Las hojas de menta tienen sabor y aroma agradables, y cuando están secas, se pueden usar como decoración, aderezo, o en un té de hierbas. Secar las hojas de menta es un proceso muy sencillo, pero hay diferentes métodos que puedes usar para conseguir el mismo resultado.

Método 1
Método 1 de 7:
Parte uno: Prepara las hojas de menta

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    Cosecha las hojas de menta. Las hierbas de cualquier variedad de menta están listas para cosechar justo antes de que lleguen a la etapa de florecimiento. Corta las hojas de menta en la mañana, después de que se haya secado el rocío. Puedes usar un podador de jardín o un cuchillo afilado.
    • Incluye alrededor de un tercio del largo del tallo principal al cortar. Esto te garantizará que la planta tendrá suficiente fuerza para volver a crecer.
    • Las hojas de menta serán más aromáticas y sabrosas si las cortas justo antes del florecimiento, pues este es el punto en el ciclo de crecimiento en que las hojas contienen más aceite.
    • Agita suavemente las ramas después de cortarlas para eliminar cualquier insecto que pueda estar escondido.
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    Lava y seca la menta. Enjuaga cada rama de menta en agua fría. Sécalas completamente con papel toalla y/o con un escurridor de ensaladas. Las hojas de menta deben estar completamente secas antes de continuar.
    • Pasa papel toalla por las hojas secas para eliminar cualquier rastro visible de agua. Luego, distribuye las hojas de menta con sus tallos en una sola capa sobre el papel toalla y deja que se sequen por una o dos horas.
    • Si vas a usar un escurridor de ensaladas, coloca los racimos de menta en tu escurridor de ensaladas y usa el dispositivo para eliminar los rastros visibles de agua. Luego, de todas maneras debes distribuir las hojas de menta sobre papel toalla para que se sigan secando por una o dos horas.
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    Considera separar las hojas de los tallos. El único método que requiere que mantengas los tallos es el método natural o secado al aire libre. Para los demás métodos, debes separar las hojas de los tallos antes de secar la menta, puesto que el proceso será más fácil antes de que la menta se seque.
    • Simplemente arranca las hojas con tus dedos. También las puedes cortar con usar un cuchillo afilado.
    • Revisa que las hojas no estén dañadas o con anomalías mientras las arrancas. Deshazte de cualquiera de las hojas que estén dañadas y quédate con las que estén en buenas condiciones.
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Método 2
Método 2 de 7:
Parte dos: Secado al aire libre

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    Agrupa tus hojas de menta en racimos. Separa las hojas en pequeños racimos. Ata los racimos usando un hilo de cocina o una cuerda gruesa.
    • Asegúrate de ajustar bien los racimos a la altura de los tallos, y deja expuestas la mayor cantidad de hojas posibles.
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    Cuelga la menta en una área cálida, oscura y con buena ventilación para que se sequen. Ata el otro extremo del hilo a un gancho o a un cordel, y colócalo en un cuarto cálido y con buena ventilación, pero con poca luz. Asegúrate de colgar la menta al revés.[1]
    • Los lugares ideales son: un dormitorio, el cuarto de visita, o en las áreas oscuras de la cocina, pero si no puedes encontrar un espacio lo suficientemente oscuro, puedes cubrir la menta con una bolsa de papel. No ajustes la bolsa demasiado de manera que la hierba no se sofoque.
    • La temperatura de la habitación deberá ser, por lo menos, 20 °C (68 °F).
    • El colocar la menta al revés va a forzar que los aceites aromáticos y llenos de sabor vayan hacia las hojas, en lugar de que se almacenen en los tallos.
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    Arranca las hojas de los tallos. Después de una o dos semanas, la menta deberá estar seca. Descuelga la menta y arranca las hojas de los tallos sobre un papel toalla limpio.
    • Sostén la punta del tallo con una mano.
    • Pasa la otra mano por el tallo. Las hojas deberán caer sin ninguna resistencia, sin embargo, es posible que necesites arrancar las hojas del extremo por separado.
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Método 3
Método 3 de 7:
Parte tres: Secado en microondas

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    Distribuye las hojas de menta en un plato para microondas. No amontones las hojas, mantenlas en una sola capa.
    • Las hojas se secarán más rápido y por igual al colocarlas en una sola capa de lo que lo harían si las apilas en un tazón para microondas.
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    Usa el microondas en intervalos de 10 segundos. Coloca las hojas en el microondas y cocina 10 segundos por vez, verificando frecuentemente si se empiezan a doblar o se vuelven crujientes. Las hojas se deben secar adecuadamente en 15 a 45 segundos.[2]
    • Idealmente, las hojas se mantendrán verdes. Puedes usar las hojas doradas, pero las hojas verdes tendrán más sabor y un mejor aroma.
    • Si colocas un pila de hojas en un tazón en lugar de distribuirlas en una sola capa en un plato para microondas, vas a necesitar remover las hojas cada 30 segundos y usar el microondas por un total de 1 a 3 minutos. Sin embargo, este procedimiento no es ideal y como resultado las hojas se pueden secar irregularmente.
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Método 4
Método 4 de 7:
Parte cuatro: Secado en el horno

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    Precalienta el horno a 60 °C (140 °F). Esencialmente, tu solo necesitas precalentar el horno a la temperatura más baja posible.
    • Necesitas que la temperatura esté muy baja. Las altas temperaturas van a secar las hojas de menta mucho más rápido, pero como resultado tendrás hojas sin sabor ni aroma. No uses una temperatura superior a los 93 °C (200 °F).
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    Apaga el horno. Apaga el horno después de que se haya precalentado y que se haya establecido a una temperatura por cinco minutos.
    • Una vez más, esto se hace para que las hojas se puedan secar rápidamente en condiciones cálidas, pues el uso de calor excesivo hará que pierdan sus aceites aromáticos y sabrosos.
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    Distribuye las hojas de menta en una bandeja para hornear. Coloca las hojas de menta en una sola capa sobre la bandeja para hornear, y evita que se rocen o que estén unas sobre otras.
    • Si las hojas se rozan o están apiladas, algunas de estas hojas no se secarán igual que el resto. Como resultado, durante el proceso de secado, es posible que te encuentres con hojas quemadas mientras que otras todavía están húmedas.
    • Por lo mismo, también debes tratar de secar las hojas de tamaños similares juntas, en una sola bandeja por vez. Si secan hojas de menta de diferentes tamaños, es posible que algunas se sequen más rápido que otras.
    • No necesitas colocar nada sobre la bandeja para hornear antes de colocar las hojas de menta, pero si deseas, puedes usar una hojas de papel pergamino. No uses aerosol para cocinar.
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    Seca las hojas en un horno tibio. Coloca la menta en un horno tibio y deja que se sequen por 5 a 20 minutos. Verifica que las hojas se hayan secado adecuadamente cada 5 minutos.
    • Las hojas estarán secas cuando se empiezan a doblar o cuando se vuelven crujientes. Aunque, todavía deben estar verdes. Revisar la menta seguido puede ayudarte a prevenir que se doren.
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Método 5
Método 5 de 7:
Parte cinco: Secado con deshidratador de alimentos

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    Distribuye las hojas de menta en un deshidratador de alimentos. Mantén las hojas en una sola capa y evita apilarlas tanto como sea posible.
    • Las hojas de menta se van a secar de manera pareja si se mantienen en una sola capa, dado que cada hoja recibirá la misma cantidad de calor que las otras. Las hojas que están en grupos o pilas se necesitan remover durante el proceso, y algunas pueden acabar más secas que otras.
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    Enciende el deshidratador en el nivel más bajo. Coloca la bandeja de vuelta en el deshidratado y enciende el aparato en el nivel de temperatura más bajo disponible.
    • Para secar menta y hierbas similares sólo necesitas una pequeña cantidad de calor.
    • Si tu deshidratador no tiene un termostato, necesitas revisar el aparato más seguido durante el proceso de deshidratación para prevenir que las hojas se quemen.
    • Antes de empezar, retira las bandejas que no vas a utilizar. Al hacer esto vas a dejar más espacio para las hojas largas y vas a incrementar la cantidad de aire que va a circular por las hojas.
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    Deshidrata las hojas hasta que estén secas. Revisa las hojas cada cinco minutos aproximadamente. Retira las hojas del aparato tan pronto como parezcan secas.
    • Los bordes deben empezar a enrollarse y las hojas deben lucir crujientes pero verdes.
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Método 6
Método 6 de 7:
Parte seis: Secado con deshumidificador

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    Enciende el deshumidificador. Si tienes un deshumidificador, las condiciones establecidas alrededor de la máquina son ideales para secar las mentas al aire libre. Enciende el deshumidificador y deja que funcione como usualmente lo harías.
    • Un deshumidificador elimina la humedad del aire, de manera que el aire alrededor de la máquina es usualmente muy seco. Esto es bueno dado que las hojas de menta que se secan en ambientes húmedos pueden desarrollar moho.
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    Coloca las hojas de menta en una rejilla de refrigeración para tortas. Distribuye las hojas de menta sobre una rejilla usada para enfriar tortas y galletas. Coloca las hojas en una sola capa y evita apilarlas tanto como sea posible.
    • Una rejilla de refrigeración es ideal dado que el aire puede circular tan bien desde el fondo de la rejilla hasta la parte superior. Esta es otra característica que evita la aparición de moho.
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    Seca la menta alrededor del deshumidificador.[3] Coloca la rejilla con las hojas de menta en frente del deshumidificador, directamente en frente del punto en que el aire alrededor de la máquina se sienta más caliente y seco. Deja las hojas aquí por uno o dos días, hasta que estén secas.
    • Las hojas se deben enrollar y estar crujientes, pero aún deben lucir bien verdes.
    • Usualmente, es fácil determinar cuál es el punto más seco del deshumidificador, simplemente pasa tu mano y siente alrededor de la máquina.
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Método 7
Método 7 de 7:
Parte siete: Guarda la menta seca

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    Coloca la menta en envases herméticos limpios. Amontona las hojas enteras de menta en envases herméticos. Asegúrate de que los envases estén sellados lo más ajustados posible.
    • Entre las mejores opciones están los envases para conservas con tapas ajustadas, envases herméticos de plástico, bolsas de plástico con cierre hermético y las bolsas de vacío.
    • Etiqueta cada envase con la fecha actual, el contenido, y la cantidad.
    • Si es posible, almacena las hojas enteras y tritúralas justo antes de usarlas, en lugar de triturarlas antes de almacenarlas. El sabor y el aroma durarán por más tiempo si mantienes las hojas enteras.
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    Cuídate de la humedad. Vigila la menta los primeros días. Si se desarrolla humedad, vas a necesitar secar la menta por más tiempo.[4]
    • Simplemente retira la menta del envase y vuelve a secarla usando uno de los métodos descritos anteriormente.
    • La menta y otras hierbas desarrollan moho rápidamente si no se almacenan en un ambiente seco.
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    Almacena las hojas en un ambiente frío, seco y oscuro. Consume la menta hasta en un año para aprovechar el mejor sabor.
    • No uses envases de papel o de cartón. Estos envases absorberán los aceites aromáticos, por lo tanto harán que la menta pierda su sabor rápidamente.
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Cosas que necesitarás

Todos los métodos

  • Podador de jardín o cuchillo afilado
  • Papel toalla
  • Escurridor de ensaladas (opcional)
  • Envases herméticos
  • Marcadores indelebles

Secado al aire libre

  • Hilo de cocina

Secado en microondas

  • Plato para microondas

Secado en el horno

  • Bandeja para hornear
  • Papel pergamino (opcional)

Secado con deshidratador de alimentos

  • Deshidratador de alimentos con bandejas

Secado con deshumidificador

  • Deshumidificador
  • Rejilla de refrigeración para pasteles

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