El sándwich de queso fundido es un clásico de la comida estadounidense y un plato infaltable para muchas personas en el mundo, puesto que es fácil de preparar y los resultados son increíblemente deliciosos. La técnica tradicional de la estufa funciona muy bien, pero utilizar el horno tostador es aún más fácil y demanda muy poca limpieza. También es más saludable que la variedad tostada en sartén, puesto que no necesitarás utilizar mucha mantequilla.

Ingredientes

Sándwich de queso fundido clásico

  • 2 rebanadas de tu pan favorito
  • 2 cucharaditas de mantequilla ablandada
  • 2 rodajas (45 g o 1,5 onzas) de queso provolone (o el queso de tu elección)

Rinde 1 porción

Sándwich de queso fundido saludable con acelga

  • 2 cucharaditas de aceite de oliva
  • 1 diente de ajo picado
  • 1 manojo pequeño de acelga picada y lavada
  • 2 rebanadas de pan integral
  • 1 rodaja (30 g o 1 onza) de queso suizo (de preferencia, bajo en sodio)
  • 2 rodajas de tomate

Rinde 1 porción

Método 1
Método 1 de 2:
Sándwich de queso fundido clásico

  1. 1
    Precalienta el horno a 230 °C (450 °F) y mete la bandeja para hornear. Pon la temperatura del horno tostador a 230 °C (450 °F) y mueve la rejilla de cocción a la posición más baja. Luego, coloca una bandeja para hornear en la rejilla y déjala precalentarse junto con el horno.[1]
    • La posición de la rejilla más baja es la más cercana al elemento calefactor dentro del horno tostador. Sin embargo, debes confirmar la ubicación del elemento calefactor, puesto que esta varía en algunos hornos tostadores.[2]
    • Precalentar la bandeja para hornear la convierte en una "plancha pequeña" que producirá un pan crujiente y dorado.
  2. 2
    Unta un lado de cada rebanada de pan con mantequilla. Deja reposar la mantequilla a temperatura ambiente por 30 minutos para que se ablande. Coloca el pan en una superficie plana y limpia (como una encimera, una tabla de cortar o un plato) y enmantequilla solo los lados superiores de las rebanadas. Utiliza 1 cucharadita de mantequilla ablandada por rebanada.[3]
    • Considera utilizar pan de multigranos en vez de pan blanco, ya que se pone más crujiente y aporta más sabor.
    • Aunque la ciabatta y el brioche no son tan saludables como el pan de multigranos, también son opciones deliciosas.[4]
  3. 3
    Dale la vuelta a una rebanada de pan con el lado enmantequillado hacia abajo y cubre con 2 rodajas de queso. Coloca con cuidado una de las rebanadas de pan en la superficie plana de modo que el lado enmantequillado esté hacia abajo. Pon 2 rodajas de queso provolone (o el queso de tu elección) por encima de la rebanada de pan.[5]
    • Lo ideal es utilizar un queso duro, como el cheddar o el suizo, cortado en rodajas estándares o semigruesas. Las rodajas de queso cheddar o suizo quedan muy bien. Si deseas, puedes combinar quesos.[6]
    • Evita utilizar queso rallado, puesto que se derretirá muy rápido y provocará un desastre.
  4. 4
    Cubre el queso con la rebanada de pan restante, con el lado enmantequillado hacia arriba. Alinea la segunda rebanada de pan con la primera, directamente por encima de las rodajas de queso. Asegúrate de colocar el pan con el lado enmantequillado hacia arriba de modo que el pan se tueste de forma correcta.[7]
  5. 5
    Coloca el sándwich en la bandeja precalentada y métela en el horno. Ponte manoplas y saca la bandeja para hornear del horno tostador. Coloca con cuidado el sándwich de queso fundido en la superficie caliente y regresa la bandeja a la posición de la rejilla más baja.[8]
  6. 6
    Tuesta el primer lado del sándwich por 4 minutos. Al cabo de 4 minutos, abre la puerta del horno y levanta el sándwich con una espátula de modo que puedas echar un vistazo el fondo del pan. Estará listo para darle la vuelta una vez que el fondo esté tostado y dorado.[9]
  7. 7
    Dale la vuelta al sándwich de queso con una espátula y tuéstalo por 3 o 4 minutos. Con las manoplas puestas, abre el horno tostador y retira la bandeja para hornear. Dale la vuelta al sándwich con una espátula de modo que el otro lado pueda quedar crujiente y dorado.[10]
    • El queso debe derretirse cuando ambas rebanadas de pan estén bien doradas. El queso derretido “sella” el sándwich.
    • Si el sándwich aún no se ve bien hecho, vuelve a colocarlo en el horno tostador en intervalos de 1 minuto.
  8. 8
    Enfría el sándwich por 1 o 2 minutos y sírvelo de inmediato. Traslada el sándwich de queso tostado a un plato de servir. Córtalo por la mitad con un cuchillo y luego déjalo enfriarse por unos minutos, puesto que estará muy caliente. Disfrútalo mientras aún está caliente.[11]

Método 2
Método 2 de 2:
Sándwich de queso fundido saludable con acelga

  1. 1
    Precalienta el horno tostador a 230 °C (450 °F). Pon el horno a la temperatura adecuada y déjalo calentarse mientras armas el sándwich. Vas a colocar el sándwich directamente en la rejilla caliente dentro del horno, así que no es necesario preparar una bandeja para hornear.[13]
    • Si deseas asegurarte de obtener un sándwich muy crujiente, precalienta una bandeja para hornear en el horno y cocina el sándwich en ella en vez de hacerlo en la rejilla.[14]
  2. 2
    Calienta el aceite de oliva a fuego medio bajo. Mide 2 cucharaditas de aceite de oliva y viértelo en una sartén grande. Colócala en una hornilla y pon el fuego a medio alto.[15]
    • Sabrás que el aceite está listo cuando empiece a brillar. Esto suele tardar unos 3 minutos.
  3. 3
    Coloca el ajo y la acelga en la sartén y cocínalos por 5 minutos. Pica el diente de ajo. Lava y pica la acelga y luego coloca ambos ingredientes en la sartén. Saltéalos hasta que la acelga se marchite.[16]
  4. 4
    Coloca una rebanada de pan en la rejilla caliente y cubre con queso, acelga y tomate. Corta un tomate para obtener 2 rodajas finas. Coloca el pan directo en la rejilla del horno y añade el queso, seguido de la mezcla de acelga por encima. Luego, coloca las rodajas de tomate sobre la mezcla de acelga.[17]
    • Puedes utilizar cualquier tipo de pan de tu gusto, como el pan de granos enteros o multigranos.
    • Si deseas, también puedes sustituir el queso suizo con otros tipos, como el queso cheddar blanco o fuerte.
  5. 5
    Coloca la otra rebanada de pan junto a la primera en la rejilla. Aún no es necesario colocar la rebanada de pan superior sobre el sándwich. En vez de eso, colócala junto al sándwich, directamente en la rejilla caliente.[18]
    • Esto le permite al queso derretirse por completo y les da a las rebanadas de pan un acabado dorado y tostado.
  6. 6
    Tuesta el sándwich por 4 o 5 minutos hasta que el queso se derrita. Vigila el sándwich para evitar que se cocine en exceso. Sabrás que está listo para sacarlo una vez que el queso se haya derretido y ambas rebanadas de pan se hayan dorado.[19]
    • Levanta el pan con una espátula y verifica qué tan dorado esté.
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    Cubre el sándwich con la otra rebanada de pan y disfrútalo. Traslada el sándwich a un plato de servir con una espátula. Luego, añade la otra rebanada tostada justo por encima para completar el sándwich. Córtalo por la mitad con un cuchillo afilado antes de servirlo.[20]
    • Deja enfriar el sándwich por unos minutos antes de comerlo. El queso estará muy caliente.
    • Sírvelo con acompañamientos saludables como las verduras crudas picadas o una ensalada con tu aliño favorito.

Cosas que necesitarás

Sándwich de queso fundido clásico

  • un horno tostador
  • un cuchillo
  • una tabla de cortar
  • una bandeja para hornear
  • una espátula
  • manoplas

Sándwich de queso fundido saludable con acelga

  • un horno tostador
  • una sartén grande
  • un cuchillo
  • una tabla de cortar
  • una espátula
  • manoplas

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