La cervicitis es un trastorno común que se caracteriza por la inflamación del cuello uterino. El cuello uterino es el tejido engrosado que conecta el útero con la vagina. Más de la mitad de las mujeres experimentarán la cervicitis al menos una vez en la vida. Si tienes este trastorno, es importante que lo reconozcas y que recibas tratamiento; de lo contrario, puede conducir a infecciones en el útero, en las trompas de Falopio o en los ovarios. Con el tiempo, la cervicitis que se deja sin tratar puede causar la enfermedad inflamatoria pélvica (EIP) y la infertilidad.

Parte 1
Parte 1 de 3:
Reconocer los síntomas de la cervicitis

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    Fíjate si tienes una secreción vaginal anormal. Las mujeres saludables tienen secreción vaginal, la cual puede variar en cuanto al color, a la cantidad y a la consistencia en el curso del ciclo menstrual. Sin embargo, la secreción anormal puede indicar la presencia de la cervicitis o de otro problema, así que haz una cita con el doctor.[1]
    • Debido a que la secreción vaginal puede variar tanto, “anormal” puede significar una variedad de cosas y se puede definir de manera distinta en cada caso. Por lo tanto, presta atención a cualquier secreción vaginal que tenga un olor, un color o una apariencia inusual.
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    Presta atención al sangrado entre los periodos menstruales. El sangrado entre los periodos menstruales puede ser un signo de cervicitis. Debido a que el tejido es más delicado, un cuello uterino inflamado sangra más fácilmente que uno normal. Llama al doctor si notas estos síntomas.[2]
    • Quizás notes, de manera particular, que sangras después de tener relaciones sexuales. Esto también puede ser un síntoma de cervicitis. El sangrado durante las relaciones sexuales puede ser un síntoma de otros problemas además de la cervicitis, así que de todas maneras deber hacer que te examinen.
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    Fíjate si sientes dolor al tener relaciones sexuales. El dolor al tener relaciones sexuales, también conocido como dispareunia, es un síntoma común y puede indicar una variedad de problemas, incluyendo la cervicitis. Haz una cita con el doctor para hablar del problema (además de los otros síntomas que puedas tener). No hay razón para asumir que el dolor al tener relaciones sexuales sea normal o inevitable.[3]
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    Comprueba si tienes una sensación de pesadez en el abdomen inferior. Algunas mujeres que tienen cervicitis experimentan una sensación incómoda de distensión, de presión o de pesadez en el abdomen inferior. Haz una cita con el doctor si tienes este problema.
    • La pesadez en el abdomen inferior puede ser un síntoma de otros problemas médicos. Debes hacer que te examinen ya sea que sospeches o no que tienes cervicitis.
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    Debes conocer el síntoma común de las coinfecciones. Algunas veces, las mujeres que tienen cervicitis experimentan una inflamación relacionada en la vagina (lo que causa comezón, sequedad y malestar vaginal durante el sexo) o en el tracto urinario (lo que causa micción frecuente, micción dolorosa y, algunas veces, la aparición de sangre en la orina).
    • Estos síntomas técnicamente no son signos de cervicitis en sí, pero sugieren la presencia de coinfecciones, así que debes visitar a un doctor de todas formas.
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    Toma en cuenta los síntomas menos comunes de la cervicitis. Además de los síntomas ya mencionados, hay algunos signos que aparecen raras veces, por lo general, únicamente en los pocos casos en los que una infección empieza como cervicitis y luego se extiende al resto del cuerpo. Estos síntomas incluyen los siguientes:[4]
    • náusea
    • vómito
    • diarrea
    • sensación general de mareo
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Parte 2
Parte 2 de 3:
Diagnosticar la cervicitis

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    Haz una cita con un doctor. No trates de diagnosticar la cervicitis por tu cuenta. Los síntomas se confunden fácilmente con los de otros trastornos (como las infecciones por levaduras) y, más importantemente, se puede desarrollar la cervicitis por una infección seria (como una ITS), lo cual requiere tratamiento médico.
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    Hazte un examen pélvico. El doctor realizará un examen pélvico como primera medida para diagnosticar la cervicitis. Insertará un espéculo y observará tu cuello uterino, prestando atención a cualquier enrojecimiento, ulceración, inflamación, hinchazón o secreción anormal.
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    Programa exámenes de laboratorio. Si el examen pélvico revela signos de cervicitis, el doctor ordenará exámenes de laboratorio pertinentes, incluyendo un cultivo de la secreción cervical, un cultivo de las células cervicales y, si eres sexualmente activa, exámenes para saber si tienes gonorrea, clamidia u otras infecciones de transmisión sexual.
    • Dependiendo de los resultados de estos exámenes, el doctor puede ordenar exámenes adicionales, incluyendo una posible biopsia o colposcopia (un examen que utiliza un dispositivo de aumento especial) al cuello uterino.
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    Obtén un diagnóstico del doctor. La cervicitis tiene dos categorías básicas, infecciosa y no infecciosa. La cervicitis infecciosa es mucho más común que la no infecciosa. El doctor te dirá qué tipo tienes.[5]
    • La cervicitis infecciosa se desarrolla a causa de una infección de transmisión sexual (ITS) como gonorrea o clamidia. De hecho, la asociación entre estas ITS y la cervicitis infecciosa es tan fuerte que el doctor puede empezar el tratamiento para la ITS inmediatamente, incluso antes de que se confirme el diagnóstico.
    • La cervicitis no infecciosa es mucho menos común. Las causas incluyen objetos extraños, como dispositivos intrauterinos (DIU) y capuchones cervicales, reacciones alérgicas al látex que pueden desarrollarse después del sexo con condones de látex, y duchas u otros lavados vaginales.
    • El doctor también puede referirse a una cervicitis “aguda” o “crónica”. En general, la cervicitis aguda es infecciosa y la cervicitis crónica es no infecciosa.
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Parte 3
Parte 3 de 3:
Tratar la cervicitis

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    Toma medicamentos prescritos. Para la cervicitis infecciosa, el doctor probablemente prescribirá antibióticos a fin de tratar las infecciones como la clamidia o medicamentos antivirales para tratar los trastornos como el herpes genital. Además, puede recomendar que tomes hormonas como la progesterona y el estrógeno o, en casos raros, glucocorticosteroides, para aliviar la inflamación.
    • Los efectos secundarios de estos medicamentos incluyen náuseas, malestar estomacal y fatiga. El doctor debe describir los efectos secundarios de estos medicamentos antes de prescribírtelos.
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    Considera la posibilidad de hacerte una electrocauterización. Si tienes una cervicitis no infecciosa, los medicamentos antibióticos y antivirales no eliminarán el problema. Por tanto, el doctor puede sugerir una de tres opciones de tratamiento quirúrgico. La primera, la electrocauterización, es un procedimiento quirúrgico en el que un doctor extirpa el tejido no deseado con electricidad.
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    Habla de la criocirugía con el doctor. El doctor también puede recomendar la criocirugía para casos de cervicitis no infecciosa. La criocirugía (una palabra que deriva del griego para “labor manual helada”) implica el uso de frío extremo para “congelar” o extirpar el tejido anormal.[6]
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    Considera la posibilidad de someterte a cirugía láser. El doctor también puede recomendar la terapia láser para casos de cervicitis no infecciosa. La terapia láser consiste en el uso de rayos de luz para quemar, destruir o cortar precisamente el tejido no deseado.[7]
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    Evita la irritación de tu vagina. Mientras repasas las opciones de tratamiento con el doctor, también puedes tomar medidas para reducir el malestar. Evita cualquier cosa que pueda irritar tu vagina o tu cuello uterino (por ejemplo, duchas vaginales, enjuagues vaginales, jabones fuertes y relaciones sexuales).
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    Informa a tus parejas sexuales. Si tu cervicitis es infecciosa, asegúrate de que tus parejas sexuales también busquen tratamiento. Toma en cuenta que, aunque no presenten síntomas, pueden estar infectadas y pueden reinfectarte incluso después de que hayas seguido el régimen del tratamiento recomendado por el doctor.[8]
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Consejos

  • Los síntomas de la cervicitis pueden ser molestos, estresantes o vergonzosos, pero trata de no preocuparte. La cervicitis es muy común y muy tratable.
  • Puedes prevenir algunos tipos de cervicitis usando condones masculinos o femeninos, especialmente si no eres monógama.
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Categorías: Salud de la mujer
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