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Todas las personas quieren lograr el éxito en la vida. Puedes determinar tu progreso de muchas maneras, sea cual sea el esfuerzo que dediques para lograr el éxito. Es posible que te parezca que para ti la definición de alcanzar el éxito sea diferente a la de los demás. Tu definición del éxito podría cambiar con el paso del tiempo.
Pasos
Método 1
Método 1 de 3:Medir el éxito según el resultado de tu desempeño
Método 1
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1Define tu resultado. Si para ti el éxito es conseguir un resultado específico, debes saber cuál es ese resultado. Piensa en tus tareas académicas, tu trabajo o cualquier aspecto de tu vida en la que quieras lograr el éxito. ¿Quieres que tu éxito se mida a intervalos regulares o que se mida al final de un proyecto? Por ejemplo, ¿para ti el éxito es sacar una nota de 80 % o más en todas tus tareas en el año académico o es conseguir la mejor nota en todos tus exámenes al final del año? Tú decidirás tu definición de éxito.
- Asegúrate de que las medidas de tu resultado sean posibles de alcanzar y realistas. Si no lo son, podrías terminar sintiéndote cansado y fatigado, ya que siempre estarás peleando una dura batalla.[1]
- Pídeles a los demás que te den estrategias sobre cómo conseguir el resultado deseado. Debes tener un plan para alcanzar tus objetivos.
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2Expón en líneas generales los puntos de referencia de tu desempeño. Un punto de referencia es un ideal o estándar que fijas para ti; fundamentalmente, es el mejor resultado que te gustaría conseguir. Elabora un calendario del desempeño que esperas indicado por los puntos de referencia que has escogido. Por ejemplo, si quieres bajar 7 kg (16 libras) en dos meses, divide esa cantidad para que tengas puntos de referencia más pequeños. Usando el mismo ejemplo, podrías poner en el calendario puntos de referencia de 0,9 kg (2 libras) a la semana durante un periodo de ocho semanas.[2]
- Como otro ejemplo, imagina que quieres que tu resultado sea convertirte en el mejor estudiante de la clase. Los puntos de referencia de tu desempeño que podrías establecerte podrían ser sacar la mejor nota en al menos dos de tus exámenes y la mejor nota en al menos cuatro de seis trabajos académicos.
- Deja espacio para agregar detalles de tu desempeño actual.
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3Compara tu desempeño real con puntos de referencia. Marca tu desempeño real en tu calendario con puntos de referencia. Recompénsate si consigues tu meta. Está bien que te sientas molesto si no llegas a cumplir tus objetivos en algún momento en particular.
- Asegúrate de que tu recompensa sea conforme a tu desempeño. Por ejemplo, si estableces tus puntos de referencia de manera semanal, no te recompenses saliendo de compras al final de cada semana que cumplas con tus objetivos. Mantén las cosas en perspectiva y guarda recompensas grandes como esta cuando consigas el objetivo global final.
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4Toma en cuenta los contratiempos. A veces ocurren cosas que están fuera de tu control. Si esta es la razón por la que no llegas al desempeño que te has fijado como objetivo, debes saber que no has fracasado. Si hay algo evita que consigas tus metas, piensa en cómo solucionar el problema.
- Por ejemplo, si te levantas tarde y eso evita que estudies la cantidad que te gustaría estudiar, pídele a alguien que viva contigo que se asegure de despertarte a cierta hora.
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5Restablece los puntos de referencia. Dados los contratiempos que podrían aparecer, restablece los puntos de referencia para lograr el éxito en caso de que sea necesario. Esto es más probable que suceda si estableces tus puntos de referencia a intervalos regulares. Si tienes un resultado importante como tu definición del éxito (por ejemplo, correr 10 km en 1 hora en la maratón a realizarse en junio), entonces puedes fácilmente cambiar tus resultados a lo largo del camino.[3]
- Tendrás que cambiar la cantidad de esfuerzo que te requiera conseguir tu resultado, pero sigue siendo probable que alcances tu objetivo. Restablece los puntos de referencia de tu desempeño que esperas como resultado y llévalos a cabo.
Método 2
Método 2 de 3:Medir el éxito según la búsqueda ardua de tus valores
Método 2
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1Define tus valores. Los resultados concretos no son la única manera de medir el éxito. También puedes medir el éxito esforzándote en vivir de acuerdo con tus valores, aunque a veces no cumplas tus objetivos. Escribe en una lista el tipo de características que quieres tener para que te consideres exitoso. Podrían ser cosas como “Me levanto cuando me siento triste”, “Busco el lado bueno de las cosas” o “Me esfuerzo en hablarles a todos con amabilidad y educación, aunque esté de mal humor”.[4]
- Estos valores no vienen con una fecha de expiración: te ayudarán evaluar cómo te va en cualquier etapa de tu vida.
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2Evalúa tu desempeño actual. ¿Vives de acuerdo con estas características la mayor parte del tiempo? Piensa en ejemplos que puedas mostrar de que vives o no según tus estándares de éxito. ¿Haces todo lo posible por ser el tipo de persona que quieres ser? Piensa en las conductas que puedes mejorar para que seas exitoso. Pídeles a los demás que te aconsejen sobre cómo conseguirlo.
- Pídeles a los demás su opinión de tu desempeño actual. Pueden brindarte una perspectiva en la que tal vez no habías pensado.
- Recuerda que este es un proceso para toda la vida y, por lo tanto, a menudo no habrá un resultado concreto.
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3Considera cómo hiciste las cosas. Decide si la manera en que hiciste las cosas es más importante que lo que hiciste. Por ejemplo, si llegaste a marcar goles en todos tus partidos de fútbol, pero fuiste arrogante y grosero con tus amigos y perdiste algunos amigos, ¿te sigues considerando exitoso?
- Por el contrario, si no llegaste a conseguir la mejor nota en todos tus exámenes, pero te esforzaste mucho a lo largo del año y desarrollaste varias habilidades a lo largo del camino, ¿en realidad fracasaste? Mantén las cosas en perspectiva.
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4No debes ser tan duro contigo en los momentos difíciles. A veces tiene sentido que te esfuerces menos; por ejemplo, cuando el objetivo que quieres conseguir en realidad no se puede alcanzar.[5]
- Recuerda que cuando estás enfermo o cuando debes concentrarte en otra cosa, no quiere decir necesariamente que no estés logrando el éxito, sino que tu éxito está en pausa mientras que lidias con mayores problemas.
Método 3
Método 3 de 3:Medir el éxito evaluando el rol que desempeñas
Método 3
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1Piensa en los diferentes roles que desempeñas en la vida. El hecho de que seas exitoso no se define por ningún resultado ni cualidad en particular. Eres un hermano, un hijo, un amigo, un estudiante, un futbolista, un ciudadano de este país. Escribe en una lista todos los roles en los que puedas pensar.
- Es posible que te vaya mejor en algunos roles que en otros. Es natural y es lo que se espera.
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2Define tu éxito en estos roles. Piensa en la calidad de tus relaciones o la cantidad de roles que desempeñas. ¿Qué crees que te hace exitoso? Piensa en el esfuerzo que dedicas a todos estos roles. Recuerda que siempre tendrás altibajos en la vida.
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3Recuerda que las definiciones del éxito pueden variar según determinada área. Es posible que tengas que pensar en tus acciones, la calidad de tu relación con los demás, tu desempeño u otros aspectos de tu rol.[6] Estos son algunos ejemplos de éxito en diferentes roles:
- Como ciudadano, te aseguras de reciclar.
- Como hijo, le hablas a tu padre con educación.
- Como futbolista, asistes a todas las sesiones de práctica con el equipo y les animas a tus compañeros a mejorar.
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4Evalúa cómo te va en los diferentes roles. Piensa en qué tanto éxito tienes en los diferentes roles que desempeñas formulándote algunas preguntas. ¿Las personas que dependen de ti se sienten satisfechas y felices? ¿Sientes que vives de acuerdo con tus ideales?
- Pídeles a los demás lo que opinan acerca de tu éxito. Quizás sean personas con las que te involucras en diferentes roles.
- Por ejemplo, pregúntale a tu mamá cómo eres como hijo o pregúntale a tu jefe cómo te va como un empleado recién contratado. Los demás pueden decirte cosas de tu desempeño que podrían sorprenderte.
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5Identifica los roles que en los que puedes mejorar tu desempeño. ¿Crees que puedes ser un mejor hijo cuidado a tu mamá? ¿Crees que puedes ser un mejor amigo siendo más confiable? Piensa en lo que puedes hacer para ser más exitoso en esos roles.
- Recuerda que el éxito en tus roles es maleable: depende de cómo lo definas y de si quieres cambiar para alcanzar los ideales que te establezcas.
Consejos
- Podría ser útil usar más de un método para medir el éxito.
- Dependiendo del tipo de éxito que busques, es posible que tengas que considerar las opiniones de los demás. Por ejemplo, si crees que eres exitoso como estudiante porque te esfuerzas mucho, pero tu profesor te dice que tienes un el desempeño académico que deberías tener, quizás tengas que pensar en otras estrategias para mejorar tu rendimiento académico.
Advertencias
- Hay una gran diferencia entre “Estoy fracasando” y “Soy un fracaso”. Todas las personas tienen éxitos y fracasos. Fracasar una vez no quiere decir que seas un fracaso permanente.
- Por lo general, el éxito es subjetivo.[7]
Referencias
- ↑ http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/15820268
- ↑ http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/16881761
- ↑ http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/16881761
- ↑ https://www.psychologytoday.com/blog/the-power-prime/201205/personal-growth-your-values-your-life
- ↑ http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/15820268
- ↑ http://www.businessinsider.com/how-9-incredibly-successful-people-define-success-2014-5?op=1
- ↑ http://ras.sagepub.com/content/71/4/607.short