Cuando están saludables, las plantas de aloe vera crecen de manera abundante y forman hojas, flores e incluso plantas nuevas; motivo por el cual necesitan atención frecuente. Aunque una planta de aloe debe cortarse de manera más delicada que otras plantas, seguir algunos métodos de poda ayudará a mantenerla en buen estado. Si quitas las partes dañadas y los excesos, puedes fomentar la salud y el crecimiento de tu planta y así sentirte orgulloso de que forme parte de tu espacio.

Parte 1
Parte 1 de 2:
Podar las partes visibles

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    Consigue un utensilio de corte. Necesitarás algo que pueda atravesar las raíces y los tallos de las hojas pequeñas, como un cuchillo de cocina. También puedes utilizar unas tijeras, pero si dejas una planta por un tiempo y crece mucho, tal vez necesites unas tijeras especiales de podar para poder cortarla.
    • Esteriliza los cuchillos de cocina antes de usarlos en la planta. Para hacerlo, frota alcohol sobre la hoja y déjala secar.
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    Poda las hojas dañadas. Comienza con las hojas podridas. Si es necesario, mueve con cuidado las ramas y las hojas para encontrar todas las hojas que estén secas, marrones o muertas. También puedes quitar las hojas poco sanas que estén muy descoloridas. Usa el cuchillo o las tijeras para cortarlas por el tallo.[1]
    • Hazlo con cuidado para que no estropees las hojas saludables por accidente.
    • Las plagas o las enfermedades en estas hojas pueden infectar la planta, por lo que es necesario quitarlas.
    • Las hojas se secan debido a una luz insuficiente, así como por muy poca o demasiada agua.
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    Corta el exceso de hojas exteriores. Usa un cuchillo o unas tijeras de podar para quitar las suficientes hojas saludables para conseguir que la planta quepa en la maceta. Coloca la herramienta de corte en la base del tallo y realiza un corte limpio. Estas hojas son las más viejas y contienen la mayor parte del gel de aloe vera.[2]
    • El gel tiene muchos fines medicinales. Si quieres usar estas hojas, corta los bordes espinosos y guarda las hojas en el refrigerador hasta que quieras extraer el gel.
    • Evita cortar las hojas más cercanas al tallo principal de la planta. Estas hojas son jóvenes y son necesarias para reemplazar las hojas viejas.
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    Quita las flores y los tallos viejos. Córtalos por el tallo de la misma manera en que cortaste las hojas. Una vez que le salgan flores a la planta estas soltarán rápido las semillas y, cuando mueran, usarán los nutrientes que la planta puede dirigir hacia las hojas nuevas y saludables. Debido a que a una planta de aloe que creció como planta de interior rara vez le salen flores, es probable que no tengas de ocuparte de ellas.[3]
    • Las flores muertas atraen insectos que pueden caer en la maceta de la planta, absorber el agua y crear un desastre.
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Parte 2
Parte 2 de 2:
Despejar la tierra

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    Quita los serpollos. Llamados también retoños, los serpollos son los brotes de las plantas. Estos brotes nuevos le quitan energía a tu planta y llenan la maceta. La mayoría de las veces, puedes sacarlos de la tierra sin dañar a las plantas. Usa la herramienta de corte para hacerlo.[4]
    • Algunos serpollos pueden estar enterrados y enredados debajo de la tierra, así que tendrás que sacar la planta de la maceta, quitar la tierra del cepellón y desenredar las raíces.
    • Los serpollos son plantas nuevas de aloe vera, así que puedes plantarlos en tierra fresca en otra maceta para cultivar otra planta. Déjalos secar durante algunos días antes de replantarlos y asegúrate de usar una mezcla de tierra especial para jardinería elaborada para cactus y suculentas.
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    Saca la planta de su maceta. Asegúrate de que la tierra esté ligeramente húmeda antes de sacar la planta, pues esto ayudará a evitar el daño de las raíces. Sostén cuidadosamente el tallo de la planta mientras inclinas a un lado la maceta. La planta debe salir si tiras de ellas. Si no es así, intenta apretar la maceta o darle golpecitos contra una superficie sólida. Ocúpate de todos los serpollos que no pudiste sacar antes.[5]
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    Poda las raíces. Tal vez debas hacerlo, si necesitas trasplantar la planta. Primero, sacude la tierra de la planta. Recorta la raíz larga y quita algunas raíces laterales. La cantidad que dejes debe ser suficiente para ocupar aproximadamente 2/3 de la maceta nueva. Esto facilitará trasladar el aloe vera y también permitirá que vuelva a crecer un sistema radicular más fuerte en tierra nueva. Riega ligeramente hasta que la planta se haya amoldado.[6]
    • Deja que la planta se oree por un día después de podar las raíces. Esto permitirá que todos los cortes en las raíces encallezcan y evitará daños a la planta a largo plazo.
    • Ten cuidado con la podredumbre de las raíces. Encuentra todas las zonas estropeadas y córtalas con cuidado de no dañar la raíz sana. Si puedes, espolvorea carbón o azufre molido sobre las zonas podadas.[7]
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Acerca de este wikiHow

Artemisia Nursery
Coescrito por:
Vivero de plantas y tienda de jardinería
Este artículo fue coescrito por Artemisia Nursery. Artemisia Nursery es un vivero de plantas minoristas en el noreste de Los Ángeles que se especializa en plantas nativas de California. Artemisia Nursery es una pequeña empresa propiedad de los trabajadores con planes de convertirse en una cooperativa propiedad de los trabajadores. Además de las plantas nativas de California, Artemisia Nursery ofrece una selección de suculentas, verduras y hierbas tradicionales, plantas de interior, alfarería y herramientas y suministros de jardinería. Basándose en el conocimiento de los fundadores, Artemisia Nursery también ofrece consultas, diseños e instalaciones. Este artículo ha sido visto 157 899 veces.
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