El virus del papiloma humano (VPH) representa a más de 100 virus distintos, muchos de los cuales son infecciones de transmisión sexual (ITS) que se transmiten por contacto directo con las membranas mucosas en el área genital. Es la infección de transmisión sexual más común. Se estima que aproximadamente el 80 % de las mujeres contraerán la infección en algún punto de sus vidas.[1] Algunos tipos del VPH pueden causar verrugas genitales tanto en hombres como en mujeres. Otros tipos pueden causar cáncer de cuello uterino y otros cánceres menos conocidos en las mujeres, como cáncer de vagina, de ano y de vulva. El VPH también causa cáncer de garganta en hombres y mujeres. Reconocer el VPH puede ser esencial en el tratamiento o el control apropiado. Algunas formas de este virus se pueden reconocer por sí solas, mientras que muchas otras requieren que un doctor realice exámenes.

Método 1
Método 1 de 4:
Examinar los síntomas

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    Busca verrugas como un síntoma del VPH de bajo riesgo. El síntoma más evidente de una infección del VPH de bajo riesgo son las verrugas genitales. Estas pueden aparecer como pequeñas protuberancias, lesiones sin relieve o pequeños bultos en la piel. Estas verrugas tienden a estar agrupadas y pueden aparecer en el transcurso de días o semanas de la infección.[2]
    • En las mujeres, las verrugas genitales aparecen con mayor frecuencia en la vulva y en los labios vaginales, pero también pueden aparecer alrededor del ano, en la vagina o en el cuello uterino.
    • Las cepas del VPH de bajo riesgo también pueden conducir a algunas lesiones alrededor del cuello uterino; sin embargo, de manera general, no conducirán al desarrollo de células cancerosas.
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    Aprende acerca de la detección del VPH de alto riesgo. El VPH de alto riesgo tiene raramente algunos síntomas asociados, a menos que haya progresado a una etapa avanzada de cáncer. Esta es la razón por la que es importante que un ginecólogo te haga un examen pélvico anual, ya que este puede detectar los problemas antes de que avancen a un nivel canceroso o precanceroso. Los síntomas del VPH de etapa avanzada que pueden causar cáncer de cuello uterino incluyen a los siguientes:[3]
    • sangrado irregular o leve entre periodos o después de las relaciones sexuales
    • ciclos menstruales irregulares
    • fatiga
    • pérdida de peso o de apetito
    • dolor en la espalda, la pierna o la pelvis
    • una pierna hinchada
    • malestar vaginal
    • secreción olorosa de la vagina
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    Hazte exámenes para detectar otros cánceres. El VPH de alto riesgo causa mayormente cáncer de cuello uterino, pero también ha sido asociado con el cáncer de vulva, de ano y de garganta.[4] Estos cánceres se pueden detectar tempranamente si te haces exámenes regulares, esta es la razón por la que es importante hacértelos.
    • En áreas expuestas, como en la vulva o alrededor del ano, desliza una palma de la mano para detectar protuberancias que puedan indicar que tienes verrugas genitales.
    • Si crees que te has expuesto al VPH en algún punto, avísale a tu ginecólogo y al médico generalista, y pídeles que te hagan exámenes a fin de detectar cualquier posible cáncer asociado con el VPH.

Método 2
Método 2 de 4:
Distinguir el VPH

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    Hazte exámenes para determinar el tipo de VPH que tengas. Hay más de 100 virus distintos que se consideran una forma del VPH. De las más de 100 cepas, alrededor de 40 son de transmisión sexual y aproximadamente 60 causan verrugas en áreas como las manos y los pies.[5]
    • El VPH de transmisión no sexual generalmente ingresa al cuerpo a través del contacto piel a piel. El virus ingresa a través de cortes o de abrasiones en la piel y se manifiesta a manera de verrugas alrededor del área de la infección.
    • El VPH de trasmisión sexual ingresa al cuerpo a través del contacto genital directo o del contacto piel a genital. Las infecciones del VPH alrededor de la boca o en el sistema respiratorio superior también pueden aparecer por el sexo oral. Estas se pueden manifestar como verrugas o pueden no tener síntomas. Solo una prueba médica puede diagnosticar apropiadamente el VPH de transmisión sexual.
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    Considera la posibilidad de que tengas el VPH de transmisión sexual. Las cepas de transmisión sexual del VPH se dividen generalmente en dos categorías amplias: VPH de alto riesgo y de bajo riesgo.[6]
    • Alrededor de 40 tipos de VPH se transmiten por contacto directo con una membrana mucosa, como las que están alrededor del área genital. Estos tipos son los que tienen más probabilidades de difundirse a través del contacto sexual.
    • Los tipos de VPH de alto riesgo son los de transmisión sexual y tienen un riesgo mayor de desarrollar un problema de salud grave, como el cáncer. Las cepas del VPH de alto riesgo incluyen al VPH, 16, 18, 31, 33, 45, 52, 58 y algunas otras cepas más. Las responsables de la mayor parte del desarrollo de cáncer de cuello uterino son las cepas 16 y 18, las cuales se detectan con más frecuencia, pues causan aproximadamente el 70 % de los cánceres de cuello uterino. Los exámenes médicos son necesarios para saber si tienes el VPH de alto riesgo.
    • Las cepas del VPH de bajo riesgo incluyen al VPH 6, 11, 40, 42, 43, 44, 53, 54, 61, 72, 73 y 81. Las cepas 6 y 11 son las formas más comunes del VPH de bajo riesgo y también son las que mayormente se asocian con las verrugas genitales. Raramente, las cepas de bajo riesgo conducen al cáncer, así que no son parte de los exámenes de rutina.
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    Evalúa tus riesgos. Algunos factores pueden aumentar las probabilidades de que una mujer contraiga el VPH. Las personas que han tenido varias parejas sexuales, que han tenido el sistema inmunitario debilitado por el VIH, que han experimentado trastornos inmunitarios, que se han sometido a un tratamiento contra el cáncer y que han tenido relaciones sexuales sin protección pueden estar en mayor riesgo de contraer el VPH de transmisión sexual.[7]
    • Tener un factor de riesgo no significa que una mujer tenga o no el VPH. Esto es solo un indicador de que está más expuesta.

Método 3
Método 3 de 4:
Buscar asesoría médica

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    Hazte un examen de Papanicolau. El examen de Papanicolau es el método principal con el que un doctor detecta el cáncer o los cambios precancerosos en el cuello uterino. Si un examen de Papanicolau arroja un resultado irregular, el doctor puede optar por realizar un examen de ADN del VPH para así ver si el examen de Papanicolau da un resultado positivo para este virus.[8] Sin embargo, algunos doctores realizan ambos exámenes juntos.
    • Se recomienda que las mujeres menores de 65 años cuyos exámenes anteriores de Papanicolau hayan dado un resultado normal se hagan este examen cada tres años. Si recibes un resultado irregular, el doctor te recomendará un buen calendario de exámenes.
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    Pide que te hagan un examen del VPH junto con el examen de Papanicolau. Tal vez los exámenes del VPH no se realicen como parte de un examen de rutina para las mujeres, pero muchos doctores realizan ambos exámenes juntos. Puedes solicitar que te hagan un examen del VPH junto con el de Papanicolau si crees que tienes razones para preocuparte. Las muestras para un examen del VPH se recogen de la misma manera que las de un examen de Papanicolau, mediante el hisopado del cuello uterino.[9]
    • Por lo general, los exámenes del VPH solo se recomiendan a mujeres de 30 años o más y, por lo tanto, el doctor no puede recomendar uno a pacientes menores.
    • El VPH es común en mujeres jóvenes, pero un sistema inmunitario saludable puede eliminar la mayoría de las cepas antes de que se dé cualquier otro síntoma o complicación. Posteriormente, el doctor puede recomendar otro método de examinación, como un examen de Papanicolau, a fin de verificar si hay alguna razón para preocuparse o alguna necesidad de hacer exámenes adicionales.
    • En la actualidad, los exámenes del VPH solo se han desarrollado efectivamente para las mujeres. Por lo tanto, una mujer no puede pedir a su pareja masculina que se haga un examen del VPH a fin de evaluar su riesgo.
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    Pide que te examinen cualquier verruga. Si notas alguna verruga, lesión o protuberancia alrededor del área genital, ponte en contacto con un doctor inmediatamente. Coordina una cita para que revise cualquier verruga o síntoma sospechoso lo más pronto posible.
    • Las verrugas genitales suelen desaparecer por sí solas y, dependiendo de los síntomas específicos, el doctor puede recomendar un control cuidadoso y no más tratamiento.
    • Si el doctor recomienda un tratamiento, puede optar por uno tópico o la congelación de las verrugas. Pregúntale si el tratamiento se puede aplicar en casa o si debe hacerlo un profesional.
    • Si recibes tratamiento para las verrugas genitales, pregúntale “¿Qué debo hacer para prevenir la infección en esta área y minimizar el riesgo de verrugas futuras?”.[10]
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    Habla con el doctor durante tu chequeo anual. Asegúrate de hablar con el doctor acerca de cualquier preocupación que tengas con respecto al VPH. Parte de un buen examen femenino también es la examinación de la vulva, la vagina y el área anal. Si te preocupa estar en riesgo de infecciones del VPH, entonces díselo para que también examine estas áreas.

Método 4
Método 4 de 4:
Prevenir la infección del VPH

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    Usa un condón. Cuando se usan correctamente, los condones tienen una efectividad del 97 % contra la mayoría de las ITS. Usa un condón cuando tengas relaciones vaginales o anales, y opta por protección (como los protectores bucales) durante el sexo oral. Para ponerte un condón apropiadamente, haz lo siguiente:[11]
    • Revisa que la envoltura no tenga cortes, agujeros o perforaciones, y fíjate en la fecha de expiración. No uses un condón que haya expirado o que parezca dañado.
    • Abre cuidadosamente la envoltura a fin de asegurar que el látex del condón no se rompa.
    • Saca el condón y pellizca la punta antes de desenrollarlo a lo largo del pene.
    • Mientras pellizcas la punta con una mano, alínealo con la cabeza del pene y usa la otra mano para desenrollarlo a lo largo del mismo hasta su base.
    • Desecha un condón usado atando el extremo abierto y colocándolo en un recipiente de basura.
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    Vacúnate. Las vacunas que protegen contra ciertas cepas de alto riesgo del VPH están ahora disponibles para hombres y mujeres. Se recomienda que las chicas se vacunen entre los 11 y 12 años, pero pueden hacerlo entre los 9 y 26 años.[12] Los chicos se pueden vacunar a los 11 o 12 años, o hasta los 21.
    • Lo ideal es administrar la vacuna antes de que la chica o mujer se vuelva sexualmente activa, pero también puede beneficiar a las mujeres jóvenes que sean sexualmente activas.
    • Las vacunas contra el VPH generalmente se aplican en una serie de tres inyecciones en el transcurso de seis meses.
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    Habla del historial sexual. Cuando empieces a tener relaciones sexuales con una nueva pareja, ten una conversación abierta y honesta acerca del historial sexual. Habla acerca de qué tipos de exámenes te han hecho recientemente y de cuántos encuentros sexuales has tenido desde tu último examen.[13]
    • Tómate el tiempo para hablar del historial sexual antes de que empieces a tener relaciones sexuales con una nueva pareja.
    • No temas hacerle preguntas específicas, como “¿Has notado algún síntoma que pueda estar relacionado con el VPH, como verrugas?” y “¿Cuántas parejas sexuales has tenido?”.
    • Si la persona no quiere compartir esta información contigo, respeta su decisión. Sin embargo, comprende que no tienes ninguna obligación de tener relaciones sexuales con nadie y puedes decidir no involucrarte sexualmente si no puedes obtener la información que necesitas a fin de dar tu consentimiento de manera cómoda.

Consejos

  • Alrededor del 1 % de los adultos sexualmente activos en los Estados Unidos tienen verrugas genitales en algún momento dado.
  • La mayoría de los hombres y las mujeres sexualmente activos tendrán una infección del VPH en algún momento de sus vidas, pero la mayoría de las infecciones desaparecen antes de que surja cualquier síntoma o complicación.
  • La manera más segura de evitar el VPH es practicar la abstinencia. La abstinencia es una opción válida para cualquier persona que esté en edad de decidir si quiere ser sexualmente activa, como también lo es decidir participar en la actividad sexual.

Advertencias

  • El VPH puede infectar áreas que no estén protegidas por un condón.
  • Ciertas poblaciones están en un mayor riesgo de contraer cánceres relacionados con el VPH, como los hombres homosexuales y bisexuales, y las personas que tengan el sistema inmunitario debilitado (incluidas las que sufren de VIH o sida).

Acerca de este wikiHow

Carrie Noriega, MD
Coescrito por:
Obstetra y ginecóloga certificada por el colegio oficial
Este artículo fue coescrito por Carrie Noriega, MD. La Dra. Noriega es una obstetra y ginecóloga certificada por el colegio oficial, y escritora médica en Colorado. Se especializa en salud de la mujer, reumatología, neumología, enfermedades infecciosas y gastroenterología. Recibió su doctorado en la Creighton School of Medicine en Omaha, Nebraska, y completó su residencia en la Universidad de Missouri - Kansas City en 2005. Este artículo ha sido visto 34 752 veces.
Categorías: Salud de la mujer