No todas las plantas deben cultivarse a partir de semillas. Si tienes una planta que te gusta mucho, puedes cultivar una nueva utilizando una de sus ramas. Si bien cultivar una planta a partir de un esqueje tardará un par de semanas, es una tarea muy fácil de realizar siempre y cuando sigas los pasos adecuados. Primero, será necesario cortar un tallo joven con un nuevo brote y luego hacer crecer un nuevo sistema radicular utilizando una botella de agua o una mezcla de tierra porosa. Una vez formadas las raíces, lo único que debes hacer es trasplantar el esqueje a la tierra y esperar a que crezca la nueva planta.

Método 1
Método 1 de 3:
Realizar los cortes

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    Determina si la especie de tu planta puede cultivarse a partir de un esqueje. No todas las plantas pueden cultivarse desde esquejes. Las más comunes para cultivar a partir de esquejes son el romero, la menta, la albahaca, los tomates, las rosas, la hiedra común, la aglaonema, el cornejo amarillo y el cornejo florido. Consulta en Internet o una guía de jardinería para saber si la planta que deseas propagar puede cultivarse desde esquejes.[1]
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    Corta una rama de tu planta. Elige una rama saludable de la parte superior de la planta. Corta la rama en su base con tijeras de podar.[2] Cada esqueje debe ser de 10 a 15 cm (4 a 6 pulgadas) de largo.[3]
    • Busca una rama delgada y joven; lo ideal es una con brotes nuevos. Estos crecerán mejor al trasplantarlos.
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    Corta las ramas grandes y 2/3 de hojas de la rama. Las hojas y los brotes laterales impiden el crecimiento de nuevas raíces, lo que es necesario para cultivar una planta desde un esqueje. Con la ayuda de las tijeras de podar, corta los brotes laterales y 2/3 de las hojas del esqueje.[4]
    • Si las demás hojas de la rama empiezan a marchitarse durante el crecimiento de las raíces, significa que la planta nueva está muriendo.
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    Corta la parte inferior de las ramas leñosas más grandes en un ángulo de 30 grados. Haz un corte en ángulo en la parte inferior del esqueje. Así te será más fácil recordar qué lado es la parte inferior e introducir el esqueje en la tierra posteriormente. Si vas a cultivar hierbas, puedes omitir este paso.[5]
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    Decide si vas a cultivar el esqueje en agua o tierra. Las raíces de las plantas grandes con ramas leñosas gruesas se conocen como estaquillas y se desarrollan mejor en la tierra. Las hierbas pequeñas como la albahaca, la menta y el romero pueden sembrarse al inicio en agua. Elige el método más adecuado para tu situación.[6]
    • Utiliza el método de la tierra para los esquejes herbáceos y las estaquillas.

Método 2
Método 2 de 3:
Utilizar el método de la tierra

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    Raspa la corteza de la parte inferior de las estaquillas. Raspa la capa superior de corteza cerca de la parte inferior del esqueje, utilizando las tijeras de podar. Asegúrate de no cortar muy profundamente para no dañar la rama. Este raspado promueve el crecimiento de las raíces en la base de la planta nueva. Si vas a plantar esquejes herbáceos, puedes omitir este paso.[7]
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    Si lo deseas, aplica una hormona de enraizamiento en el extremo del esqueje. Compra una hormona de enraizamiento en gel o en polvo en una tienda de jardinería o en Internet. Aplicar este producto en la parte inferior del esqueje acelera el crecimiento.[8]
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    Trasplanta el esqueje a una maceta llena de sustrato. La arena y la perlita constituyen un excelente sustrato para cultivar esquejes gracias a su porosidad. También puedes utilizar una tierra para macetas mezclada con perlita o vermiculita. Mete un lápiz en la tierra para hacer un agujero para el esqueje y luego introduce la mitad inferior del esqueje en la tierra.[9]
    • Compra un sustrato en una tienda de jardinería o en una ferretería.
    • Elige una maceta con agujeros de drenaje en la base.
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    Riega el sustrato abundantemente. Satura por completo la tierra, de modo que quede bien mojada. El nuevo esqueje necesitará abundante agua al inicio antes que empiecen a formarse las raíces.[10]
    • La tierra no debe encharcarse en la parte superior de la maceta. Si es así, significa que tu tierra para macetas no es la adecuada o que la maceta carece de agujeros de drenaje.
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    Cubre la parte superior de la maceta con una bolsa de plástico. Ata o asegura con cinta una bolsa de plástico sobre la parte superior de la maceta y verifica que la bolsa no tope la planta. El objetivo es aumentar la humedad alrededor del esqueje y promover el crecimiento.[11]
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    Espera unas 2 o 3 semanas para la formación de las raíces. Mantén el esqueje en una zona iluminada, pero lejos de la luz directa del sol. Al cabo de 2 o 3 semanas, las raíces se habrán formado en la parte inferior del esqueje. Pasa tus dedos cuidadosamente por debajo del esqueje para comprobar si las raíces han empezado a desarrollarse. Si aún no lo han hecho, deberás obtener otro esqueje y empezar de nuevo el proceso.[12]
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    Trasplanta el esqueje cuando las raíces se hayan formado. Una vez que las raíces hayan brotado de la parte inferior del esqueje, estará listo para trasladarlo a su lugar permanente. Utiliza una pala de jardinero pequeña y cava alrededor del esqueje, asegurándote de no cortar ninguna raíz nueva. Saca la planta de la maceta y colócala en la nueva tierra.[13]

Método 3
Método 3 de 3:
Cultivar los esquejes en agua

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    Si deseas, coloca el extremo del esqueje en una hormona de enraizamiento. Esta hormona promueve el crecimiento de una planta nueva. Cómprala en la forma de gel o en polvo en una tienda por departamentos o de jardinería y mete el extremo inferior del esqueje en la hormona.[14]
    • Ten cuidado de no inhalar la hormona de enraizamiento en polvo.
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    Coloca el esqueje en una botella de agua hasta por 2 semanas. Mete la base del esqueje en una botella o vaso de agua. Durante 1 o 2 semanas, las raíces nuevas deben empezar a brotar de esta parte del esqueje.[15]
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    Trasplanta el esqueje a la tierra una vez que las raíces hayan empezado a desarrollarse. Retira la planta del agua y coloca la base del esqueje en una tierra bien ventilada como la perlita o la vermiculita. Mantén el esqueje en una zona oscura por 2 o 3 días, de modo que la planta no gaste energías en la fotosíntesis.[16]
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    Si es necesario, coloca la planta en una zona soleada y riégala. Si la cultivas en el interior de tu casa, debes regarla cada 2 o 3 días. Si la mantienes al exterior, asegúrate de colocarla en una zona que reciba luz solar adecuada. Consulta en Internet o en una guía de jardinería para saber cuál es la forma adecuada de mantener tu planta nueva.

Consejos

  • Si las hojas del esqueje mueren o las raíces surgen en 2 a 4 semanas, deberás obtener un nuevo esqueje y volver a empezar el proceso.

Cosas que necesitarás

Realizar los cortes

  • tijeras de podar

Método de la tierra

  • tijeras de podar
  • hormona de enraizamiento (opcional)
  • una mezcla para macetas de arena y perlita
  • una bolsa de plástico
  • una banda elástica o una cuerda
  • una pala de jardinero

Esquejes en agua

  • hormona de enraizamiento (opcional)
  • una botella o un vaso
  • agua
  • tierra para macetas
  • perlita
  • una pala de jardinero

Acerca de este wikiHow

Lauren Kurtz
Coescrito por:
Horticultora profesional
Este artículo fue coescrito por Lauren Kurtz. Lauren Kurtz es especialista en naturalismo y horticultura. Lauren ha trabajado para Aurora, Colorado administrando el jardín Water-Wise en el Centro Municipal de Aurora para el Departamento de Conservación del Agua. Recibió una licenciatura en estudios ambientales y de sostenibilidad en la universidad Western Michigan en 2014. Este artículo ha sido visto 345 813 veces.