La col rizada es una verdura de hoja verde saludable que puede usarse en ensaladas y demás recetas. Si quieres usarla, es importante que la laves primero. Para lavar la col rizada, tendrás que retirar los tallos y sumergirla en agua. Luego, enjuágala con agua de grifo para retirar posibles residuos de tierra e impurezas. A partir de ahí, almacénala con cuidado hasta que tengas que usarla.

Parte 1
Parte 1 de 3:
Comenzar el proceso de lavado

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    Saca la col que vas a cortar y lávala apenas la compres. En realidad, debes lavar la col de inmediato en vez de esperar el momento de comerla. Esto evitará que los residuos de tierra e impurezas se peguen a las hojas.[1]
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    Retira los tallos. Si bien puedes guardar los tallos para cocinarlos después, es más fácil quitarlos antes de lavar la col, puesto que así es más fácil llegar a las hojas. Usa un cuchillo para separar las hojas del tallo de la col, pero procura cortar lo más cerca posible del tallo.[2]
    • Si decides utilizar los tallos, pícalos en cubos antes de cocinarlos, ya que pueden ser bastante duros.
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    Llena un tazón con agua de grifo limpia. Toma un tazón del tamaño suficiente como para sumergir toda la col por completo. Llénalo con agua de grifo limpia. Deja un poco de espacio en el borde, ya que el nivel del agua subirá cuando eches la col.[3]

Parte 2
Parte 2 de 3:
Remojar la col en agua

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    Sumerge la col en el agua. Introduce la col en el agua. Asegúrate de que esté completamente sumergida. Ninguna hoja debe sobresalir de la superficie del agua.[4]
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    Revuelve la col. Después de sumergirla, revuélvela en el agua un poco. Así saldrán los residuos visibles de tierra e impurezas. Recuerda hacerlo suavemente para no romper las hojas.[5]
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    Déjala remojando. Déjala remojar en el agua unos cuantos minutos. Así cualquier residuo de tierra pegado en las grietas de las hojas se suavizará.[6] El tiempo recomendado para dejar remojándola es de 5 a 10 minutos.[7]
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    Escurre el agua. Pasados los 5 a 10 minutos, vierte el agua en un colador o utensilio similar sobre el fregadero.[8] Sacude el colador unas cuantas veces para quitar toda el agua de la col.
    • No pasa nada si no sale toda el agua, porque luego tendrás que secar más con papel toalla.
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    Enjuaga la col con agua corriente. Después de sacar la col del fregadero, dale una última enjuagada con agua del grifo. Así saldrán todos los residuos de tierra suavizados durante el remojo.[9]
    • Asegúrate de girar la col según sea necesario para que cada hoja esté bien limpia.
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    Sécala con papel toalla. Toma algunas hojas de papel toalla y pon la col sobre ellas. Toma más hojas de papel toalla y dale toques suaves para secarla. Sécala lo más que puedas antes de almacenarla.[10]

Parte 3
Parte 3 de 3:
Almacenar la col después de lavarla

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    Almacena la col rizada en un envase hermético. Esta debe guardarse en un envase hermético, por ejemplo, en una fiambrera. También puedes usar una bolsa de cierre hermético en la que previamente hayas quitado el aire.[11]
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    Mantén la col en la parte más fría del refrigerador. La col se pone más amarga al estar expuesta a la temperatura ambiente. Almacénala en la parte más fría del refrigerador para mantenerla lo más fresca posible.[12]
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    Desecha la col después de 2 semanas. Esta verdura tiene una vida útil de 2 semanas si se almacena correctamente. Ponle fecha al envase de la col refrigerada. Pasadas las 2 semanas, desecha esta verdura.[13]

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