Hay varias formas de restaurar las venas dañadas, las cuales van desde tratamientos caseros hasta procedimientos médicos. Los trastornos leves (como venas varicosas) pueden mejorar tomando medidas pequeñas como usar calcetines de compresión y elevar los pies. Si el daño es más intenso, consulta con un doctor acerca de medicamentos, de procedimientos no invasivos y de cirugías para restaurar las venas.

Parte 1
Parte 1 de 3:
Aplicar tratamientos inmediatos

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    Usa medias de compresión para reducir la hinchazón en las piernas. Las venas varicosas y la insuficiencia venosa pueden hacer que se ralentice el flujo sanguíneo de las venas de las piernas, lo cual da como resultado la hinchazón. Las medias de compresión pueden estimular el flujo sanguíneo, mejorar la circulación y reducir la hinchazón. Usa medias de compresión hasta que veas una mejora significativa en tus piernas o según te indique el médico.[1]
    • Compra medias de compresión en tiendas de suministros médicos o por Internet.
    • Asegúrate de quitarte las medias de compresión al final de cada día para lavarlas y secarlas antes de usarlas nuevamente.[2]
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    Eleva las piernas por encima del corazón cuando te sientes o te recuestes en casa. Elevar las piernas por encima del corazón reducirá el dolor y la presión en las piernas que provienen de los problemas en las venas. Trata de tener los pies al menos a 15 centímetros (6 pulgadas) por encima del corazón. Usa almohadas para elevar las piernas si es necesario.[3]
    • Hazlo con tanta frecuencia como puedas, ya sea en casa o en otros lugares tranquilos como la playa.
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    Mantén las piernas frías para evitar que los síntomas empeoren. El calor puede causar un aumento del flujo sanguíneo en los vasos sanguíneos, lo cual hace que las venas varicosas y otros problemas en las venas empeoren. Evita las duchas y los baños muy calientes, sentarte cerca de una fogata o de un calefactor, o usar una compresa caliente. Si sientes las piernas calientes, hinchadas o adoloridas, aplica una compresa fría según sea necesario para hacer que estén más cómodas.[4]
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    Llama a un médico si notas signos de un daño serio en las venas. Algunos problemas en las venas parecen menores, pero pueden convertirse en problemas mayores. Si bien los problemas más leves como las venas varicosas, por ejemplo, algunas veces son simplemente problemas estéticos, también pueden indicar un trastorno serio como trombosis venosa profunda. Visita a un médico tan pronto como sea posible si notas los siguientes síntomas:[5]
    • hinchazón en las piernas
    • dolor intenso en la pantorrilla
    • decoloración de la piel
    • heridas abiertas
    • piel delgada y seca

Parte 2
Parte 2 de 3:
Buscar soluciones a largo plazo

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    Habla con el médico acerca de la posibilidad de tomar extracto de semilla de castaño de Indias. Los estudios han demostrado que tomar oralmente extracto de semilla de castaño de Indias puede reducir los síntomas de los problemas en las venas (como la insuficiencia venosa) después de 2 o 16 semanas. Consulta con un médico si es seguro tomar este suplemento. Sigue la dosis prescrita y ponte en contacto con un médico si experimentas cualquier efecto secundario, como malestar gastrointestinal o vértigo.[6]
    • Compra extracto de semilla de castaño de Indias en farmacias, en tiendas de salud o por Internet.
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    Consulta con un médico acerca de la posibilidad de tomar medicamentos para tratar las venas dañadas. Los medicamentos vasodilatadores pueden aumentar el flujo sanguíneo a través de los vasos sanguíneos, mejorando la circulación.[7] Pregunta al médico si puedes tomar uno de estos medicamentos como parte de un plan de tratamiento para restaurar las venas. La combinación de la terapia de compresión y de medicamentos suele ser efectiva.[8]
    • La nitroglicerina y el alprostadil son vasodilatadores prescritos populares.
    • Siempre toma estos medicamentos exactamente como se te prescriban.
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    Pregunta a un doctor acerca de la escleroterapia para tratar venas varicosas pequeñas. La escleroterapia implica la inserción de una aguja pequeña en las venas varicosas para inyectarles sustancias como glicerina o solución salina hipertónica. Esto hará que las venas varicosas colapsen, reduciendo su apariencia física y también el malestar que causan. Habla con el médico acerca de este tratamiento para ver si es el adecuado para ti.[9]
    • Los resultados generalmente se pueden observar luego de 3 o 6 semanas del tratamiento.[10]
    • Por lo general, el médico programará una cita de seguimiento para aproximadamente un mes después del procedimiento de la escleroterapia a fin de ver si es necesaria otra sesión.
    • En algunos casos, las venas varicosas pueden volver después de este tratamiento.
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    Habla con el médico acerca de la ablación térmica para cerrar las venas problemáticas. La ablación térmica endovenosa es un procedimiento que usa un láser u ondas de radio de alta frecuencia para apuntar a las venas dañadas. El calor emitido desconecta la vena del resto del sistema circulatorio sin hacer que colapse. Habla con el médico acerca de este procedimiento si quieres una opción de tratamiento a largo plazo con un dolor o con un tiempo de curación mínimos.[11]
    • Este tratamiento deja las venas cerradas en su lugar, lo cual hace que hayan pocos hematomas o poco sangrado.
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    Si todo lo demás falla, habla de tus opciones quirúrgicas. La mayoría de los pacientes con problemas en las venas no necesitan cirugía para restaurarlas, pero la opción existe. Si tus venas están dañadas gravemente, pregunta al médico si la cirugía es la opción adecuada para ti. El doctor puede sugerir lo siguiente:[12]
    • La ligación y la extirpación, en donde el cirujano vascular cortará y atará las venas problemáticas o las extirpará.
    • La flebectomía por microincisión, en donde un cirujano hará incisiones o perforaciones pequeñas en las venas y eliminará las problemáticas con un gancho de flebectomía.
    • El baipás venoso, en donde un pedazo de vena saludable se trasplanta para redirigir el flujo sanguíneo de alrededor de una vena dañada.

Parte 3
Parte 3 de 3:
Prevenir el daño venoso

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    Haz ejercicios que trabajen la parte inferior del cuerpo regularmente. Hacer ejercicios regularmente puede aumentar la fuerza de tus piernas y de tus venas, y hacer que la circulación mejore. Los ejercicios que se enfocan en las piernas, como caminar o correr, son especialmente beneficiosos para prevenir el desarrollo de venas varicosas o arañas vasculares.[13] Trata de hacer 30 minutos o más de ejercicios todos los días o al menos 150 minutos de actividad aeróbica a la semana.[14]
    • Otras formas de ejercicio, como montar bicicleta, nadar, patinar y saltar la cuerda, también pueden beneficiar la salud de tus venas.
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    Evita sentarte o quedarte quieto por más de 30 minutos. Mantenerte inmóvil por periodos largos de tiempo hace que tus venas trabajen más fuerte para bombear sangre a tu corazón, lo cual puede ocasionar el agrandamiento de las venas. Haz tu mejor esfuerzo para mantenerte tan activo como sea posible a lo largo del día. Si estás obligado a mantenerte en una posición por periodos largos de tiempo, toma una caminata breve o mueve las piernas al menos una vez cada 30 minutos para mantener una circulación sanguínea apropiada en tu cuerpo.[15]
    • Por ejemplo, si viajas o asistes a un show, levántate para estirar las piernas cada 30 minutos o cambia la posición en la que estás sentado o de pie con frecuencia.
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    Evita usar drogas intravenosas recreativas. El uso de drogas intravenosas fuera de un tratamiento médico prescrito es extremadamente peligroso y poco aconsejable. Puede causar una trombosis y el colapso de la vena, así como otros riesgos de salud, como una infección. Evita usar drogas intravenosas o busca ayuda para tu adicción si ya las usas.[16]
    • Inyectarse drogas en las venas de los pies, de la ingle o del cuello es especialmente peligroso y puede causar explosión de venas, sangrado excesivo, abscesos, daño nervioso o derrame cerebral.
    • Asegúrate de evitar usar cualquier vena que haya colapsado.
    • Si vives en los Estados Unidos y deseas ver una lista de servicios de tratamiento en tu estado, visita https://drugabuse.com/drug-abuse-programs/.
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    Siempre usa agujas nuevas y afiladas si te inyectas drogas. Si te inyectas drogas, nunca vuelvas a usar una aguja. Además de un mayor riesgo de infección, es más probable que una agua que esté desgastada después de varios usos cause un trauma a tu vena. Usa una aguja nueva y estéril para cada inyección.[17]
    • Desecha la aguja seguramente después de usarla para evitar causar una lesión a otras personas.

Advertencias

  • La escleroterapia, la ablación térmica endovenosa y la cirugía pueden dejar cicatrices o pueden decolorar tu piel.[18]
  • El embarazo aumenta la probabilidad de tener problemas en las venas.
  • Las lesiones o las cirugías previas en las piernas pueden aumentar el riesgo de problemas en las venas.

Acerca de este wikiHow

Danielle Jacks, MD
Coescrito por:
Residente quirúrgica
Este artículo fue coescrito por Danielle Jacks, MD. Danielle Jacks, doctora en medicina, es una residente quirúrgica en la Fundación Clínica Ochsner en Nueva Orleans. Recibió su doctorado en Medicina en la Universidad de Ciencias y Salud de Oregón en 2016. Este artículo ha sido visto 6740 veces.