El estreñimiento puede ser una afección incómoda y embarazosa. Todos lo experimentamos de vez en cuando, pero generalmente es temporal y no muy grave. Existen algunas formas de combatir el estreñimiento, como tomar sales de Epsom como un laxante. La sal de Epsom es una mezcla de diferentes sales, pero la principal es el sulfato de magnesio. La Administración de Drogas y Alimentos de Estados Unidos (FDA) ha aprobado el uso oral de la sal de Epsom para tratar el estreñimiento ocasional.[1]

Parte 1
Parte 1 de 3:
Tomar laxantes de sal de Epsom

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    Compra la sal de Epsom indicada. Existen numerosos tipos de esta sal que puedes comprar. Asegúrate de que el tipo de sal de Epsom que compres tenga sulfato de magnesio. Si tiene algún otro tipo de ingrediente como el principal, no la compres. Podrías envenenarte si compras el tipo equivocado.
    • Prueba con marcas como la sal de Epsom “Epsoak”.[2]
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    Calienta un poco de agua. Para empezar a crear una mezcla de sal de Epsom como laxante, calienta entre 180 y 240 ml (6 a 8 oz) de agua en una olla a fuego medio en la cocina. No dejes que el agua hierva; sin embargo, asegúrate de que esté más caliente que la temperatura del ambiente.
    • Esto puede tomar algunos minutos.[3]
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    Agrega la sal. Agrega 1 cucharadita de sal de Epsom a la mezcla de agua caliente. Revuelve bien a fuego lento hasta que toda la sal se disuelva. Si no te agrada el sabor salado, agrega una pequeña cantidad de jugo de limón para que ayude con el sabor.[4]
    • Puedes usar el microondas para calentar primero el agua y después agrega la sal.
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    Bebe la mezcla. Una vez que la retires del fuego, déjala a un lado en un tazón o taza para que se enfríe. Deja que la mezcla se enfríe hasta que tenga una temperatura agradable y bebible. Cuando esté lo suficientemente fría para beberla pero aún caliente, bebe toda la taza a la vez.[5]
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    Bebe la mezcla dos veces al día. Es seguro usar esta mezcla dos veces al día. Bebe la dosis al menos con 4 horas de diferencia cada día. Puedes continuar bebiendo esta mezcla hasta por 4 días. Si después de ese tiempo, no has tenido una deposición o si aún te sientes estreñido, llama a tu médico para pedirle consejo.
    • Por lo general, las sales de Epsom que se toman como laxante funcionan dentro de 30 minutos o 6 horas. Asegúrate de tomarlas durante un tiempo en el que tengas fácil acceso a un baño para evitar accidentes o molestias.
    • Si vas a darle el laxante a un niño menor de 12 años, reduce la receta a la mitad.[6] [7] No les des esta mezcla a niños menores de 6 años. No se ha comprobado la seguridad de la sal de Epsom en este grupo de edad.[8]
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    Bebe más agua. Mientras tomes la sal de Epsom como un laxante, aumenta tu consumo de agua. La mezcla puede causar deshidratación, y debes mantener tus niveles de agua altos para permanecer hidratado y saludable.
    • Aumentar el consumo de agua también te puede ayudar con tus deposiciones, así que es útil en muchas formas.[9]

Parte 2
Parte 2 de 3:
Saber en qué momento evitar la sal de Epsom

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    Evita la sal de Epsom si presentas ciertos síntomas. El estreñimiento puede venir acompañado de otros síntomas. Si experimentas algún otro síntoma además del estreñimiento, no tomes la sal de Epsom ni ningún otro laxante hasta que llames a tu médico.
    • Nunca tomes la sal de Epsom como laxante si presentas dolor de estómago fuerte, náuseas, vómitos, experimentas un cambio repentino en tus deposiciones que duran 2 o más semanas, sufres de sangrado rectal o si tus deposiciones son oscuras y alquitranadas.
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    No consumas sales de Epsom mientras tomes ciertos medicamentos. Existen ciertos medicamentos que no puedes tomar con las sales de Epsom. No las uses como laxante si tomas antibióticos como los siguientes: tobramicina, gentamicina, neomicina y amikacina.
    • Si actualmente tomas otros medicamentos como corticosteroides, medicinas para la presión arterial, diuréticos, analgésicos, antiácidos o antidepresivos; consulta con tu médico antes de usar las sales de Epsom como laxante.
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    Consulta con un médico si padeces ciertas afecciones. Existen algunas afecciones que se pueden complicar si tomas la sal de Epsom. Asegúrate de consultar con tu médico antes de usarla como laxante si padeces una enfermedad renal, diabetes, presión arterial alta, cualquier arritmia cardiaca conocida, o si tienes un trastorno alimenticio.
    • También pregúntale a tu médico si es seguro que la uses si estás embarazada o dando de lactar.
    • También comunícate con tu médico antes de usarla si has tomado otro laxante en las últimas 2 semanas que no te haya funcionado.[10]

Parte 3
Parte 3 de 3:
Comprende el estreñimiento

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    Reconoce los síntomas del estreñimiento. El estreñimiento es la evacuación difícil o molesta de las heces. Los síntomas más comunes del estreñimiento son la reducción del número de deposiciones, heces más pequeñas de lo normal, dificultad para evacuar las heces y dolor o hinchazón del abdomen.
    • Si el estreñimiento se vuelve crónico o se prolonga, puede ser grave y debes consultar con un médico.[11]
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    Descubre las causas del estreñimiento. Por lo general, el estreñimiento ocurre porque las personas no incluyen la cantidad suficiente de fibra en sus dietas. Este también puede deberse a realizar muy poco ejercicio o como un efecto secundario de diversos fármacos. Estos incluyen los antiácidos, los diuréticos, los analgésicos narcóticos, los antidepresivos y los relajantes musculares. El estreñimiento también puede originarse por trastornos pélvicos o puede ser un signo del síndrome de intestino irritable (SII), una de cuyas formas presenta tanto diarrea como estreñimiento.
    • Es importante recordar y saber que el estreñimiento puede ser un síntoma de varios trastornos médicos más graves que incluyen la diabetes, una tiroides hipofuncionante, una enfermedad intestinal inflamatoria y algunos trastornos neurológicos.
    • Otras causas del estreñimiento son los cambios en tu rutina diaria como viajar y no tener el tiempo suficiente para realizar tus deposiciones. Esto puede suceder si tienes un estilo de vida particularmente ocupado o si estás ocupado ayudando a cónyuges, parejas o niños, o si eres el cuidador de un pariente anciano.[12]
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    Controla tus deposiciones. Realmente no existe una regla fija que indique la frecuencia en la que debes tener tus deposiciones. La mayoría de las personas se sienten más cómodas cuando tienen al menos una deposición al día; sin embargo, existe una gran variación para las deposiciones normales. Algunas personas tienen de 2 a 3 deposiciones al día y eso es totalmente normal. Otras personas tienen sus deposiciones cada dos días, y eso es normal para ellas.
    • En general, al menos de 4 a 8 veces a la semana parece ser lo más común. La clave es tu dieta y tu nivel de comodidad. Las personas que tienen sus deposiciones con más frecuencia suelen tener dietas más altas en fibra y a menudo son vegetarianas o veganas. Aquellas con menos deposiciones suelen tener un alto contenido de carne en sus dietas.[13]

Advertencias

  • Nunca uses la sal de Epsom como un enema. No es seguro administrar la sal de Epsom de esa forma.

Acerca de este wikiHow

Chris M. Matsko, MD
Coescrito por:
Médico de medicina familiar
Este artículo fue coescrito por Chris M. Matsko, MD. El Dr. Chris M. Matsko es un médico retirado con sede en Pittsburgh, Pennsylvania. Con más de 25 años de experiencia en investigación médica, el Dr. Matsko recibió el Premio a la Excelencia de la Universidad de Pittsburgh Cornell. Tiene una licenciatura en Ciencias de la Nutrición de la Universidad de Cornell y un doctorado en medicina de la Facultad de Medicina de la Universidad de Temple en 2007. El Dr. Matsko recibió una certificación de Escritura de Investigación en la Asociación Americana de Escritores Médicos (AMWA, por sus siglas en inglés) en 2016 y una Certificación de Escritura y Edición Médica en la Universidad de Chicago en 2017. Este artículo ha sido visto 422 782 veces.
Categorías: Estreñimiento