Mudarte de la casa de tus padres es una gran decisión. Por ello, es esencial que consideres el impacto de hacerlo. Tu presupuesto, carrera profesional y madurez afectarán tu primera aventura en el mundo real, donde tendrás muchas responsabilidades, como pagar por tu comida y tus cuentas, limpiar tus cosas y cocinar para ti. Te brindaremos algunas indicaciones para ayudarte a decidir si cuentas con la preparación adecuada para mudarte.

Parte 1
Parte 1 de 4:
Determinar si eres estable financieramente

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    Averigua tu ingreso mensual. Suma todos los ingresos que recibes en un mes después de los impuestos (la mayoría de los sueldos ya cuentan con la reducción de los impuestos). Si tu ingreso fluctúa ligeramente, determina un promedio mensual al fijarte en tus últimas seis remuneraciones mensuales. Si tu ingreso fluctúa bastante cada mes, mudarte podría no ser la mejor opción.
    • Si tienes que descifrar tu ingreso promedio al mes, suma los últimos seis meses de tus ingresos y divídelo por 6. Este será tu ingreso promedio.
    • Si no has tenido un trabajo por más de 6 meses o si tienes un trabajo temporal, espera a pasar por un momento más estable para mudarte.
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    Fíjate un presupuesto para tu alquiler al calcular el 28 % de tu ingreso mensual. Multiplica tu ingreso mensual por 0,28 para encontrar la mayor suma de alquiler que puedas costear.[1] Ten esta cantidad a la mano y utilízala para encontrar una vivienda asequible.
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    Calcula tus gastos fijos. Esto incluye tu alquiler, tus préstamos mensuales, el seguro del automóvil y los préstamos automovilísticos, las tarjetas de crédito, el seguro médico (si no se reduce de tu salario), el teléfono, el Internet, los servicios, el cable y otro tipo de deudas. Asimismo, deberás averiguar cuánto gastas al mes en comida, entretenimiento, prendas de vestir, combustible y compras misceláneas.
    • Algunos gastos son solo semianuales, como el registro del automóvil; no los olvides.
    • No subestimes la cantidad que gastas en comida y entretenimiento. Deberás preservar tu estilo de vida cuando te mudes.
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    Calcula los costos de la mudanza. Es posible que notes que hay unos gastos adicionales para mudarte, como los siguientes:
    • Mascotas y anticipo de alquiler (varía según tu contrato de arrendamiento).
    • Anticipos por los servicios de electricidad, calefacción, cable e Internet.
    • Contratar a un equipo de mudanza.
    • Comprar un permiso de estacionamiento.
    • Comprar artículos esenciales, como una televisión o un sofá.
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    Calcula las ventajas y desventajas en los costos. Si vives tan cerca de tu institución educativa o de tu trabajo como puedas, el costo del estacionamiento, del combustible y del seguro también cambiará. Es prudente investigar de antemano este tipo de aspectos ya que te servirá para planificar tu presupuesto.
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    Decide si puedes costear mudarte. Suma todos los costos mensuales. Esto debería ser 10 % menos que tu ingreso de modo que puedas asumir los gastos de una emergencia.[2] Por ejemplo, si ganas $2000 al mes, solo planea gastar $1800. Ahora, decide si puedes sobrevivir mes a mes por tu cuenta. Si puedes, suma todos los costos para mudarte y fíjate si tienes dinero suficiente ahorrado para costearlos.
    • Puede tardarse meses o años antes de poder ahorrar dinero para cubrir los costos para mudarte.
    • Sé paciente; mudarte antes de tener la preparación financiera puede conducir a tener una deuda de por vida.
    • No sientas que eres la única persona que no puede mudarse si no puedes costear vivir por tu cuenta ya que aproximadamente el 31 % de las personas entre 18 y 34 años no pueden costear mudarse de la casa de sus padres.[3]

Parte 2
Parte 2 de 4:
Encontrar un compañero de cuarto

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    Decide si quieres un compañero de cuarto. No te sientas sin esperanzas si no puedes costear vivir por tu cuenta. En la actualidad, las personas viven con compañeros de cuarto para cubrir el alquiler.[4] Sin embargo, considera esta opción con cuidado. Tratar de encontrar un compañero de cuarto dividirá el costo del alquiler y los servicios en dos, pero esto puede añadir mucho estrés. Considera algunos temas fundamentales antes de buscar un compañero de cuarto, como los siguientes:
    • ¿Te sentirías con comodidad al compartir una habitación o un apartamento?[5]
    • ¿Esperas que tu compañero de cuarto sea tu mejor amigo?
    • ¿Te sientes con comodidad al tener a alguien cerca de tus pertenencias personales?
    • ¿Tienes el hábito de limpiar? ¿Eres una persona ruidosa? ¿Cuán limpio y ruidoso quieres que sea tu compañero de cuarto?
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    Considera vivir con un hermano o un pariente. Compartir una habitación con un hermano, una hermana o un primo es un excelente entrenamiento para vivir con un compañero de cuarto. Si tienes una relación cercana con uno de tus hermanos, podrías mudarte con uno de ellos. Asegúrate de que confían entre sí para pagar puntualmente las cuentas.
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    Entrevista a los compañeros de cuarto potenciales en persona. Hay muchas maneras para encontrar compañeros de cuarto, ya sea por medio de amigos mutuos o redes sociales. Sin embargo, cuando encuentres a alguien que quiera vivir en la misma zona que tú y que sea estable financieramente, habla con él en persona. Algunas de las preguntas que debes hacerle son las siguientes:
    • ¿Tienes el hábito de limpiar?[6]
    • ¿A qué hora duermes y con cuánta frecuencia tienes visitas?
    • ¿Tienes mascotas? ¿Tu pareja vivirá contigo?
    • ¿Puedes pagar puntualmente todas las cuentas?
    • Fíjate si estas preguntas influencian en tu decisión de vivir con un compañero de cuarto. Recuerda que sus estilos de vida deben ser muy similares.
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    Lidia con el conflicto de manera saludable. El conflicto se da cuando se vive con otras personas. Lo que importa es cómo lidias con ello. Fingir que no te molesta el comportamiento de tu compañero de cuarto conducirá a que haya frustración, pero reñir constantemente es estresante. Si tienes que confrontar a tu compañero de cuarto, escoge con detenimiento tus palabras de modo que no se sienta agredido.
    • "Me siento con frustración cuando no lavas los platos porque hace que la habitación huela mal" es mejor que decir "Eres un haragán".
    • Concéntrate en el comportamiento, no en la persona.
    • Confronta los problemas a medida que surjan, no cuando sientas frustración y preocupación.
    • Si tu compañero de cuarto te confronta, recuerda que trata de mejorar la relación que tienen. Escucha y medita lo que te dice.

Parte 3
Parte 3 de 4:
Conversarlo con tus padres

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    Discute con tus padres acerca del hecho de mudarte de casa. Algunas veces, los padres prefieren que sus hijos se vayan de casa a los 18 años. Sin embargo, hay veces cuando lo más conveniente para ti, y para ellos, es que te quedes en casa por más tiempo. Vivir en casa algunos años más es una buena idea para ahorrar dinero, ir a la universidad y fortalecer tu experiencia laboral.
    • Comienza la conversación con tus padres. Escoge un momento cuando ninguno de ustedes esté ocupado y pregúntales "¿Cómo se sentirían si yo me mudara?".
    • Si tus padres te apoyan por completo, averigua cuánta ayuda te darán si te mudas. Este aspecto podría cambiar tu presupuesto.
    • Es normal si tus padres están tristes o afligidos porque te mudas. Asegúrales que los visitarás y te mantendrás en contacto.[7]
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    Comparte tus sentimientos y preocupaciones. Si sientes nervios por mudarte, dilo. Es importante que demuestres honestidad acerca de tus preocupaciones. Tu familia puede ofrecerte aliento y recomendaciones que te prepararán mental y emocionalmente para la vida fuera del nido.
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    Pídele ayuda a tu familia cuando lo necesites. Algunas familias tienen un tío adinerado y otras tienen casas de vacaciones. Pídele ayuda financiera a tu familia si la necesitas. Los inquilinos primerizos pueden necesitar un adulto con un buen crédito para que sirva como garante en el contrato de arrendamiento. Agradece la ayuda de tus familiares.
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    Decide si tienes la preparación emocional para irte de casa. Algunas veces, los padres hacen muchas cosas por sus hijos, como preparar la comida, limpiar las cosas y adorarlos. Si disfrutas de vivir en casa y si no necesitas mudarte para ir a tu institución educativa o tu trabajo, considera quedarte en casa. Sin embargo, si temes ir a casa, tener peleas con tus padres, o si viajarás lejos para estar cerca de tu institución educativa, mudarte será la mejor opción.[8] Medita tus sentimientos.

Parte 4
Parte 4 de 4:
Mudarte a una nueva casa

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    Encuentra un apartamento o una habitación asequible para alquilar. Recuerda que el alquiler no debe ser mayor que el 28 % de tu ingreso mensual. Trata de alquilar una vivienda en un vecindario seguro y utiliza Internet, el periódico o a las personas para encontrar un lugar que se acople a tu presupuesto. Considera el estacionamiento, las comodidades y la distancia desde tu trabajo o institución educativa cuando busques una nueva casa.
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    Consigue los artículos esenciales. La lista de artículos esenciales que necesitas para vivir por tu cuenta puede ser más extensa de lo que imaginas. Las toallas, el papel higiénico, el detergente y la pasta de dientes impactará con cuánta comodidad vivas.[9] Algunos de los artículos que necesitas son los siguientes:
    • Artículos de baño: pasta de dientes, toallas, alfombra de baño y cortina de ducha (opcional), taza del inodoro y limpiador de ducha, desatascador y cepillo para inodoro.
    • Artículos de cocina: comida, jabón para platos y esponjas, tazas, platos, cubiertos, ollas y sartenes, utensilios de cocina, aparatos de cocina, toallas de papel, limpiador en espray.
    • Otros artículos de casa: aspiradora, tacho de basura y bolsas, sofá y cama, sábanas, escoba y recogedor, kit de primeros auxilios, cinta adhesiva, computadora y televisión.
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    Cíñete a un presupuesto. Asegúrate de separar dinero cada mes para tus gastos y utiliza un calendario para estar al tanto de cuándo se deben pagar las cuentas. El dinero que te sobre puede ir a una cuenta de ahorros o puedes gastarlo, pero solo después de pagar las cuentas.
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    Haz que tus amigos y familiares te ayuden a mudarte. Infórmales al menos algunas semanas antes de la fecha en la que te mudarás para ver si pueden ayudarte. Tener 2 o 3 ayudantes puede acelerar bastante el proceso de mudarte, en especial si tienes muebles y muchas cajas.

Consejos

  • Tómate tu tiempo para decidir si cuentas con la preparación para mudarte. No querrás tomar esta decisión a la ligera.
  • Recuerda que tus padres ya no estarán para prepararte la comida o limpiar tus cosas cuando te mudes.
  • Tener un trabajo estable hace que sea más fácil mudarte.

Advertencias

  • Si quieres mudarte de la casa de tus padres porque abusan de ti, llama a la Línea Directa de Abuso Childhelp Nacional de Niños al 1-800-4-A-CHILD (1-800-422-4453) si te encuentras en Estados Unidos.[10]
  • Si tienes menos de 16 años, en la mayoría de las estados no puedes marcharte de casa sin el permiso de uno de tus padres o de un tutor.[11]

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