Si buscas darle un nuevo giro a tus recetas clásicas de té, ¡prueba el de hibisco! Las flores secas de esta planta hacen un té de color rojo distintivo con sabor a limón. Lo mejor de todo es que algunos estudios sugieren que el hibisco puede combatir la hipertensión.[1] El hibisco seco se vende en las tiendas naturistas y en Internet, pero si lo tienes en tu jardín, puedes incluso cosecharlo y secar las flores tú mismo para hacer el té.

Ingredientes

Té caliente de hibisco

Rinde 1 litro

  • 2 cucharaditas (10 ml) de flores secas de hibisco
  • agua hirviendo
  • miel, azúcar o tu endulzante preferido (al gusto)
  • bolsita de té (opcional)
  • palito de canela (opcional)
  • hojas de menta (opcional)
  • gajo de limón (opcional)

Té helado de hibisco estilo jamaiquino[2]

Rinde 1 litro

  • 1/2 taza (15 g) de hojas secas de hibisco
  • 4 tazas de agua fría
  • hielo
  • jarabe simple para endulzar (al gusto) (para hacerlo, necesitarás 1 taza de agua y 1 taza de azúcar)
  • ingredientes opcionales de la receta de té caliente

Método 1
Método 1 de 3:
Hacer té caliente de hibisco

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    Pon una olla de agua a hervir. Mientras esperas a que hierva, puedes preparar los demás ingredientes y limpiar la tetera que vas a usar.
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    Pon las flores de hibisco seco en una tetera vacía. Para la receta necesitarás unas 2 cucharaditas (10 ml), pero puedes usar más cantidad o menos si quieres un sabor más intenso o no.
    • El hibisco no contiene cafeína, así que echar bastante no te dará un pico repentino de energía.
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    Vierte el agua hirviendo a la tetera. Llena la tetera hasta el borde (o solo echa la cantidad que tengas pensado tomar).
    • Usa manoplas de cocina o un cubretetera para no quemarte. Vierte el agua lentamente y a un ritmo constante para evitar derrames.
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    Si quieres un té con cafeína, añade una bolsita de té al agua. Como lo hemos mencionado, el té de hibisco no contiene cafeína. Si quieres un poco de energía al tomar el té (o si solo te gusta el sabor), puedes añadir con cuidado tu té con cafeína favorito al agua caliente, aunque el té de hibisco solo sabe estupendo también.
    • Si quieres más cafeína, añade varias bolsitas.
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    Deja que el té se concentre por 5 minutos. Esta es la parte sencilla. Lo único que tendrás que hacer es esperar. Unos 5 minutos serán suficientes para que las flores le den al agua un sabor ácido y lo coloreen con un rojo agradable. Deja que el té se concentre más si quieres un sabor más fuerte. Si quieres que sea menos intenso, deja el té en el agua menos tiempo.
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    Cuela el té mientras lo sirves. Ahora, solo tienes que quitar las flores. Si la tetera no tiene una malla o filtro incorporado, vierte el té en la taza a través de un colador fino de metal. Si no tienes un colador y tienes apuro, puedes también usar un filtro de papel para café.
    • También puedes dejar las hojas de hibisco en el té, si así lo prefieres. No hacen daño, además no hay estudios actuales que sugieran que sean venenosas de alguna manera.
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    Endulza el té como quieras. El té ahora estará listo para disfrutar. Si quieres, puedes agregarle la cantidad que quieras de tu endulzante favorito (o nada). El sabor dulce y suave de la miel combina particularmente bien con la acidez del hibisco. El azúcar y los edulcorantes sin calorías también son buenas opciones.
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    Añade canela, menta o un gajo de limón como decoración. Si quieres que tu té tenga un toque especial, prueba alguno de estos ingredientes (o los tres). El sabor y aroma de estas tres deliciosas combinaciones serán un gran complemento para el té de hibisco.
    • Si optas por la menta, pon las hojas boca arriba en la palma de tu mano y dale un golpe juntando tus manos. Esta técnica es popular entre los barman cuando hacen bebidas como los mojitos para desprender el sabor y el aroma de la menta.

Método 2
Método 2 de 3:
Hacer té helado de hibisco

  1. 1
    Echa el hibisco y el agua a una jarra. Cuando se tienen los ingredientes correctos, hacer té helado de hibisco es fácil, solo que toma bastante tiempo. Primero, pon el hibisco en una jarra y vierte el agua. Revuelve un poco.
    • Si vas a usar bolsitas de té con cafeína, palitos de canela, gajos de limón u hojas de menta, añádelas también.
  2. 2
    Refrigérala toda la noche. El agua fría toma bastante tiempo en absorber los sabores de los ingredientes, así que tendrás que dejar el hibisco en el agua de 8 a 12 horas como mínimo. Mantenla fría en el refrigerador mientras absorbe lentamente el sabor y el color del hibisco.
    • Cubre el té con papel aluminio o papel film para que no le caiga gotas ni migas.
  3. 3
    Cuélalo y sírvelo sobre hielo. Cuando el té obtenga el sabor y el color que quieras, sácalo del refrigerador. Llena vasos con agua y vierte el té a través de un colador o filtro de papel para separar las flores y cualquier otro ingrediente que incluyas. ¡El té helado ahora estará listo para disfrutar!
    • Para mejorar su presentación, puedes volver a decorar cada vaso con canela, limón, etc., si así lo deseas.
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    Para endulzarlo, puedes simplemente agregarle jarabe. Es posible endulzar el té helado con azúcar, miel, etc, pero no es muy efectivo porque el agua fría no disuelve los sólidos muy rápido. Una mejor idea es usar jarabe simple, que puede endulzar el té de inmediato porque es líquido. Lee nuestra guía para hacer este endulzante para mayores detalles.
    • Para hacer un jarabe simple, calienta partes iguales de agua y azúcar en una cacerola en la cocina. Revuelve bien para integrarlos. Cuando el azúcar se disuelva por completo, tendrás un jarabe simple. Seguir calentándolo más lo espesará. Al final se volverá caramelo, punto al cual no debes llegar.
    • 1 taza de jarabe simple (hecho de 1 taza de agua y 1 taza de azúcar) endulzará bastante el té. 1/4 o 1/3 taza le dará un dulzor mucho más suave.[3]

Método 3
Método 3 de 3:
Preparar tu propio hibisco

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    Busca hojas de hibisco maduro. Unos cuantos días después de florecer, los pétalos de las flores de hibisco empezarán a arrugarse y a marchitarse. Al final, se caerán. Las arrugas en los pétalos indican que la planta está madura y lista para cosechar.
    • Las plantas de hibisco pueden florecer todo el año. Su florecimiento ocurre durante la primavera y el verano, cuando el clima está en su mejor momento, pero incluso florecen en el invierno en los climas adecuados.[4]
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    Quita el cáliz. En la base de la flor de hibisco verás una parte redonda con forma de bulbo que la conecta con el tallo. Este es el cáliz. Si la planta está madura, el cáliz debe estar firme y ser roja. Quita toda la flor (el cáliz y los pétalos) del tallo. Este debe partirse. Quita los pétalos para exponer el cáliz.
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    Quita los pericarpios. Dentro de cada cáliz hay un solo pericarpio esférico. Debes quitarlo antes de hacer el té manteniendo el cáliz lo más intacto posible. La manera más fácil para hacerlo consiste en simplemente hacer un corte vertical en uno de los costados del cáliz y sacar el pericarpio con los dedos. No te preocupes si rompes el cáliz mientras sacas el pericarpio, porque no afectará su sabor. Solamente se preserva por cuestiones de presentación.
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    Usa los cálices para el té. Lava los cálices después de quitar todos los pericarpios. Ahora estarán listos para usarse en el té. Usa los cálices al igual que el hibisco seco en cualquiera de las recetas anteriores.
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    Otra alternativa es secarlo y guardarlo en un contenedor hermético. Si no quieres usar el hibisco para hacer té de inmediato, seca los cálices con papel toalla dándoles toques leves. Luego, déjalos secar por completo antes de guardarlos. Hay varias maneras de hacerlo:
    • Guarda las flores en un contenedor hermético con sílice.[5] Este es el mismo químico que se usa en los paquetes secantes de los bolsillos de la ropa. Puedes comprar secante de sílice (el que se usa para secar) en las tiendas de suministros químicos.
    • Pon el hibisco en una rejilla o bandeja en el horno a una temperatura baja (unos 35 ºC o 100 ºF) durante varias horas. Lee nuestro artículo sobre cómo secar flores para mayores detalles.
    • Si el clima es caliente y seco, también puedes dejarlo en una rejilla expuesta al sol. Procura ponerla en un lugar donde no entren animales.

Consejos

  • Si guardas los pétalos después de cosechar el hibisco, puedes usarlos para decorar el té. Es excelente para fiestas y reuniones.
  • No te sientas limitado a los ingredientes saborizantes propuestos en este artículo. Eres libre de ejercer tu creatividad. Una pizca de jengibre en polvo, por ejemplo, sabe estupendo en el té.

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Categorías: | Recetas