No todos los tipos de piel son iguales, pero todos ellos son susceptibles al acné. Por lo general, la piel blanca es descrita como una tez clara y pálida, común en los descendientes caucásicos o asiáticos orientales. De manera similar a lo que ocurre con otros tipos de piel (seca, grasosa o mixta), las personas de piel blanca podrían sufrir de acné. Si tienes piel blanca, debes escoger tu tratamiento contra el acné según el tipo de acné que tengas y el tratamiento que en realidad funcione mejor para tu piel. Trabaja junto con tus dermatólogos para encontrar el mejor tratamiento para ti.

Método 1
Método 1 de 4:
Tratar el acné comedoniano e inflamatorio

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    Reconoce el acné comedoniano o inflamatorio. El acné comedoniano consta de puntos blancos y negros pequeños que son el resultado de la grasa y las células cutáneas muertas que cierran los poros. El acné inflamatorio es un paso más allá del acné comedoniano, cuando los puntos negros y blancos tienen un halo inflamado y rojo, y también da lugar a bultos rojos y granos.[1]
    • El acné comedoniano se encuentra más comúnmente en el mentón, la nariz y la frente.
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    Usa antibióticos orales. Los antibióticos orales funcionan reduciendo la inflamación provocada por las bacterias que viven en la piel. Es posible que algunos antibióticos no funcionen si se crea una resistencia a ellos; en ese caso, tu médico cambiará tu receta.[2]
    • Los efectos secundarios comunes de los antibióticos orales son los malestares estomacales y los mareos. Un efecto secundario especialmente en relación con las personas de piel blanca es la mayor sensibilidad a la luz solar.[3]
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    Usa peróxido de benzoilo. El peróxido de benzoilo viene en la forma de lociones tópicas, cremas y geles. Es eficaz para tratar el acné leve a moderado porque hace que mude la capa externa de la epidermis.
    • Cuando te lo aplicas en la piel, el peróxido de benzoilo se descompone en ácido benzoico y oxígeno que son tóxicos para las bacterias causantes del acné.[4]
    • Aplícate el peróxido de benzoilo en las áreas afectadas con acné después de lavarte el rostro con un limpiador suave y agua tibia. Por lo general, debes aplicártelo 2 veces al día o según te lo indique el dermatólogo.[5]
    • Los efectos secundarios son la irritación cutánea leve, los hormigueos y la resequedad. Por lo general, los efectos secundarios son más graves si tu piel ya es seca.
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    Utiliza un limpiador con ácido salicílico. Los productos con ácidos salicílico son sumamente útiles para el acné comedoniano y se venden sin receta médica.[6] Puede abrir los poros y ayudar a desacelerar el desprendimiento de las células.
    • El ácido salicílico es más eficaz cuando se usa de forma habitual, pero asegúrate de leer las indicaciones para que no lo uses en exceso y te irrites la piel.
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    Usa pomadas retinoides tópicas. Los retinoides, que provienen de la vitamina A, son una terapia eficaz contra el acné que se ha utilizado por más de 30 años. Las cremas retinoides disminuyen los puntos negros y blancos evitando que los folículos pilosos se cierren con las células cutáneas muertas y el sebo.[7]
    • Los retinoides están disponibles como tratamientos tópicos contra el acné (en pomadas, lociones, cremas) y podrían guardar relación con efectos secundarios leves que se manifiestan en la forma de irritación cutánea, descamación leve de la piel y ardor.
    • Los diferentes productos retinoides son la tretinoína (por ejemplo, Avita y Retin-A), tazaroteno (Tazorac y Avage) y adapaleno (Differin).[8]
    • Aplícate tu tratamiento retinoide tópico según te lo indique el dermatólogo. Por lo general, esto significa aplicártelo 3 veces por semana en la noche al inicio y después todas las noches cuando tu piel se acostumbre a este producto.[9]
    • Si tu piel es sensible o tienes una quemadura solar, dado que las personas de piel blanca son más propensas a ello, entonces es más probable que presentes efectos secundarios. Consulta con tu médico si los presentas.
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    Pide un tratamiento combinado. Podrías utilizar los retinoides y antibióticos juntos para tratar el acné comedoniano o inflamatorio más grave. Puedes aplicarte un retinoide tópico en la noche y tomar antibióticos en la mañana para que trabajen el doble mientras controlan el sebo y las bacterias causantes del acné.[10]
    • El dermatólgo también podría recomendarte combinar tu tratamiento antibiótico con una crema de peróxido de benzoilo.[11]
    • Además, el dermatólogo podría recetarte un antibiótico tópico. Por lo general, ya está combinado con un retinoide o peróxido de benzoilo para usarlo con facilidad y de manera práctica.
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    Evita maquillarte y usar geles de cabello que puedan empeorar tu problema en la piel. El maquillaje pesado y el gel de cabello podrían empeorar el acné. Como tu piel y tu cabello por naturaleza segregan aceite a lo largo del día, los residuos del maquillaje y del gel podrían moverse por tu piel y cerrarte los poros.
    • Usa solo una capa ligera de maquillaje o considera la posibilidad de estar al natural algunos días. Siempre debes desmaquillarte antes de ir a dormir (lee la última sección).
    • Escoge maquillaje sin aceite y no comedogénico. El maquillaje a base de agua o mineral normalmente es una buena opción.
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Método 2
Método 2 de 4:
Tratar el acné hormonal

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    Pregunta sobre anticonceptivos orales (solo para mujeres). Las fluctuaciones hormonales relacionadas con el ciclo reproductivo a menudo producen cambios en la alcalinidad de la piel y naturalmente producen aceite, haciendo que te salga un acné asociado con las hormonas. Los anticonceptivos orales ayudan a regular los niveles de estrógeno y progesterona que hacen que te salga acné cuando se encuentran desequilibrados.[12]
    • Los anticonceptivos orales combinados que contienen estrógenos y progesterona son eficaces para prevenir el acné; algunos ejemplos son el Yaz, Ortho Tri Cyclen-Lo y Estrostep.[13]
    • Las mujeres con sobrepeso o que fuman activamente no deben tomar anticonceptivos orales debido al mayor riesgo de desarrollar coágulos sanguíneos y accidentes cerebrovasculares.[14]
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    Pregunta sobre la espironolactona. La espironolactona es un medicamento que se puede utilizar para tratar el acné, especialmente en los pacientes post-adolescentes. Funciona reduciendo la cantidad de sebo, o aceite en la piel, segregado por las glándulas bloqueando la hormona aldosterona.[15]
    • La espironolactona se utilizaba originalmente para tratar la hipertensión y la insuficiencia cardiaca congestiva. Se descubrió su capacidad para tratar el acné durante los ensayos clínicos cuando las pacientes mujeres comenzaron a informar que presentaban menos acné. Aunque este medicamento no está indicado para el acné, muchos dermatólogos lo recetan para usos alternativos.[16]
    • Los efectos secundarios de la espironolactona incluyen los mareos, aumento de la micción y sensibilidad en los senos.
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Método 3
Método 3 de 4:
Tratar el acné quístico

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    Reconoce si sufres de acné quístico. El acné quístico es la categoría más grave del acné y consta de brotes de granos incontrolados e infectados. El acné quístico tiende a ser hereditario y empieza durante la pubertad, y a menudo deja cicatrices.[17]
    • Los granos del acné quístico son bultos levantados y enrojecidos que afectan las capas profundas de la piel.[18] Pueden volverse muy grandes y profundos.
    • Por lo general, no tienen la apariencia de puntos blancos.
    • Normalmente se sienten antes de verse y casi siempre son dolorosos.
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    Pregunta sobre el tratamiento fotodinámico. El tratamiento fotodinámico es una terapia dermatológica en el consultorio que consta del uso de medicamentos que se activan con una luz o un láser para reducir las glándulas sebáceas y, de esta manera, limitar las secreciones de aceite causantes del acné.
    • El dermatólogo cubre el área afectada con una pomada de fotosensibilización que se absorbe en la piel por 30 minutos a 3 horas. Desde allí, te sientas debajo de una lámpara o te sometes a un tratamiento láser que reseca las glándulas sebáceas y, de esta manera, se encogen. Este tratamiento demora de 3 a 5 minutos con unas semanas entre cada sesión.
    • Este tratamiento es eficaz en abordar los problemas de acné actuales y también sirve como un mantenimiento preventivo.
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    Hazte la terapia Isolaz. El Isolaz es una terapia basada en el láser que se dirige a las bacterias causantes del acné. Se realiza en el consultorio y durante la sesión el dermatólogo usa una aspiradora potente para absorber los residuos de los poros, volviéndolos sumamente limpios. Luego, se aplica un láser en la piel para erradicar las bacterias.[19]
    • El Isolaz es un tratamiento no invasivo y externo que presenta un efecto de doble cara: limpia los poros y erradica las bacterias causantes del acné.
    • Consulta con tu dermatólogo si tu piel es adecuada para la terapia Isolaz.
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    Trata el acné quístico con isotretinoína. La isotretinoína es un medicamento recetado poderoso que elimina el acné con posibles cicatrices. Se receta solo en los casos extremos debido a sus muchos posibles efectos secundarios.[20]
    • La isotretinoína se puede recetar como crema tópica o comprimidos orales. El médico evaluará tu piel y acné, y te recomendará el producto que podría ser más adecuado para ti.
    • Los posibles efectos secundarios son piel seca y con escamas, mala cicatrización de las heridas, daño hepático, triglicéridos elevados, depresión y síndrome del intestino irritable. Debido a la gravedad y la cantidad los efectos secundarios de este medicamento, por lo general, se requiere asesoramiento sobre su riesgo.[21]
    • Las mujeres deben entregar pruebas de embarazo con resultado negativo para recibir este medicamento, porque puede ocasionar graves defectos congénitos. También deben usar 2 formas de anticonceptivos.
    • Si presentas algún efecto secundario, llama a tu médico y pregunta si debes realizar algún cambio en tu régimen de tratamiento.
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Método 4
Método 4 de 4:
Limpiarte y exfoliarte la piel

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    Lávate el rostro. Tu régimen diario del cuidado de la piel debe empezar y terminar con el lavado del rostro. Usa un limpiador facial y agua tibia para eliminar las impurezas, aceites y bacterias.[22]
    • Si bien el lavado es importante, si lo haces en exceso puede irritarte las imperfecciones del acné e irritarlas más. No te laves demasiado ni uses un paño áspero que pueda irritarte más la piel.
    • Utiliza un limpiador suave (como Cetaphil, Aveeno o un limpiador específico para el acné) 2 veces al día. Si presentas cualquier irritación, deja de usar el producto y utiliza otro.
    • Aprende más sobre cómo lavarte el rostro aquí.
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    Protege tu piel del sol. La blancura de tu piel hace que sea fundamental que tomes medidas preventivas para protegértela de los efectos dañinos del sol. Usa un filtro solar sin aceites con FPS 30 como mínimo todos los días, aunque esté adentro la mayor parte del día. Muchos productos contra el acné pueden volver tu piel aún más sensible al sol y el enrojecimiento y el ardor puede irritarte más y empeorar el acné. Además, aumentas en gran medida tu riesgo de desarrollar cáncer de piel y envejecimiento cutáneo exponiéndote al sol sin protegerte bien.
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    Exfóliate 2 veces por semana. La exfoliación elimina las células cutáneas muertas e impurezas que se acumulan en la piel y cierran los poros. Al igual que con el exceso del lavado, la exfoliación demasiado frecuente puede irritarte la piel. Por lo tanto, debes limitarte a exfoliarte 2 o 3 veces por semana.
    • Después de lavarte el rostro, aplícate un poquito del producto y frótate suavemente la piel con movimientos circulares. Evita exfoliarte alrededor de los ojos. Enjuágate el producto y sécate con palmaditas.
    • Evita usar productos fuertes y aplicarte demasiada presión. Así solo te irritarás la piel.
    • Consulta con el dermatólogo acerca de los mejores productos exfoliadores para tu piel.
    • Aprende más sobre cómo exfoliarte la piel.
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    Aplícate un tratamiento contra el acné (si es aplicable). Si el dermatólogo te ha recetado o recomendado que uses una crema contra el acné (como una crema de peróxido de benzoilo, retinoide o tretinoína), aplícatela en el área afectada.
    • Utiliza solo pequeñas cantidades según la etiqueta del producto o según lo indique el médico.
    • Si vas a usar un nuevo tratamiento, presta atención a los signos de irritación cutánea. Si presentas una irritación leve (dolor o ardor), esto podría ser normal y debe desaparecer rápido. Sin embargo, si presentas una irritación prolongada o un dolor o ardor intenso, o una erupción cutánea, deja de usar el producto y llama a tu médico.[25]
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    Aplícate una crema humectante sin aceite. Para terminar tu rutina cotidiana, aplícate una crema facial sin aceite para hidratarte la piel y prevenir la resequedad e irritación.[26]
    • Es importante que uses un producto adecuado para la piel blanca y para el acné. Los humectantes aceitosos cierran los poros y ocasionan más brotes de acné.
    • Consulta con el dermatólogo y pregúntale qué humectante recomienda para tu piel. Si vas a usar un nuevo producto, presta atención a los signos de irritación (enrojecimiento, resequedad, oleosidad, ardor). Si presentas alguna irritación, es posible que quieras cambiar de producto.
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Consejos

  • Los tratamientos que funcionan para las personas de piel grasosa o seca podrían no funcionar para las personas de piel blanca. Por lo tanto, es importante que consultes con tu dermatólogo para encontrar el mejor régimen de tratamiento para ti.
  • Si el régimen de tratamiento que usas no te proporciona ningún alivio en unas semanas o meses, llama a tu médico. Quizás tengas que usar algunos tratamientos diferentes antes de encontrar el mejor para tu tipo de piel.
  • Conoce los tratamientos para el acné. La base del tratamiento del acné es el cuidado e higiene adecuados de la piel. Cuando esto no es suficiente para controlar el acné, el dermatólogo podría recomendarte algunos medicamentos tópicos u orales según el tipo de acné que tengas.[27]
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Advertencias

  • Asegúrate de no usar un producto si eres alérgico a alguno de sus componentes. Llama al médico si presentas una irritación cutánea.
  • Mantén los medicamentos tópicos contra el acné alejados de los ojos y la boca. Siempre lávate las manos inmediatamente después de aplicarte una crema tópica medicada.
  • Habla con tu dermatólogo si estás embarazada o podrías quedar embarazada antes de usar medicamentos contra el acné. Muchos medicamentos no son recomendables durante el embarazo. En lugar de ellos, hay algunas buenas opciones que puedes utilizar.
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Acerca de este wikiHow

Laura Marusinec, MD
Coescrito por:
Pediatra certificado por el colegio oficial
Este artículo fue coescrito por Laura Marusinec, MD. La Dra. Marusinec es pediatra certificada por el colegio oficial en el Children's Hospital de Wisconsin, donde pertencece al Consejo de Práctica Clínica. Ella recibió su doctorado en mediciana en el Medical College of Wisconsin School of Medicine en 1995 y completó su residencia en el Medical College of Wisconsin in Pediatrics en 1998. Es miembro de la Asociación Americana de Escritores Médicos y de la Sociedad de Atención de Urgencia Pediátrica. Este artículo ha sido visto 8926 veces.
Categorías: Acné
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