El electrocardiograma (ECG) es un examen que mide y registra la actividad eléctrica del corazón. Los médicos lo utilizan para obtener información importante para el diagnóstico de afecciones respiratorias y cardiovasculares. Afortunadamente, es un procedimiento simple y no invasivo que requiere poca preparación.

Parte 1
Parte 1 de 2:
Saber qué implica el procedimiento

  1. 1
    Prepárate para el equipo que se aplica en el cuerpo. Para obtener un electrocardiograma, el técnico colocará una especie de parches pequeños llamados "electrodos" en algunas partes del pecho, los brazos y las piernas. Se colocan entre 10 y 15 en total, dependiendo de la complejidad de la información que el técnico necesite.[1] La ubicación de estos parches (electrodos) puede parecer aleatoria, pero, de hecho, se calcula con mucho cuidado para colocarse en las mejores posiciones posibles o “de observación” para registrar la actividad eléctrica del corazón.
    • Los electrodos en sí son inofensivos. No emiten electricidad; simplemente registran y miden la actividad eléctrica en el corazón. Esto le proporciona mucha información útil a tu médico.[2]
    • Los únicos problemas que pueden causar los electrodos son comezón o, para los hombres con vello en el pecho, el técnico puede solicitar que se afeiten esas áreas para optimizar la adherencia de los electrodos a la piel (no se pegarán correctamente si hay mucho vello).
    • Los electrodos luego se conectarán con cables conductores a la máquina ECG, que registrará la información para el médico durante la realización del procedimiento.[3]
  2. 2
    Sé consciente de lo qué sentirás. Lo bueno de este estudio es que no sentirás nada durante el procedimiento.[4] Además de una posible irritación leve de los electrodos colocados en la piel, no existe otra sensación asociada al examen.[5]
  3. 3
    Quítate las joyas y otros accesorios.[6] Antes de someterte al electrocardiograma, el técnico encargado del procedimiento te pedirá que te quites cualquier joya o accesorio que pueda interferir con las lecturas eléctricas. También tendrás que quitarte la ropa de la parte superior del cuerpo para que el pecho y los brazos estén expuestos. También es posible que tengas que usar pantalones cortos para exponer mejor las piernas. Para evitar que sientas pudor, el técnico te proporcionará una bata para cubrirte.
  4. 4
    Recuéstate quieto durante el procedimiento.[7] El electrocardiograma solo dura unos minutos una vez que el procedimiento está en marcha (sin contar el tiempo de instalación del equipo). Durante el examen, es importante que no hables, no te muevas ni realices cualquier actividad que pueda afectar la lectura. Recuéstate tan quieto como puedas para garantizar la mayor precisión de los resultados. Respira con normalidad (como lo harías en reposo), dado que la respiración anormal también puede interferir con los resultados.
  5. 5
    Haz un seguimiento con tu médico. No existen instrucciones específicas posteriores al ECG. Cuando el procedimiento termine, podrás levantarte y marcharte.[8] Sin embargo, habla con tu médico en los días siguientes acerca de los resultados y sobre cualquier prueba adicional de diagnóstico o medicamento que tengas que tomar. Asegúrate de saber cuándo y cómo hacer el seguimiento con tu médico antes de marcharte cuando el procedimiento finalice.

Parte 2
Parte 2 de 2:
Comprender el ECG

  1. 1
    Comprende qué mide el ECG. El electrocardiograma mide la actividad eléctrica del corazón. Como se ha mencionado, el procedimiento en sí no envía electricidad, sino que registra los impulsos eléctricos naturales de las células cardíacas. A cambio, esto proporciona información valiosa al médico acerca de tu frecuencia cardíaca, ritmo cardíaco (y si es regular o irregular), y la fuerza y coordinación de cada latido cardíaco a medida que los impulsos viajan a través de distintos aspectos del músculo cardíaco.[9]
  2. 2
    Comprende las posibles razones por las que tu médico podría ordenarte un ECG.[11] Un electrocardiograma es una valiosa herramienta de diagnóstico para diferenciar las causas del dolor en el pecho, los problemas respiratorios y otros síntomas sospechosos que podrían estar relacionados con el corazón y los pulmones. También se puede usar para otros propósitos relacionados con la salud, como confirmar que un paciente puede someterse a una cirugía, revisar el estado de un marcapasos u otro dispositivo cardíaco implantado, o evaluar la efectividad de ciertos medicamentos para el corazón sobre la función cardíaca general.
    • Las ventajas del procedimiento en cuanto al diagnóstico suelen compensar las desventajas, dado que no hay efectos secundarios o ramificaciones negativas de someterse al procedimiento en sí. La única posible "desventaja" es el costo, que depende de si está cubierto por tu plan de salud o no.
    • Prácticamente no hay riesgos asociados al ECG. Sin embargo, si tienes cualquier tipo de preocupación, siéntete libre de hablar con el médico antes de someterte al procedimiento.[12]
  3. 3
    Hazte pruebas de seguimiento, según sea necesario.[13] Un ECG por sí solo no será suficiente para reunir toda la información que tu médico necesite. Por lo general, se realizan más pruebas de diagnóstico para obtener información adicional después de un ECG como, por ejemplo:
    • "Prueba del monitor Holter. Esta prueba es básicamente un ECG de 24 horas. Obtiene la misma información de la actividad eléctrica del corazón que un ECG estándar, pero en un período mucho más extenso, por lo que captura latidos inusuales o episodios que podrían no mostrarse durante un ECG breve.
    • "Registrador de eventos". Este procedimiento es similar a la prueba del monitor Holter y el ECG. Sin embargo, se utiliza solo cuando el paciente experimenta síntomas cardiovasculares o respiratorios, como dificultad para respirar, latidos cardíacos inusuales (llamados palpitaciones), o mareos o vértigo, entre otras cosas.
    • "Prueba de estrés". Si los síntomas surgen principalmente cuando haces esfuerzos, tu médico podría recomendarte una prueba de estrés para provocarlos. Este procedimiento también registra la actividad eléctrica del corazón, y su objetivo es detectar anormalidades provocadas por el esfuerzo.

Acerca de este wikiHow

Shervin Eshaghian, MD
Coescrito por:
Cardiólogo certificado por el colegio oficial
Este artículo fue coescrito por Shervin Eshaghian, MD. El Dr. Shervin Eshaghian es cardiólogo certificado por colegio oficial y propietario de Beverly Hills Cardiology con sede en el área metropolitana de Los Ángeles, California. El Dr. Eshaghian tiene más de 13 años de experiencia en cardiología, incluido el servicio en el personal médico del Centro Médico Cedars-Sinai. Tiene una licenciatura en Psicobiología de la Universidad de California, Los Ángeles (UCLA) y un doctorado de la Facultad de Medicina Albert Einstein. Además, el Dr. Eshaghian completó una pasantía, residencia y beca en el Centro Médico Cedars Sinai, donde fue galardonado con el Premio al Logro Académico Sobresaliente Leo Rigler y el Premio al Miembro del Año Elliot Corday.