Este artículo fue coescrito por Padam Bhatia, MD. El Dr. Padam Bhatia es un psiquiatra certificado por el colegio oficial que dirige Elevate Psychiatry, con sede en Miami, Florida. Se especializa en el tratamiento de pacientes con una combinación de medicina tradicional y terapias holísticas basadas en evidencia. También se especializa en terapia electroconvulsiva (TEC), estimulación magnética transcraneal (EMT), uso compasivo y medicina complementaria y alternativa (MCA). El Dr. Bhatia es diplomático de la Junta Americana de Psiquiatría y Neurología y miembro de la Asociación Americana de Psiquiatría (FAPA, por sus siglas en inglés). Recibió un doctorado en Medicina de Sidney Kimmel Medical College y se desempeñó como jefe de residentes en psiquiatría de adultos en el Hospital Zucker Hillside en Nueva York.
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Inscribir a un hijo en un programa de tratamiento psiquiátrico hospitalario es difícil para cualquier padre. Podrías preocuparte sobre el cuidado que va a recibir, sentir culpa por no poder ayudarlo más o estar furioso por la angustia que te ha causado. Sin embargo, conseguir la ayuda que necesita también puede darte alivio y hacer que tu familia empiece a recuperarse. Primero presta mucha atención a los comportamientos problemáticos del niño y busca un programa de tratamiento que cubra las necesidades de tu familia. Cuando inscribas a tu hijo en el programa, haz muchas preguntas para poder darle el mejor apoyo posible.
Pasos
Parte 1
Parte 1 de 3:Identificar el problema
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1Observa si el comportamiento de tu hijo parece extraño. Si tu instinto te dice que algo anda mal con tu hijo, no lo ignores. Eres quien lo conoce mejor que nadie, y si parece comportarse de forma extraña (incluso si no puedes identificar el motivo), tendrás que tomártelo en serio. No dudes en preguntarle cómo se siente. Las preguntas abiertas pueden hacer que se sincere.[1]
- Por ejemplo, si normalmente tiene buenos hábitos de sueño, debes alarmarte si parece que de un momento a otro solo necesita dormir una o dos horas (o menos) por noche. Este podría ser un signo de un trastorno del estado de ánimo.
- Pregúntales a los otros miembros de la casa (como tus otros hijos o tu cónyuge) si han notado un comportamiento extraño. Ellos podrían confirmar tu sospecha.
- También podría valer la pena que consultes con otras personas que tengan interacciones cercanas diarias con él (como sus entrenadores o profesores).
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2No ignores el comportamiento hostil, agresivo o violento. Si tu hijo suele amenazar con lastimarse a sí mismo o a los demás, se comporta de forma desafiante con las figuras de autoridad, o participa en peleas, tendrás que buscarle ayuda. Todo tipo de comportamiento descontrolado es una señal de advertencia de un trastorno de la salud mental.[2]
- Imagina que tu hijo por lo general es reservado y un día lo envían a la oficina del director por hablarle mal al profesor. Esto podría indicar la presencia de un cambio considerable en su comportamiento, el cual se ha visto influenciado por un trastorno mental u otro acontecimiento traumático.
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3Tómate los síntomas depresivos con seriedad. Si tu hijo se ha estado comportando de forma depresiva por más de dos semanas, es probable que no se trate solo de las hormonas. Haz que evalúen la salud mental de tu hijo si se ha estado comportando triste o llorando, ya no participa en sus actividades favoritas, o expresa que se siente inútil o con culpa.[3]
- Los ataques de irritabilidad y furia también pueden ser signos de depresión.
- Si tu hijo habla sobre suicidio o querer morir, conversa con él sobre tus inquietudes de inmediato y haz que reciba tratamiento para la salud mental lo más pronto posible.
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4Conversa con tu pareja o familia. Cuando contemples los síntomas del niño, podría ser útil que converses sobre el problema con el otro padre u otro familiar que conozca bien al niño. Esta persona puede darte su opinión y ayudarte a tomar decisiones.
- Podrías decir algo como “Me preocupa Ellie. ¿Has notado algún cambio en ella? ¿Me acompañarías a una cita con el doctor para hablar sobre sus opciones?”.
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5Lleva al niño a un psicólogo para que lo evalúe. Si crees que tu hijo necesita ayuda profesional, primero reserva una cita con un psicólogo. Él podrá evaluar su salud mental y brindar pautas sobre el tipo de programa de tratamiento que debes buscar.[4]
- Pídele al pediatra que te derive a un psicólogo de buena reputación en el área. Podría ser de utilidad que tomes nota sobre algunos cambios que hayas notado, para ayudar al doctor a entender mejor el estado del niño.
- Si tu hijo necesita medicamentos de acuerdo a lo indicado en una evaluación psicológica, su psicólogo podrá derivarte a un psiquiatra.
Parte 2
Parte 2 de 3:Explorar el tratamiento hospitalario
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1Consulta con el doctor o psiquiatra del niño sobre las opciones de tratamiento. Si te abruma la idea de buscar un buen programa de tratamiento por tu cuenta, puedes pedir ayuda. Un profesional médico podrá darte una descripción general de las opciones de tratamiento disponibles en tu área. Él también podrá aconsejarte sobre qué programas cubrirán mejor las necesidades de tu hijo.[5]
- Podrías decir algo como “Esto es mucho que asimilar. ¿Puede ayudarme a entender algunas opciones para Henry? ¿Qué medidas adoptaría si fuera su hijo?”.
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2Comunícate con varios programas de tratamiento. Una vez que el doctor de tu hijo y tú hayan creado una lista preliminar de programas de tratamiento adecuados para el diagnóstico, podrás llamarlos y hacer preguntas. Averigua qué tipo de tratamiento brinda el programa, la duración de un internamiento habitual y el costo del programa.[6]
- Es una buena idea que averigües qué tipo de cuidado posterior brinda cada programa. Los centros hospitalarios por lo general estabilizarán el estado actual de tu hijo y evitarán que empeore. El cuidado posterior es vital para abordar los problemas subyacentes y seguir adelante.
- Elabora una lista con tus preguntas antes de llamar a cada centro de tratamiento. Luego compara la información de todos los programas para decidir cuál es el más apropiado para las necesidades de tu hijo.
- También es una buena idea que te comuniques con la compañía de seguros y averigües si cubrirán su tratamiento de salud mental.
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3Lleva a tu hijo a la sala de emergencias si ocurre una emergencia. Si crees que tu hijo es una amenaza para sí mismo o para otras personas, llévalo a la sala de emergencias o llama al 911. Podría ingresar al hospital de inmediato o podrían derivarlo a otro lugar para que reciba tratamiento.[7]
- Ten en cuenta que podría tomar mucho tiempo para que evalúen a tu hijo en la sala de emergencia (en algunos casos, hasta 24 horas).
Parte 3
Parte 3 de 3:Inscribir a tu hijo en el tratamiento
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1Explícale que vas a ingresarlo a un hospital. Una vez que tomes esta decisión, tendrás que conversar con tu hijo sobre lo que va a pasar. Según su edad y nivel de madurez, es probable que ya entienda las circunstancias. Aun así, lo mejor es asegurarte de que entienda y observar si tiene preguntas.
- Podrías decirle algo como “Josie, vas a quedarte internada en el hospital por unos días. Sé que has estado muy triste y queremos ayudarte a mejorar. Voy a visitarte con la mayor frecuencia posible, ¿está bien? ¿Tienes alguna pregunta?”.
- Si tu hijo tiene un doctor en el que confíe, podría ser de utilidad que le asegure que esto será por su propio bien.
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2Asegúrate de conocer los aspectos prácticos del programa. Cuando inscribas a tu hijo en el tratamiento, consulta sobre los detalles del plan de tratamiento, la manera en la que se manejan los pagos y si la ley requiere que registres su ingreso y salida del programa. También podrías tener que preguntar por el horario diario de tu hijo y en qué medida tendrás que participar en la terapia.
- En el caso de los adolescentes mayores, la ley podría permitir que ellos mismos registren su ingreso y salida del hospital. Revisa las leyes del área en donde vivas para determinar si este es el caso.
- También es una buena idea que averigües cuáles son las horas de visita y si podrás conversar con tu hijo por teléfono. Consulta si las visitas solo son para los padres o si los hermanos también pueden acudir.[8]
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3Averigua de qué forma el programa maneja el trabajo escolar. Algunos programas psiquiátricos hospitalarios para niños y adolescentes tienen profesores en su personal, mientras que otros te permitirán llevarle las tareas de la escuela. Conversa con el personal del programa de antemano para cerciorarte de que no se atrase con el trabajo escolar durante el internado.[9]
- También es una buena idea que averigües si la escuela de tu hijo tiene algún protocolo establecido para los estudiantes que regresen de la hospitalización.
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4Alista una mochila para tu hijo. Revisa las pautas del programa antes de empacar para el internado del niño. Es probable que te pidan que lleves la información del seguro, ropa, artículos de higiene, su libro o peluche favorito, u objetos similares.[10]
- La mayoría de los programas de tratamiento psiquiátrico prohíben ciertos artículos. No empaques objetos de valor, cinturones, objetos con cables o cordones, u objetos afilados.
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5Conversa sobre los cuidados de tu hijo con su equipo de tratamiento. Conversa con el terapeuta y el psiquiatra que trabajarán con tu hijo. Menciónales sus principales síntomas, todo tratamiento que haya tenido en el pasado y qué estrategias lo han ayudado anteriormente.[11]
- Recuerda que también formas parte del equipo de tratamiento de tu hijo. Eres quien mejor lo conoce, así que no dudes en expresarte si crees que algo no funciona. Es importante que seas proactivo en su recuperación. Si un medicamento te preocupa, asegúrate de dejarlo en claro.
- Podrías decir algo como “Me preocupan los efectos secundarios de algunos de estos medicamentos. ¿Hay otros medicamentos que pueda recetar?”.
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6Cuida de tu persona. Tener un hijo que recibe tratamiento psiquiátrico es estresante, así que cuida de tu propio bienestar cuando puedas. Mantén el estrés bajo control respirando profundo o meditando por unos minutos todos los días. Mantén tu salud general comiendo sano, ejercitándote un poco y evitando las drogas y el alcohol.[12]
- Recuerda que podrás ayudar a tu hijo con más eficacia si tienes un estado mental saludable.
- Si tienes problemas, considera conversar con un consejero o terapeuta.
Referencias
- ↑ http://www.pacer.org/cmh/does-my-child-have-an-emotional-or-behavioral-disorder/
- ↑ https://childmind.org/article/11-simple-signs-a-child-may-have-a-psychiatric-disorder/
- ↑ https://www.elementsbehavioralhealth.com/news-and-research/recognizing-signs-of-mental-illness-in-your-child/
- ↑ https://www.aacap.org/AACAP/Families_and_Youth/Facts_for_Families/Facts_for_families_Pages/The_Continuum_Of_Care_For_Children_And_Adolescents_42.aspx
- ↑ http://www.summitmedicalgroup.com/library/pediatric_health/bha_inpatient_psychiatric_treatment/
- ↑ https://www.aacap.org/AACAP/Families_and_Youth/Facts_for_Families/Facts_for_families_Pages/11_Questions_To_Ask_Before_Psychiatric_Hospitalization_Of_Your_Child_Or_Adolescent_32.aspx
- ↑ http://www.acmh-mi.org/get-information/childrens-mental-health-101/expect-child-crisis/mental-health-crisis-expect-one-occurs/
- ↑ https://blogs.psychcentral.com/caregivers/2014/10/when-your-loved-one-needs-hospitalization/
- ↑ https://interface.williamjames.edu/guide/your-childs-psychiatric-hospitalization-working-with-school