Una piedra para hornear pizza es una loza de piedra portátil que permite a un cocinero casero obtener una pizza más crujiente, así como preparar otras comidas. En general, no es necesario limpiar la piedra muy a menudo, ya que esta se curará al momento de preparar la pizza. No obstante, si necesitas limpiarla en algún momento, asegúrate de hacerlo correctamente. Algunos métodos, como remojarla o usar agua y jabón pueden arruinarla para siempre.[1] Si te ves en la necesidad de limpiar la piedra, existen algunos métodos que puedes emplear para hacerlo sin dañarla.

Método 1
Método 1 de 3:
Limpiar la piedra manualmente

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    Deja que la piedra se enfríe por completo. Antes de manipularla, debes dejarla enfriar en el horno por una hora. De lo contrario, podría quebrarse, en especial si la expones de inmediato al viento o agua fría.[2] Asegúrate de que la piedra se enfríe a temperatura ambiente antes de intentar limpiarla.
    • Si tienes que manipularla mientras aún está caliente, usa guantes resistentes al calor para no quemarte. Asimismo, asegúrate de que la superficie donde la coloques resista el calor.
    • Las piedras para pizza también se pueden quebrar si las colocas en el horno caliente mientras está fría.
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    Con una herramienta sin filo, raspa o cepilla los restos de comida pegada. Puedes usar un cepillo para piedra o una espátula de plástico para quitar cualquier pedazo de comida quemada que se haya pegado. Con cuidado, raspa la superficie de la piedra donde se coloca la comida horneada.
    • Si usas una espátula de metal, podrías dejar rayones en la piedra.
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    Nunca uses jabón para limpiar la piedra para pizza. Aunque limpiarla con jabón te parezca la mejor idea, hacerlo puede arruinar la piedra para siempre. Dado que las piedras son porosas, el jabón entraría en estos poros y dejaría un sabor jabonoso en la comida.[3] Si la piedra se arruina por el jabón, nunca podrás arreglarla.
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    Limpia la piedra con un trapo mojado si fuera necesario. Humedece un trapo con agua tibia y limpia bien la piedra para pizza. Recoge los residuos de comida que soltaste con la espátula.
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    Sumerge la piedra en agua como tu último recurso. Es posible que tengas que remojar la comida quemada o pegada luego de hornear para que se suelte. En ese caso, deja la piedra remojando de un día para otro en agua limpia y trata de limpiarla nuevamente al día siguiente. Ten en cuenta que la piedra absorberá al menos un poco de agua, así que déjala secar por completo por alrededor de una semana. Incluso si se ve seca, todavía podría tener agua adentro.
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    Deja que la piedra se seque por completo antes de usarla de nuevo. Otra de las razones por las que la piedra puede quebrarse al colocarla en el horno es porque no se ha secado por completo antes de usarla. Recuerda mantener la piedra a temperatura ambiente antes de calentarla nuevamente. El agua permanece en los poros de la piedra y reduce su integridad cuando se vuelve a calentar.[4]
    • Permite que la piedra se seque por una o dos horas antes de volver a usarla.
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    Evita usar aceites de cualquier tipo en la piedra. El aceite de oliva o cualquier otro tipo de grasa puede crear humo al hornear alguna comida.[5] Si bien algunas personas creen que el aceite ayuda a curar la piedra como se hace con las ollas de hierro fundido, en realidad los poros absorben el aceite en lugar de crear una superficie antiadherente.
    • Si quieres crear una superficie antiadherente, espolvorea un poco de harina de maíz en la piedra.
    • La grasa de las comidas que se cocinen en la piedra se filtrará naturalmente sin dañarla. Es más, hará que sea mejor para cocinar. Sin embargo, tal como ya se mencionó, será mejor que no intentes curarla con aceite, como lo harías con una olla o sartén de hierro fundido.
    • La piedra se curará sola de manera natural mientras vayas cocinando pizza u otras comidas.
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    Acepta el hecho de que la piedra se decolorará. Una piedra para pizza bien aprovechada tiene varias áreas desteñidas y más oscuras; no se ve nueva. Por lo general, una piedra mejora con el paso del tiempo. Por lo tanto, no intentes restregarla para hacer que quede como nueva ni pienses que tendrás que conseguir una nueva cuando empiece a verse gastada.

Método 2
Método 2 de 3:
Lavar la piedra con bicarbonato de sodio

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    En un contenedor, mezcla partes iguales de bicarbonato de sodio y agua tibia. Combina los ingredientes hasta formar una pasta. Esta debe tener la consistencia de la pasta dental. La solución servirá para quitar las manchas difíciles que no puedas quitar solo con un trapo.
    • El bicarbonato de sodio es una buena alternativa para limpiar polvo y grasa.[6]
    • Dado que se trata de un producto medianamente abrasivo y que no alterará el sabor de la comida, el bicarbonato de sodio es el producto más seguro para limpiar la piedra.
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    Quita los pedazos grandes de comida con una espátula. Antes de restregar la piedra con la solución que acabas de preparar, asegúrate de quitar los pedazos grandes de comida que han quedado pegados.
    • Sé cuidadoso al hacerlo, ya que manipular demasiado la piedra incrementará la probabilidad de que se quiebre.[7]
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    Utiliza un cepillo para restregar la piedra con la solución. Con un cepillo de dientes o para piedras, haz movimientos circulares y limpia las áreas más problemáticas de la piedra. Primero concéntrate en las partes decoloradas u oscuras y luego continúa con lo demás.
    • Si aún hay áreas con manchas oscuras creadas por el horno, tendrás que volver a limpiarlas luego de pasarle el trapo.
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    Limpia la piedra con un trapo húmedo. Luego de restregar la piedra, quedará una capa de la solución de bicarbonato de sodio en la superficie. Una vez que notes que no podrás limpiar más las manchas restregando, utiliza un trapo húmedo para continuar.
    • Si no estás satisfecho con el resultado final luego de limpiar la superficie, vuelve a trabajar en las áreas difíciles. Repite este proceso hasta aclarar o quitar la mancha por completo.
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    Permite que la piedra se seque por completo. Dado que es posible que el ingreso de humedad sea mayor al aplicar este método que al solo limpiar la piedra con un trapo, asegúrate de esperar por lo menos un día antes de volver a usarla. Recuerda que cualquier resto de humedad podría dañarla.[8]
    • Puedes guardar la piedra en el horno para que se mantenga a temperatura ambiente. Solo asegúrate de quitarla si vas a cocinar otras comidas.

Método 3
Método 3 de 3:
Utilizar la función de autolavado

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    Utiliza esta función una sola vez. Considera que existe una gran probabilidad de quebrar la piedra para pizza incluso si sigues las instrucciones de este artículo.[9] Por tanto, se recomienda utilizar este método solo una vez y aprovechar la oportunidad para limpiar la piedra a profundidad a fin de no tener que hacerlo de nuevo.
    • Si la piedra tiene demasiada grasa, podría generar un incendio por grasa o aceite, lo cual es increíblemente peligroso.
    • Algunos hornos tienen un seguro automático que se activa al emplear la función de autolavado. Por lo tanto, si hubiera un incendio adentro, no habría forma de abrirlo.[10]
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    Limpia el horno hasta eliminar toda la grasa y la comida seca. Si utilizas la función de autolavado mientras hay grasa pegada o cualquier tipo de alimento grasoso, podría generarse mucho humo. Por lo tanto, limpia la grasa de las rejillas con un trapo y un producto limpiador de hornos.
    • Asegúrate de que el horno esté seco antes de usar la función de autolavado.
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    Limpia la piedra con un trapo para secar trastes. Antes de empezar, limpia un poco la grasa y la tierra acumuladas en la piedra. Si bien la función de autolavado limpiará la piedra, esta limpieza previa ayudará a evitar el humo.
    • Asegúrate de quitar cualquier pedazo grande de comida que haya quedado pegado en la piedra.
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    Coloca la piedra en el horno y sube la temperatura a 260 °C (500 °F). Tendrás que aumentar la temperatura del horno de manera gradual a fin de no quebrar la piedra con un cambio drástico. Permite que la función de precalentado incremente la temperatura de la piedra gradualmente. Déjala en el horno por lo menos una hora una vez que alcance los 260 °C (500 °F).
    • Para cocinar tu pizza de manera uniforme, aplica el mismo método de calentamiento.
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    Enciende la función de autolavado. Esta te permitirá calentar el horno al máximo a fin de quemar cualquier residuo de grasa o tierra que quede.[11]
    • Permite que el ciclo termine. No lo interrumpas a menos que se produzca un incendio.
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    Observa la piedra a través de la ventana del horno. Asegúrate de vigilar la piedra para pizza y el horno. Durante el ciclo, verás burbujas de grasa en la superficie de la piedra. No abras el horno mientras se está limpiando, incluso si ves humo.
    • Si ocurriera un incendio, apaga el ciclo de autolavado y llama a los bomberos.
    • El oxígeno hará que el incendio en el horno se agrande y, si se expone al aire, se podría producir una gran explosión. Por ello, asegúrate de mantener la puerta del horno cerrada.
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    Deja que la piedra para pizza se enfríe. Permite que la piedra se enfríe de un día para otro. Al día siguiente, la función de autolavado del horno deberá haber quitado la tierra y manchas restantes.

Advertencias

  • Usa la función de autolavado como último recurso para limpiar la piedra para pizza.
  • La función de autolavado puede causar incendios.
  • Lavar la piedra manualmente es la mejor manera de limpiarla.
  • Siempre usa guantes resistentes al calor al manipular una piedra para pizza caliente.

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Categorías: Artículos destacados | Pizza
Resumen del artículoX

Si necesitas limpiar una piedra para pizza, deja que la piedra se enfríe en el horno como mínimo por una hora luego de usarla, de modo que no se agriete. Usa una espátula de plástico para eliminar los pedazos de alimento quemados que estén adheridos, luego límpiala con un paño húmedo. Si es necesario, remoja la piedra con agua para ablandar los alimentos quemados y usa una combinación de bicarbonato de sodio y agua caliente para eliminar las manchas. Sin embargo, nunca deberás limpiarla con jabón, ya que puede absorberlo y hacer que toda tu comida tenga un mal sabor. Deja que la piedra se seque por completo antes de volver a usarla.