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Si bien la salsa de queso es un plato tradicional de la cocina inglesa, hoy en día es la favorita de muchos alrededor del mundo. Prepara una salsa de queso cremosa para realzar el sabor de tus comidas preferidas, desde platos principales como las pastas hasta acompañamientos como las papas fritas. Con esta receta sencilla y rápida, solo necesitarás unos cuantos ingredientes y un poco de tiempo.
Ingredientes
- 120 g (4 onzas) de queso cheddar u otro tipo de queso rallado que elijas
- 45 g (1,5 onzas) de mantequilla
- 45 g (1,5 onzas) de harina común
- 2 tazas (500 ml) de leche
- 1/2 cucharadita de nuez moscada recién rallada (opcional)
- 1/2 o 1 cebolla picada (opcional)
- clavo de olor molido (opcional)
- 1 hoja de laurel (opcional)
- sal y pimienta al gusto
- jugo de limón (fresco o embotellado)
Rinde: 3 tazas (750 ml) de salsa de queso
Pasos
Parte 1
Parte 1 de 2:Cortar y rallar los ingredientes
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1Ralla 120 g (4 onzas) de queso frío. Aunque el cheddar es la opción más común, puedes utilizar cualquier tipo o combinación de quesos. Saca el queso del refrigerador. Coloca una lámina de papel encerado sobre una superficie plana. Sostén un rallador plano sobre el papel en un ángulo de 45 grados con respecto a la superficie. Coloca el queso perpendicular al rallador y, empezando desde la parte superior, presiónalo contra el rallador mientras lo mueves hacia el papel encerado. Sujeta bien el rallador con una mano y presiona firmemente el queso con la otra, arrastrándolo a lo largo del rallador.[1]
- Para el queso parmesano (y otros quesos duros), sostenlo en un ángulo de 45 grados con respecto al papel encerado. Después, pásale por encima un pelador de verduras de arriba hacia abajo para obtener tiras más grandes.
- En lo posible, utiliza siempre queso frío. Mientras reposa, llegará a temperatura ambiente, lo que resulta perfecto para el momento en que se funda más adelante.
- Si lo prefieres, omite este paso y compra queso ya rallado.
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2Coloca el queso rallado en un recipiente aparte. Cuando hayas terminado de rallar el queso, levanta el papel encerado y vierte con suavidad el queso en un recipiente. Exprime 1/4 de un limón fresco o 3 a 4 chorritos de jugo de limón embotellado por encima para asegurarte de que no se vuelva fibroso.[2]
- Deja el queso a un lado para que llegue a temperatura ambiente mientras preparas los demás ingredientes. Así facilitarás la fundición del queso posterior.
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3Ralla 1/2 cucharadita de nuez moscada fresca para aportar un sabor picante y dulce. Coloca la semilla de nuez moscada sobre una tabla de cortar y aplástala con el lado plano de un cuchillo de cocina. Pela la cáscara hasta dejar expuesta la nuez. Sostén un rallador plano en un ángulo de 45 grados con respecto a la tabla de cortar. Sujeta la punta de la semilla con el pulgar y el dedo índice y desliza el borde de la semilla hacia abajo por el rallador, en pasadas de 5 cm (2 pulgadas).[3]
- Sigue rallando más semillas de nuez moscada hasta obtener una cantidad suficiente.
- Compra nuez moscada molida si prefieres omitir el proceso de rallado. Pero ten presente que la nuez moscada ya molida pierde su sabor más rápido que la entera.
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4Pica media cebolla o una entera para darle al queso un sabor picante suave. Corta los extremos de la cebolla con un cuchillo de cocina y pon el lado plano hacia abajo sobre una tabla de cortar. Luego, córtala por la mitad a lo largo y retira la cáscara. Coloca una mitad boca abajo sobre la tabla de cortar y verifica que el extremo de la raíz esté apuntando hacia el lado opuesto a ti. Sostén el lado izquierdo con tu mano izquierda y haz cortes verticales en la cebolla, desplazándote de arriba hacia abajo y dejando una porción pequeña sin cortar. A continuación, gira la mitad de la cebolla a 90 grados y córtala de arriba a abajo, avanzando de derecha a izquierda.[4]
- Si deseas, repite el proceso anterior para la otra mitad. Si prefieres solo una mitad, envuelve la parte no utilizada en papel film y guárdala en el refrigerador por 7 a 10 días.
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5Corta 45 g (1,5 onzas) de mantequilla en trozos pequeños. Los trozos pequeños permitirán que esta se derrita más rápido y se mezcle mejor con la harina. Utiliza un cuchillo de mantequilla para cortar 45 g (1,5 onzas) de mantequilla y colócala sobre una tabla de cortar. Luego, córtala en trozos pequeños del tamaño de la yema del dedo.[5]
- Compra barras de mantequilla envasadas para facilitarte el corte.
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Parte 2
Parte 2 de 2:Crear la salsa
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1Derrite los trozos de mantequilla en una cacerola pequeña a 90 °C (195 °F). Coloca cada trozo en una cacerola pequeña pesada y ponla en la estufa a fuego lento, lo que suele ser el número "2" en la perilla de temperatura o más o menos 90 °C (195 °F).[6]
- En lo posible, utiliza una cacerola pesada para distribuir el calor de manera más uniforme.
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2Incorpora la harina a la mantequilla derretida y cocina la mezcla por 1 o 2 minutos. Sostén el batidor entre el pulgar y el dedo índice y muévelo alrededor de la cacerola con un movimiento circular. Deja que el mango del batidor se mueva ligeramente en tu mano. Sigue batiendo aún después de haber incorporado la harina para eliminar el sabor harinoso. Mantén el fuego bajo y cocina la mezcla por 1 o 2 minutos después de la incorporación de la harina.[7]
- Cuando veas la harina un poco dorada, puedes continuar con el siguiente paso.
- Mantén la posición de los dedos al sujetar el batidor mientras bates para que tu mano no se canse tanto.
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3Añade 2 tazas (500 ml) de leche fría y bate por 3 o 4 minutos. Saca la leche del refrigerador y viértela con suavidad en la cacerola mientras sigues batiendo. Asegúrate de incorporar la leche de forma lenta y continua hasta que la mezcla empiece a hervir. En este punto, debe estar espesa y burbujeante.[8]
- La mezcla de mantequilla y harina debe estar caliente antes de añadir la leche. De lo contrario, déjala reposar por 1 o 2 minutos adicionales. Mezclar los ingredientes a distintas temperaturas permite asegurarte de que se calienten a un ritmo moderado y que el queso adopte una textura óptima.
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4Condimenta la salsa con la nuez moscada, la cebolla, el clavo de olor, las hojas de laurel, la sal y la pimienta. Primero espolvorea un poco de sal y pimienta al gusto. Luego, añade la 1/2 cucharadita de nuez moscada recién rallada y la cebolla picada. Por último, añade 1 pizca de clavo de olor molido y 1 hoja de laurel picada.[9]
- Añade cada condimento uno a la vez y prueba la salsa después de incorporarlos. Juega con las cantidades hasta lograr el sabor deseado.
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5Deja hervir la salsa a fuego lento por 8 a 10 minutos o hasta que adopte una consistencia homogénea. Cuando la salsa empiece a hervir y a formar burbujas, baja la temperatura al mínimo o hasta el número más bajo de la perilla. Esto la llevará a fuego lento, justo por debajo del punto de ebullición, mientras sigue calentándose. Cuando la salsa tenga una consistencia homogénea, retírala del fuego.[10]
- Es esencial que no se caliente más de lo necesario para la fundición, así que es mejor ser precavido utilizando menos fuego.
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6Incorpora el queso rallado fuera del fuego. Una vez que hayas retirado la cacerola del fuego, añade el queso rallado a la salsa y bate hasta que el queso adopte de nuevo una consistencia lisa y homogénea.
- Si el queso no se funde, regrésalo a la cacerola y ponlo a fuego lento. Sin embargo, el fuego debe estar lo más bajo posible para evitar que el queso se vuelva fibroso a causa del recalentamiento.
- Añade el queso al último minuto posible y solo cocínalo hasta que se funda. No lo dejes hervir o se cuajará y se quemará.
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7Cuela la salsa si tiene trozos de condimentos. Si la salsa tiene trocitos, retira parte de los condimentos con una cuchara pequeña. En este punto, el sabor de los condimentos ya estará incorporado. Otra alternativa es colocar un colador sobre una olla mediana y cubrir el colador con un paño de queso. Verifica que el paño sea lo bastante largo para cubrir por completo la superficie del colador y que cuelgue sobre sus bordes. Luego, vierte con suavidad el queso sobre el colador.[11]
- Si optas por un paño de queso, debes dejar reposar el queso por unas cuantas horas a temperatura ambiente, así que utilízalo como último recurso.
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8Sirve la salsa de queso y refrigera el sobrante. Vierte la salsa de queso sobre el plato de pasta que desees o utilízala para preparar un sándwich de carne y queso al estilo de Filadelfia. Para acompañamientos, utilízala como una salsa para mojar con papas fritas, viértela sobre nachos o sobre un bol de verduras mixtas de brócoli y coliflor. Si te quedan sobras, colócalas en un recipiente hermético y guárdalo en el refrigerador por 3 o 4 días.[12]
- Recalienta la salsa en un recipiente apto para microondas a alta potencia por 1 o 2 minutos o en una cacerola a 90 °C (195 °F) por 5 minutos.
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Consejos
- La harina impide que el queso se cuaje. Añadirla primero a la mantequilla y batirla bien por unos cuantos minutos eliminará el sabor harinoso.
- La clave es batir la mezcla de forma constante para evitar que la harina se ponga grumosa y permitir obtener una salsa más homogénea.
- Si utilizas queso bajo en grasa, debes picarlo aún más fino que el queso normal porque es más duro y tarda más en fundirse.[13]
Advertencias
- La salsa quedará grumosa si no mezclas los ingredientes lo suficiente. Sigue batiendo hasta mezclar los ingredientes y obtener una consistencia homogénea.
- Si el queso no está rallado, desmenuzado o picado, tardará mucho tiempo en fundirse en la cacerola.
Cosas que necesitarás
- ralladores
- un batidor de alambre
- un rallador plano
- una cacerola
- un cucharón
- un bol de servir
Referencias
- ↑ https://youtu.be/8ielTEaZWpQ?t=20s
- ↑ http://allrecipes.com/HowTo/cheese-sauce-made-easy/detail.aspx
- ↑ http://joythebaker.com/2008/11/a-lesson-in-nutmeg/
- ↑ https://www.waitrose.com/home/recipes/step_by_step/how_to_dice_an_onion.html
- ↑ https://www.dairygoodness.ca/butter/butter-tips-tricks/how-to-use-butter-with-dry-ingredients
- ↑ http://allrecipes.com/HowTo/cheese-sauce-made-easy/detail.aspx
- ↑ https://www.saltedtv.com/skills/how-to-whisk-by-rose-lawrence
- ↑ http://allrecipes.com/HowTo/cheese-sauce-made-easy/detail.aspx
- ↑ https://bakingmischief.com/2018/01/24/easy-cheese-sauce/
Acerca de este wikiHow
Para hacer salsa de queso, primero añade ¼ de taza de leche y 4 cucharaditas de harina multipropósito en una cacerola y bate la mezcla. Luego, vierte otros ¾ de taza de leche y ¼ de cucharadita de sal, y todo hierve a fuego medio. Revuelve la mezcla con frecuencia para que no se queme. A continuación, baja el fuego y hierve la salsa a fuego lento por 2 minutos o hasta que comience a espesarse. Remueve continuamente, y luego añade 1/3 de taza de queso cheddar rallado y ¼ de cucharadita de pimienta negra. Por último, remueve la salsa hasta que el queso se haya derretido por completo ¡y disfruta! Para saber cómo condimentar la salsa de queso y agregarle algunos vegetales para darle un sabor picante suave, ¡sigue leyendo!
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