Si no tienes mucho tiempo, la pizza congelada puede ser una comida fácil, deliciosa y económica. Si quieres cocinar una pizza congelada en casa, precalienta el horno a la temperatura especificada en las instrucciones de la caja. Una vez que el horno esté caliente, métela sobre bandeja para hornear o piedra para pizza, o colócala directamente sobre la rejilla para que la corteza sea más crujiente. Para ahorrar tiempo, también puedes poner pizzas más pequeñas en el microondas. Calienta la pizza durante el tiempo recomendado y deja que se enfríe antes de disfrutar de la primera rebanada.

Método 1
Método 1 de 3:
Preparar la pizza

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    Deja que se descongele de 1 a 2 horas. Saca la pizza del congelador antes de comenzar a cocinar y ponla en el mostrador a temperatura ambiente para que se descongele. Si la horneas mientras aún está congelada, la escarcha en la superficie se derretirá y se convertirá en vapor, y la corteza y los ingredientes formarán un desastre húmedo y gomoso.[1]
    • Procura meter la pizza al horno tan pronto como se termine de descongelar.[2]
    • La manera más fácil de descongelarla completamente es dejarla fuera del congelador cuando la lleves a casa de la tienda (a menos que no pienses comerla de inmediato).
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    Saca la pizza descongelada de la caja. Quita la tira que sella la abertura de la caja y separa las solapas de cartón. Desliza la palma de la mano debajo de la pizza y sácala, asegurándote de que esté hacia arriba. Luego, quítale y tira la envoltura de plástico exterior y la base de cartón a la basura.[3]
    • Tal vez tengas que usar un par de tijeras para abrir la envoltura de plástico.
    • Si abres la pizza al revés accidentalmente, los ingredientes pueden caerse o terminar distribuidos de manera desigual.
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    Para que la corteza tenga más sabor y sea más crujiente, échale aceite de oliva con una brocha. Sumerge una brocha de cocina en aceite de oliva extra virgen y pásalo por la corteza alrededor de la orilla de la pizza. Cuando se caliente en el horno o en el microondas, la corteza lo absorberá, dándole un sabor suave y sutil y una textura más crujiente.[4]
    • Una ligera capa de aceite de oliva también ayudará a dorar muy bien el queso que esté cerca de la corteza.

    Consejo: ponle un poco de ajo en polvo, especias italianas, o queso parmesano para darle un sabor aún más delicioso.[5]

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Método 2
Método 2 de 3:
Hornear la pizza en el horno

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    Precalienta el horno a la temperatura que dice en la caja. Las instrucciones que vienen en la mayoría de las pizzas congeladas recomiendan temperaturas en el rango de 190 a 210 ºC (375 a 425 ºF). Para asegurarte de que la pizza se cocine uniformemente, configura el horno en la opción de "hornear" o "convección". Puedes terminar de preparar la pizza mientras el horno se calienta.[6]
    • Otra opción es subir la temperatura del horno lo más posible para simular el calor intenso de un horno de pizza comercial. Sin embargo, si lo intentas, ten en cuenta que será más fácil que se queme.[7]
    • No uses el asador. Puede ser que el calor unidireccional haga que la parte de arriba de la pizza se cocine demasiado mientras que el resto quedará poco cocido.
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    Ponla en una bandeja para hornear antiadherente. Coloca la pizza de modo que quede perfectamente horizontal en el centro de la bandeja. Tómate el tiempo de reorganizar los ingredientes sueltos o agrupados para que cubran más de la pizza si tienes que hacerlo.
    • Si tienes una piedra para hornear pizza que quieras usar, métela en el horno cuando se está precalentando. Las piedras para pizza absorben el exceso de humedad, lo que también ayuda a que la corteza quede liviana y hojaldrada.

    Alternativa: cocina la pizza directamente en la rejilla central del horno. Esto hará que el calor circule alrededor de la pizza, dando como resultado una corteza más crujiente.[8]

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    Mete la pizza en la rejilla central del horno. Poner la pizza en la rejilla central asegura que no esté demasiado cerca del elemento calefactor en la parte de arriba o de abajo del horno. Cuando la hayas metido, cierra la puerta del horno para que el calor no se escape.[9]
    • Si vas a usar una bandeja para hornear, colócala a lo largo para que cuando la pizza esté lista, sea más fácil sacarla.
    • Si vas a hacerla directamente en la rejilla, coloca la pizza lentamente y con cuidado para no quemarte.
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    Cocina la pizza por el tiempo recomendado. Por lo general, una pizza congelada tarda de 15 a 25 minutos en cocinarse por completo, dependiendo del tamaño y la cantidad de ingredientes. No olvides usar un temporizador para no olvidarla mientras está en el horno.[10]
    • Cuando el queso se torne de un color dorado claro y comience a burbujear de manera estable, sabrás que la pizza está lista.
    • Si enciendes el horno a la temperatura más alta posible, la pizza solo necesitará entre 5 y 8 minutos.[11]
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    Saca la pizza del horno usando un guante para horno. Cuando termine el tiempo de cocción, abre el horno, mete la mano con cuidado y sostén la orilla de la bandeja con el guante. Pon la bandeja sobre una superficie plana y resistente al calor.
    • Para sacar una pizza que ha sido horneada directamente en la rejilla, desliza una espátula de metal, un servidor de pastel o un utensilio similar bajo la bandeja para hornear, o solo saca la rejilla completa.
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    Deja enfriar la pizza de 3 a 5 minutos antes de cortarla. Dejar "descansar" la pizza permitirá que llegue a una temperatura segura para poder comerla. También le dará tiempo al queso derretido para ponerse algo firme, lo que puede hacer que cortarla sea mucho más fácil y menos desastroso.[12]
    • No toques la pizza o la bandeja para hornear en donde está con la mano, ambas estarán extremadamente calientes cuando acaben de salir del horno.
    • Si tratas de cortar la pizza sin dejar que se enfríe primero, lo más probable es que termines arrancándole todo el queso y los ingredientes a cada pedazo.
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    Córtala en rebanadas con un cortador de pizza. Pasa el cortador sobre el centro de la pizza, haciendo rodar la cuchilla con un movimiento hacia atrás y hacia adelante unos cuantos centímetros a la vez. Luego, gírala 90 grados y corta el centro nuevamente, atravesando el primer corte. Continúa girando y cortando hasta que tengas la cantidad de rebanadas que quieras servir.
    • De una pizza congelada de tamaño promedio, normalmente salen de 6 a 8 rebanadas.
    • Si no tienes un cortador de pizza a mano, también puedes usar un cuchillo de chef afilado. Presiona hacia abajo la parte de atrás del filo con la palma de la mano para atravesar la corteza en una línea perfectamente recta.
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Método 3
Método 3 de 3:
Calentar pizza congelada en el microondas

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    Pon la pizza en un plato apto para microondas. Asegúrate de que la pizza quepa en el plato que elijas y que también encaje cómodamente en el microondas. Pon la pizza en el centro del plato, abre la puerta del microondas y coloca el plato dentro.[13]
    • Nunca metas al microondas utensilios de metal o papel aluminio. Si lo haces podría generar chispas o incluso provocar un incendio o dañar el microondas permanentemente.

    Consejo: muchas de las pizzas para microondas vienen con bandejas refractarias que están diseñadas para hacer que la corteza sea más crujiente. Si la pizza trae una bandeja como esta, asegúrate de usarla.[14]

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    Mete la pizza al microondas a una temperatura alta durante el tiempo recomendado. La mayoría de las pizzas de microondas toman de 3 a 4 minutos para estar listas, y las pizzas que son particularmente grandes o gruesas podrían tomar más de 4 o 5 minutos. Si quieres instrucciones con más detalle, mira en la caja.[15]
    • Cuida la pizza con atención mientras se cocina para asegurarte de que no se cocine demasiado.
    • Los tiempos de cocción pueden ser diferentes para las pizzas hechas con pan de ajo, pan sin levadura u otros tipos especiales de corteza.
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    Déjala enfriar de 2 a 3 minutos antes de comerla. Es probable que el plato se caliente mucho, por lo que debes tener cuidado al sacarlo del microondas. Puedes cortar la pizza en rebanadas más pequeñas para compartirla mejor después de que haya tenido suficiente tiempo para enfriarse. ¡Disfruta!
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Consejos

  • En algunos casos, el microondas puede ser el método de cocción más recomendado para una pizza congelada, incluso las de mejor calidad. Esto con frecuencia se debe a que es la forma más eficiente de calentar la pizza de manera consistente y uniforme.[16]
  • La pizza congelada es una opción excelente en cualquier momento del día: ¡es igual de buena si quieres un almuerzo rápido, cena o bocadillo para saciar el hambre después de la escuela!
  • Prueba diferentes marcas hasta que encuentres una que te guste y que salga bien con el método de cocción que prefieres.
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Cosas que necesitarás

  • bandeja para hornear
  • cortador de pizza
  • guante para horno
  • piedra para pizza (opcional)
  • brocha de cocina (opcional)
  • plato apto para microondas (opcional)

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Categorías: Pizza
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