Saber cómo identificar varios metales puede ser de utilidad si trabajas en un entorno científico o industrial, o si simplemente tienes curiosidad sobre el mundo natural. Si quieres identificar una muestra de un metal desconocido, lo primero que siempre debes hacer es tener un imán. Si se produce una atracción, lo más probable es que se trate acero, hierro u otro tipo de metal ferroso. Una vez que lo hayas hecho, puedes comenzar a realizar pruebas simples para delimitar las propiedades de metal en particular.

Método 1
Método 1 de 3:
Probar las diversas propiedades de un metal

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    Analiza las propiedades de una muestra para determinar si se trata de un metal. En algunos casos, puede ser fácil confundir minerales no metálicos con metales. Ten en cuenta que los metales suelen ser fuertes, densos y maleables, y generalmente tienen cierto grado de lustre o brillo. Por el contrario, los minerales no metálicos tienden a ser ligeros y quebradizos, con una coloración o acabado opacos.[1]
    • Golpea unas cuantas veces la muestra utilizando un martillo. Los minerales no metálicos se rompen con facilidad, mientras que los metales resistirán golpes continuos.
    • Asimismo, los minerales no metálicos son aislantes en lugar de conductores, es decir, no transfieren bien el calor o la electricidad. Una forma sencilla de probar la conductividad de un mineral convirtiéndolo en parte de un circuito con un paquete de baterías en un extremo y una campana eléctrica o bombilla en el otro. Si la muestra se trata efectivamente de un metal, la electricidad pasará a través de él y activará la campana o la bombilla.[2]
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    Sujeta un imán frente al metal para ver si se trata de uno ferroso o no ferroso. Si se produce una atracción, lo más probable es que el metal que quieres identificar sea ferroso. Por lo general, los metales ferrosos son magnéticos, mientras que los no ferrosos no lo son.[3]
    • Los metales ferrosos son aquellos que contienen hierro, incluido el hierro en bruto, el acero al carbono, el níquel puro y diversas aleaciones de hierro.[4]
    • La mayoría de los metales comunes son no ferrosos, incluyendo el plomo, aluminio, níquel, cobre, latón, titanio y zinc.
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    Lima una sección del metal para determinar su dureza. Frota una lima de acero al carbono sobre una parte poco visible de la muestra. Si la lima se desliza con facilidad sobre la superficie metálica, significa que será muy poco probable que la lima deje una marca. No obstante, si deja una huella en el metal o corta trozos pequeños de este, probablemente sea un tipo más suave, como cobre o plomo.[5]
    • Algunos metales, como el plomo, aluminio, magnesio y metales alcalinos, son tan suaves que incluso puedes cortarlos con un cuchillo.[6]
    • Puede ser difícil hacer un rasguño en metales más duros como el hierro, acero inoxidable, titanio y varias aleaciones.

    Consejo: limar una muestra de metal también puede revelar si está completamente compuesta por la misma sustancia o si está cubierta externamente con otro metal.

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    Siente la diferencia de peso en metales de apariencia similar. Si tienes dos o más muestras de metales sin identificar que no puedes distinguir, sujétalas y compara cómo se sienten en tu mano. Por ejemplo, el plomo será notoriamente más pesado que el hierro, mientras que el acero inoxidable pesará más que el estaño o el aluminio.[7]
    • Si quieres comprar de manera precisa el peso de las muestras, es importante que tengan un tamaño muy similar.
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Método 2
Método 2 de 3:
Realizar más pruebas especializadas

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    Realiza un ensayo de dureza Rockwell para determinar la dureza exacta del metal. El ensayo de dureza Rockwell es la forma científicamente más precisa y consistente de probar la dureza de un metal determinado. Para realizar esta prueba, coloca la muestra en una máquina de ensayo de dureza de Rockwell, la cual realizará un par de hendiduras en el mismo lugar a lo largo de la superficie utilizando un punto de prueba afilado. Mientras más suave sea el metal, más profunda será la hendidura.[8]
    • Cuando se complete la prueba, la máquina generará de forma automática un índice de dureza Rockwell numérico sobre la muestra. Compara dicho número con una tabla donde se indican los índices de varios metales a fin de determinar qué tipo de metal podría ser la muestra. Por ejemplo, un índice de entre 20 y 25 en la escala “B” corresponde al aluminio.[9]
    • También existe otro tipo de ensayo de dureza conocido como “Ensayo de dureza Brinell”. Esta versión emplea un punto de prueba metálico redondeado en lugar de uno afilado, pero el principio básico es el mismo.[10]
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    Realiza una prueba de chispas si eres un soldador o técnico con experiencia. Sujeta una pieza de chatarra contra una amoladora automática aplicando la presión suficiente como para crear un flujo continuo de chispas. Una vez que las chispas comiencen a fluir, examina su longitud, forma y color a fin de determinar el tipo de metal que las produjo.[11]
    • Por ejemplo, las chispas producidas por hierro forjado tienen rayos largos y rectos, así como un brillo de color blanco-amarillo brillante. Por su parte, las chispas producidas por acero con alto contenido de carbono son completamente blancas y forman patrones de ramificación erráticos. Otros metales mecanizables poseen sus propios patrones de chispas únicos que pueden ayudarte a identificarlos.[12]
    • Si cuentas con el equipo necesario y tienes experiencia trabajando con diferentes metales, una prueba rápida de chispa podrá indicarte prácticamente todo lo que necesitas saber sobre un material.
    • Antes de empezar a moler el metal de prueba, ponte un par de guantes de soldador gruesos y duraderos, y unas gafas de seguridad para protegerte de las chispas que salgan volando.
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    Utiliza ácido nítrico para determinar si un metal es auténticamente oro o plata. Rellena un gotero con una cantidad pequeña de ácido nítrico puro. A continuación, lima un área pequeña y apartada del metal, aplica de 1 a 2 gotas del ácido y espera unos cuantos segundos. El oro auténtico no reaccionará en lo absoluto al ácido, mientras que la plata adoptará un color blanco cremoso en los puntos de contacto. Si el área expuesta se vuelve verde o de otro color, lo más probable es que se trata de un tipo distinto de metal.[13]
    • Puedes adquirir el ácido nítrico a través de Internet en las tiendas de suministros de laboratorio que venden productos químicos de prueba.[14]
    • Recuerda que no todo lo que brilla es oro. Un metal que se asemeja al oro podría ser simplemente latón, pirita (un mineral al que, en ocasiones, se hace referencia como “oro de los tontos” debido a su parecido con el metal) o algún tipo de compuesto.
    • La plata también se empaña cuando está expuesta a los elementos, produciendo un acabado similar a la pátina que se forma en el latón.[15]

    Advertencia: el ácido nítrico es un poco corrosivo y podría provocarte una irritación si entra en contacto con tu piel. Asegúrate de utilizar guantes y unas gafas de seguridad, y de colocar los materiales en un área con buena ventilación.[16]

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Método 3
Método 3 de 3:
Analizar la apariencia de un metal

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    Ten en cuenta el color gris oscuro del hierro. El hierro, el metal ferroso por excelencia, generalmente tiene un tono gris oscuro o moderado en toda su superficie. El hierro puro o mínimamente procesado podría lucir algo sucio o tener unas tonalidades de marrón.[17]
    • La mayoría de los tipos de hierro presentan una estructura cristalina cuando se liman o se rompen. Esto sucede particularmente cuando la muestra no ha sido procesada o fundida con otros metales.
    • Las cosas tales como los artículos domésticos, las herramientas, los motores eléctricos y los muebles y electrodomésticos antiguos generalmente contienen un porcentaje de hierro.
    • El hierro fundido tiene un índice de dureza Rockwell de 86.
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    Busca el característico brillo plateado que tiene el acero inoxidable. A diferencia de los metales ferrosos, el acero inoxidable es notable por su color gris pálido brillante que reluce en la luz. Incluso podría ser un poco reflectante, dependiendo de cómo se haya tratado. El acero inoxidable casi siempre tiene el mismo tono plateado mate único a pesar de que existen varios tipos distintos.[18]
    • Si tienes un metal no ferroso con un tono plateado, probablemente se trate de estaño o aluminio.[19]
    • El acero inoxidable se utiliza con frecuencia en utensilios de cocina, cubiertos, electrodomésticos, materiales de construcción y recipientes de almacenamiento.
    • El acero inoxidable tiene un índice de dureza Rockwell de 88.
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    Presta atención a una tonalidad rojiza que pueda sugerir la presencia de cobre. Por lo general, puedes reconocer el cobre mediante su color rojo anaranjado distintivo, el cual podría parecer más marrón si la muestra es especialmente antigua. Es el mismo metal que se utilizó para recubrir la parte exterior de los centavos estadounidenses.[20]
    • Si aún no estás seguro de si el metal en cuestión es cobre, déjalo expuesto a la intemperie por unos días. El cobre se volverá verde a medida que se oxida.
    • Por su conductividad excepcional, el cobre es el metal de referencia para fabricantes de tuberías, claves eléctricos, materiales para techos, así como componentes internos de computadoras y otros dispositivos electrónicos.[21]
    • El cobre tiene un índice de dureza Rockwell de 10.
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    Busca un tono amarillo para diferenciar el latón y bronce del cobre. Si el metal en cuestión tiene una tonalidad más amarilla que roja o anaranjada, probablemente se trate de latón o bronce. Ambos metales son aleaciones de cobre, es decir, se ven muy similares al cobre. No obstante, suelen tener un tono más dorado o de color heno.[22]
    • El bronce suele ser un poco más oscuro que el latón debido a que posee una mayor proporción de cobre.
    • El latón y el bronce se emplean a diario para fabricar instrumentos musicales, accesorios para tuberías y colectores.
    • El latón suele tener un índice de dureza Rockwell de entre 55 y 65, mientras que el de bronce puede variar entre 42 y 78.

    Consejo: a medida que el bronce envejece, desarrolla una pátina, es decir, una acumulación en forma de película multicolor que se crea cuando el metal reacciona con el aire. La presencia de esta patina es un indicador de que se trata de bronce auténtico y no cobre o latón.[23]

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    Identifica el plomo mediante su color gris oscuro, peso y suavidad. El plomo se asemeja mucho a la plata, solo que es más oscuro y posee un acabado opaco y descolorido. También es un metal muy pesado para su tamaño y es lo suficientemente suave como para poder frotarlo con otros objetos. Arrastra el borde del metal en cuestión contra una hoja de papel. Si deja una marca, lo más probable es que se trate de plomo.[24]
    • Un método infalible para determinar si un metal determinado resulta ser plomo es evaluar una muestra pequeña con la ayuda de un kit de prueba de plomo, el cual puedes adquirir en la ferretería de tu localidad. Sigue cuidadosamente las instrucciones brindadas; la mayoría de los kits tienen un color rojo o rosado cuando se detecta la presencia de plomo.[25]
    • Es recomendable utilizar guantes cada vez que manipules un metal que creas que pueda ser plomo, ya que este metal es altamente tóxico.
    • Si bien no es tan común como antes, aún es posible hallar plomo en algunos materiales industriales, tales como revestimientos eléctricos, baterías de autos y material de insonorización. En el pasado, era un elemento popular en todo, desde pintura de interiores hasta juguetes para niños.
    • El plomo tiene un índice de dureza Rockwell de 5, el más bajo de todos los metales.
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    Aprende a reconocer el aluminio mediante su color pálido y su peso ligero. Por lo general, el aluminio es de color gris muy claro, sin el brillo de la plata o la opacidad del plomo. Como puede ser complicado distinguirlo de otros metales plateados, podría ser de utilidad realizar una verificación rápida del peso. El aluminio es uno de los metales más ligeros; las piezas pequeñas podrían sentirse prácticamente ingrávidas al tenerlas en la mano.[26]
    • El aluminio también es un metal no ferroso, es decir, un imán no se adherirá a él.
    • Otra característica excepcional del aluminio es que no se oxida. Si todo lo demás no tiene resultados, deja el metal expuesto a la intemperie durante varios días o semanas. Cuando vuelvas a recogerlo, busca rastros de color rojo o marrón que puedan indicar una oxidación.[27]
    • Los buzones, las escaleras, los botes de basura, las cercas de metal, los marcos de bicicleta, las grapas y tapacubos están hechos de aluminio, el cual es ligero y mantiene adecuadamente su forma al moldearse.
    • El aluminio tiene un índice de dureza Rockwell variable de entre 20 y 40, dependiendo de cómo esté procesado y de si está fundido con otros metales.
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    Identifica el titanio comparándolo con otros metales que sean de color gris. El titanio es más oscuro que el aluminio, pero también más claro y brillante que el plomo. Al igual que la mayoría de los metales, el titanio no es ferroso, así que no atraerá ni al imán más fuerte. Y debido a que es sumamente duro, no podrás rayarlo con una lima.[28]
    • Revisa muy detalladamente el metal en busca de marcas de grado. Los trozos de titanio procesado pueden estar sellados con una serie de números y letras que indiquen su composición exacta.
    • El titanio es valioso por su alta proporción entre resistencia y peso, lo que lo convierte en un complemento perfecto para materiales de construcción, componentes de aviones, palos de golf, joyas, monturas de gafas e incluso articulaciones artificiales para la cadera y la rodilla.[29]
    • El titanio tiene un índice de dureza Rockwell de 80, justo detrás del hierro fundido y el acero inoxidable.
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Consejos

  • También puedes llevar los metales que consideres que son plata u oro donde un joyero para que los tase. Los joyeros pueden realizar pruebas especializadas para determinar la autenticidad de los metales preciosos.
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Advertencias

  • Por desgracia, suele ser complicado o imposible identificar de manera definitiva un determinado metal sin la ayuda de un equipo de prueba altamente especializado. En algunos casos, lo mejor que puedes esperar es una suposición aproximada.
  • No todos los metales ferrosos son magnéticos. Por ejemplo, solo existe un tipo de acero inoxidable que produce una atracción. Por ello, realizar únicamente una prueba de imán no será suficiente para confirmar que un metal determinado es ferroso o no ferroso en el 100 % de los casos.
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Cosas que necesitarás

  • martillo
  • imán
  • lima de acero al carbono
  • máquina para prueba de dureza Rockwell
  • amoladora automática de alta velocidad
  • gotero
  • ácido nítrico puro
  • kit de prueba de plomo
  • guantes de látex

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Categorías: Metalistería
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