¿Tienes problemas para estudiar? ¿Te duermes en la cama mientras tratas de aprender sobre la Edad Media o te distraes fácilmente al estar en la mesa del comedor cuando se supone que debes concentrarte en la tabla periódica? La solución a esto puede ser encontrar un mejor espacio de estudio. Con el equipo adecuado, un poco de planificación, organización y un toque personal, lograrás tener un mejor lugar de estudio que puede mejorar tus resultados.

Parte 1
Parte 1 de 3:
Equipar tu espacio

  1. 1
    Encuentra un buen escritorio (o mesa) y una silla. Querrás estar cómodo, pero no tanto como para distraerte o quedarte dormido. También necesitarás un espacio de trabajo adecuado.[1]
  2. 2
    Asegura una iluminación adecuada. Un área de estudio muy oscura no solo facilitará que te quedes dormido, sino que también puede forzar tu vista, lo cual pondrá un freno a cualquier sesión de estudio.
    • Si bien la luz natural que pasa por una ventana puede ser refrescante y calmante, la tentación de mirar por ahí puede dificultar que estudies.[2] Considera usar cortinas o persianas traslúcidas o ubicarte de espaldas a la ventana.
  3. 3
    Junta tus implementos. Asegúrate de tener a la mano todos los materiales que necesitas para estudiar, de modo que no pierdas el tiempo buscando una regla o minas de lápiz.
    • Conserva los útiles escolares clásicos, por ejemplo, lapiceros o lápices, gomas de borrar, papeles, fichas, marcadores, etc. en áreas asignadas en el escritorio o en un cajón accesible.
    • Ten cerca un diccionario tradicional de bolsillo, un diccionario de sinónimos y una calculadora, aun cuando tu teléfono celular pueda hacer el trabajo de los tres. Usar este dispositivo para hacer divisiones complejas o correcciones ortográficas es una invitación abierta a la distracción debido a las otras miles de cosas que puedes hacer con él.[3]
  4. 4
    Mantén las cosas organizadas. Utiliza los cajones del escritorio para mantener cerca las cosas que necesitas a fin de evitar desperdigarlas por todo el escritorio. Si no tienes suficientes cajones (o ninguno), usa cajas, cajones pequeños de madera, etc. que puedas apilar en el escritorio a lo largo del perímetro del área de estudio.
    • Organiza los materiales de estudio por curso o asignatura en fólderes o carpetas archivadoras. Clasifícalos de manera clara y guárdalos para que puedas acceder fácilmente.
    • También puedes organizar tus trabajos y notas con un tablón de anuncios, pizarrones de corcho y calendarios de pared.
    • Para más ideas, lee el artículo Cómo organizar tu escritorio.
  5. 5
    Organiza tus archivos de computadora, también. Ser organizado se extiende a los archivos en linea además de lo que está físicamente a tu alrededor. ¿Alguna vez buscaste ese borrador del ensayo que estabas escribiendo y no lo lograste? ¿O perdiste las notas que necesitabas para estudiar para tu examen de sicología porque no podías acordarte dónde las habías puesto? Hazte carpetas específicas para cada clase o materia, y también ten todos tus archivos en el lugar correcto.
    • Etiqueta las cosas con claridad para que las puedas encontrar con la función de búsquedas. Evita los nombres cursis y opta más bien por los títulos descriptivos. ¡Y etiqueta los borradores!
  6. 6
    Considera la idea de un reloj. Esto depende del tipo de persona que eres. ¿Un reloj te motivará a seguir estudiando por una hora más o te recordará que tu programa favorito comienza en solo 15 minutos (o te hará pensar que solo estuviste estudiando durante ese tiempo)?

Parte 2
Parte 2 de 3:
Eliminar las distracciones

  1. 1
    Reduce el desorden del escritorio. Este aspecto está relacionado con la necesidad de una organización adecuada del escritorio y, además, con el hecho de mantener el control sobre el desorden de papeles, lapiceros, libros abiertos, etc. que puedan acumularse en el espacio de estudio.
    • Una buena idea es tomar descansos cortos de todas formas durante el estudio. De este modo, cuando lo hagas emplea un momento para ordenar el espacio de estudio antes de reanudar la actividad.
    • El exceso de desorden puede provocar distracciones innecesarias. Mantén delante de ti solo lo que necesitas en ese momento. Un espacio de estudio desordenado puede conducir a una mente desordenada.[5]
  2. 2
    Desconéctate de tu celular. Como se mencionó anteriormente, una buena idea es no usar las funciones de diccionario y calculadora de tu celular y optar por las versiones clásicas. Sin embargo, de todas formas es difícil ignorar la tentación del celular al estudiar. El celular inteligente y moderno es quizás la mejor herramienta y el mejor distractor.
  3. 3
    Bloquea sonidos distractores. Un televisor siempre será una distracción cuando se trata de estudiar, por lo tanto, intenta encontrar un lugar sin un televisor cerca o al menos ubícate en dirección contraria a él. ¡Y déjalo apagado mientras estudias!
  4. 4
    Usa el espacio solo para estudiar. Si tu espacio de estudio es la cama, estarás más tentado a pensar en dormirte (o realmente lo harás). Si es donde juegas juegos de computadora, jugarás; si es la mesa del comedor, comerás, etc. Será más probable que crees asociaciones de distracción.[10]
    • Si te es posible crear un espacio (incluso una esquina, un hueco, un armario grande, etc.) que sea de manera exclusiva para estudiar, hazlo. Asocia tu presencia allí solamente con el estudio.
    • Si esto no es una opción, haz lo que puedas para transformar un espacio de usos múltiples en un espacio de estudio. Retira comida, platos, centros de mesa, etc., de la mesa del comedor. Guarda los juegos de computadora, materiales para un libro de recortes y así sucesivamente.
  5. 5
    Evita comer bocadillos mientras estudias. Estudiar es un trabajo difícil que da hambre, pero tienes que tener cuidado. Es fácil picar sin darse cuenta cuando se está estudiando. La comida chatarra es especialmente no recomendable. Si quieres tener bocadillos a la mano, opta por las frutas y las verduras frescas, o bocadillos de grano integral como galletas.
    • Procura no consumir excesiva azúcar y cafeína mientras estudias. Estas pueden hacerte sentir nervioso y producirte un desequilibrio energético después.
    • Procura dejar el bocadillo para cuando tengas una pausa del estudio. Así, estarás al tanto de qué comes y además es bueno como premio a un buen trabajo.
    • No ignores las necesidades de tu cuerpo. Prográmate una pausa para una comida o un bocadillo, o ponte un periodo de tiempo específico antes de llenar tu taza de café. De esta manera, estarás cuidando tu mente y tu cuerpo.

Parte 3
Parte 3 de 3:
Personalizar tu espacio de estudio

  1. 1
    Hazlo tuyo. Trata de ubicar el espacio de estudio en un área que se ajuste a ti. Si necesitas silencio absoluto, busca un rincón escondido, un ático, un sótano, una habitación libre, lo que puedas encontrar. Si prefieres un poco de sonido, ubícalo cerca (pero no dentro) de un área con más actividad.
    • Si el lugar no siempre puede ser tu espacio dedicado al estudio, informa a los demás cuándo será utilizado como tal. También puedes hacer una señal para colgar de “No molestar”, “Silencio por favor” o “Eh, ya basta, ¡estoy estudiando aquí!”, según tu personalidad.
  2. 2
    Decora para motivarte. Adornar el espacio de estudio con pósteres, señales y fotos que sean importantes para ti puede ayudar a darte ese impulso para seguir adelante.
  3. 3
    Apela a tus sentidos. Si puedes agregar color al espacio de estudio, ten en cuenta que los colores fríos como el azul, púrpura y verde tienden a inspirar sentimientos de paz y equilibrio, mientras que los colores cálidos como el rojo, amarillo y naranja tienden a inspirar actividad e incluso inquietud.[12] [13]
    • Por lo tanto, si tiendes a ponerte demasiado nervioso para los exámenes que vienen, considera utilizar un color frío para la decoración; si lo que necesitas es una motivación intensa mientras intentas estudiar, prueba uno más cálido.
    • Sin embargo, no olvides tus otros sentidos. Algunos olores como el limón, lavanda, jazmín, romero, canela y menta parecen mejorar el estado de ánimo y la productividad en algunas personas. Prueba diferentes velas aromáticas y aceites esenciales.[14]
    • Por otro lado, el ruido blanco, los sonidos de lluvia o la música clásica son generalmente las mejores opciones como sonido de fondo durante una sesión de estudio. Si no puedes elegir entre esas opciones, selecciona una música que te sea muy familiar. Crea una pista de audio con canciones que hayas escuchado antes varias veces: estas son más propensas a desvanecerse con el sonido de fondo que un éxito nuevo que te mueres por cantar.[15]
  4. 4
    No exageres. Recuerda que el propósito de un espacio de estudio es ayudarte a estudiar con mayor eficacia. Si pasas demasiado tiempo tratando de armar el espacio solo para terminar reduciendo significativamente el tiempo real de estudio, no te harás ningún favor. Un espacio de estudio destinado a limitar las distracciones puede convertirse en una distracción en sí.
    • Es mejor estudiar en un espacio no tan ideal que no estudiar en un espacio perfecto.

Consejos

  • Si el espacio de estudio es demasiado caliente, es posible que te sientas somnoliento. Si es demasiado frío, tu pensamiento puede ser lento y menos claro. Elige una temperatura en la que tu mente y cuerpo funcionen mejor.
  • El espacio de estudio no es de gran ayuda si no puedes usarlo cuando lo necesitas. Si utilizas un espacio de estudio que debes compartir con otros por cualquier motivo, elabora un horario para que sepas cuándo puedes usarlo.
  • Los estudios demuestran que la mayoría de alumnos estudian mejor en un ambiente tranquilo. Si notas que escuchar música o ver televisión mejora tu estado de ánimo, mantén el volumen bajo. Sin embargo, trata de desenchufar el televisor, de modo que incluso si lo prendieras, no funcionaría. Y si deseas música, reproduce un disco compacto que no contenga palabras. La música instrumental clásica, electrónica o post-rock puede ser adecuada. Debe ser tranquila y relajante, de modo que no te distraiga demasiado.
  • La cantidad de luz que necesitarás dependerá de lo que hagas. Lo importante es que veas claramente lo que necesitas ver sin ningún tipo de esfuerzo o malestar.
  • Una silla que no es cómoda puede causar molestias o dolores que pueden interferir con el estudio y la concentración. Una silla demasiado cómoda puede relajarte o adormecerte. Elige una silla en la que puedas sentarse durante periodos largos mientras mantienes la concentración en el estudio. Además, asegurará que tu espalda no se lastime y que tus nalgas estén cómodas.
  • Asegúrate de que todas tus cosas importantes, como tareas, estén fuera del alcance de tu hermano(a) pequeño(a) o de tu perro.

Acerca de este wikiHow

Alexander Ruiz, M.Ed.
Coescrito por:
Tutor académico
Este artículo fue coescrito por Alexander Ruiz, M.Ed.. Alexander Ruiz es consultor educativo y director educativo de Link Educational Institute, una empresa de tutoría con sede en Claremont, California, que ofrece planes educativos personalizables, tutoría para preparación de asignaturas y exámenes, así como consultoría sobre postulaciones universitarias. Con más de una década y media de experiencia en la industria de la educación, Alexander capacita a estudiantes para que aumenten su autoconciencia e inteligencia emocional al mismo tiempo que consiguen metas, y logran habilidades y una educación superior. Tiene una licenciatura en psicología de la Universidad Internacional de Florida y una maestría en educación de la Universidad del Sur de Georgia. Este artículo ha sido visto 159 395 veces.
Categorías: Técnicas de estudio