El muesli es un término alemán que designa una amplia variedad de mezclas de granola hechas a base de avena arrollada cruda y generalmente se combinan con frutas secas, nueces, semillas y cereal en copos o inflado. Constituye una opción saludable y sustanciosa para el desayuno que combina bien con la leche o el yogur. Si quieres aprender algunas formas creativas de incorporar el muesli a tu dieta, en este artículo te mostramos algunas técnicas básicas y algunas formas de hacer tus propias mezclas.

Método 1
Método 1 de 2:
Formas básicas de comer muesli

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    Cómelo como lo harías con cualquier cereal, ya que a nivel mundial se le considera como un tipo de cereal. La forma más básica y más común de comer muesli es consumirlo como lo harías con un bol de cereal, añadiendo 1/2 taza de tu leche favorita a la misma cantidad de muesli en un bol.
    • En vez de leche, prueba con tu marca favorita de yogur natural (o con sabor si lo prefieres más dulce) para beneficiarte de sus probióticos y un sabor y textura distintos.
    • Calienta la leche, luego deja remojar el muesli en la leche caliente durante unos minutos para ablandarlo ligeramente, lo cual lo hará un poco similar a la avena. También puedes verter leche fría sobre el cereal en un bol apto para microondas y luego calentar toda la mezcla en el microondas.
    • Al igual que el cereal, también queda excelente si lo comes solo. Simplemente hazlo como si fuera granola.
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    Añade fruta picada fresca o congelada. Si quieres resaltar tu bol de muesli, pica 1/4 taza de tu fruta fresca favorita o agrega un poco de fruta congelada para hacer una delicia fría. Cualquiera de los siguientes combina muy bien con el muesli:
    • Plátano picado
    • Arándanos, moras o frambuesas
    • Kiwi
    • Fresas (sus semillas quedan muy bien, puesto que añaden un sabor crujiente y ácido adicional)
    • Cortezas de cerdo (ideal si prefieres un muesli más salado)
    • Manzanas en dados
    • Peras picadas
    • Mangos picados
    • Lichis (funcionan muy bien ya que le dan un sabor crujiente y ácido que no puedes pasar por alto)
    • Semillas de toronja
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    Prueba con frutas secas. Las frutas o bayas secas a menudo ya forman parte de algunas recetas de muesli, pero si deseas agregar algunas más o mezclar unas cuantas con un muesli puro que has preparado, las siguientes frutas combinan bien:
    • Arándanos rojos
    • Albaricoques
    • Bayas de Goji
    • Pasas o sultanas
    • Grosellas
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    Trata de remojar el muesli durante toda la noche. Un método excelente de cambiar la textura de tu muesli es remojarlo durante toda la noche en leche, yogur u otra bebida de tu elección. Agrega partes iguales de muesli y leche a un bol, cúbrelo con papel film o una tapa y refrigéralo durante toda la noche. Esto puede convertir al muesli en una mezcla similar a las gachas de avena que a muchas personas les encantan.[1]
    • La leche de coco constituye una mezcla excelente para remojar, ya que le da al muesli un ligero dulzor y un sabor sutil. Si no te gusta mucho el sabor, también puedes mezclarlo con un poco de leche para hacerlo más agradable.
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    Incorpora un poco de muesli a un batido de frutas. Si prefieres un batido de frutas en vez de cereal, el muesli constituye un buen complemento, ya sea antes o después de licuar el batido. Se integra muy bien y ayuda a añadir textura y nutrientes a cualquier batido. Prueba la siguiente mezcla simple:
    • Un puñado de fresas congeladas o tu fruta favorita congelada
    • 1/2 taza de yogur o kéfir
    • 1/2 taza de coco rallado
    • 2 cucharadas de muesli
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    Mézclalo con puré de manzana. Si eres intolerante a la lactosa o simplemente quieres disfrutar tu muesli con una textura o sabor distinto, el puré de manzana es una buena alternativa. Prueba el puré de manzana natural sin azúcar o cocina algunas manzanas muy maduras para mantenerlo saludable.
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    Cocina el muesli para convertirlo en un plato de gachas. Una de las cosas que algunas personas aprecian del muesli es la característica que otras personas desprecian del muesli. La avena cruda ofrece una textura distinta y beneficios nutricionales que no ofrece la avena cocida o la granola, además de ofrecer la posibilidad de cocinarlo para transformarlo en un plato de gachas simple, al igual que la avena cruda básica.
    • Hierve la cantidad que desees de leche y agua, luego agrega la mitad de muesli a la olla. En otras palabras, si quieres 1 taza de muesli cocido, hierve 1/2 taza de agua y 1/2 taza de leche, luego añade 1/4 taza de muesli crudo a la mezcla anterior.
    • Baja el fuego y cocínalo tapado durante 10 a 15 minutos, revolviendo de vez en cuando, hasta que alcance la consistencia deseada. Cómelo en cualquier momento que te apetezca.
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    Prueba remojarlo en café o jugo de naranja. Aunque podría parecer extraño, otra buena opción sin lactosa es el jugo de naranja, el jugo de manzana o incluso un poco de café. Considéralo como un desayuno completo. Podrías quedar sorprendido de lo rico que es esta combinación.
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Método 2
Método 2 de 2:
Hacer tus propias mezclas de muesli

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    Prueba la receta original de Bircher-Benner. El médico suizo Maximilian Bircher-Benner fue el inventor original del muesli. Aunque la mayoría de las versiones modernas del muesli tienen una proporción alta de avena y frutas, el original tenía un mayor contenido de frutas y nueces. Su receta original para obtener una mezcla saludable utilizaba las siguientes proporciones:
    • 1 cucharada de avena arrollada, remojada en 2 o 3 cucharadas de agua
    • 1 cucharada de jugo de limón
    • 1 cucharada de crema
    • 1 manzana ácida grande, finamente rallada y añadida al muesli justo antes de servirlo
    • 1 cucharada de avellanas o almendras molidas como decoración
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    Si es necesario, añade un edulcorante. Para algunas personas, el muesli básico es un poco insípido. Si deseas endulzarlo un poco, agrega un poco de edulcorante a tu mezcla para hacerla más agradable. Sin importar cuál utilices, hazlo con moderación. Los siguientes constituyen excelentes edulcorantes o condimentos ligeros:
    • Miel
    • Melaza
    • Azúcar moreno
    • Canela
    • Coco tostado
    • Jugo de limón
    • Jarabe de agave
    • Jarabe de arce
    • Nuez moscada
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    Hornea o tuesta ligeramente el muesli. Si lo prefieres un poco más crujiente, trata de hornearlo en una bandeja para horno a 160 °C (325 °F) durante 30 minutos o hasta que se vuelva de color marrón dorado. Podría ser útil añadirle un poco de aceite de coco o mantequilla derretida para contribuir a que se dore bien.
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    Haz barras de muesli. Una forma excelente de hacer que tu muesli sea fácil de transportar es convertirlo en barras que puedes comer en cualquier momento. Mézclalo con unas cucharadas de mantequilla de maní o tu mantequilla favorita de frutos secos para que actúe como un ligante. Luego, incorpora las adiciones que desees. Las frutas secas adicionales, las nueces y otros cereales quedan muy bien.
    • Presiona la mezcla en una bandeja para horno de 2,5 cm (1 pulgada) de grosor y déjalo enfriar bien en el refrigerador. Córtalo en barras y mantenlo en el refrigerador para un bocadillo rápido.
    • También puedes utilizar mantequilla derretida y miel como un ligante, presionando la mezcla en un molde y dejando que se endurezca.
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    Añade el muesli a masas para hornear. Puedes usarlo como un sustituto en cualquier receta que requiera avena arrollada o avena común. Tan solo con un poco de muesli puedes hacer galletas, muffins e incluso panqueques más saludables y más ricos. Trata de reemplazar la avena con muesli en cualquiera de las siguientes recetas:
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Categorías: Desayunos
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