La licencia por maternidad es aquel periodo en el que una madre se ausenta del trabajo para tener o adoptar un bebé. En E.E. U.U., la ley federal requiere que las compañías les permitan a las mujeres pedir esta licencia sin recibir un pago a cambio y otras compañías han incrementado los beneficios que les permiten a las mujeres recibir un pago durante el tiempo que se ausentan del trabajo. Si decides no regresar al trabajo mientras haces uso de tu licencia por maternidad, deberás seguir los procedimientos necesarios con tu empleador. El momento correcto para notificar tu decisión dependerá de varios factores individuales.

Parte 1
Parte 1 de 4:
Decidir lo que es mejor para ti

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    Evalúa tu situación actual. Piensa en cuánto disfrutas tu trabajo actual, qué tanto dependes de tu salario y de tus beneficios y si podrás mantener tu horario laboral con la llegada de tu bebé. Renunciar a tu trabajo puede ser una decisión difícil, por lo que debes considerar cuidadosamente todos los pro y los contra con el fin de escoger la opción correcta para ti.
    • Compara el costo del cuidado de tu hijo con tu salario para ayudarte a decidir si trabajar a tiempo completo es la mejor opción para ti.
    • Asegúrate de tener un plan para contar con un seguro de salud antes de notificar tu decisión. Dependiendo de tu situación, podrías obtener cobertura mediante el plan de seguro de tu cónyuge, inscribirte en la Ley Federal de Reconciliación del Presupuesto Colectivo Consolidado (COBRA, por sus siglas en inglés) o adquirir un plan de seguro individual a través del portal de seguros.
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    Considera tus demás opciones. Dependiendo de la naturaleza de la compañía para la que trabajas y de tus motivos para renunciar durante la licencia por maternidad, podrías tener varias opciones disponibles.
    • Si, por ejemplo, no puedes pagar por el cuidado de tu hijo en una guardería mientras estás en el trabajo, podrías considerar preguntar en tu compañía sobre la posibilidad de trabajar en casa, ya sea como una empleada regular o como una trabajadora independiente.
    • Asimismo, podrías negociar un puesto a medio tiempo si deseas pasar más tiempo con tu hijo y no quieres desligarte de tu compañía.
    • Si amas a la compañía en la cual trabajas y te gustaría volver cuando tu hijo esté un poco más grande, es especialmente importante tratar de mantener un pie en la puerta o, por lo menos, terminar la relación laboral en muy buenos términos.
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    Recuerda que debes estar segura de tu decisión. Es muy común que las madres primerizas cambien de opinión sobre su condición laboral durante la licencia por maternidad. Si no estás 100 % segura de que quieres renunciar a tu trabajo, considera regresar por varias semanas o meses para ver qué tal te va. Si después de regresar al trabajo llegas a la conclusión de que eso no funciona para ti, puedes notificar tu decisión en ese momento.
    • Si no estás segura de querer regresar al trabajo después de tu licencia por maternidad, pero quieres asegurarte de no terminar la relación laboral en malos términos, quizás sea una buena idea tener una conversación sincera con tu jefe antes de salir de licencia y hazle saber que existe la posibilidad de que decidas no volver. Piensa sobre la cultura de tu compañía y qué tan probable es que te despidan luego de esta conversación antes de decidir tenerla.[1]
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Parte 2
Parte 2 de 4:
Determinar cuándo notificar tu decisión

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    Lee el manual para empleados de tu compañía. Es posible que tu compañía cuente con procedimientos específicos en caso de que decidas no regresar a trabajar después de tu licencia por maternidad.
    • Algunas compañías podrían requerir que les devuelvas el importe utilizado en la licencia por maternidad por concepto de beneficios, incluidos los beneficios por discapacidad a corto plazo y por seguro de salud, si renuncias mientras estás de licencia. Asegúrate de entender si debes regresar al trabajo para conservar estos beneficios y por cuánto tiempo debes hacerlo.[2]
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    Piensa en las implicaciones financieras de tu decisión. Estas variarán dependiendo del tipo de beneficios por licencia por maternidad que ofrezca tu compañía, de si tienes un seguro de salud a través de tu empleador y de qué otras fuentes de ingreso tiene tu familia.[3]
    • También debes considerar el hecho de que tu empleador puede despedirte de inmediato después de haber notificado tu decisión. Si no puedes permitirte perder tu salario o los beneficios laborales antes de que llegue tu hijo y consideras que existe una posibilidad de que tu empleador te despida, será mejor esperar hasta que estés de licencia por maternidad para notificar tu decisión.
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    Considera las implicaciones éticas. Si sabes que no volverás a trabajar después de la licencia por maternidad, esperar hasta que esta termine para notificar tu decisión podría, en algunos casos, darte acceso a más beneficios por parte de tu empleador, pero también podría dejar a tu compañía sin personal. La decisión correcta para ti dependerá de tu situación personal y del tipo de compañía para la que trabajas.
    • Si tu compañía ofrece beneficios adicionales por licencia por maternidad a los que proporciona la Ley de Licencia Laboral por Razones Médicas y Familiares (FMLA, por sus siglas en inglés) y el seguro de discapacidad a corto plazo, considera que renunciar al estar de licencia podría causarle daños financieros a tu compañía. Algunas personas consideran que aprovechar estos beneficios generosos de licencia por maternidad cuando sabes que no tienes la intención de volver al trabajo podría resultar en que la compañía decida no ofrecer estos beneficios a otros padres en el futuro.[4]
    • Prepárate para la posibilidad de que tu jefe o tus compañeros de trabajo piensen que te has aprovechado de estos beneficios incluso si genuinamente creías que regresarías a trabajar al salir de licencia por maternidad.
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    Notifica tu decisión con suficiente anticipación. Si decides notificar tu decisión mientras estás de licencia por maternidad, debes hacerlo con suficiente anticipación como lo harías en circunstancias normales. Por ejemplo, si la anticipación reglamentaria en tu centro laboral es de dos semanas, intenta notificar tu decisión de renunciar, por lo menos, dos semanas antes de terminar tu periodo de licencia.[5]
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    Establece una fecha límite personal. Si tomar esta decisión te resulta muy difícil, date un poco de tiempo para pensar en ella, pero ten en mente que debes tomar una decisión para una fecha específica. Esto te ayudará a concentrarte en tomar la decisión y evitar esperar hasta el último minuto para notificarla.
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Parte 3
Parte 3 de 4:
Lidiar con los aspectos logísticos

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    No descartes ninguna posibilidad. Siempre es una buena idea renunciar a un trabajo en los mejores términos posibles, ya que nunca sabes lo que sucederá en el futuro. Por ejemplo, es posible que algún día decidas regresar a la compañía o que necesites una carta de referencia de tu jefe si decides buscar otras oportunidades laborales.[6]
    • Ofrécete a ayudar a la compañía a lidiar con la transición al trabajar desde casa o acudir a la oficina por un par de horas para capacitar a tu reemplazo.
    • Elabora un esquema de tus responsabilidades laborales y asegúrate de incluir información importante, tal como contraseñas e información de contacto, que tu reemplazo podría necesitar.
    • Sé educada y evita expresar opiniones negativas sobre la compañía, tu jefe o tus compañeros de trabajo.
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    Ocúpate del seguro de salud, la pensión de jubilación y otros beneficios. Si recibiste beneficios de salud en el trabajo, tendrás la opción de inscribirte en COBRA. También necesitarás reinvertir o cobrar tus ahorros para la jubilación.
    • Llena todos los papeles necesarios y dirige todas las preguntas al departamento de recursos humanos o de personal.
    • Presta atención a las fechas límite y a los costos asociados con el registro en COBRA y los cambios en el plan de jubilación.
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    Haz constar tu notificación por escrito. Redacta una carta de renuncia formal y entrégasela a tu supervisor y al departamento de recursos humanos.
    • Quizás sea una buena idea considerar notificar a tu jefe en persona o por teléfono antes de redactar tu carta de renuncia formal, en especial, si tienes una buena relación con él. Esto es mucho más personal y podría ayudar a calmar los resentimientos.[7]
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    Devuelve cualquier objeto de la compañía que tengas en tu poder. Quizás te hayas llevado archivos u otros materiales físicos o electrónicos cuando empezó tu periodo de licencia por maternidad. Asegúrate de devolverlos a tu supervisor.
    • Devuelve las llaves y las tarjetas de identificación.
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    Recoge tus efectos personales de la oficina. Si dejaste algún efecto personal, tal como fotografías, tazas de café, chaquetas u otros objetos, pasa por tu oficina y recupéralos.
    • Si no te es posible regresar a tu oficina, haz que alguien te los lleve a casa. Algunas compañías tienen políticas de seguridad que no permitan que antiguos empleados entren a la oficina.
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Parte 4
Parte 4 de 4:
Lidiar con tu decisión

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    Crea un horario. Si estás acostumbrada a levantarte e ir a la oficina todos los días, quedarte en casa con tu hijo podría ser un gran reto. Crer una rutina regular (semanal o diaria) de cosas que debes hacer para facilitar la transición, de modo que sientas que tus días tienen estructura.[8]
    • Evita mirar demasiada televisión. Busca cosas productivas para hacer en la casa o cosas divertidas que puedas hacer con tus hijos.
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    No pierdas el contacto social. Es totalmente normal sentirte aislada al ser una nueva mamá que se queda en casa, pero no debes dejar que esos sentimientos te consuman.[9]
    • Mantente en contacto con viejos amigos y trata de conocer a otras mamás que se quedan en casa.
    • Únete a un club o un grupo. Si necesitas que cuiden a tu hijo, intenta unirte a un gimnasio que ofrezca el servicio de guardería en sus instalaciones.
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    Mantente en contacto con tu carrera. Si planeas regresar al trabajo tarde o temprano, asegúrate de mantener las puertas abiertas para facilitar la transición.[10]
    • Permanece en contacto con tus colegas y con todas las demás personas que puedan ayudarte a encontrar un trabajo en tu campo en el futuro.
    • Mantente al día con lo que sucede en el campo al leer noticias sobre la industria, ver webinars o tomar clases.
    • Si te preocupa cómo se verá en tu curriculum vitae una ausencia prolongada del trabajo, busca oportunidades de medio tiempo o como trabajadora independiente que no requieran mucho compromiso. Incluso ofrecerte como voluntaria un par de horas a la semana o tener un blog donde puedas escribir artículos sobre la industria te ayudará a mantenerte conectada con tu carrera.
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    Vuelve al trabajo si así lo deseas. Muchas mamás llegan a la conclusión de que quedarse en casa no es para ellas y deciden volver a trabajar después de un par de meses o años. Haz lo que sea mejor para ti y tu hijo.
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Consejos

  • Recuerda que decidir si debes volver a trabajar o quedarte en casa con tu hijo depende de ti y es una decisión que debes tomar con mucho cuidado. Si no estás segura de si deseas renunciar, pide más tiempo. Algunos empleadores podrían estar dispuestos a darte más flexibilidad si esto significa que seguirás trabajando para ellos.
  • Prepárate para lidiar con resentimientos. Es posible que tu empleador se decepcione si no regresas, en especial, si habías planificado hacerlo antes de salir de licencia.
  • Quedarte en casa puede ser estresante y muy cansado, por lo que si empiezas a sentirte deprimida o ansiosa, asegúrate de buscar ayuda.
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Categorías: Embarazo | En el trabajo
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