El azúcar morena casi siempre es suave y esponjosa cuando la usas por primera vez, pero con el tiempo se vuelve dura como ladrillo. Esto se debe, normalmente, a que el azúcar se seca cuando no está protegida contra el aire del exterior. Hay varias maneras de mantenerla suave, como guardarla en un recipiente hermético o con otros artículos comestibles que ayuden a conservar la humedad y eviten que se vuelva dura. Si necesitas ablandar azúcar morena de manera rápida, usa el microondas, el horno o un procesador de comida.

Método 1
Método 1 de 3:
Guardar apropiadamente azúcar morena

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    Guarda el azúcar en un recipiente hermético. El azúcar morena tiende a volverse dura cuando se expone al aire. Si quieres mantenerla suave, la mejor opción es guardarla en un recipiente hermético tan pronto como hayas abierto el empaque.[1]
    • Limita la exposición al aire lo más posible cuando guardes el azúcar. Elige un recipiente pequeño y vierte ahí el azúcar morena hasta el tope. Asegúrate de cerrar muy bien el recipiente. Revisa que no tenga grietas o aberturas.[2]
    • Tal vez no tengas un recipiente lo suficientemente pequeño. En este caso, usa una bolsa Ziplock pequeña. Apriétala para eliminar el exceso de aire antes de sellarla.[3]
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    Usa un recipiente de terracota. Las tiendas de cocina y algunas tiendas de abarrotes venden lo que se llaman recipientes de terracota para azúcar. Estos son artefactos pequeños y circulares hechos de arcilla. Son económicos, cuestan alrededor de 3 dólares cada uno y se pueden utilizar para suavizar el azúcar. Están diseñados para liberar humedad sobre el azúcar y mantenerla suave.
    • Después de haber comprado el recipiente para azúcar de terracota, sumérgelo en agua por 15 minutos. Después, sécalo.[4]
    • Guarda el recipiente con el azúcar morena dentro. Lo ideal es conservar este recipiente dentro de otro hermético o dentro de una bolsa de plástico.[5]
    • Si colocas un recipiente para azúcar en una bolsa de azúcar morena que ya esté dura, le tomara unas 8 horas ablandarse.[6]
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    Agrega malvaviscos a la bolsa. Si no tienes un recipiente de terracota, los malvaviscos funcionan algunas veces para suavizar el azúcar. Coloca algunos dentro del recipiente con azúcar y observa si funciona.[7]
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    Guarda el azúcar con manzanas y pan. Ambos contienen bastante humedad por naturaleza. Puede ayudar si agregas algunas rebanadas de manzana o una pieza de pan a una bolsa de azúcar morena. La idea es que el azúcar obtenga humedad del pan o de la manzana. Si agregas estos artículos al azúcar endurecida, le puede tomar un día para comenzar a ablandarse.[8]
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Método 2
Método 2 de 3:
Suavizar azúcar endurecida

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    Agrega agua por unos días. Recuerda que el azúcar morena se endurece por falta de humedad. La manera más simple de ablandarla es agregar agua. Vierte unas gotas de agua sobre el azúcar endurecida. Después, métela en una bolsa sellada. Guárdala por unos días y se habrá ablandado considerablemente cuando el azúcar haya absorbido el agua.[9]
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    Usa un trapo húmedo. También puedes usar un trapo para humedecer el azúcar morena. Coloca el azúcar endurecida en un recipiente abierto. Después, toma un trapo o una toalla de papel mojados. Exprímelos hasta que queden solo húmedos y colócalos sobre el recipiente. Deja el azúcar así toda la noche. Si tienes éxito con este método, el azúcar debe estar suave por la mañana.[10]
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    Ablanda durante la noche con papel aluminio y una toalla de papel mojada. También puedes usar papel aluminio y una toalla de papel para ablandar el azúcar. Para empezar, coloca el azúcar endurecida en un recipiente con tapa.
    • Coloca una pieza de papel aluminio sobre el azúcar morena endurecida. Después, toma unas toallas de papel húmedas y colócalas sobre el papel aluminio. [11]
    • Sella el recipiente. Deja la toalla ahí hasta que se seque. Esto puede pasar durante la noche pero podría tomar unos días. Una vez que la toalla se haya secado, el azúcar se debe haber ablandado.[12]
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Método 3
Método 3 de 3:
Usar métodos más rápidos

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    Usa un procesador de alimentos. Si necesitas el azúcar de inmediato, puedes simplemente colocarla en una licuadora o en un procesador de alimentos. Esto deshace los pedazos duros del azúcar y la convierte en granos. Solo corta o presiona el azúcar hasta que se suavice.[13]
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    Mete el azúcar en el microondas. Si no tienes un procesador de comida, puedes usar el microondas. Toma el azúcar endurecida y métela en una bolsa para microondas.
    • Toma una toalla de papel cuadrada y mójala. Exprímela para que quede mojada pero que no gotee.
    • Coloca la toalla de papel con el azúcar y sella la bolsa. Métela al microondas por 20 segundos y revísala. Si el azúcar no se ablanda, vuelve a meterla e incrementa 20 segundos hasta que quede a tu gusto.[14]
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    Suavízala en el horno. Si no tienes un microondas o un procesador de comida, puedes usar el horno convencional. Enciéndelo a 250 grados. Después, coloca el azúcar en la bandeja. Calienta por 5 minutos y después revísala. Si el azúcar aún no está suave, calienta por unos minutos más. Continúa hasta que el azúcar quede lo blando que desees.[15]
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Consejos

  • Es más fácil tomar medidas preventivas que ablandar el azúcar que ya se ha endurecido. Asegúrate de guardarlo en un recipiente hermético en cuanto hayas abierto el empaque.
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Advertencias

  • Si usas los métodos de las manzanas y el pan para mantener el azúcar morena suave, reemplaza las manzanas o el pan cada dos o tres días para evitar que se forme moho que afecte la calidad del azúcar.
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