Ya sea que te topes con un baño público repugnante o no haya un baño cerca, quizás llegue un momento en el que sea más fácil orinar de pie que en cuclillas. Asimismo, quizás quieras orinar de pie si te presentas como hombre y usas el baño de hombres. Si tienes vagina, orinar de pie requiere un poco de técnica y práctica. Por fortuna, no es muy difícil de dominar y quizás incluso lo prefieras a hacerlo sentada. Este artículo responde a algunas preguntas comunes sobre cómo orinar de pie para que ir al baño te resulte mucho más fácil.

Método 2
Método 2 de 6:
¿Alguien con vagina puede apuntar la orina?

  1. 1
    Sí, si usas el "método de los dos dedos". Límpiate las manos con una toalla y bájate los pantalones y la ropa interior. Forma una V con los dedos índice y medio y luego abre el interior de los labios menores (los labios interiores de la vulva). Levanta los labios menores hacia arriba y hacia afuera y luego empieza a orinar. El torrente de orina debe ir hacia afuera en lugar de hacia abajo y contra la pierna.[2]
    • Al terminar, límpiate los labios vaginales y lávate las manos.
    • Si vas a apuntar en un mingitorio, inclina un poco la pelvis hacia adelante para apuntar el torrente hacia afuera y hacia abajo.

Método 3
Método 3 de 6:
¿Cómo se practica orinar de pie?

  1. 1
    Quítate toda la ropa de la cintura para abajo antes de comenzar. Al empezar a orinar de pie, la orina quizás gotee o se escurra un poco. Quítate todo (incluso los zapatos y los calcetines) para que la limpieza sea mucho más fácil.[3]
  2. 2
    Ponte de pie en la bañera o la ducha para practicar. Este es un lugar seguro para practicar en donde puedes simplemente enjuagarte después. Asimismo, puedes probar con distintas posturas y posiciones para que te resulte más fácil orinar de pie.[4]

Método 4
Método 4 de 6:
¿Cómo hacer que orinar de pie sea más fácil?

  1. 1
    Haz ejercicios de Kegel. Los músculos del suelo pélvico ayudan a iniciar y detener el torrente de orina. Puedes encontrarlos si orinas y luego detienes el torrente con los músculos. Después de encontrarlos, puedes ejercitarlos contrayéndolos por 5 segundos y luego aflojándolos por 5 segundos. Intenta hacerlo 3 veces al día para fortalecer los músculos y tener un mayor control sobre el flujo de la orina.[5]
  2. 2
    Usa falda. Al usar una falda, tan solo debes levantar la tela en lugar de bajar una cremallera o quitarte los pantalones. Si puedes, haz el intento de usar algo holgado que pueda quitarse con facilidad. Si bien no hay problema con usar pantalones, puede ser un poco más difícil orinar de pie cuando apenas empiezas.[6]

Método 5
Método 5 de 6:
¿Cómo orinar durante una excursión?

  1. 1
    Dirígete como mínimo a 60 m (200 pies) del sendero. Esto suele ser alrededor de 75 pasos. Asimismo, debes asegurarte de no estar cerca de ninguna fuente de agua o campamento de forma que no contamines nada.[7]
  2. 2
    Orina en un lugar rocoso. La sal de la orina no dañará las rocas como lo hace con las plantas. Si tienes la opción, intenta ir a algún lugar que de por sí sea bastante árido. Si no puedes encontrar un lugar, intenta orinar en la tierra y no sobre una planta.[8]

Método 6
Método 6 de 6:
¿Está bien no limpiarse después de orinar?

  1. 1
    Si bien no es lo ideal, puedes omitirlo si tienes prisa. Al no limpiarte después de orinar, puedes ocasionar que se acumulen bacterias dentro y alrededor de la vagina. Si no tienes papel higiénico en ese momento, intenta limpiarte y lavarte apenas llegues a un lugar que tenga agua corriente.[9]
    • Si sientes comezón, ardor o incomodidad en los genitales al orinar, programa una cita con tu doctor.

Consejos

  • Cuando salgas, ten a la mano una botella de desinfectante para manos para limpiártelas.

Acerca de este wikiHow

Allison Romero, PT, DPT
Coescrito por:
Especialista en salud pélvica
Este artículo fue coescrito por Allison Romero, PT, DPT. La doctora Allison Romero es una especialista en salud pélvica, fisioterapeuta y propietaria de Reclaim Pelvic Therapy en el Área de la Bahía de San Francisco. Con más de una década de experiencia, Allison se especializa en tratamientos de fisioterapia pélvica completa para la disfunción del suelo pélvico. Tiene un bachiller en Kinesiología y Ciencias del Ejercicio de la Universidad Estatal de Sonoma, así como un doctorado en Fisioterapia de la Universidad del Sur de California. Es fisioterapeuta certificada en California, y miembro de la Sección de Salud de la Mujer en la Asociación Estadounidense de Terapia Física y de la International Pelvic Pain Society. Este artículo ha sido visto 10 815 veces.
Categorías: Salud de la mujer