Las pedicuras constituyen una manera relajante y rejuvenecedora de mantener tus pies en excelente forma. Existen innumerables salones de belleza que ofrecen este servicio, pero puedes ahorrar dinero si te remojas y humectas los pies en casa. Después de exfoliarte la piel áspera y limpiarte la superficie de las uñas con alcohol isopropílico, estarás lista para aplicarte un poco de esmalte. Empieza por una capa base transparente seguida de 2 capas de laca de color. Termina tu pedicura de calidad de salón de belleza con una capa superior transparente. Una vez que hayas dejado que el esmalte se seque por 1 hora, estarás lista para salir con los pies refrescados y consentidos.

Parte 1
Parte 1 de 4:
Remojarte y exfoliarte los pies

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    Usa acetona para quitarte el esmalte antiguo de los dedos de los pies, de haberlo. Remoja en acetona un hisopo o almohadilla de algodón y empieza a pasártelo sobre la superficie de las uñas. Trabaja en cada una individualmente, pasando repetidas veces sobre la superficie de la uña hasta deshacerte de todo el esmalte antiguo. En caso de que tengas las uñas de los pies despintadas desde el principio, límpialas con acetona para eliminar el exceso de aceite que se haya acumulado sobre la superficie de las uñas.[1]
    • En caso de que prefieras usar un producto que no te seque la piel, haz el intento de usar vinagre, peróxido de hidrógeno u otros productos domésticos. Asimismo, puedes buscar un quitaesmalte que no contenga acetona.
    • Quizás debas usar más de una bola o almohadilla de algodón para deshacerte con éxito de todo el esmalte antiguo.
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    Llena un tazón o cuenco con agua tibia. Mantén este recipiente en el baño o en donde tengas la intención de realizar la pedicura. Coloca primero los dedos debajo del agua para asegurarte de que el agua esté agradablemente tibia pero no hirviendo. Al preparar el cuenco, revisa que utilices uno del tamaño suficiente como para que tus dos pies quepan al mismo tiempo.
    • En caso de que te preocupe que el agua se rebalse, considera la posibilidad de extender de antemano una toalla debajo del cuenco.
    • Asimismo, puedes llenar la bañera con varios centímetros de agua tibia en caso de que no tengas un cuenco a la mano.
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    Añade al cuenco una cucharada grande de sales de Epsom. Revuelve el agua con una cuchara grande hasta que las sales se hayan disuelto por completo. No es necesario que añadas ninguna sal a tu baño de pies, pero tu experiencia será mucho más relajante si incluyes este producto en tu pedicura en casa.[2]
    • Se sabe que las sales de baño alivian el dolor, además de que tienen cualidades relajantes.
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    Remoja los pies en el baño de sales por 10 minutos para suavizar la piel. Coloca ambos pies en el cuenco y sumérgelos del todo. Siéntate y relájate como mínimo por 10 minutos, dejando que tu piel y tus uñas se suavicen en el agua tibia. Puedes leer un libro o revista, o ver un poco de televisión para pasar el tiempo.[3]
    • Programa un temporizador de forma que puedas recordar por cuánto tiempo has tenido los pies en el baño de sales.
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    Exfóliate los talones usando una lima grande para deshacerte de la piel muerta. Frota una lima grande para pies a lo largo de las partes más ásperas de tu piel mediante movimientos cortos y rápidos. Dedica un tiempo adicional a los talones, las bolas de los pies y cualquier otro lugar en donde surjan grietas ásperas en la piel. Límate únicamente un pie a la vez. Puedes dejar el otro pie en el cuenco de remojo mientras trabajas.[4]
    • Ten paciencia al limar la piel áspera. Quizás parezca que consume más tiempo, pero haz el intento de trabajar en tus pies con movimientos lentos de lustrado.
    • Busca otras herramientas para limar en una tienda de belleza local. Existen algunas marcas que fabrican equipo para limar específicamente para pedicuras.
    • Una excelente forma de mantener tus pies lisos después de la pedicura es con una piedra pómez.[5]

Parte 2
Parte 2 de 4:
Recortarte y acicalarte las uñas de los pies

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    Recorta la piel muerta alrededor de las uñas de los pies. Examínate los pies para fijarte si las uñas están enterrándose en la piel debajo de ellas. Usa un cortaúñas para cortar los trozos de uñas crecidas y piel muerta, los cuales pueden interferir con tu pedicura en el futuro. Trabaja con suavidad al quitar los trozos grandes y no deseados de piel muerta alrededor de la uña.[6]
    • Ten cuidado de que la piel que recortes esté muerta y no sea piel saludable que aún esté unida al dedo del pie.
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    Empuja las cutículas hacia atrás usando un palo anaranjado en caso de que estén muy arriba. No te cortes ni recortes las cutículas debido a que esto puede introducir muchas bacterias malas en las uñas. Usa en cambio un palo anaranjado para empujar las cutículas hacia atrás, forzándolas contra la base de la uña.[7]
    • Empuja las cutículas hacia atrás únicamente después de que tus pies estén remojados y la piel esté suavizada.
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    Córtate las uñas en línea recta. Córtate las uñas en una línea recta y pareja con un par de cortaúñas desinfectado. Evita cortar alrededor de las esquinas o tratar de darles forma de curva a las uñas, ya que esto puede ocasionar uñas encarnadas más adelante.[8]
    • Es menos probable que el esmalte se astille en las uñas que estén cortadas en línea recta.
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    Limpia o remoja las herramientas en un desinfectante antes de guardarlas. Limpia los cortaúñas, el palo anaranjado y otras herramientas reutilizables de pedicura con toallitas desinfectantes o una solución desinfectante. Revisa que la solución mate a la mayor parte de las bacterias comunes, incluyendo el pie de atleta y el estafilococo. Lee la etiqueta del desinfectante para determinar cuánto tiempo toma esterilizar el equipo y espera esa cantidad de tiempo.[9]
    • El alcohol isopropílico funciona bien como desinfectante.
    • Siempre debes esterilizar el equipo para las uñas después de usarlo.

Parte 3
Parte 3 de 4:
Humectarte los pies

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    Aplícate una mascarilla para pies para aliviártelos y humectártelos. Busca una mascarilla para pies en una tienda de belleza o farmacia local. En caso de que tengas los pies secos, invierte en un producto humectante. En caso de que tengas la piel gruesa y cubierta de callos, opta en cambio por un tratamiento de mascarilla con efecto de peeling. Frota el producto formando una capa delgada sobre toda tu piel y luego eleva los pies sobre una superficie plana (por ejemplo, el borde una bañera). Déjate la mascarilla por el tiempo recomendado en la etiqueta del producto.[10]

    Consejo: en caso de que te preocupe que tu piel podría ser muy sensible a la mascarilla para pies, prueba de antemano una pequeña cantidad del producto sobre una zona pequeña del pie para tener la certeza de que no tengas sensibilidad o alergia a los ingredientes.

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    Remójate los pies por 10 minutos en el baño de sales para enjuagarte la mascarilla. Coloca ambos pies en el cuenco para deshacerte de la capa delgada del producto de la mascarilla. Gira los pies en la bañera dejando que el baño de sal enjuague la mascarilla. Durante este tiempo, no dudes en sentarte con un libro, una revista o alguna otra actividad relajante.
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    Sécate los pies con una toalla limpia. Saca los pies del baño de sal y envuélvelos con una toalla limpia y suave. Luego, enfócate en secar el agua que gotee de tus pies, de ser el caso. Sigue secándote con la toalla, introduciéndola entre los dedos de los pies para deshacerte del exceso de humedad. Puedes hacer a un lado la toalla después de que tus pies estén secos al tacto.[11]
    • En caso de que no tengas una toalla a la mano, no dudes en usar en cambio un trapo de lavado o papel toalla.
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    Frótate una loción sobre los pies y los dedos de los pies para conservar la humedad. Frótate una cantidad de loción humectante del tamaño de una moneda en las yemas de los dedos. Masajéate la loción por toda la superficie de los pies con los dedos, esparciéndola por la parte superior e inferior de cada pie. Sigue esparciendo la loción entre los dedos de los pies y en la base de las uñas.[12]
    • Si quieres una experiencia completa de pedicura, frótate la loción también sobre los tobillos y la parte inferior de las pantorrillas.
    • Debes usar la loción que funcione mejor para tu tipo de piel. Por ejemplo, en caso de que tengas los pies particularmente secos, busca una loción humectante.

Parte 4
Parte 4 de 4:
Aplicarte esmalte de uñas

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    Limpia la superficie de la uña usando un hisopo de algodón sumergido en alcohol isopropílico. Sumerge la punta de un hisopo de algodón en alcohol isopropílico y luego frótalo sobre la superficie de cada uña individual. No te preocupes por refregar la uña sino tan solo enfócate en limpiar el exceso de aceite o de producto que pueda haberse pegado a la uña al remojarla en el baño. Antes de continuar, espera alrededor de un minuto para que el alcohol se seque.[13]
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    Coloca una herramienta separadora entre los dedos de los pies. Apoya cada dedo individual en una sola ranura del separador de dedos. En caso de que no tengas experiencia con la aplicación de esmalte de uñas en los pies, utiliza esta herramienta para mantener los dedos de los pies separados al aplicarte la laca transparente y de color.[14]
    • En caso de que tengas experiencia con el esmalte de uñas, puedes ignorar esto.
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    Esparce una capa base transparente sobre las uñas de los dedos de los pies. Toma el aplicador de esmalte y frota una capa base fortificante sobre cada uña individual. Empieza por el dedo gordo y trabaja hacia afuera, pintando en el mismo orden en el que tengas la intención de pintarte los dedos de los pies. Espera entre 3 y 5 minutos (o el tiempo que se especifique en la botella) a que se seque la capa base.[15]
    • Las capas base evitan que el esmalte manche la uña base más adelante.
    • En caso de que prefieras los tonos oscuros de esmalte, las capas base pueden hacer que tus uñas no tengan un aspecto amarillento.
    • Al comprar en una tienda de suministros de belleza o farmacia local, busca una fórmula para la capa base que esté etiquetada como humectante.
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    Pinta una capa de esmalte de color sobre la capa base. Sumerge ligeramente la brocha del esmalte en la botella y luego coloca la brocha en el centro de la uña. Deja que el esmalte forme un charco sobre la superficie de la uña y luego empújalo a la izquierda y a la derecha con la brocha. Evita frotar excesivamente sobre el producto debido a que esto puede darle un aspecto grumoso y poco profesional al esmalte.[16]
    • Idealmente, solo debes usar 3 pasadas de la brocha para aplicar una sola capa de esmalte.
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    Espera 2 minutos a que seque la primera capa de esmalte. Deja que la capa base de color seque antes de añadir una segunda capa. Evita agitar los dedos de los pies para acelerar el proceso de secado debido a que esto puede hacer que el esmalte húmedo se corra o se deforme. Deja en cambio los dedos de los pies en una posición plana de forma que el esmalte pueda secarse de manera uniforme.[17]
    • Quizás sientas la tentación de aplicarte únicamente una capa de esmalte de color, pero la segunda capa puede hacer que tu pedicura tenga un color más intenso e impresionante.
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    Añade una segunda capa de esmalte de color a las uñas de los pies y déjala secar. Toma el aplicador y esparce otra capa de laca del mismo color. Aplica el esmalte sobre la uña usando nuevamente 3 pasadas, dejando que el producto se esparza de manera natural sobre cada uña. Después de aplicar la segunda capa, apoya los pies sobre una superficie plana y espera como mínimo 2 minutos a que el esmalte seque.[18]
    • Revisa la etiqueta de la botella para obtener instrucciones exactas de secado. Existen algunas fórmulas que es posible que sequen más rápido que otras.
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    Protégete las uñas con una capa superior que seque rápidamente. Termina la pedicura con una pasada delgada de esmalte para la capa superior. Aplica la laca transparente sobre cada uña usando únicamente 3 pasadas para esparcir el esmalte a lo largo de la superficie. Espera una hora a que el esmalte seque por completo de forma que no se corra cuando salgas.[19]
    • ¡No omitas este paso! Una capa superior ayuda a que la pedicura dure más, sin esquirlas ni muescas en la superficie.
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    Esparce aceite para cutículas sobre las cutículas de los dedos de los pies una vez que el esmalte haya secado. Toma la brocha aplicadora y unta una cantidad generosa de aceite a lo largo de las curvas de las cutículas. En caso de que apliques demasiado, seca el exceso evidente usando un papel toalla. Deja que el aceite se absorba, no es necesario que lo limpies.[20]
    • Siempre debes aplicar aceite para cutículas al final de la pedicura. Si la aplicas a una etapa temprana del proceso, es posible que el esmalte no se adhiera tan bien a las uñas.

Cosas que necesitarás

  • acetona
  • hisopo o almohadilla de algodón
  • cuenco de plástico
  • sales de baño
  • lima para pies
  • cortaúñas para pies
  • palo anaranjado (opcional)
  • desinfectante
  • mascarilla para pies
  • toalla
  • loción
  • hisopo
  • alcohol isopropílico
  • separadores para dedos
  • esmalte para la capa base
  • esmalte de uñas de color
  • esmalte para la capa superior
  • aceite para cutículas
  • papel toalla (opcional)

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