Dinero, relaciones, familia, salud, escuela, profesión. Los problemas pueden y volverán a surgir prácticamente en todas las áreas de la vida. Cuanto más tiempo vivas, más obstáculos tendrás que superar. Aprender a lidiar con los problemas de la vida de manera efectiva es una habilidad fundamental que puede tener un efecto significativo en tu salud y felicidad. Desarrollar estrategias sólidas de resolución de conflictos y habilidades de enfrentamiento te ayudará a sobrellevar la vida durante los momentos más difíciles.

Método 1
Método 1 de 4:
Desarrollar tu capacidad de resolver los problemas

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    Define el problema.[1] Al enfrentar los momentos difíciles de la vida, las personas suelen tener dificultades a la hora de separar el problema en sí de los síntomas que causa. Es necesario que puedas identificar claramente y definir el problema para poder elaborar una posible solución.
    • Por ejemplo, si cuentas con poco dinero para pagar las cuentas, identifica la fuente del problema. ¿Por qué tienes poco dinero este mes? Quizás necesites encontrar un trabajo con un mejor sueldo para poder afrontar el aumento de los gastos, trabajar horas adicionales o dejar de gastar dinero en las actividades innecesarias de entretenimiento.
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    Establece tu objetivo.[2] Tu objetivo es el resultado ideal que desearías para poder resolver el problema.
    • Por ejemplo, si cuentas con poco dinero, el objetivo será ganar más dinero o incrementar tus ingresos de algún modo.
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    Analiza la situación por partes. Si tienes un problema grave que requiere que resuelvas un gran objetivo, intenta reducirlo en pequeñas partes. De esta forma, te resultará más sencillo y controlable poder pensar en una solución y tomar las medidas necesarias para poder llevarla a cabo.[3]
    • Por ejemplo, si quieres incrementar tus ingresos, puedes alcanzar tu objetivo al ahorrar $100 en primer lugar. Luego, el objetivo será duplicar esa suma, y así sucesivamente. Esto es mucho más factible que definir la meta de ahorrar $500 inmediatamente.
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    Evalúa todas las variables.[4] Piensa en todas las variables disponibles. Identifica las medidas que debes tomar para alcanzar tu objetivo. Investiga acerca de cada una de las opciones para tener una mayor comprensión.
    • Por ejemplo, las variables para incrementar tus ingresos podrían ser trabajar más horas, buscar un empleo con un mejor salario o reducir otros gastos para tener más dinero disponible.
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    Escoge la solución que más se adecúe a tu objetivo.[5] Una vez que hayas reunido toda la información acerca de cada opción, decide cuál es la más viable para alcanzar el resultado deseado.
    • Es posible que no puedas encontrar un trabajo nuevo o trabajar horas adicionales en este momento. Por lo tanto, la única opción disponible será encontrar una manera de reducir tus gastos.
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    Verifica los resultados.[6] Después de poner en práctica la solución, revalúa la situación después de un tiempo para determinar si has alcanzado tu objetivo. De lo contrario, puedes volver a empezar de cero y ver si ahora existen otras variables que se adecúen más a tus metas.
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Método 2
Método 2 de 4:
Desarrollar tus mecanismos de defensa

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    Comprende las consecuencias del estrés crónico. Enfrentarse a factores estresantes durante mucho tiempo sin contar con mecanismos para lidiar con ellos puede ser peligroso para tu salud y tu bienestar. El estrés puede causar problemas de salud o empeorar las enfermedades preexistentes. Si sospechas que este es tu caso, es muy importante que pidas una cita con tu médico. Estos son algunos de los síntomas del estrés:[7]
    • cefalea
    • aumento o pérdida de peso
    • depresión
    • ansiedad
    • insomnio
    • dificultades respiratorias
    • problemas de sueño
    • cambios en el apetito
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    Llama a un amigo. Ante una situación de estrés, recurre a tu sistema de apoyo social para poder combatirlo. Esta red social puede proporcionar un espíritu de pertenencia, un aumento en tu autoestima y una mayor seguridad o confianza.[8] Llama a un amigo o familiar para poder desahogarte o simplemente para olvidarte de los problemas durante un tiempo. Esta puede ser una técnica muy útil para lidiar con el estrés.
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    Haz cosas que te apasionen a menudo.[9] Quizás creas que los pasatiempos solo sirven para pasar el tiempo. De hecho, estas actividades te permitirán recargar las energías, aliviar el estrés, aprender cosas nuevas, relacionarte con otras personas y obtener una nueva perspectiva.[10]
    • Un pasatiempo puede ser cualquier actividad que disfrutes. Puedes leer, escribir, practicar deportes o senderismo, piragüismo, patinaje, pintura, jardinería, etc. Existen infinitas posibilidades a la hora de buscar algo que te guste y que puedas practicar con regularidad.
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    Relájate todas las noches. Es posible que ya sepas que es muy importante descansar entre siete y ocho horas por noche (o incluso más, si eres un adolescente o niño). Sin embargo, obtener una buena calidad y duración de sueño depende de qué tan relajado y tranquilo estés antes de acostarte. Durante los momentos difíciles de la vida, algunas personas tienen dificultades para concebir el sueño. Intenta adoptar una rutina de relajación antes de acostarte para sumergirte en el mundo de los sueños.
    • Prueba alguna actividad relajante como estirarte, escuchar música suave, tomar un largo baño caliente o disfrutar un masaje.[11]
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    Realiza ejercicio.[12] Al lidiar con los problemas, es posible que lo único que quieras es arrastrarte a la cama y dormir durante toda una semana. Sin embargo, esto no es para nada recomendable. Ser una persona activa te ayudará a sentirte mucho mejor con tu vida. Al realizar actividad física, el cerebro libera neurotransmisores de bienestar llamados endorfinas.[13] Estas sustancias químicas mejoran el estado de ánimo y proporcionan una sensación de euforia que muchas personas denominan "euforia del corredor".
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    Haz un esfuerzo consciente por relajarte. Cuando sientas que la vida te decepciona, es importante que cuentes con algunas herramientas para poder combatir el estrés y obtener un poco de paz mental. Las técnicas de relajación se pueden realizar prácticamente en cualquier lugar y en cualquier momento.[14]
    • Practica la respiración profunda. Inhala profundo a través de la nariz y cuenta hasta cuatro. Intenta contener la respiración por un momento, y exhala el aire y cuenta hasta cuatro. Al inhalar, la zona baja del abdomen debe inflarse, y al exhalar, debe desinflarse.
    • Prueba la técnica de relajación muscular progresiva. Siéntate tranquila y cómodamente en una silla o un almohadón. Examina cada grupo muscular del cuerpo, tensándolo y relajándolo uno a la vez. Comienza por los pies. Ténsalos durante cinco segundos, y concéntrate en cómo se siente. Luego, libera la tensión y permanece relajado durante aproximadamente 30 segundos antes de seguir con otro grupo muscular.
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Método 3
Método 3 de 4:
Lidiar con los problemas interpersonales

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    Intenta ser una persona más empática. En ocasiones, las personas entran en conflicto con los demás porque no se toman el tiempo necesario para comprender y analizar sus puntos de vista. Desarrollar la empatía por todos los seres humanos te ayudará a lograrlo. Existen muchas maneras de ser una persona más empática. Estas son algunas sugerencias:[15] [16]
    • No escuches para responder, sino para comprender. La mayoría de las veces, es muy probable que, al escuchar, estés pensando en lo próximo que quieres decir. Tómate un tiempo para realmente concentrarte en lo que la otra persona esté diciendo durante las interacciones diarias. De esta forma, no habrá lugar para los malentendidos.
    • Haz un esfuerzo consciente para combatir los estereotipos. ¿Tienes una opinión infundada acerca de determinada persona o grupo? Haz un esfuerzo por encontrarte, hablar y conocer más a esta persona para ver si tu opinión cambia.
    • Aprende más acerca del mundo. Para ello, lee, mira películas o documentales y visita museos. Estas experiencias te permitirán conocer más acerca de las personas provenientes de distintos ámbitos sociales.
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    Utiliza afirmaciones en primera persona. Uno de los mayores obstáculos a la hora de tener una comunicación saludable es utilizar un vocabulario que haga que la otra persona se ponga a la defensiva. Escoge tus palabras cuidadosamente para poder expresar tus sentimientos sin culpar a tu interlocutor. De esta forma, podrás minimizar el conflicto interpersonal.
    • Para formar una afirmación en primera persona, expresa tus sentimientos, explica cuáles son sus motivos y ofrece una solución práctica. Un ejemplo puede ser "No me siento valorado cuando me asignas tareas a última hora. Sería genial si pudieras avisarme con una mayor anticipación la próxima vez".
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    No intentes cambiar a los demás. Piensa cómo te sientes cuando una persona intenta cambiar algún aspecto de tu personalidad. Quizás tu madre quiera que redecores los muebles o a tu pareja no le guste cómo te vistes. Esto te haría sentir mal, ¿verdad? Ahora, piensa en alguien que te acepte tal como eres. Esto se siente mucho mejor, ¿no es así?
    • Si juzgas, fastidias o culpas a los demás por sus errores mientras que resaltas tu corrección, ten en cuenta que los resultados no serán positivos.[17] Recuerda: "un hombre convencido en contra de su voluntad no cambiará en nada su opinión". Intentar cambiar a las personas solo te frustrará a ti (y a los demás).
    • Esfuérzate por corregir tus propias fallas, en lugar de invertir tanta energía en los demás.[18]
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    Aprende cómo y cuándo disculparte. Si tus palabras han herido o lastimado a los demás, es importante que hagas las paces para evitar la tensión o incluso la terminación de las relaciones. Las disculpas permiten demostrar predisposición a la hora de admitir tus errores e intentar reparar la relación.[19]
    • Al disculparte, podrás expresar tu arrepentimiento, asumir tu responsabilidad, hacer las paces y esforzarte por no volver a cometer el mismo error en el futuro.
    • Un ejemplo de una disculpa podría ser "Me disculpo por no haber respetado tu tiempo libre. Yo haré el trabajo esta vez. En el futuro, me aseguraré de avisarte con más anticipación para saber si estás disponible".
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Método 4
Método 4 de 4:
Adoptar una perspectiva saludable

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    Considera los problemas como oportunidades. Intenta cambiar tu vocabulario acerca de los problemas que sucedan en tu vida. De esta forma, la forma en que sueles lidiar con ellos cambiará drásticamente. Todos los problemas permiten revaluar, explorar opciones nuevas y mejorar los métodos existentes. Por lo tanto, en lugar de considerarlos “problemas”, esfuérzate por verlos como “oportunidades para mejorar”.[20]
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    Canaliza tus fortalezas. Si sientes que has tenido la capacidad de manejar los problemas de manera efectiva, quizás no te hayas sentido tan abrumado en los momentos difíciles. Una vez que identifiques y comiences a implementar tus fortalezas, podrás mejorar tu confianza a la hora de resolver los problemas de la vida.
    • Toma un pedazo de papel y haz una lista de todos tus logros, valores y cualidades positivas que puedas pensar. Además, habla con un amigo cercano o un familiar que te conozcan bien. Pídeles ayuda para identificar tus fortalezas.
    • Si te resulta difícil determinar cuáles son tus fortalezas, haz una prueba en internet. Por ejemplo, puedes ingresar en https://siemprendes.com/test-de-fortalezas-y-debilidades-parte-2/[21]
    • Una vez que hayas identificado tus fortalezas, aprende a canalizarlas efectivamente en tu vida. Evalúa cada una de ellas y determina cómo la has estado implementando en tu vida. Luego, reflexiona acerca de otras formas en las que puedas utilizar tus fortalezas en beneficio propio.[22]
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    Cultiva la gratitud. Ser una persona agradecida por las cosas buenas que suceden en tu vida o por los problemas anteriores que has logrado superar te ayudará a lidiar con las dificultades del presente. Estos son algunos consejos para practicar la gratitud:[23]
    • Ten un diario de gratitud. Escribe algunas cosas que hayan salido bien a lo largo del día.
    • Di "gracias" con una mayor frecuencia.
    • Escribe cartas de gratitud dirigidas a tus familiares, amigos y conocidos que te hayan ayudado de alguna forma.
    • Transforma tu vocabulario. Incorpora más palabras como "don", "afortunado", "bendiciones" y "abundancia".
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Acerca de este wikiHow

Leah Morris
Coescrito por:
Coach de vida
Este artículo fue coescrito por Leah Morris. Leah Morris es coach de vida y transición de relaciones, y es propietaria de Life Remade, un servicio integral de coaching personal. Con más de tres años como coach profesional, se especializa en guiar a las personas a medida que avanzan en las transiciones de sus vidas a corto y largo plazo. Leah tiene una licenciatura en Comunicación Organizacional de la Universidad Estatal de California, Chico, y es una entrenadora certificada de Transformational Life por medio del Instituto Southwest de Artes de Sanación. Este artículo ha sido visto 7328 veces.
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