El jengibre es una especia que se usa en distintas recetas y bebidas. Esta raíz proporciona una gran cantidad de beneficios para la salud que hace que sea ideal para preparar un té caliente o tisana (bebida medicinal). El jengibre en sí tiene una gran cantidad de cualidades, como antioxidantes, componentes contra las náuseas, agentes contra la inflamación y otros compuestos que pueden prevenir el cáncer.[1] Para preparar una taza de té tradicional, remoja un trozo de raíz de jengibre fresco en agua. Si quieres desintoxicarte el cuerpo durante un resfrío, puedes preparar una mezcla de jengibre, cúrcuma y miel para aliviar los síntomas. También puedes desintoxicarte al tomar una taza de té de jengibre con miel y limón. En cuestión de minutos, podrás aprovechar los increíbles beneficios de una deliciosa taza de té de jengibre.

Ingredientes

Té caliente de jengibre

  • 1 trozo de raíz de jengibre lavado de 2,5 cm (1 pulgada)
  • 2 tazas (500 ml) de agua
  • 1 o 2 cucharadas de miel
  • 350 ml (12 onzas líquidas) de refresco de jengibre (opcional)
  • 1 saquito de té negro (opcional)

Té de cúrcuma y jengibre

  • 2 tazas (500 ml) de agua
  • ½ cucharadita de cúrcuma molida
  • ½ cucharadita de jengibre fresco o molido
  • ½ cucharadita de canela molida (opcional)
  • 1 cucharada de miel
  • 1 rodaja de limón
  • 1 a 2 cucharadas de leche (opcional)

Té de jengibre con miel y limón

  • jugo de medio limón
  • 2 cucharadas de miel
  • ½ cucharadita de jengibre rallado
  • ½ cucharadita de cúrcuma molida
  • 250 ml (8 onzas líquidas) de agua
  • pimienta de cayena o pimienta negra

Método 1
Método 1 de 3:
Preparar té caliente de jengibre

  1. 1
    Lava y corta un trozo de raíz de jengibre. Toma una parte de una raíz de jengibre y pela la capa externa con un pelador de verduras. Luego, usa un cuchillo pequeño para cortar un cubo de 2,5 cm (1 pulgada) de jengibre fresco. Esta receta rinde una taza, por lo que no tendrás que incluir mucha raíz.[2]
    • Puedes comprar raíz de jengibre fresco en la mayoría de los supermercados.
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    Coloca el jengibre y el agua en una cacerola pequeña. Coloca la cacerola sobre una hornalla y permite que el agua hierva e incorpora 2 tazas (500 ml) de agua. Agrega los trozos de jengibre en el agua y lleva la hornalla a la máxima potencia. Asegúrate de que el jengibre esté sumergido por completo en el agua antes de continuar.[3]
    • Para acelerar el proceso de hervor, coloca una tapa arriba de la cacerola.
  3. 3
    Espera a que el agua hierva y luego baja la hornalla. Quédate cerca de la cacerola durante algunos minutos hasta que la mezcla de agua y jengibre comience a hervir. Quita la tapa y baja la hornalla al mínimo. Dado que se estará preparando en este momento, aplica una cantidad baja y constante de calor a la mezcla.[4]
    • Ten en cuenta que debes dejar la preparación en reposo para que el agua absorba el sabor antes de beber. De lo contrario, el té no será tan potente o efectivo.
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    Cuela el jengibre y el agua en una taza después de 10 minutos. Apaga la hornalla y vierte el té en un colador de metal pequeño. Coloca el colador arriba de una taza a medida que viertes la bebida, separando los trozos de jengibre del resto del té. Para endulzar la bebida, agrega una o dos cucharadas de miel en la taza.[5]
    • Duplica o triplica la receta si quieres preparar más té a la vez. Después de almacenar los restos de té en el refrigerador, viértelos en una taza y recalienta la bebida en el microondas por al menos 30 segundos.
    • El té de jengibre sabe mejor cuando se bebe el mismo día.[6]

    ¿Lo sabías? Para preparar una versión rápida de té de jengibre, calienta una taza con refresco de jengibre en el microondas durante dos minutos o menos. Luego, agrega un saquito de té negro en la mezcla y permite que repose por el tiempo especificado en el envase.[7]

    También puedes preparar una taza sencilla de té de jengibre al incorporar una cucharadita y media de jengibre molido o rallado en una taza y verter 350 ml de agua hirviendo.[8]

Método 2
Método 2 de 3:
Preparar té de cúrcuma y jengibre

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    Hierve 2 tazas (500 ml) de agua en una olla pequeña. Vierte algo de agua en una cacerola y sube la hornalla a la máxima potencia. Espera algunos minutos para que el agua hierva antes de añadir más ingredientes. Si quieres acelerar el hervor, coloca una tapa en la olla o cacerola para contener el calor.[9]
    • Como referencia, el agua hará burbujas y liberará vapor en su punto de hervor.
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    Incorpora cantidades iguales de cúrcuma y jengibre molido. Toma una cucharadita de cada ingrediente e incorpórala en el agua hirviendo. Para añadir un sabor adicional, agrega media cucharadita de canela molida a la mezcla. Si quieres que la receta sea más potente, duplica la cantidad de especias a añadir en el agua.[10]
    • Usa jengibre fresco si quieres que el sabor sea un poco más fuerte.
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    Baja la hornalla y deja reposar la preparación durante 10 minutos. Lleva la hornalla a fuego lento para que se prepare el té. Ten en cuenta que el té estará más concentrado si lo dejas absorber el sabor por más tiempo. Espera al menos 10 minutos antes de apagar la hornalla.[11]
    • Permite que el té se estacione durante 15 minutos si quieres que tenga un sabor más fuerte.
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    Cuela el té en una taza e incorpora los ingredientes adicionales. Toma un colador de metal y colócalo sobre una taza grande. Vierte el té a través del colador, atrapando cualquier grano de especia suelto a medida que la mezcla llena la taza. En este momento, puedes endulzar la preparación con una cucharada de miel u otro endulzante de tu preferencia.[12]
    • Para que el té tenga una consistencia más cremosa, puedes agregarle una o dos cucharadas de leche.

Método 3
Método 3 de 3:
Preparar té con miel y limón

  1. 1
    Hierve la cantidad de agua necesaria para completar una taza de té de 350 ml (12 onzas líquidas). Llena una tetera con agua y colócala sobre la hornalla. Asegúrate de calentar la cantidad de agua necesaria para preparar el té, en especial si quieres servir varias tazas. Lleva el fuego a su máxima potencia y espera algunos minutos para que la tetera comience a silbar antes de apagar la hornalla.[13]
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    Coloca un poco de jengibre, limón, pimienta de cayena y cúrcuma en la taza. Añade media cucharadita de jengibre rallado y cúrcuma molida en el fondo de la taza. Además, incorpora una pizca de pimienta de cayena o pimienta negra para que el té esté un poco más picante.[14]
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    Vierte el agua y permite que los ingredientes se estacionen durante cinco minutos. Incorpora el agua hirviendo, llenando la taza hasta la cantidad deseada. Usa una cuchara para revolver los ingredientes en el té. Ten en cuenta que el jengibre rallado no se disolverá, sino que permanecerá en el fondo de la taza. Sigue mezclando los ingredientes durante cinco segundos hasta revolverlos por completo con el agua.[15]
    • Si quieres añadir algún polvo medicinal a la bebida, puedes disolverlo en el té.[16]
    • Para endulzar la bebida, puedes agregar dos cucharadas de miel en el té. Asegúrate de que se disuelva por completo para comenzar a disfrutar tu taza de té.[17]

    Consejo: vierte los restos de la preparación en una jarra para beber más tarde. Si no tienes más ganas de beber o prefieres seguir haciéndolo más tarde, vierte la preparación en una jarra y colócala en el refrigerador hasta por un día.[18]

Cosas que necesitarás

Preparar té caliente de jengibre

  • pelador de verduras
  • cuchillo
  • cacerola
  • colador
  • taza

Preparar té de curcuma y jengibre

  • olla pequeña
  • colador
  • taza

Preparar té con miel y limón

  • rallador
  • tetera
  • cuchara
  • taza
  • jarra (opcional)

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Categorías: | Recetas