Si quieres preparar un asado con anticipación, tendrás que recalentarlo más adelante. Es posible que quieras recalentar los trozos de asado, como las sobras. Recalentar un asado es muy simple si tienes un poco de paciencia y la técnica adecuada. Puedes recalentar un asado entero en el horno. Los trozos de asado los puedes calentar en una sartén de hierro fundido, plancha de parrilla o microondas. Asegúrate de guardar el asado adecuadamente antes de recalentarlo.

Parte 1
Parte 1 de 3:
Recalentar un asado entero

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    Guarda los jugos de cocción del asado cuando lo prepares por primera vez. Si quieres recalentar el asado más adelante, el proceso empieza cuando lo prepares por primera vez. Los asados se pueden secar durante el proceso de recalentamiento, por lo tanto, tendrás que guardar toda grasa o fluido que gotee del asado en la bandeja para hornear.[1]
    • También debes cocer el asado un poco menos de lo que preferirías. Por ejemplo, si prefieres un asado al punto, retíralo del horno cuando todavía esté un poco crudo.
    • Junta el jugo de cocción después de sacar el asado del horno. Puedes verterlo en un recipiente hermético y guardarlo en el refrigerador para más adelante.
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    Corta el asado en trozos si pesa más de 2 k (4 lb). Si tienes un asado más grande, tendrás que cortarlo en dos partes de igual tamaño. Si el asado pesa menos de 2 k (4 lb), podrás recalentarlo sin cortarlo en trozos.[2]
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    Junta tus suministros. Necesitarás determinados suministros cuando estés listo para cocer el asado. Si no tienes los suministros adecuados, cómpralos en una tienda de comestibles antes de recalentar el asado. Necesitarás lo siguiente:[3]
    • papel de aluminio y papel manteca
    • una cuchara
    • una bandeja para hornear
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    Coloca el asado en papel de aluminio y papel manteca. Pon un cuadrado de papel de aluminio en una bandeja para hornear. Si cortas el asado en dos trozos, utiliza dos cuadrados. Coloca un pedazo de papel manteca sobre cada cuadrado de papel aluminio. Acomoda un trozo de asado sobre cada pedazo de papel manteca.[4]
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    Humedece el asado con el jugo de cocción que guardaste. Para ello utiliza la cuchara. Debes rociar cada trozo de asado con 2 a 3 cucharadas del jugo de cocción que guardaste. Los trozos más pequeños de asado solo podrían necesitar 2 cucharadas, mientras que los trozos más grandes podrían necesitar 3 cucharadas. El jugo de cocción ayudará al asado a que no se seque cuando lo recalientes.[5]
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    Envuelve el asado. Envuelve el asado en papel de aluminio y papel manteca hasta que todo esté cubierto. Haz un paquete ajustado con cada trozo de asado ya que así te asegurarás de que permanezca húmedo y se cueza durante el proceso de recalentamiento.[6]
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    Recalienta el asado. Coloca las piezas de asado en una bandeja para hornear. Pásalo a una bandeja que pueda soportar hasta 177 °C (350 °F). Caliéntalo durante 20 a 25 minutos.[7]
    • Utiliza una termómetro de lectura instantánea para revisarlo y asegurarte de que el asado esté a un temperatura segura para comer. Su temperatura interna debe ser de casi 63 °C (145 °F).

Parte 2
Parte 2 de 3:
Recalentar trozos de asado

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    Recalienta trozos de asado en una sartén de hierro fundido. Si simplemente vas a recalentar trozos de asado, puedes ponerla sobre una estufa. La sartén de hierro fundido puede recalentar el asado a la vez que preservará el sabor y casi toda la humedad. Corta unos trozos de asado de acuerdo al grosor que prefieras para empezar. Sin embargo, recuerda que los trozos más delgados pueden funcionar mejor en este método.[8]
    • Calienta la sartén de hierro fundido a fuego medio alto.
    • Coloca los trozos de asado sobre la sartén.
    • Cuece el asado durante unos minutos. Tendrás que darle la vuelta con frecuenta para asegurarte de que se cueza de manera uniforme y así la carne se recaliente completamente.
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    Trata de recalentar trozos delgados de asado en una plancha de parrilla. Podría ser difícil cocer trozos muy delgados de asado en una sartén de hierro fundido. No obstante, puedes utilizar una plancha de parrilla. Los trozos de 2 cm (3/4 de pulgada) de grosor funcionan mejor en el método con plancha de parrilla.[9]
    • Precalienta la plancha de parrilla a un nivel bajo o medio.
    • Coloca los trozos sobre un plato de cerámica o sobre otro tipo de plato que pueda soportar bastante calor.
    • Acomoda el plato sobre la plancha de parrilla. Luego de 6 minutos debe empezar a gotear sangre o humedad del asado. En ese momento debe estar bien caliente y ser seguro de comer.
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    Utiliza el microondas para recalentar un plato de comida con trozos de asado. En general no utilices el microondas para recalentar un asado. Puede ser peligroso y el asado se secará ahí. No obstante, los pequeños trozos de carne cocida que pongas en un plato sí los puedes recalentar en el microondas. Si tienes que recalentar un plato para alguien que llegó tarde a la cena, usar microondas será una opción rápida y sencilla.[10]
    • Coloca las verduras y guarniciones hacia el centro del plato junto con los trozos de asado en los bordes. Puedes rociar un poco de agua en los trozos de asado para evitar que se sequen.
    • Cubre el plato con una tapa o con una envoltura segura de plástico para microondas. Acomoda el plato hacia la parte externa del plato giratorio y recaliéntalo durante 2 minutos.
    • Deja reposar el plato durante 1 minuto antes de servir.

Parte 3
Parte 3 de 3:
Guardar un asado para recalentarlo

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    Utiliza un embalaje hermético. Cuando guardes un asado entero para recalentarlo es importante que lo protejas de los contaminantes que hay en el refrigerador. Debes envolver el asado en un embalaje hermético. Las láminas de plástico funcionan bien aquí. Envuelve el asado completamente en el embalaje. Podría ser peligroso que todos los trozos de carne estén expuestos.[11]
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    Acomoda el asado en la esquina del refrigerador. Tendrás que guardar el asado en la parte más fría del refrigerador. Dicho lugar normalmente es en la parte posterior, por lo tanto, empújalo hacia ahí. Si necesitas hacer espacio, hazlo.[12]
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    Desecha el asado luego de 3 a 4 días. La carne sobrante normalmente solo es buena por 3 a 4 días. Asegúrate de no comer el asado después de ese periodo de tiempo. Toda la sobra que dure más de 3 a 4 días deberás desecharla.[13]
    • Una buena idea es anotar sobre el embalaje la fecha en que preparaste el asado para que así te asegures de no comerlo luego de 3 a 4 días.

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