Para obtener el empleo de tus sueños, algunas veces solo debes estar dispuesto a pedirlo. Ya sea que quieras impulsar tu carrera o solo hacer unas cuantas horas extra en las vacaciones de verano, es importante que tu forma de presentarte le cause una gran impresión al posible empleador. Debes hacer un esfuerzo por verte lo mejor posible, expresarte eficazmente y mostrar una actitud positiva y perseverante para que se te considere como una buena opción para ese empleo.

Método 1
Método 1 de 3:
Conseguir el empleo deseado

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    Habla con la persona indicada. Investiga un poco para descubrir quién es el que toma las decisiones sobre las contrataciones en la empresa para la cual deseas trabajar. En las empresas privadas y pequeñas puede ser el mismo dueño y en las corporaciones grandes, un funcionario de recursos humanos o un director de personal. Presentarte ante el canal de comunicación adecuado es el primer paso para conseguir una entrevista.[1]
    • En la mayoría de los empleos de tienda o de servicios, simplemente puedes entrar y pedir una reunión con el administrador.
    • Si tienes un amigo o un conocido que trabaje para la empresa, pregúntale si puede darte algunos consejos o ayudarte a concertar una cita con uno de los superiores.
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    Sé directo. Una vez que tengas la oportunidad de hablarle a alguien con cierta influencia, hazle saber de manera clara que estás interesado en trabajar para su empresa. Demuéstrale que estás deseoso, entusiasmado y listo para trabajar arduamente.[2]
    • La clave es ser asertivo, pero no fuerces la situación. Nunca le exijas nada a un empleador o creas tener derecho a todo.
    • Empieza con una frase como “Creo que yo podría ser alguien adecuado para su empresa” o “Yo creo que mi mis ideas y aspiraciones pueden ser de gran utilidad en las operaciones de su empresa”.[3]
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    Envía un correo electrónico. Asegúrate de adjuntar tu CV, una carta de presentación original que explique el motivo por el cual estás interesado en el empleo y un enlace al aviso del puesto vacante si es que fue publicado en Internet. Hoy en día, la mayoría de las empresas consolidadas se informan sobre sus posibles empleados de manera electrónica, así que esta sería tu primera oportunidad para hacer contacto con las personas para las que podrías estar trabajando en el futuro. Enviar un correo electrónico directamente a un empleador resulta mucho más agradable que colgar tu CV masivamente en varios sitios web dedicados a la búsqueda de empleos.[4]
    • Sé explícito en el propósito del correo electrónico escribiendo algo como “Puesto para Editor Jefe” en la línea del asunto".
    • Siempre sé cordial, profesional y rápido en tu correspondencia de correos electrónicos. Los supervisores encargados de contratar prestan mucha atención a la manera en que los posibles empleados se comunican.[5]
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    Programa una cita. En algunas ocasiones, la persona que ofrece el empleo puede ser un amigo de la familia, un conocido o un antiguo socio de negocios. Si este es el caso, estará bien reunirte con esta persona de manera casual para ver los detalles del empleo. Encuentra un momento que se ajuste al horario del empleador y prepárate para contarle un poco sobre ti y lo que buscas en este momento.
    • Concierta una cita con el empleador llamándolo o hablándole personalmente y con anticipación.
    • Aunque la entrevista no sea formal, debes proponerte llegar temprano y lucir presentable.[6]
    • No asumas que tienes el puesto garantizado solo por conocer a alguien. Debes tratar esta cita con el mismo respeto y consideración con el que tratarías a cualquier otra situación de carácter profesional.

Método 2
Método 2 de 3:
Destacar ante el empleador

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    Enumera tus habilidades. Describe tu perfil y experiencia en el campo. Incluye un resumen de tu reciente historial profesional, así como estudios relevantes y oportunidades de voluntariado. No asumas que la persona encargada de contratar reconocerá la importancia de tus habilidades inmediatamente, así que hazle ver de qué modo resultarán útiles.[7]
    • No te dediques únicamente a recitar lo que está en tu currículum. Explícale al empleador cómo es que esas cualificaciones pueden ser aplicadas y adaptadas: “Como puede ver, mis cuatro años como profesora me han provisto de experiencia valiosa en lo que es el trabajo con grupos de todas las edades”.
    • Si no tienes ninguna experiencia de la que puedas hablar, enfócate en los aspectos de tu personalidad que creas que te hacen alguien adecuado para el puesto.
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    Demuestra tu utilidad. No esperes hasta ser contratado para empezar a ser valioso para la empresa. Sé proactivo y dile a tu contacto o entrevistador qué tipo de cosas aportarás exactamente. Esto demostrará el ingenio que posees y dejará en claro que has considerado seriamente la idea de ocupar el puesto en cuestión.[8]
    • Persuade al empleador con una idea sobre cómo aumentar la productividad, una muestra de un documento escrito o un ejemplo de un programa que hayas ayudado a desarrollar.
    • Puede ser tan simple como mencionar logros pasados, como “En mi último empleo, ayudé a reformar el nuevo programa de capacitación para empleados” o dar a entender logros futuros, como “Tengo ganas de ver cómo trabajar dentro de una cocina más organizada me ayudará a mejorar mis habilidades como cocinero”.
    • Proveer un ejemplo del tipo de trabajo que sabes hacer puede ayudarte a mostrar tus habilidades prácticas, y así la compañía se sentirá segura en su decisión de contratarte.
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    Demuestra interés en la empresa. Lee la historia, los objetivos y el producto o servicios de la empresa para familiarizarte con aquello a lo que se dedican. Luego, adecúa tus respuestas de la entrevista para resaltar aquellas cualidades tuyas que sean compatibles con su modelo de negocio. Muchos empleadores estarán más dispuestos a darte una oportunidad si ven que quieres actuar en beneficio de la empresa.[9]
    • Aclárale a la persona con la que te estás reuniendo que quieres un empleo en su empresa y no en cualquier otra.
    • Evita decir frases como “Necesito un empleo” o “Escuché que estaban contratando”. Darás una mejor impresión si pareces estar detrás de un empleo específico.[10]
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    Establece una conexión mutua. Señala las cosas que tienes en común con tu contacto, como por ejemplo que es un amigo cercano o un socio. Si alguien que conoces te recomendó este empleo, asegúrate de mencionarlo por su nombre como alguien que puede dar fe de tus aptitudes. Estar interconectado es una parte importante en el proceso de buscar empleo porque va a indicar que eres alguien en quien se puede confiar.
    • Explica la relación que tienes con tu contacto de una manera que suene natural. Por ejemplo, podrías decir “Mi amiga Cristina me dijo que le encantó trabajar con ustedes” o “Mi tío siempre ha sido un cliente satisfecho con el servicio de ustedes”.
    • No esperes ser contratado por el simple hecho de mencionar a ciertas amistades en la conversación. Debes ser capaz de conseguir el empleo por tus propios méritos (tener uno o dos amigos en común es solo una ayuda).[11]
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    Habla en plural. En lugar de referirte a ti en primera persona, usa palabras como “nosotros” y “nuestro”. Si hablas como si ya fueras parte del equipo, la persona a quien le hablas empezará a verte de esa manera. Esto hará que sea más proclive a cerrar el trato y otorgarte el puesto.[12]
    • Mantente atento y fíjate si la otra persona también empieza usar el plural. Esta será una buena señal de que estás logrando convencerlo.
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    Descubre cómo hacer un seguimiento. Si te sientes incómodo con la idea de preguntar directamente por el empleo, puedes intentar tocar el tema de otra manera. Antes de irte o colgar el teléfono, fíjate si es posible obtener más información sobre la siguiente fase del proceso de contratación. Haz preguntas como “¿Cuándo sería un buen momento para llamarlos de nuevo y analizar algunos puntos de esta información con mayor detalle?”.[13]
    • Pide comentarios sobre cómo te fue o qué podrías hacer de manera distinta la próxima vez.[14]
    • La mayoría de los empleadores verán como una señal prometedora al hecho de que ya quieras prepararte para el siguiente paso.

Método 3
Método 3 de 3:
Presentarte de manera profesional

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    Esfuérzate por lucir bien. Antes de presentarte a una entrevista o a una cita con amigos, tómate un tiempo para elegir un atuendo que te quede bien y sea adecuado para la ocasión. Debes ir bien vestido, pero trata de que tu atuendo no sea muy casual o extravagante. Acuérdate de peinarte, cepillarte los dientes y asegurarte de que tu ropa esté libre de polvo y arrugas. [15]
    • Además de lo obvio, asegúrate de usar desodorante, limpiarte debajo de las uñas y rasurarte o recortarte la barba.
    • Como dice un viejo dicho, “vístete para el empleo que deseas obtener”. Si te ves como alguien que ocupa un puesto específico, les resultará más fácil a los posibles empleadores imaginarte en ese puesto.
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    Comunícate de manera clara y efectiva. Opta por un tono que sea relajado y amigable, pero a la vez profesional. Cuando no estés hablando, escucha atentamente sin interrumpir. La persona a la que le estés hablando deberá sentirse igual de cómoda contigo como tú con ella. Responde de forma detallada a las preguntas que te hagan, pero resístete al deseo de alardear o hablar extensamente de ti mismo.[16]
    • Haz lo posible por evitar tartamudear, balbucear o usar demasiados sonidos de relleno como “um” y “ah”.
    • Si vas a pedir empleo a través de un correo electrónico, asegúrate de escribir con la ortografía, puntuación y gramática correctas. Revisa el mensaje cuidadosamente antes de enviarlo.[17]
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    Sé tenaz. El hecho de no recibir un contrato de empleo inmediatamente no significa que nunca lo recibirás. Puede ser que el puesto específico aún no esté vacante o la persona encargada necesite más tiempo para entrevistar a otros aspirantes. Haz un seguimiento llamando por teléfono o enviando un correo electrónico después de unos días para hacerles saber que sigues interesado y con esperanzas de recibir más noticias de ellos.[18]
    • La confianza en ti mismo dice mucho sobre ti. Algunas veces, la confianza en ti mismo puede compensar lo que te falta de experiencia directa.[19]
    • Aunque la determinación sea una cualidad, debes aprender a aceptar un no por respuesta.
    • No te desanimes mucho si no consigues el empleo. Agradece a la otra persona por su tiempo, luego redobla tus esfuerzos y asegúrate de estar preparado para la siguiente oportunidad que se presente.[20]

Consejos

  • Siempre se tú quien se ponga en contacto con la compañía a través de llamadas, correos o visitas directas. No esperes que alguien más realice las preguntas por ti.
  • Si es posible, concierta una cita para verte en persona con tu posible empleador. De esa forma, se hará una idea de tu personalidad y no solo de cómo te ves sobre un papel.
  • Termina una entrevista formal preguntando si estarán dispuestos a considerarte para el puesto. No tiene sentido irse por las ramas, ambos saben el motivo de tu visita.
  • Programa una hora en la que puedas conversar con la persona durante su horario regular de trabajo.

Advertencias

  • No contactes a alguien a través de su número telefónico personal, correo personal o cuenta personal en redes sociales para hablar de asuntos laborales, a menos que te haya indicado que está bien hacerlo.
  • Evita suplicar o rebajarte si no se te otorga el empleo inmediatamente. Esta actitud puede molestar al empleador y hacerte ver como un necesitado.

Acerca de este wikiHow

Amber Rosenberg, PCC
Coescrito por:
Coach laboral
Este artículo fue coescrito por Amber Rosenberg, PCC. Amber Rosenberg es coach de vida profesional, coach de carrera y coach ejecutiva que reside en el Área de la Bahía de San Francisco. Como propietaria de Pacific Life Coach, tiene más de 20 años de experiencia en coaching y en corporaciones, empresas de tecnología y organizaciones sin fines de lucro. Se formó en el Coaches Training Institute y es miembro de la International Coaching Federation (ICF). Este artículo ha sido visto 51 503 veces.
Categorías: Búsqueda de trabajo