La asertividad es la capacidad de comunicar tus necesidades de forma justa para ti y los demás. Usar un estilo de comunicación asertivo y conductas asertivas puede ayudar a sentirte más satisfecho y realizado. También te permitirá proyectar confianza y ayudar a los demás a sentirse relajados y confiados al momento de interactuar contigo. Aunque la comunicación asertiva a veces puede malinterpretarse como un signo de arrogancia, egoísmo o falta de espíritu de servicio, si aprendes cómo establecer límites claros y a comunicar tus necesidades e ideas de forma clara y respetuosa, podrás mejorar tus relaciones con los demás (ya sea que se trate de tus colegas, amigos o tu pareja).

Parte 1
Parte 1 de 3:
Sentar las bases de la asertividad

  1. 1
    Compara la conducta asertiva con la pasiva. La asertividad no es lo mismo que la arrogancia. La persona pasiva a menudo permite que violen sus propios derechos cuando está de acuerdo en cosas que no quiere hacer, se rehúsa a tomar sus propias decisiones, es demasiado modesto y se niega a expresar sus pensamientos y sentimientos con honestidad.[1] En cambio, la persona asertiva no teme decir “no” a las peticiones inadecuadas o inviables y siente la confianza necesaria para expresar de forma adecuada sus sentimientos, necesidades y reacciones a los demás.
    • Las personas asertivas no permiten que violen sus propios derechos y tampoco violan los derechos o sentimientos de los demás con el fin de expresar los suyos propios. Poseen un gran sentido de confianza interna (por ejemplo, la sensación de que actúas de acuerdo a tus valores personales y que haces lo mejor que puedes).
    • La asertividad mejora la honestidad emocional, la sinceridad con los demás y las relaciones interpersonales. Si no te defiendes a ti mismo o confías en los demás para que tomen las decisiones por ti, es muy probable que tus relaciones interpersonales no sean satisfactorias. Las personas no asertivas normalmente experimentan bajos niveles de bienestar y seguridad emocional.[2]
  2. 2
    Reconoce las conductas asertivas. La conducta asertiva depende tanto de la forma en que dices algo como de lo que dices. La asertividad no significa herir o denigrar a otra persona, sino más bien se trata de expresar tu propio derecho a tener pensamientos, necesidades y sentimientos. Los siguientes son algunos ejemplos de conducta asertiva:[3]
    • Expresar tus sentimientos con claridad
    • Decirles a los demás tus necesidades sin ser amenazante
    • Evitar insultar, maldecir y otras expresiones inadecuadas
    • Comunicarte de forma honesta y directa
    • Reconocer los derechos de los demás para comunicarse
    • Usar frases que expresen tu deseo de cooperar y buscar las opiniones de los demás
    • Un ejemplo de conducta asertiva sería decirle a la persona que se cola en la fila del supermercado, justo delante de ti, con voz calmada “Disculpe, pero yo soy el siguiente en la fila. No aprecio que usted se haya metido en la fila de esa manera”.
    • Si la situación fuera al contrario y tú te hubieras metido en la fila por accidente, una conducta asertiva sería aceptar la responsabilidad y disculparte: “Lo siento, no vi que usted estaba parado en la fila. Yo iré detrás de usted”. Admitir la responsabilidad no significa que debes denigrarte o rebajarte, simplemente se trata de que reconozcas las necesidades de otros así como consideras las tuyas propias.
  3. 3
    Recuerda que la asertividad es una habilidad que requiere práctica. Aunque algunas personas aparentemente nacen con más confianza que otros, comunicarse de forma asertiva y adecuada es una habilidad que requiere tiempo y práctica para desarrollarla. Esto es especialmente cierto en el caso de las mujeres, quienes a menudo enfrentan la presión social y cultural para abstenerse de usar una comunicación y conductas asertivas.
    • Pedir disculpas y aceptar la responsabilidad es una respuesta saludable y útil cuando no has podido comunicarte de forma adecuada. Esto ayuda a mantener un camino abierto para la comunicación futura.
  4. 4
    Reconoce que tienes derechos. La presión social y cultural podrían llevarte a pensar que no tienes derecho a decir “no” en ciertas circunstancias, como en el trabajo o con los amigos. Si eres mujer, podrías enfrentarte a un estigma social si te comportas de forma asertiva, por ejemplo, que te llamen “chillona”, “prepotente” o “malhumorada” [4] . Sin embargo, es importante admitir que nadie merece sentirse inútil o intimidado. Tienes derecho a tener necesidades, pensamientos y sentimientos y el derecho a expresarlos de forma adecuada. [5]
  5. 5
    Identifica en qué aspectos de tu vida necesitas hacer cambios. Si constantemente te sientes presionado a estar de acuerdo en muchas cosas en el trabajo o con amigos o si te sientes deprimido e impotente en tus interacciones con los demás, probablemente necesitas esforzarte por mejorar tu asertividad en dichas áreas. Recuerda que la pasividad no te hace ningún bien; solo hace que te sientas poco valorado o ignorado y eso no es ser honesto con los demás.
    • Trata de mantener un diario donde puedas escribir las veces en que te sientas intimidado, coaccionado, presionado, pasivo o tímido. Esto te ayudará a determinar qué áreas representan mayores problemas para ti y en dónde debes enfocar tu entrenamiento en la asertividad.
  6. 6
    Pide ayuda. Si sabes que tienes un problema para responder de forma asertiva ante las situaciones de tu vida, es una buena idea pedir ayuda a alguien de confianza. Podría ser un amigo, tu pareja, tu jefe o un consejero. Describe la situación y el problema de la forma más específica posible y luego describe los cambios que te gustaría hacer en tu conducta.[6]
    • Por ejemplo, si sabes que tienes un problema aceptando hacer proyectos adicionales en el trabajo sin recibir ninguna compensación, podrías hablar con un colega de confianza sobre estrategias que puedas aplicar para ser asertivo la próxima vez que te pidan hacer trabajo extra.
    • También puedes practicar tus respuestas asertivas con dichas personas de confianza antes de aplicarlas en la situación problemática. Ensayar la situación te ayudará a descubrir cómo abordarla de manera adecuada e incluso, podría ayudarte a aliviar la ansiedad.
  7. 7
    Practica en situaciones poco desafiantes. Convertirse en un hábil comunicador asertivo requiere tiempo y práctica, lo cual puede provocar mucha ansiedad en las personas que no están acostumbradas a mantenerse firmes en sus ideas. Prueba tus habilidades en situaciones donde puedas practicar la asertividad de forma segura y sin necesidad de poner mucha presión en la interacción.[7]
    • Por ejemplo, si con frecuencia tienes dificultades para reafirmar tus preferencias, la próxima vez que tomen tu orden de forma incorrecta en un restaurante o café, aclara educadamente la situación y pide que lo solucionen: “Pedí que me trajeran un filete cocido a término medio. Esto parece estar bien cocido. ¿Podría corregirlo, por favor?”.
  8. 8
    Analiza el contexto de las situaciones. A veces, las personas pasivas o agresivas podrían pensar que eres arrogante cuando en realidad no lo eres. Es importante reconocer cuándo las críticas representan una malinterpretación de tu conducta y cuándo podrían ser válidas. Para responder a dichas críticas, trata de enfatizar en tu deseo de cooperar y colaborar, no en dominar.
    • Las personas pasivas podrían malinterpretar la asertividad como señal de rudeza porque no están acostumbrados a hablar por sí mismos. Una persona pasiva podría ver el estilo directo de la comunicación asertiva como algo distinto a su forma de comportarse y por ende, juzgarlo de forma errónea.[8]
    • Las personas pasivo agresivas a menudo expresan sus pensamientos y sentimientos de forma indirecta en un intento de ocultar sus verdaderos sentimientos y castigar a los demás mostrando retraimiento, enfado, etc.[9] La agresión pasiva es muy dañina para las relaciones y la comunicación. Ya que están acostumbrados a esconder sus sentimientos y a expresarlos de manera indirecta, las personas pasivo agresivas podrían considerar la honestidad de tus sentimientos que viene con la asertividad, como una conducta ruda u hostil.
    • Es posible que a las personas agresivas les moleste que los comunicadores asertivos se defiendan por sí mismos, en vez de ceder con sumisión ante sus demandas.[10] Es posible que estén acostumbrados a pensar que la comunicación solo se trata de expresar lo que quieren y necesitan. Incluso podrían interpretar la comunicación asertiva como una conducta hostil porque para ellos es normal valorarse a sí mismos más que a los demás y esperar que el resto los trate de dicha manera.
    • En algunos casos, otros podrían juzgar tu conducta de forma incorrecta debido a sus propios prejuicios o percepciones. El racismo y otras formas de prejuicios y sesgos personales podrían alentar a las personas a juzgar tu conducta según estándares que no son correctos ni útiles. Por ejemplo, en la cultura americana el estereotipo generalizado e hiriente de la "mujer de raza negra enojada" podría animar a algunos a interpretar la comunicación asertiva de las mujeres afroamericanas como una muestra de agresividad.[11] A menudo se espera que las mujeres de las sociedades occidentales sean "comprensivas todo el tiempo" y podrían juzgarlas injustamente por ser comunicadoras asertivas.[12] [13] Desafortunadamente, no hay mucho que puedas hacer para cambiar la mentalidad de los demás si está bien arraigada.
    • Los desequilibrios de poder en las situaciones también pueden fomentar malinterpretaciones. Por ejemplo, si eres el líder de un equipo, podría ser más fácil para las personas que trabajan bajo tu mando ver tus acciones como exigentes y egoístas, en vez de asertivas. Céntrate en la colaboración, en prestar atención a los sentimientos y necesidades de los demás y en animar a otros a expresarse con libertad. Tener en cuenta a las personas que te rodean es una forma esencial de mantener tu conducta asertiva, en vez de dejar que consideren tu conducta como agresiva.[14]
    • Concéntrate en los pasos de la siguiente sección para asegurarte de que tu conducta sea asertiva, en vez de pasiva o agresiva.
    Anuncio

Parte 2
Parte 2 de 3:
Practicar una asertividad saludable

  1. 1
    Sé un oyente activo. Es importante dejar que las personas conozcan tus límites y sentimientos al mismo tiempo que les das espacio para hablar, discutir y ser sinceros respecto a sus sentimientos. Haz preguntas de seguimiento durante las conversaciones y expresa afirmaciones con acciones como asentir con la cabeza, hacer gestos y mostrar que estás de acuerdo.[15]
    • Mira de frente a la persona que te está hablando. No es necesario mirarlo fijamente, pero sí debes tratar de mantener el contacto visual durante el 70 % del tiempo en que estás escuchando. Esto ayuda a comunicarle al hablante que estás interesado en lo que dice y prestándole atención.[16]
    • Puede ser fácil ponerte a pensar en lo que dirás en respuesta a la declaración de alguien más antes que la otra persona termine de hablar. Por ejemplo, si un amigo te cuenta sobre su día terrible, podrías empezar a pensar en la forma de contarle tu mal día mientras aún está hablando. Hacerlo significa que no te estás concentrando en la otra persona.
    • Si te cuesta concentrarte en lo que te está diciendo la otra persona, trata de repetir o resumir mentalmente lo que te está diciendo. Esto te forzará a prestar más atención.
    • Cuando sea tu turno de hablar, trata de hacer preguntas o usar frases para aclarar lo que has oído. Por ejemplo, si has escuchado a tu pareja explicar algo que hiciste que le hizo sentirse frustrada (o frustrado), debes aclarar lo que oíste: "Lo que te oí decir es _____. ¿Es eso correcto?". Esto te ayudará a evitar que te precipites a hacer conclusiones o a malinterpretar lo que te dijeron.
  2. 2
    Sé humilde y modesto. La asertividad y la humildad constituyen una buena combinación. Una persona asertiva no necesita gritar desde la azotea "¡Oye, mira lo que hice!". Es perfectamente saludable aceptar elogios por un trabajo bien hecho o recordar a los demás que hiciste una contribución, siempre y cuando no se convierta en una conducta jactanciosa o que esté enfocado en menospreciar a los demás para hacerte sentir superior.
    • Mostrar humildad no significa que seas débil o que te estés rebajando. Celebra tus éxitos y felicítate cuando hayas hecho algo bien. Simplemente no menosprecies a los demás para ponerte en alto.[17] [18]
    • Por ejemplo, si alguien te dice que hiciste un excelente trabajo en una presentación, no sientas que debes responder diciendo algo como "No fue nada". Dicha respuesta minimiza tu verdadero esfuerzo y tu logro. En vez de ello, trata de dar una respuesta asertiva que te permita reconocer tu propio esfuerzo mientras te mantienes humilde: "¡Gracias! Trabaje muy duro y tuve una excelente ayuda".
  3. 3
    Usa frases en primera persona. Las frases que se enfocan en lo que ‘’tú’’ sientes, piensas o experimentas comunican tus necesidades sin culpar a otros o “leer sus mentes” (asumiendo que sabes lo que otros piensan o experimentan). Puedes manifestar sentimientos como “Me gustaría ___” y “Yo no quiero ___”, además de ofrecer críticas constructivas como “Me siento irritado cuando tú ___”.
    • Por ejemplo, si tu colega olvidó una cita para almorzar contigo, no asumas que se debe a que no le importas. En vez de ello, usa la primera persona en tus oraciones y continúa con una invitación para que comparta su experiencia: “Me sentí lastimado cuando no llegaste al almuerzo. ¿Qué pasó?”.
    • Expresa tus sentimiento tal como son. Si te han invitado a una función de la oficina y realmente no quieres ir, no digas algo como “Creo que iré, pero realmente eso no es lo mío”. En vez de ello, di “No me gustan las grandes multitudes. Prefiero no ir”.
  4. 4
    Evita usar la palabra “debes” o “deberías”. Usar palabras como “debes” o “deberías” impone un juicio moral en la conducta y puede interpretarse como acto de culpar o exigir a la otra persona. Dichas palabras se conocen como “imperativos categóricos” y pueden crear sentimientos de cólera y culpa en los demás (o en ti, si la frase va dirigida a ti).[19]
    • Por ejemplo, en vez de decirle a tu hijo algo como “Debes recordar sacar la basura cuando se supone que te toca a ti”, trata de decir “Es importante que saques la basura cuando es tu turno”.
    • Trata de reemplazar la palabra “debes” con la frase “Yo prefiero” o “Me gustaría que tú”.
  5. 5
    Usa un tono de voz uniforme y relajado. Evita gritar, ya que es una conducta negativa que puede causar molestia en los demás y evitar que oigan lo que quieres expresar. En vez de levantar la voz, habla con un tono de voz uniforme y calmado que se oiga relajado.[20]
  6. 6
    Invita a otros a compartir sus pensamientos y experiencias. No asumas que sabes lo que está pasando en una situación o que tú sabes cómo manejarlo mejor. En vez de ello, invita a otros que participen en la conversación usando frases cooperativas como “¿Y tú qué opinas?” o “¿Tienes alguna sugerencia respecto a ___”.[21]
    • Esto es muy importante si estás ofreciendo críticas constructivas o compartiendo un sentimiento negativo. Pedirle a la otra persona que comparta sus sentimientos y pensamientos hará que sientan que son importantes para ti.
    • Por ejemplo, si tienes un amigo que repetidas veces cancela planes contigo a última hora, dile cómo te sientes y luego invítale a compartir sus experiencias contigo: “Cuando hacemos planes y los cancelas en el último momento, me siento frustrado porque es muy tarde para hacer otros planes. A veces también siento como si no quisieras pasar tiempo conmigo. ¿Sucede algo?”.[22]
  7. 7
    Evita culpar a otros. Culpar a otros por nuestras propias fallas y errores causa mucho daño en la conversación. Criticar a otros por sus propias fallas utilizando un lenguaje de culpa, en especial cuando generalizas, como “¡Siempre olvidas recogerme!” o “¡Eres detestable!” impide el diálogo productivo.[23]
    • Por ejemplo, si tu jefe olvidó presentar un informe importante, no te precipites a echar la culpa y a usar un lenguaje negativo. Es muy probable que tu jefe ya se sienta mal por haberlo olvidado. En vez de ello, enfócate de forma asertiva en lo que puede hacer en el futuro para no repetir dicha situación: “He notado que olvidó presentar ese informe. Cuando tengo fechas límite, pongo un recordatorio en mi calendario para no olvidarlo. ¿No cree que eso podría serle útil?”.
  8. 8
    Distingue entre un hecho y una opinión. Si tú y la otra persona discrepan en algo, no trates de luchar para determinar quién “tiene la razón”. Esto es especialmente cierto en las situaciones donde generalmente no hay una respuesta “correcta”, como un incidente que hirió los sentimientos de alguien. Usar frases como “Mi experiencia es distinta” permitirá dejar espacio para la experiencia de los demás.
    • Por ejemplo, imagina que tu pareja se acerca a decirte que heriste sus sentimientos durante una conversación anterior. En vez de responder de inmediato "No era mi intención" o usar otro lenguaje defensivo, primero reconoce que se sintió de la forma que te dijo. Por ejemplo: "Siento haber herido tus sentimientos. Realmente no quise decirlo y me esforzaré por no volver a decir cosas como esa".
    • Como un ejemplo adicional, recuerda que las personas tienen muchas formas de abordar la vida. Solo porque estas sean distintas a las tuyas no significa que sean equivocadas. Por ejemplo, imagina que tu colega aborda un proyecto de una forma que no consideras que sea la más eficiente. Un ejemplo de comunicación agresiva podría verse de la siguiente manera: "Es una forma tonta de hacerlo" o "¿Quién lo hace de esa manera?".[24]
    • En vez de ello, por ejemplo, si te corresponde hacerlo porque estás a cargo del proyecto y eres el jefe de la otra persona, comunica tus inquietudes sobre la eficiencia de forma asertiva: "Veo que estás abordando el proyecto de X manera. Tengo algo de experiencia con estos proyectos y he descubierto que si lo haces de la forma Y usualmente lo terminarás más rápido y con mejores resultados. ¿Qué te parece si pruebas esta forma?".
    • Te en mente que a menudo no te corresponde corregir a los demás. Por lo general, lo mejor es abstenerte de imponer tus opiniones a otros.
  9. 9
    Mantente dispuesto a explorar otras opciones. El compromiso a menudo es necesario y útil en las interacciones con los demás. En vez de aferrarte a tu punto de vista o plan para una situación, expresa tu voluntad de explorar otras soluciones al problema. Puedes ser asertivo con tus ideas y también invitar a otros a compartir las suyas propias. Esto aumenta la probabilidad de que los demás se sientan incluidos y valorados. Otros también podrían estar más dispuestos a colaborar que simplemente seguir órdenes.
    • Por ejemplo, si tú y tu pareja notan que pelean una y otra vez por lo mismo, pregúntale: “¿Qué podemos hacer para ayudarnos a superar este problema?”.
  10. 10
    Exprésate con oraciones claras y sinceras. Incluso cuando estás frustrado, evita recurrir al sarcasmo o al desdén, ya que estos son hirientes y arruinan la comunicación. En vez de ello, haz declaraciones claras y sinceras sobre tus pensamientos y necesidades.
    • Por ejemplo, si tienes un amigo que acostumbra a llegar tarde cuando salen juntos, expresa claramente cómo te hace sentir sin ser sarcástico. Una respuesta negativa sería: “¡Vaya, qué sorpresa verte! Al menos esta vez solo te perdiste la primera mitad de la cena”.[25]
    • En vez de ello, trata de decir algo como: “Cuando hacemos planes para salir y no llegas a tiempo, tengo la impresión de que pasar tiempo juntos no es una prioridad para ti. Disfrutaría más nuestras salidas si llegaras a tiempo cuando hayamos planeado hacer algo”.
  11. 11
    Usa el lenguaje corporal asertivo. Gran parte de la comunicación es no verbal y la forma en que usas tu cuerpo para expresarte ayudará a establecer el tono para tus interacciones con los demás. Puedes usar el lenguaje corporal para hacer que los demás se sientan cómodos y para comunicar lo que sientes. Algunos ejemplos de lenguaje corporal asertivo incluyen:[26]
    • Contacto visual directo. Trata de aplicar la regla 50 / 70: mantén el contacto visual durante al menos 50 % del tiempo mientras hablas y 70 % del tiempo mientras la otra persona habla y tú escuchas.[27]
    • Movimientos suaves y relajados. El lenguaje corporal asertivo no significa ponerse tenso o retraído, sino más bien se trata de mostrar movimientos constantes y suaves. Evita gestos como señalar. En vez de ello, muestra tu mano bien abierta. Trata de no moverte nerviosamente.
    • Postura abierta. Párate con los hombros hacia atrás y tu cuerpo orientado hacia la persona con la que estás interactuando. Distribuye tu peso de forma homogénea en vez de poner todo tu peso en una pierna. Mantén tus pies entre una distancia de 10 a 15 cm (4 a 6 pulgadas) y no cruces las piernas.[28]
    • Mandíbula y boca relajada. Mantener tus labios bien presionados o apretar tu mandíbula comunica tensión, ansiedad o agresión.[29] Mantén tu boca y mandíbula relajadas y usa expresiones faciales para expresar tus emociones (como sonreír cuando estás feliz, fruncir el ceño cuando estás molesto, etc.).
    Anuncio

Parte 3
Parte 3 de 3:
Evitar la arrogancia

  1. 1
    Compara la arrogancia con la asertividad. Mientras que la asertividad es una forma de defender tus propios pensamientos y necesidades, la arrogancia es una forma de pensar y actuar agresiva y autoritaria que viola los derechos de los demás y menosprecia a otros con el fin de elevar a una persona. Aunque las personas arrogantes expresan sus ideas y necesidades, lo hacen a costa de los demás. Estos tienden a no aceptar la responsabilidad personal por sus fallas o errores.[30]
    • Las personas arrogantes con frecuencia tienen un sentido de confianza muy externo (por ejemplo, basan sus opiniones sobre ellos mismos en la forma en que otros piensan de ellos). Aunque este tipo de confianza no es negativa en sí misma, puede hacer que estos antepongan su autoestima a los sentimientos de los demás.
    • La arrogancia es una forma de agresión que a menudo hace que otros se sientan muy incómodos, incluso molestos o demolidos, después de interactuar con la persona arrogante. Si se sienten amenazados o arrogantes, las personas arrogantes generalmente atacarán o culparán a otros.[31]
  2. 2
    Reconoce las conductas arrogantes. La conducta arrogante también expresa pensamientos, necesidades y sentimientos, pero lo hace de una manera que ofende y desprecia a los demás. Aunque la idea principal de una declaración arrogante podría ser la misma que una declaración asertiva (por ejemplo, “No quiero hacerlo”) la conducta arrogante no comunica empatía o responsabilidad. Estos son algunos ejemplos de conducta arrogante:[32]
    • Usar lenguaje inadecuado hacia los demás
    • Hacer que otros se sientan insignificantes o inútiles
    • Usar un tono sarcástico o desdeñoso
    • Usar amenazas
    • Hacer énfasis en la culpa
    • Atacar a los demás
    • Protegerse a uno mismo sin preocuparse por los demás
    • Un ejemplo de conducta arrogante sería gritar nombres o un lenguaje inadecuado a la persona que se metió en la fila del supermercado, justo delante de ti. Otro ejemplo podría ser decirle a dicha persona que es estúpida y amenazarle si la vuelves a ver.
    • Si la situación fuera al revés y accidentalmente te colaras en la fila, una conducta arrogante sería culpar a la otra persona o usar un tono desdeñoso: “Bien, si no quería que me metiera delante de usted debía haberme aclarado que estaba en la fila”.
  3. 3
    No denigres o menosprecies a la otra persona. Rebajar o menospreciar a la otra persona bloquea la comunicación productiva. Incluso si cometió un error o te lastimó, evita recurrir a los insultos o al lenguaje humillante.
    • Por ejemplo, una comunicación arrogante con tu compañero de cuarto sería: “¡Eres un cerdo! ¿Por qué no puedes mantener limpio este lugar?”. Una comunicación asertiva sería: “Lo que hagas con tu espacio personal es tu problema, pero me gustaría que te esforzarás por mantener limpio y organizado nuestro espacio compartido”.
  4. 4
    Escucha el punto de vista de la otra persona. Las personas arrogantes están comprometidas a hacer que una situación gire solo en torno a ellos: cómo se sienten, cómo piensan, cómo experimentan la situación. Evita la arrogancia escuchando a los demás cuando hablen acerca de sus pensamientos, necesidades y sentimientos.
  5. 5
    Evita hablar en segunda persona. Hablar en segunda persona implica hacer afirmaciones que podrías no ser capaz de respaldar. Solo puedes hablar con confianza y precisión sobre los hechos reales de una situación (por ejemplo, para qué hora se programó una cita) y tus sentimientos y experiencias personales. Usa frases en primera persona cada vez que sea posible y habla sobre los hechos de una situación en vez de hacer declaraciones sobre las intenciones de la otra persona.
    • Por ejemplo, evita usar un lenguaje de culpa como "¡Me das tanta rabia!". En vez de ello, usa frases centradas en la primera persona, como “En este momento me siento frustrado".
  6. 6
    No amenaces a la otra persona. Las amenazas y la intimidación no tienen cabida en la comunicación asertiva, pero sí ocurren con frecuencia en la comunicación arrogante. Tu meta como un comunicador asertivo debe ser hacer que los demás se sientan cómodos al hablar contigo porque de este modo saben que serás honesto con ellos. Las amenazas y la intimidación asustan y molestan a los demás y matará la comunicación productiva.
    • El lenguaje amenazante a menudo incluye la culpa. Por ejemplo, si le pediste a tu equipo de trabajo que hiciera una pregunta y nadie ha respondido, una reacción agresiva podría ser "¿Siquiera entienden la pregunta?". En vez de culpar y lanzar amenazas, reformula la pregunta: "¿He explicado este concepto con claridad".[33]
  7. 7
    Evita usar un lenguaje inadecuado. Además de las acciones obvias como maldecir e insultar, también debes tratar de evitar el lenguaje generalizador y totalitario.[34] Este lenguaje a menudo se manifiesta como frases con “siempre” o “nunca” o generalizaciones sobre las intenciones de la otra persona.
    • Por ejemplo, imagina que tienes un colega que con frecuencia olvida recogerte en el vehículo que comparten. Una reacción arrogante podría ser decirle algo como: “Nunca te acuerdas de recogerme en el auto que compartimos y eso me molesta mucho. No entiendo por qué no puedes recordar algo tan simple”. Una reacción asertiva sería decir algo como: “La semana pasada olvidaste recogerme en el auto que compartimos dos veces. Me siento frustrado y ansioso cuando te olvidas de mí porque me preocupa llegar tarde al trabajo. ¿Te esforzarás más para no olvidar recogerme? Si no es así, necesitaré hacer otros arreglos”.
  8. 8
    Evita el lenguaje corporal agresivo. El lenguaje corporal agresivo envía tantos mensajes como las palabras que elijes. Para evitar dar la impresión de ser arrogante, presta atención a tu lenguaje corporal y evita usar las siguientes señales y acciones:[35]
    • Violar el espacio personal. La “regla de los tres pies” se aplica a la mayoría de las situaciones públicas y laborales. No te acerques más que eso a menos que te inviten, como cuando estás en una cita o te piden ayudar a alguien.
    • Mostrar gestos agresivos. Señalar y apretar el puño son claros ejemplos de ello.
    • Brazos cruzados. Mientras que las piernas cruzadas indican falta de confianza, los brazos cruzados sugieren una persona cerrada a la comunicación.
    • Mandíbula apretada o endurecida. Si empujas tu mandíbula muy hacia adelante o la aprietas, podrías dar la impresión de ser arrogante y hostil.
    • Acaparar mucho espacio. Esto es más común en los hombres que en las mujeres, pero el lenguaje corporal que acapara espacio innecesario puede dar la impresión de ser alguien arrogante, en vez de confiado. Está bien ocupar todo el espacio que necesites para sentirte cómodo, pero no invadas el espacio de los demás.
    Anuncio

Consejos

  • La arrogancia abarca sentimientos de superioridad, elitismo, esnobismo o petulancia. Si experimentas cualquiera de ellos, corres el riesgo de ser rudo con otras personas en vez de establecer una conexión genuina a través de la comunicación asertiva y la escucha activa. Incluso los comunicadores asertivos más experimentados pueden tener un momento de debilidad cuando se quedan en el camino y necesitan volver a trazar su ruta. No hay por qué avergonzarse de ello, simplemente hazlo.
  • Aunque la sinceridad y el respeto hacia los demás en la comunicación asertiva a menudo produce excelentes resultados, habrán ocasiones en que te encontrarás con personas que se nieguen a cooperar contigo sin importar cómo abordes la situación. Solo puedes controlar tu propia conducta, así que continúa con tu asertividad respetuosa y trata de ignorar la búsqueda de conflicto de la otra persona.
  • Si no estás progresando como te gustaría, podrías considerar el entrenamiento formal de habilidades asertivas. Muchos consejeros y terapeutas lo ofrecen y a menudo también lo hacen los proveedores de salud en la comunidad.
Anuncio
  1. http://www.mtstcil.org/skills/assert-3.html
  2. http://www.theroot.com/articles/culture/2014/09/the_angry_black_woman_stereotype_s_long_history.html
  3. http://www.npr.org/blogs/ed/2015/02/23/386001328/how-we-talk-about-our-teachers
  4. http://www.cnn.com/2013/06/19/living/women-cheerful-leaders/
  5. https://www.psychologytoday.com/blog/tame-your-terrible-office-tyrant/201305/how-be-assertive-not-aggressive
  6. http://www.mindtools.com/CommSkll/ActiveListening.htm
  7. http://msue.anr.msu.edu/news/eye_contact_dont_make_these_mistakes
  8. http://www.assertivehumility.com/blog/what-is-assertive-humility/
  9. http://www.positivityblog.com/index.php/2008/05/05/six-steps-to-become-assertive-and-nice/
  10. https://www.psychologytoday.com/blog/think-well/201009/feeling-angry-or-guilty-maybe-its-time-stop-shoulding
  11. http://www.cci.health.wa.gov.au/docs/Assertmodule%202.pdf
  12. http://www.cci.health.wa.gov.au/docs/Assertmodule%202.pdf
  13. http://www.psychologicalselfhelp.org/Chapter13/chap13_21.html
  14. http://www.usu.edu/arc/idea_sheets/pdf/assertive_communication.pdf
  15. http://www.cci.health.wa.gov.au/docs/Assertmodule%202.pdf
  16. http://www.usu.edu/arc/idea_sheets/pdf/assertive_communication.pdf
  17. http://www.cci.health.wa.gov.au/docs/Assertmodule%202.pdf
  18. http://msue.anr.msu.edu/news/eye_contact_dont_make_these_mistakes
  19. http://www.businessinsider.com/the-right-body-language-to-use-2013-8
  20. http://www.gp-training.net/training/leadership/assertiveness/bodylang.htm
  21. http://socialwork.buffalo.edu/content/dam/socialwork/home/self-care-kit/exercises/assertiveness-and-nonassertiveness.pdf
  22. http://www.cci.health.wa.gov.au/docs/Assertmodule 2.pdf
  23. http://www.cci.health.wa.gov.au/docs/Assertmodule%202.pdf
  24. http://www.compasstraining.com/Documents/ExampleHandouts/Facilitation/AskingNonThreateningQuestion.pdf
  25. http://well.wvu.edu/articles/becoming_assertive__not_aggressive
  26. http://www.cci.health.wa.gov.au/docs/Assertmodule%202.pdf

Acerca de este wikiHow

Trudi Griffin, LPC, MS
Coescrito por:
Consejera profesional
Este artículo fue coescrito por Trudi Griffin, LPC, MS. Trudi Griffin es un consejero profesional con licencia en Wisconsin especializado en adicciones y salud mental. Brinda terapia a las personas que luchan contra las adicciones, la salud mental y los traumas en entornos de salud comunitaria y práctica privada. Recibió su maestría en Consejería Clínica de Salud Mental en la Universidad Marquette en 2011. Este artículo ha sido visto 27 806 veces.
Anuncio