Este artículo fue coescrito por Michael Warner, MD. El Dr. Warner es un médico practicante de medicina interna y director médico en Toronto. Recibió su doctorado en Medicina en la Facultad de Medicina de la Universidad de Queen en 2004 y su máster en Administración de Empresas en la Facultad de Administración Rotman en la Universidad de Toronto en 2010.
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Los supositorios rectales se usan para una gran variedad de propósitos médicos, como administrar medicamentos, para fines laxantes y el tratamiento de las hemorroides. Si nunca antes has usado un supositorio rectal, el procedimiento puede parecer muy desalentador. Sin embargo, con la preparación adecuada, el procedimiento puede realizarse de manera rápida y fácil.
Pasos
Método 1
Método 1 de 3:Preparar el supositorio
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1Consulta con tu médico. Aunque los supositorios pueden comprarse sin receta médica, siempre es una buena idea consultar con tu médico antes de usar cualquier medicamento nuevo.[1]
- Esto es especialmente importante si has tenido estreñimiento durante un periodo de tiempo extenso y has tratado de curarlo en casa con supositorios. No debes usar laxantes durante un periodo de tiempo prolongado.
- También consulta con tu médico antes de usar un supositorio si estás embarazada, estás en periodo de lactancia, tomas otros medicamentos o vas a usarlo en un niño.
- También menciona si tienes dolor abdominal intenso, si te sientes enfermo o si has tenido una reacción alérgica a un laxante en el pasado.
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2Lávate bien las manos con agua y jabón. Los gérmenes y otras bacterias son capaces de invadir el sistema inmunológico a través del recto si les das la oportunidad. Por esta razón, se recomienda que te laves las manos incluso si vas a usar guantes durante el procedimiento.
- Si tus uñas están largas, tal vez tengas que cortarlas para evitar rasguñar o lastimar el revestimiento rectal.
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3Lee las instrucciones. Existen varios productos laxantes disponibles que difieren en la forma en que se aplican o en la dosis necesaria. La potencia del laxante determinará cuántos supositorios tendrás que usar.
- Sigue las indicaciones en la etiqueta del producto y nunca excedas la dosis recomendada.
- Si usas un laxante recetado, sigue las instrucciones que tu médico te haya dado.
- Si no necesitas una dosis completa, corta el supositorio por la mitad a lo largo. Un corte a lo largo facilitará mucho más la inserción que un corte lateral.
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4Ponte guantes de látex desechables o un dedil. Si lo prefieres, puedes usar guantes de látex para proteger tus manos durante la aplicación. Esto no es necesario pero quizás sientas más comodidad si introduces el supositorio con guantes puestos, especialmente si tienes uñas largas.
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5Pon rígido el supositorio si se siente blando. Si el supositorio está demasiado blando, puede ser doloroso insertarlo. Por esta razón, es recomendable que lo endurezcas antes de introducirlo. Existen varias maneras para hacerlo antes de quitar la envoltura, como las siguientes:[2]
- Colócalo en el refrigerador o en el congelador durante un máximo de 30 minutos.
- Sostenlo bajo un chorro de agua fría durante varios minutos.
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6Lubrica la zona alrededor del ano con vaselina (opcional). Tal vez tengas que lubricar la piel circundante para facilitar la aplicación. Usa vaselina u otra crema o loción que tu médico te recomiende.[3]
Método 2
Método 2 de 3:Insertarte el supositorio en el recto
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1Recuéstate de costado. Una forma de insertar el supositorio es hacerlo mientras estás acostado. Recuéstate sobre tu costado izquierdo y tira tu pierna derecha hacia arriba, en dirección a tu pecho.
- También puedes insertar el supositorio de pie. En este caso, párate con los pues separados y agáchate un poco.
- Otro método consiste en echarte boca arriba con las piernas levantadas (como si fueras un niño al que van a cambiarle el pañal).
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2Inserta el supositorio en el recto. Para facilitar la inserción, levanta la nalga derecha (superior) para exponer el recto. Introduce el supositorio de forma longitudinal para facilitar el paso.
- En el caso de adultos, intenta empujar el supositorio al menos 3 cm (1 pulgada) en el recto.
- En el caso de los niños, intenta empujar el supositorio al menos entre 1,5 y 3 cm (entre 1/2 y 1 pulgada) en el recto.
- Además, asegúrate de insertarlo más allá del esfínter. Si el supositorio no se introduce más allá del esfínter, al final puede salirse en lugar de que el cuerpo lo distribuya.
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3Mantén las nalgas juntas firmemente durante unos cuantos segundos después de la inserción. Esto ayudará a evitar que el supositorio se deslice hacia afuera.[4]
- Tal vez tengas que permanecer acostado durante varios minutos después de la inserción.
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4Espera que el medicamento haga efecto. Según el supositorio que uses, generalmente estos tardan entre 15 y 60 minutos hacer efecto y provocar una deposición.[5]
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5Quítate los guantes y lávate las manos por completo. Usa agua tibia y jabón, y asegúrate de frotar el jabón durante al menos 30 segundos. Luego enjuágate adecuadamente.
Método 3
Método 3 de 3:Insertar un supositorio si eres un cuidador
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1Haz que la persona se eche de costado. Existen muchas posiciones que la persona puede adoptar, pero la más sencilla es echarse de costado con las rodillas dobladas hacia el pecho.[6]
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2
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3Introduce el supositorio. Introduce con cuidado el extremo redondo del supositorio en el recto usando el dedo índice en el caso de los adultos, o el dedo meñique en el caso de los niños más pequeños.
- En el caso de los adultos, intenta empujar el supositorio al menos 3 cm (1 pulgada) en el recto.
- En el caso de niños, intenta empujar el supositorio al menos entre 1,5 y 3 cm (entre 1/2 y 1 pulgada) en el recto.
- Si no has introducido el supositorio lo suficiente (más allá del esfínter), es probable que se salga del recto.
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4Mantén las nalgas juntas aproximadamente por 10 minutos.[9] Para cerciorarte de que el supositorio no se salga, presiona las nalgas de la persona con cuidado para que permanezcan juntas. Con el tiempo, el calor corporal de la persona derretirá el supositorio, lo que permitirá que haga efecto.
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5Quítate los guantes y lávate bien las manos. Usa agua tibia y jabón, y asegúrate de frotarte durante al menos 20 segundos, luego enjuágate.
Consejos
- Debes insertarlo con la mayor rapidez posible. Sostener el supositorio durante mucho tiempo hará que se derrita en tus manos.
- Si el supositorio se desliza fuera del recto, esto significa que no lo has introducido lo suficiente.
- Asegúrate de que el niño no se mueva mientras insertas el supositorio.
Advertencias
- Asegúrate de lavarte bien las manos antes y después del procedimiento. Las heces contienen bacterias que pueden causar enfermedades.
Referencias
- ↑ http://www.mayoclinic.org/diseases-conditions/constipation/in-depth/laxatives/art-20045906
- ↑ http://www.mayoclinic.org/drugs-supplements/laxative-rectal-route/proper-use/drg-20070715
- ↑ http://www.mayoclinic.org/drugs-supplements/laxative-rectal-route/proper-use/drg-20070715
- ↑ http://patient.info/medicine/glycerol-suppositories-for-constipation
- ↑ http://www.mayoclinic.org/drugs-supplements/laxative-rectal-route/proper-use/drg-20070715
- ↑ http://www.uwhealth.org/healthfacts/parenting/5595.html
- ↑ http://www.uwhealth.org/healthfacts/parenting/5595.html
- ↑ http://www.uwhealth.org/healthfacts/parenting/5595.html
- ↑ http://www.uwhealth.org/healthfacts/parenting/5595.html