cubre el interior de la caja grande con aceite en aerosol. Distribuye el aerosol antiadherente alrededor para lograr una capa uniforme en el interior de la caja grande. El aceite en aerosol hará que el concreto no se pegue a los lados del recipiente grande.[6]
    • Puedes comprar una lata de aceite en aerosol en línea o en una tienda de víveres.
    • Puedes cubrir el interior de la caja grande con trementina mineral como una alternativa al aceite en aerosol. Vierte la trementina en el fondo de la caja y espárcela en el interior de la misma con un trapo.

Parte 2
Parte 2 de 3:
Llenar el molde

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    Mezcla concreto y agua en una carretilla o un balde. Lee todas las instrucciones en el paquete de concreto para que conozcas la relación de concreto y agua. Ponte un par de guantes y esparce la mezcla de concreto en la carretilla o el balde. Luego, vierte lentamente la cantidad apropiada de agua en la mezcla de concreto. Mézclalo todo con un palo o una pala hasta que tenga una consistencia parecida a la de la avena.[7]
    • Puedes añadir una variedad de pigmentos para concreto durante el proceso de mezcla para darle distintos colores a la maceta. Puedes comprar el pigmento para concreto en línea.
    • Los pigmentos para concreto vienen en una variedad de colores como el azul y el rojo.[8]
    • Si se te acaba el concreto mientras llenas el molde, mezcla un poco más.
    • Intenta eliminar todos los grumos del concreto antes de verterlo.
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    Vierte el concreto en la caja grande, hasta la línea que trazaste. Con una pala, transfiere el concreto de la carretilla o del balde en el recipiente grande. Continúa llenando el recipiente grande hasta que llegue a la marca que hiciste o hasta que alcance los 5 cm (2 pulgadas) de altura. Esto conformará la base de la maceta.[9]
    • Si las paredes que quieres son más gruesas, ajusta la cantidad de concreto que vas a verter. Por ejemplo, si marcaste a 10 cm (4 pulgadas) desde la base de la maceta, llena el concreto hasta la línea que marcaste previamente.
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    Coloca el recipiente más pequeño dentro del grande. Coloca unas piedras o arena dentro del recipiente más pequeño para darle peso. Esto evitará que el recipiente más pequeño flote mientras terminas de llenar el molde.[10]
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    Vierte el concreto húmedo entre el recipiente más pequeño y el grande. Vierte lentamente el concreto entre ambos recipientes. Continúa vertiendo el concreto hasta que llene completamente el molde.[11]
    • El concreto no debe llenar el recipiente pequeño ni tampoco unirse al borde superior del mismo.
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    Deja que la mezcla se cure durante un día entero. Deja los moldes a un lado en un lugar donde no sean desacomodados. Cubre la parte superior de los moldes con un paño o una lona. Espera un día entero para que el concreto pueda endurecerse y fraguarse por completo.[12]
    • Revisa las instrucciones en el saco de concreto para conocer los tiempos exactos del curado.

Parte 3
Parte 3 de 3:
Terminar la maceta

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    Retira el molde más pequeño. Agarra los bordes del recipiente más pequeño y sácalo del concreto. Si lo cubriste con una bolsa de plástico, deberá salir con bastante facilidad. Retira también cualquier plástico que pueda haberse pegado en el interior del molde grande.[13]
    • Si tienes problemas para sacar el molde pequeño, puedes usar una palanca para hacerlo salir del molde más grande.
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    Voltea la maceta y levanta el recipiente grande. Si rociaste el interior con aceite en aerosol, la maceta deberá deslizarse hacia afuera. Si usaste una caja de cartón, despega los lados y el fondo de la caja para revelar la maceta de concreto.[14]
    • Si tienes problemas para sacar la maceta, no tengas miedo de romper el molde grande.
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    Decora el exterior de la maceta para personalizarla. Puedes pegarle unas piedras, vidrio decorativo o cuentas al exterior de la maceta para darle un aspecto más colorido. Puedes usar pintura de mampostería para pintar el exterior si prefieres que sea de otro color.[15]
    • Antes de pintar la maceta con pintura de mampostería, aplica una capa de imprimación para bloques sobre la maceta de modo que quede una superficie plana sobre la cual trabajar.[16]
    • Puedes usar plantillas para pintar imágenes específicas en las macetas. Pega la plantilla al lado de la maceta y rellena los huecos con la pintura de mampostería.[17]
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    Siembra la planta de interiores o exteriores en la maceta. Llena el interior de la maceta con tierra para macetas y siembra la flor o planta de interiores que prefieras. Es posible que quieras retocar o reemplazar la tierra una vez al mes para mantener la planta viva y saludable.[18]

Cosas que necesitarás

  • dos cajas o recipientes de diferentes tamaños
  • bolsa de basura de plástico
  • cinta adhesiva
  • un marcador o bolígrafo
  • aceite en aerosol
  • unos guantes
  • concreto
  • agua
  • una carretilla o un balde
  • una pala
  • tierra para macetas
  • una planta

Acerca de este wikiHow

Melinda Meservy
Coescrito por:
Especialista en plantas
Este artículo fue coescrito por Melinda Meservy. Melinda Meservy es una especialista en plantas y propietaria de Thyme and Place, una boutique botánica que ofrece plantas y regalos con sede en Salt Lake City, Utah. Antes de iniciar su propia empresa, Melinda trabajó en mejora de procesos y negocios, así como en análisis de datos. Obtuvo una licenciatura en historia de la Universidad de Utah, está capacitada en metodologías ágiles y completó su certificación de Certified Professional Facilitator. Thyme and Place ofrece plantas de interiores y macetas, un banco para macetas completamente abastecido, además de consejos sobre plantas que se adecúen a tu espacio y estilo de vida. Este artículo ha sido visto 81 719 veces.
Categorías: Jardinería