El reto de enseñar a los adultos es que ellos pueden decir “no” cuando se les pide hacer algo que les resulta incómodo. Muchos instructores enseñan a los adultos de la misma forma en que lo hacen con los niños. Sin embargo, los adultos tienen ventajas con respecto a los más pequeños, porque entienden los conceptos abstractos y tienen las habilidades motoras más desarrolladas. Deja la indecisión y aprenderás más rápido. La natación es parecida al baile. Se trata de conocer los movimientos correctos. Necesitas actitud en los movimientos para disfrutar de lo que haces. Aprende los movimientos de natación y desarrolla una actitud positiva antes de asistir a clase. A continuación se presentan algunos pasos útiles para aprender los movimientos correctos y construir una actitud positiva. Lo mejor de todo es que la mayoría de los movimientos puede ejecutarse fuera del agua, en una bañera o jacuzzi.

Método 1
Método 1 de 9:
Aprende a respirar cuando nades

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    Párate en la ducha o siéntate en agua poco profunda y pruébatelas. Por lo general, haz algunos ajustes con la correa y colócalas bien, para evitar que se caigan.
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    Practica, poniendo tu cara en el agua con las gafas puestas.
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Método 2
Método 2 de 9:
Aprende a permanecer en la superficie del agua

Es importante que te relajes cuando nades. Para facilitar la relajación, respira adecuadamente, ten en cuenta la posición de tu cuerpo y los estilos de natación.

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    Aprende un poco sobre la ciencia del agua.
    • Llena una taza de té con agua y haz flotar una aguja de coser sobre la superficie. Solo funcionará si la aguja se coloca de lado suavemente. Funciona con agujas, personas e incluso barcos de guerra, porque las gotas de agua se atraen entre sí. Se juntan si el objeto no pesa demasiado en proporción a la superficie del agua que se desplaza. ¡Pregúntale a Arquímedes! Es por eso que la aguja flota de lado y se hunde primero en el punto final.
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    Aprende a extender el peso del cuerpo sobre la superficie máxima, para que el agua te haga flotar como un barco. Recuerda qué pasa con la aguja cuando pasa el primer punto de la taza. ¡Sin el control adecuado del cuerpo, los pies actuarán como el punto de la aguja!
    • Comienza a practicar en una cama y haz como si estuvieras en el agua. Imagina que tu cuerpo es como un sube y baja. Puedes hacerlo gracias a tu centro de flotación, es decir, al punto en tu cuerpo que quiere flotar y al centro de gravedad, así como el punto de tu cuerpo que quiere hundirse. Ambos puntos están juntos. El centro de flotación se encuentra cerca del pecho, a causa del aire en los pulmones. El centro de gravedad, por otro lado, está en las caderas. Este hace que los pies sean como el punto de la aguja cuando se trata de flotar.
    • Para equilibrar el balanceo mira hacia la parte inferior, estira los brazos hacia adelante como si fueras Superman y estuvieras volando. Patea. A excepción de dos estilos de natación, los demás siempre tienen un brazo extendido hacia adelante, para mantener la posición del cuerpo adecuada. Si deseas hundirte como una piedra, levanta la cabeza, deja de patear y exhala. La gravedad va a ganar.
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    Practica en la cama o en el piso.
    • Rueda ligeramente tu cuerpo, de lado a lado, y gira la cabeza hacia un costado para respirar. Para exhalar, ponte boca abajo. Da la vuelta sobre tu espalda. Esta es la posición del cuerpo para flotar o nadar con el estilo espalda. Mueve los brazos a un costado y agita las manos; pon las palmas hacia abajo, lejos de las caderas.
    • A continuación, mueve las piernas lentamente de arriba a abajo, como si fueran tijeras. Esta es la patada básica para nadar de espaldas o boca abajo. Al hacer esta operación en el agua, sería adecuado que flexiones más las rodillas. Practica el movimiento de tijeras en una silla y adiciónale la flexión de la rodilla, señalando los dedos del pie. Esto te mantendrá plano en la superficie del agua, al momento de levantar las piernas y las caderas. El sube y baja del cuerpo debe estar en equilibrio.
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Método 3
Método 3 de 9:
Siente el agua para moverte

En la natación, a esta acción se le conoce como remar. Remar consiste en hacer los movimientos de manos y brazos, que te permitan permanecer en la superficie e ir a donde quieras. Cuando estés en la bañera, trata de hacer algunos movimientos de remo.

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    Comienza por sentarte y mover las manos hacia los lados, de arriba abajo. Vas a sentir la presión del agua que intenta resistirte. Si empujas tu cuerpo, se moverá hacia arriba. Empuja hacia los lados para girar e ir hacia atrás, luego hacia adelante. Te sentirás más cómodo cuando estés listo para hacerlo sin ningún apoyo. Esta es la parte romántica de tu relación con el agua.

Método 4
Método 4 de 9:
Aprende los estilos de natación

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    Puedes hacer todos los estilos de natación en un banco. Este es el movimiento de brazo más básico para ejecutar. Todos los trazos bajo el agua son similares. Los trazos adecuados evitan las lesiones (mínimas) causadas por movimientos erróneos. Practicar en una banca es de gran ayuda para un entrenamiento eficaz. Cuando avances con las clases de natación, practica los movimientos de brazos y piernas de esta manera, o doblar la cintura frente al espejo. Esto ayuda a que el cerebro y los músculos estén coordinados. No podrás ver la mayor parte de tu cuerpo cuando te encuentres en el agua. Más bien, siente y date cuenta de lo que vas a hacer. Este el momento en que el romance con el agua entra en juego.
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Método 5
Método 5 de 9:
Prepárate para mojarte

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    Consigue un traje de baño adecuado. Olvídate de los bikinis minúsculos o de los pantalones cortos holgados hasta las rodillas.
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    Ponte una gorra. El cabello largo y las gorras de baño van juntos como la leche y las galletas.Sabemos que no te va a gustar que tu cabello esté en "la leche", así que manténlo fuera de la piscina.
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    No olvides llevar y usar tus gafas protectoras.
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Método 6
Método 6 de 9:
Ama al agua

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    Empieza moviéndote ligeramente en agua poco profunda, en un lugar donde todavía puedas estar de pie. La cabeza debe estar fuera del agua.
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    Agárrate de la pared y empieza a subir y bajar, respirando por la boca fuera del agua. Ve bajo el agua para exhalar. Siempre exhala por la boca cuando estés bajo el agua.
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    Cuando estés listo, muévete y libera las manos de la pared. Impúlsate con la parte inferior de los pies para subir y agarrar la pared. Rema y patea mientras subas.
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    A continuación, en un lugar donde sea fácil ponerte, impúlsate de pie desde la pared, con una posición adecuada del cuerpo. Patea un par de veces, pon tu cara en el agua y rema un poco. Luego ponte de pie.
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    Juega en el agua. Mantente relajado y bajo control, luego puedes darte chapuzones más prolongados. Acostúmbrate a tener la cara en el agua y el cuerpo estirado. Abandona la dependencia, como en el caso de usar un salvavidas y deja de tener miedo cuando vayas bajo el agua. Incluso puedes nadar un poco allí antes de subir. Se trata de relajarte y utilizar las habilidades a medida que mejoren. Llevará tiempo y tu boca se llenará de agua un par de veces. No te desanimes: todo el mundo pasa por esos momentos. Tu primera reacción en el agua debe ser estirarte en la superficie, remar, patear, respirar y relajarte. No trates de subir una escalera invisible.
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Método 7
Método 7 de 9:
Ten libertad para hacer los ejercicios

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    Coge una tabla, un salvavidas o una barra flotante, extiéndete en el agua y patea. Ve de 5 a 10 metros, sumergiendo la cara en el agua para exhalar. Hazlo, en aguas poco profundas, donde sea fácil ponerse de pie. Después de aprender a estar cómodo en la superficie, la profundidad ya no será un problema. Siempre vas a estar en la superficie. Sería ideal que lo hicieras sin la tabla.
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    Ahora, con los brazos extendidos al frente, rema para seguir adelante. Haz unas cuantas respiraciones.
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    A continuación, ponte boca arriba otra vez. Patea y rema con los brazos a los lados. Permanece en la superficie sin avanzar. Flota, relájate y sigue trabajando hasta contar hasta treinta de esta manera. De nuevo, esto tiene que ver con la sensibilidad en el control y el aumento de la comodidad.
    • Sería ideal que primero aprendas a flotar boca arriba. Date la vuelta para flotar de nuevo, en lugar de dar la cara cuando hagas chapuzones. Es la preparación para las lecciones. No te esfuerces demasiado ni esperes resultados rápidos. Tomará tiempo.
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Método 8
Método 8 de 9:
Pule tus movimientos

Mantenerse a flote es permanecer de pie en agua más profunda, con la cara fuera del agua mientras las manos y los pies pateen para remar. Si lo vas a intentar sin haber aprendido a patear y remar con eficacia, recuerda el experimento de la aguja.

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    Usa implementos para hacer ejercicios en el agua, o un cinturón salvavidas alrededor de la cintura para mejorar tus habilidades. Es un buen ejercicio que se puede usar después de aprender a nadar. Puedes hacerlo con el cinturón salvavidas mientras te mantienes a flote.
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    Mueve la mano hacia abajo y atrás con un brazo a la vez. Al principio, mueve el brazo en un ángulo de 45 grados a la superficie. Dobla el codo. Detén la mano, levanta el codo y regresa la mano a la superficie. Este es el movimiento bajo el agua que vas a utilizar cuando nades.
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Método 9
Método 9 de 9:
Bienvenido al mundo acuático

Ahora ya estás preparado para entrar a las clases de natación. Vas a superar tus ansiedades. Comprende los objetivos del desarrollo de habilidades y realiza los elementos básicos de lo que te van a enseñar.

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    Ve a las lecciones confiando en que vas a tener éxito.
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    Diviértete. Ser capaz de nadar te abre un nuevo mundo hacia nuevos deportes que puedes probar y disfrutar. Recuerda que el agua no siempre es tu amiga y debes tratarla con respeto. Usa tus nuevas habilidades de forma segura.
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Consejos

  • Respirar correctamente es la parte más difícil de construir una actitud positiva.
  • Lo más importante en la natación es alinear el cuerpo en la superficie correctamente. Si no lo haces, vas a gastar demasiada energía tratando de permanecer en la superficie. Es como un concurso en el que no puedes ganar, no importa lo fuerte que seas. Es por eso que poner la cara en el agua es tan importante. Inhalar mientras la boca esté en la superficie mantiene la alineación del cuerpo. Recuerda el experimento de la aguja.
  • Nadar todos los días acelera el aprendizaje.
  • En el agua, las personas que tienen pánico tratan de subir una escalera invisible para salir. La cabeza sube y los pies bajan. Golpean el agua con sus manos y se olvidan de respirar. El punto de inflexión en el aprendizaje de natación se va a dar cuando uses el agua y no luches contra ella.
  • Puedes utilizar un flotador o salvavidas. Hay cuatro formas aceptables. Asegúrate de que sea de espuma y no inflable.
  • La cantidad de oxígeno necesaria para nadar es la misma que utilizas para caminar. No necesitas grandes bocanadas de aire. De todos modos, vas a requerir la respiración rítmica que usas a diario. Algunas maneras de practicarlo son subir y bajar en una piscina, jacuzzi, tina de baño, lago, océano; o el juego de Halloween de la manzana que se hunde.
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Categorías: Natación y buceo
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