Utiliza la avena arrollada (también conocida como copos de avena) para preparar un tazón rápido y delicioso de avena. Si tienes antojo de algo agradable y caliente para desayunar o quizás para calentarte en una tarde fría y lluviosa, puedes preparar este tazón clásico y atemporal de gachas en un abrir y cerrar de ojos. Después de preparar la avena, el tazón de avena constituye una base perfecta para cubrirla con cualquier añadidura dulce y nutritiva que desees. Hazla simple o deja volar tu creatividad para sorprender a tus papilas gustativas o a tus invitados a desayunar.

Ingredientes

Avena arrollada en la estufa

  • 1/2 taza (45 g) de avena arrollada o copos de avena
  • 1 taza (250 ml) de agua o leche
  • 1/8 de cucharadita o una pizca de sal (opcional)

Rinde para 1 porción de avena

Avena arrollada en el microondas

  • 1/2 taza (45 g) de avena arrollada o copos de avena
  • 1 taza (250 ml) de agua o leche

Rinde para 1 porción de avena

Método 1
Método 1 de 3:
Avena arrollada en la estufa

  1. 1
    Hierve 1 taza (250 ml) de agua en una olla en la estufa. Mide 1 taza (250 ml) de agua y viértela en una olla. Luego, añádele una pizca de sal al agua. Dispón la olla en una hornilla en la estufa, sube el fuego al máximo y espera a que el agua hierva.[1]
    • La proporción de agua a avena arrollada para preparar avena siempre es de 2:1. Por ende, puedes incrementar la escala de esta receta con facilidad para preparar más porciones. Por ejemplo, utiliza 1 taza (90 g) de avena arrollada y 2 tazas (500ml) de agua para preparar 2 porciones.
    • Una pizca de sal es aproximadamente 1/8 de cucharadita o un poco menos. Si bien la sal es opcional, ayuda a sacar a relucir el sabor de la avena al cocinarla en la estufa.
    • Puedes hacer que la avena quede más cremosa si reemplazas todo o un poco del agua por leche.
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    Incorpora 1/2 taza (45 g) de avena arrollada y espera a que la avena vuelva a hervir. Mide 1/2 taza (45 g) de avena arrollada con una taza medidora y viértela en el agua hirviendo. Revuelve la avena con el agua y espera unos segundos hasta que la mezcla vuelva a hervir.[2]
    • Asimismo, puedes añadir la avena al agua al principio y hacer que todo hierva al mismo tiempo. En realidad no interesa, aunque es posible que tome un poco más de tiempo para que hierva inicialmente.
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    Baja el fuego al mínimo y cocina la avena a fuego lento por entre 3 y 5 minutos hasta que espese. Baja la hornilla al mínimo de forma que haya unas cuantas burbujas en la avena cada 1 o 2 segundos. Revuelve la avena de vez en cuando por entre 3 y 5 minutos con una cuchara grande hasta que tenga una consistencia espesa y uniforme.[3]
    • Quizás debas experimentar con el fuego de la hornilla específica para que la avena se cocine a fuego lento a la perfección. Si no burbujea a fuego bajo, podrías subir el fuego a medio bajo o medio.
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    Retira la avena del fuego y déjala enfriar por 2 o 3 minutos. Apaga la estufa y traslada la olla a una hornilla fría u otra superficie segura. Déjala reposar por aproximadamente 2 o 3 minutos de forma que no esté hirviendo al servirla.[4]
    • Podrías aprovechar este tiempo para comenzar a preparar todas las coberturas deliciosas.
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    Coloca la avena en un tazón para servir. Con una cuchara grande, retira la avena de la olla, colócala en un plato para servir, endúlzala si deseas y añádele las coberturas deseadas. Luego, ¡disfrútala![5]
    • Si incrementaste la proporción de avena y agua para preparar más de una porción de avena, divídela en concordancia entre varios tazones. Por ejemplo, si duplicaste la receta, divide la avena de manera equitativa entre 2 tazones.

Método 2
Método 2 de 3:
Avena arrollada en el microondas

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    Mezcla 1/2 taza (45 g) de avena arrollada y 1 taza (250 ml) de agua en un tazón. Mide la avena y el agua con una taza medidora y vierte los ingredientes en un tazón grande apto para el microondas. Revuelve la avena y el agua rápidamente con una cuchara para mezclarlas.[6]
    • Puedes reemplazar el agua por leche o usar una mezcla de leche y agua para lograr una avena más cremosa.
    • Asegúrate de que el tazón tenga una capacidad como mínimo de 2 tazas (500 ml) de forma que la avena no se derrame por encima del borde al burbujear.
    • Puedes incrementar la escala de esta receta si mantienes igual la proporción de avena a agua. Por ejemplo, puedes usar 1 taza (90 g) de avena arrollada y 2 tazas (500 ml) de agua para preparar 2 porciones. Tan solo asegúrate de incrementar también el tamaño del tazón en concordancia.
  2. 2
    Cocina la avena y el agua en el microondas a una configuración alta por 2 minutos y luego revisa la consistencia. Coloca el tazón en el microondas y configúralo a una potencia alta. Programa el tiempo de cocción a 2 minutos y enciende el microondas. Revisa la consistencia de la avena cuando hayan pasado los 2 minutos y retira el tazón si está espesa después de este tiempo.[7]
    • Cocina siempre la avena arrollada en el microondas sin tapar. De lo contrario, podrías terminar con un desorden allí dentro.
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    Cocina la avena por 1 minuto más si no ha espesado del todo. Programa el temporizador de cocción del microondas a 1 minuto. Enciende el microondas y deja que la avena termine de cocinarse. Luego, retírala cuando el microondas termine.[8]
    • La avena arrollada nunca debe necesitar más de 3 minutos para cocinarse y espesarse por completo en el microondas.
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    Revuelve la avena antes de servirla. Retira con cuidado el tazón del microondas usando agarraderas para horno o un guante. Coloca el tazón en el mostrador y revuélvelo bien con una cuchara. Endulza la avena y añádele las coberturas que desees. Luego, ¡disfrútala![9]
    • Los microondas tienen partes calientes y frías. Esto asegura que el tazón de avena se caliente de manera equitativa.

Método 3
Método 3 de 3:
Añadir endulzantes y coberturas

  1. 1
    Endulza la avena con azúcar rubia, miel o jarabe de arce. Espolvorea alrededor de 1 cucharadita de azúcar rubia sobre la avena como un endulzante clásico. Como un endulzante alternativo, rocía el tazón de avena con aproximadamente 1/2 o 1 cucharadita de miel o jarabe de arce al gusto.[10]
    • No dudes en mezclar endulzantes si deseas. Por ejemplo, podrías usar 1/2 cucharadita de jarabe de arce y 1/2 cucharadita de azúcar rubia como una combinación deliciosa.
  2. 2
    Vierte un chorro de tu leche o crema favorita sobre la avena. Utiliza la leche o crema que tengas a la mano para darle un poco de cremosidad agradable a la avena. Tan solo viértela con lentitud sobre la avena hasta haber añadido tanto como te parezca suficiente.[11]
    • Asimismo, puedes usar tu leche no láctea favorita (por ejemplo, la leche de almendras) si no consumes lácteos o si prefieres el sabor de una leche alternativa.
    • Si estás a dieta, opta por algo como la leche baja en grasa o descremada.
  3. 3
    Coloca un trozo de mantequilla encima de una porción de avena como una añadidura láctea suculenta y cremosa. Corta un cuadrado pequeño de una barra de mantequilla y colócalo en el centro de un tazón caliente de avena. Deja que se derrita y revuélvelo con la avena al comer para realzar el sabor.[12]
    • Puedes mezclarlo con una pizca de crema y espolvorear sal marina para tener un tazón salado agradable de avena.
  4. 4
    Prueba con añadirle especias cálidas (por ejemplo, canela, cardamomo, nuez moscada o jengibre). Para empezar, espolvorea aproximadamente 1/8 de cucharadita de cualquier especia cálida que quieras probar. Incorpórala al comer a la avena para darle sabor a todo el tazón.[13]
    • Deja volar tu creatividad y experimenta con mezclar distintas especias para preparar una combinación singular que se adapte a tus gustos.
    • Asimismo, puedes usar mezclas ya hechas de especias cálidas (por ejemplo, la especia para tarta de calabaza).
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    Cubre la avena con tus frutas favoritas para añadirle sabor y nutrientes. Podrías añadirle un puñado de bayas frescas o congeladas (por ejemplo, arándanos azules, frambuesas o fresas en rodajas). Corta unas cuantas frutas frescas, como una manzana o medio plátano, y añádeselas a tu porción de avena.[14]
    • Asimismo, puedes usar frutos secos como coberturas (por ejemplo, pasas, arándanos y albaricoques deshidratados). Depende completamente de ti y tu preferencia personal.
  6. 6
    Prueba la avena con nueces y semillas para que tenga un poco de proteína y textura crujiente. Añade encima del tazón de avena un puñado pequeño de almendras, pecanas, nueces, maní o cualquier otra nuez que tengas a la mano. Espolvorea unas cuantas semillas de sésamo, linaza o chía encima como otra opción crujiente y saludable.[15]
    • Podrías pensar en tus pastelillos o postres favoritos y las combinaciones de sabores que utilicen para combinar las nueces con otros ingredientes. Por ejemplo, las pecanas combinan muy bien con el arce, el azúcar rubio y la canela.
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    Añade una cucharada de mantequilla de maní a la avena como una cobertura cremosa y con sabor a nuez. Elige un frasco de tu mantequilla de maní favorita, ya sea cremosa o con trozos, toma una cucharada y añádela directamente a la avena. Revuélvela al comer para darle sabor a cada bocado.[16]
    • Si vas a usar mantequilla de maní cremosa, podrías añadir un puñado pequeño de maní tostado para que tenga un poco de textura crujiente.
    • Asimismo, podrías usar otra mantequilla de nuez si prefieres (por ejemplo, mantequilla de almendras).
  8. 8
    Incorpora chispas de chocolate a la avena para tener tu dosis de chocolate. Espolvorea un puñado pequeño de chispas de chocolate sobre un tazón caliente de avena. Revuélvelas al comer la avena de forma que el chocolate se derrita en ella.[17]
    • Asimismo, podrías incorporar una cucharada de cacao en polvo para que todo el tazón de avena se infunda con sabor a chocolate.
  9. 9
    Mezcla aproximadamente media cucharada de proteína en polvo con la avena para añadirle proteína. Con la cuchara que venga con la proteína en polvo de tu elección, mide media cucharada regular. Viértela en la avena y revuélvela muy bien.[18]
    • Asimismo, puedes usar proteína en polvo saborizada (por ejemplo, de chocolate o de fresa) para darle más sabor a la avena.

Consejos

  • En realidad, las coberturas que puedes añadirle a la avena no tienen límite. Prueba con todo tipo de combinaciones distintas y toma nota de tus favoritas para idear tus propias recetas únicas de avena.

Advertencias

  • Ten cuidado al manipular un tazón de avena después de colocarlo en el microondas y usa algo para protegerte las manos. ¡El tazón estará caliente!

Cosas que necesitarás

Avena arrollada en la estufa

  • olla
  • taza medidora
  • cuchara grande
  • tazón para servir

Avena arrollada en el microondas

  • tazón apto para el microondas
  • taza medidora
  • cuchara
  • tazón para servir

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Categorías: Desayunos | Recetas